Sin atajos
Cuando un monje preguntó a su maestro si debía leer los sutras, este replicó así: – Aquí no hay senderos laterales ni atajos. – Las montañas permanecen todo el año frescas y verdes. – Tanto al este como al oeste, en cualquier dirección, puedes dar un bello paseo. El monje pidió explicaciones más explícitas, y el maestro contestó: – No es culpa del sol si el ciego no puede encontrar su camino. Maestro: no confundas el medio con el objetivo; la verdad ya está en ti, unicamente hay que encender la luz. Fuente: tradicional Zen Foto portada:...
Contemplación
Tajima no kami paseaba por su jardín una hermosa tarde de primavera. Parecía completamente absorto en la contemplación de los cerezos al sol. A algunos pasos detrás de él, un joven servidor le seguía llevando su sable. Una idea atravesó el espíritu del joven: – A pesar de toda la habilidad de mi Maestro en el manejo del sable, en este momento sería fácil atacarle por detrás, ahora que parece tan fascinado con las flores del cerezo. En ese preciso instante, Tajima no kami se volvió y comenzó a buscar algo alrededor de sí, como si quisiera descubrir a alguien que se hubiera escondido. Inquieto, se puso a escudriñar todos los rincones del jardín. Al no encontrar a nadie, se retiró a su habitación muy preocupado. El servidor acabó por preguntarle si se encontraba bien y si deseaba algo. Tajima respondió: – Estoy profundamente turbado por un incidente extraño que no puedo explicarme. Gracias a mi larga práctica de las artes marciales, puedo presentir cualquier pensamiento agresivo contra mí. Justamente cuando estaba en el jardín me ha sucedido esto. Pero aparte de tí no había nadie, ni siquiera un perro. Estoy descontento conmigo mismo, ya que no puedo justificar mi percepción. El joven servidor, después de saber esto, se acercó al Maestro y le confesó la idea que había tenido, cuando se encontraba detrás de él. Humildemente le pidió perdón. Tajima no kami se sintió aliviado y satisfecho, y volvió al jardín. Fuente: tradicional...
La Filosofía de las artes marciales de oriente
Hermenegildo Camps Meseguer CN-6ºDan El contenido filosófico de que se hallan imbuídas las artes marciales en Oriente constituye un elemento diferencial de primer orden que las distingue de las artes marciales del resto del mundo, las cuales, por supuesto, están desprovistas de cualquier componente psíquico que no esté relacionado directamente con ellas. El boxeo, la esgrima o la lucha grecorromana, por ejemplo, y para no citar más que aquellas disciplinas de origen occidental que presentan mayores similitudes con sus correspondientes homólogas, asiáticas, tienen su componente espiritual dirigido a la obtención de una superioridad, a la conquista de unos galardones o a la satisfacción del espíritu competitivo de sus practicantes. Estos fines son diametralmente opuestos a los que informan el ejercicio de las artes marciales en Oriente, destinados a la cumplimentación de unos objetivos esencialmente religiosos en sus fundamentos y a la realización de la personalidad individual en sus últimas consecuencias. Es inútil intentar comprender la filosofía que informa las artes marciales de Oriente sin conocer, siquiera sea elementalmente, el credo religioso de aquellas lejanas tierras que, de una forma muy general, podemos considerar como producto de un sincretismo del hinduísmo, budismo,. taoísmo, confucianismo e incluso del sintoísmo. Todas estas religiones presentan una diferencia esencial con las propias de Occidente. El cristiano, el judio o el mahometano basan su fe en la existencia de un Dios único con el que tienen establecido un acuerdo mediante el cual, a cambio de un comportamiento correcto durante la vida terrena, se les garantiza la entrada en un paraíso del que gozarán eternamente en una posterior vida celestial. Este buen comportamiento no constituye obstáculo alguno para el desempeño de otras actividades, aparte de las meramente religiosas. El creyente occidental, por lo tanto, desarrolla su vida en espera de la muerte, momento del tránsito a partir del cual el cuerpo deja de tener el menor interés para él. En efecto, el cuerpo está destinado a pudrirse bajo tierra o a ser incinerado. En cambio, el alma, el componente espiritual del hombre, adquiere entonces su máxima importancia, liberada de su prisión corporal. El cuerpo merece tanta menos atención cuanto mayor sea la preocupación por la salvación eterna del alma, y de esta afirmación dan buena fe los monjes, los ermitaños, las religiosas de los conventos de clausura, etc. El oriental parte de unos conceptos muy distintos. considera que en el hombre se halla la fuente de la beatitud, lo cual le identifica con su propio dios. En algunos casos, como el sintoísmo japonés, el creyente se considera a sí mismo como descendiente de los dioses, en el convencimiento de que por sus venas corre sangre divina....
