El pobre ignorante
Un hombre, muy sencillo y analfabeto, llamó a las puertas de un monasterio. Tenía deseos verdaderos de purificarse y hallar un sentido a la existencia. Pidió que le aceptasen como novicio, pero los monjes pensaron que el hombre era tan simple e iletrado que no podría ni entender las más básicas escrituras ni efectuar los más elementales estudios. Como le vieron muy interesado por permanecer en el monasterio, le proporcionaron una escoba y le dijeron que se ocupara diariamente de barrer el jardín. Así, durante años, el hombre barrió muy minuciosamente el jardín sin faltar ni un solo día a su deber. Paulatinamente, todos los monjes empezaron a ver cambios en la actitud del hombre. ¡Se le veía tan tranquilo, gozoso, equilibrado! Emanaba de todo él una atmósfera de paz sublime. Y tanto llamaba la atención su inspiradora presencia, que los monjes, al hablar con él, se dieron cuenta de que había obtenido un considerable grado de evolución espiritual y una excepcional pureza de corazón. Extrañados, le preguntaron si había seguido alguna práctica o método especiales, pero el hombre, muy sencillamente, repuso: – No, no he hecho nada, creedme. Me he dedicado diariamente, con amor, a limpiar el jardín, y, cada vez que barría la basura, pensaba que estaba también barriendo mi corazón y limpiándome de todo veneno. * El Maestro dice: El mayor ignorante hallará la paz si su intención es genuina; el erudito más destacado proseguirá a oscuras si su intención no es la correcta. Foto portada: Jose Luis Mieza Photography “Cuentos Clásicos de la...
Mantra
«El poder y alcance del mantra depende de la actitud del que lo repite. Así lo evidencia la siguiente historia.» Un eremita vivía a la orilla del río. Era alimentado por una lechera que todos los días le regalaba leche para su manutención. El eremita había concedido un mantra a la buena mujer y le había dicho: – Repitiendo este poderoso mantra puedes ir a través del océano de la existencia. Pasó el tiempo. Cierto día en que la lechera iba a cruzar el río para llevar la leche al eremita, llovió torrencialmente y las aguas del río se desbordaron. No había manera de pasar el río en barca. La mujer recordó lo que había dicho el eremita: – Repitiendo este poderoso mantra puedes ir a través del océano de la existencia. – Y esto sólo es un río – se dijo a sí misma Repitió interiormente el mantra con mucho amor y motivación y comenzó a caminar sobre el agua hasta llegar donde estaba el eremita. Al verla, éste, muy extrañado, preguntó: – ¿Cómo has podido llegar hasta aquí si el río se ha desbordado? La mujer repuso: – Como me dijiste que con el mantra que me entregaste podía atravesar el océano de la existencia, pensé que sería mucho más fácil cruzar el río. Recité el mantra y lo pasé caminando sobre las aguas. Al escuchar esta explicación, el eremita se llenó de vanidad y pensó: – !Qué grado de evolución debo tener cuando la lechera ha podido hacer esta proeza con mi mantra! Días después, el eremita tenía que ir a la ciudad. Las lluvias monzónicas no habían cesado y el río continuaba desbordado. El eremita pensó que no había ningún problema. Si el mantra había funcionado con la lechera, ¿cómo no iba a funcionar con él. Empezó a repetir el mantra y se lanzó a las aguas del río. Se hundió hasta el fondo y pereció. Maestro: El ego es la muerte de lo más real que hay en uno mismo. No libera, esclaviza y ahoga. Cuento escrito por Joost Scharrenberg Fuente: 101 cuentos clásicos de la India – Ramiro A. Calle Foto...
El paquete de galletas
Una chica estaba esperando su vuelo en una sala de espera de un gran aeropuerto. Como debía esperar un largo rato, decidió comprar un libro y también un paquete con galletas. Se sentó en una sala del aeropuerto para poder descansar y leer en paz. Asiento de por medio se sentó un hombre que abrió una revista y empezó a leer. Entre ellos quedaron las galletas. Cuando ella cogió la primera, el hombre también tomó una. Ella se sintió indignada, pero no dijo nada. Solo pensó: «¡Qué descarado; si yo fuera más valiente, hasta le daría una bofetada para que nunca lo olvide!». Cada vez que ella cogía una galleta, el hombre también tomaba una. Aquello le indignaba tanto que no conseguía concentrarse ni reaccionar. Cuando quedaba solo una galleta, pensó: «¿qué hará ahora este aprovechado?». Entonces, el hombre partió la última galleta y dejó media para ella. ¡Ah no!. ¡Aquello le pareció demasiado!. Se puso a resoplar de rabia. Cerró su libro y sus cosas y se dirigió al sector del embarque. Cuando se sentó en el interior del avión, miró dentro del bolso y para su sorpresa, allí estaba su paquete de galletas… intacto, cerrado. ¡Sintió tanta vergüenza!. Sólo entonces se dio cuenta de lo equivocada que estaba. ¡Había olvidado que sus galletas estaban guardadas dentro de su bolso!. El hombre había compartido las suyas sin sentirse indignado, nervioso, consternado o alterado. Y ya no estaba a tiempo ni tenia posibilidades para dar explicar o pedir disculpas. Pero sí para razonar: ¿cuántas veces en nuestra vida sacamos conclusiones cuando debiéramos observar mejor? ¿cuántas cosas no son exactamente como pensamos acerca de las personas?. Y recordó que existen cuatro cosas en la vida que no se recuperan: Una piedra después de haber sido lanzada, una palabra después de haberla dicho, una oportunidad después de haberla perdido y el tiempo después de haber...