La Sabiduria Inmovil en el Karate
Chus García Diaz CN-7ºDan El arte de la inmovilidad se adquiere con la práctica de la técnica que va unida a la acción, por tanto no es inerte como la inmovilidad de una roca. El espíritu cuando actúa no debe circunscribirse a nada. En el Budismo, en un ejercicio, existen cincuenta y dos etapas, una de ellas la que vamos a tratar es la de “circunscribir el espíritu” a alguna cosa, a esta acción en Japón se denomina JUJI, Ju significa habitar y Ji estado o etapa. Habitar es circunscribirse a algo, si esto lo aplicamos al arte marcial, en concreto al Karate, no podríamos circunscribir o fijar nuestro espíritu a nuestro adversario pues conllevaría conocer nuestra derrota. Por tanto no debemos fijar nuestro espíritu a nada ni reflexionar tan siquiera sobre la acción que va acontecer. Debemos de adaptarnos a su ritmo, aprovechando la acción del adversario y así anticiparnos a su ataque. No podemos fijar nuestro espíritu a nada, ni tan siquiera a nuestro propio ataque, no tenemos que hacer valoraciones ni tan siquiera de la distancia entre ambos, pues nuestro ataque carecerá de efectividad debido a que nuestro espíritu se encuentra ocupado. A esta acción de circunscribir el espíritu a algo se conoce como “extravío del espíritu” o la insciencia. Cuando el espíritu no se circunscribe a nada el espíritu es libre dándose un estado denominado “inmovilidad”. En mi segunda estancia en Japón contemplando los guardianes que permanecen impávidos en la entrada de los templos pronunciando sus bocas el “AUM”, mantra que cierra el templo de todo mal, te das cuenta que a primera vista impresiona al visitante pero si los contemplas detenidamente sin fijar tu mente en nada comprendes que están para salvaguardar, con sus rostros tétricos, al hombre de los demonio. Su quietud refleja la inmovilidad. El Budismo hace valoración de lo que se percibe de ellos a través de los niveles del conocimiento alcanzado por los hombres. A los que carecen de conocimiento estas figuras les aterrorizan. A los que están en el camino del conocimiento entienden que su inmovilidad es lo que les hace desestimar todo temor. A los que ya han alcanzado el conocimiento a través de la inmovilidad de su espíritu comprenden que los demonios no son reales sino que son nuestros propios defectos que nos limitan. Volviendo a la práctica en Karate, el principiante no conoce la forma de defender su cuerpo por ello indirectamente su espíritu no está circunscrito a su cuerpo. Cuando su adversario le ataca reacciona sin pensar, a medida que va adaptando la técnica se va circunscribiendo su espíritu a todo lo que ha aprendido,...
Tómate una taza de Té
Joshu, el maestro zen, le preguntó a un monje que era nuevo en el monasterio: – ¿Te he visto antes? El nuevo monje repuso – No señor. – Entonces tómate una taza de té. Joshu se volvió entonces a otro monje: – ¿Te he visto antes? El segundo monje contestó: – Si, señor, por supuesto que me ha visto. – Entonces tómate una taza de té. Más tarde, el monje que administraba el monasterio, le preguntó a Joshu: – ¿Cómo es que ante cualquier respuesta siempre ofreces una taza de té? Ante esto, Joshu gritó: – Administrador, ¿aún estás aquí? – Por supuesto, maestro – repuso el administrador – Entonces tómate una taza de té Fuente: Internet, autor...
Comentarios recientes