Frases para pensar: Imaginación
Imagina la felicidad y sencillamente ésta llega a tí. Imagina una sonrisa y ésta te hara reir. La creatividad amplia todos los límites. La imaginación nos hace dueños de nuestra vida. El poder de la mente no cabe en el universo… La imaginación es más importante que el conocimiento. La imaginación es el lapiz con que el niño pinta sus mejores aventuras. No dejes de probar tus ideas, pueden ser las mejores para tí. La imaginación es más rica que el lenguaje… sugiere con palabras, la imaginación podrá hacer el resto. Con ella te emocionas, suspiras y hasta te irritas, es mágica invencible y oportuna, es simplemente: la imaginación. Imaginar es vivr un poco más felices. La imaginación lleva a la abstracción, la abstracción, a la creatividad, la creatividad al arte y el arte a la imaginación. La imaginación es la herramienta más eficaz y maravillosa, sólo para aquellos que la utilizan. La imaginación es una de las partes más importantes de nuestra vida, sin ella no somos nada… Imaginar es resolver un problema en un mundo donde la ilusión, es la solución. La imaginación es la pizarra en la que escribimos los ideales que la goma de la vida intenta, a toda costa, borrar… Imaginación es otra forma de vivir experiencias, con la ventaja de poder corregir los errores cometidos. Expresa lo que tu corazón siente y no lo que tu mente te hace imaginar… El pensar es el portal hacia el espacio, el imaginar es el portal del infinito. Imagina y vencerás. La imagnación es, sobre todo, orgullosa, nunca se dejará pisotear por la realidad. La suprema facultad del hombre no es la razón sino la imaginación. La imaginación no lo es todo, sino que el todo forma parte de la imaginación. La imaginación es la prueba de la existencia del hombre y su evolución. Si quieres ver un árbol, ve al valle, si quieres ver el valle, ve a una montaña, si quiere ver la montaña, sube al las nubes, pero si lo quieres ver todo, cierra los ojos y solo piensa. Imaginación es el arte de poder dar a conocer nuestros pensamientos a través del deseo. Con la imaginación creamos un mundo ideal; pero hemos de tener el empuje y el valor de tratar de ponerlo en práctica. Todos los humanos estamos hechos de la materia con la que se trenzan los sueños. Del imaginar viene el existir, por eso nos podemos preguntar. Si no imagináramos, ¿existiría todo esto? Foto...
Centrarse en una sola cosa
El joven Tanit fue a ver al sabio del pueblo y le preguntó: – Señor, ¿qué debo hacer para conseguir lo que yo quiero? El sabio no contestó. Tanit se marchó después de repetir su pregunta varias veces con el mismo resultado. Volvió al día siguiente con la misma pregunta. De nuevo no obtuvo ninguna respuesta por lo que volvió por tercera vez y repitió su pregunta: – ¿Qué debo hacer para conseguir lo que yo quiero? El sabio le miró y dijo: – Ven conmigo Y se dirigieron a un río cercano. Entró en el agua llevando al joven de la mano y cuando alcanzaron cierta profundidad el sabio se apoyó en los hombros del joven y lo sumergió en el agua. Pese a los esfuerzos del joven por liberarse, allí lo mantuvo el sabio un largo rato. Al fin lo soltó y Tanit pudo recuperar su aliento. Entonces el sabio le preguntó: – Cuando estabas bajo el agua, ¿qué era lo que más deseabas? Sin vacilar Tanit contestó: – Aire, quería aire. – ¿No hubieras preferido mejor riquezas, comodidad, placeres, poder o amor? – No, señor, deseaba aire, necesitaba aire y solo aire – fue su inmediata respuesta. – Entonces – contestó el sabio -, para conseguir lo que tú quieres debes quererlo con la misma intensidad que querías el aire, debes luchar por ello y excluir todo lo demás. – Debe ser tu única aspiración día y noche. – Si tienes ese fervor, conseguirás sin duda lo que quieres. Maestro: con el esfuerzo, la insistencia y centrando tu energia en una única cosa conseguirás todo lo que te propones Fuente: autor desconocido Foto...
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