La verdadera destreza. La aportación española a la Historia de las artes marciales.
Gustavo de Lerancos Si Okinawa es la clave para entender cómo, hasta que punto, cuando hablamos de Cultura, los conceptos de Oriente y Occidente pierden realmente sentido a través de algo considerado tan oriental como las Artes Marciales, el método más bien la ciencia, de la Verdadera Destreza, es el vértice donde confluyen Historia, Cultura, Artes Marciales y la negación acomplejada hija del desconocimiento de nuestra valiosa herencia cultural. A menudo buscamos referentes y místicas en el Lejano Oriente cuando tan solo con escarbar en nuestra cercana tradición descubrimos cosas tan sorprendentes como que la exótica tempura que modernamente hemos incorporado a nuestros yantares, no es ni más ni menos que un ibérico rebozado de toda la vida, llevado a Japón por los jesuitas portugueses y españoles allá por el s. XVI. Y que ahora nos vuelve. Aunque, si bien como ya hemos visto, el pankration griego nos puede llevar directamente desde la Antigüedad Clásica al kárate de nuestros días, la Verdadera Destreza, resulta en si, en este aspecto, una pista falsa en el camino desde Occidente a Oriente de las Artes Marciales. ¿En qué consiste la Verdadera Destreza? La Verdadera Destreza es un método de lucha, de lucha con espada, basado en las enseñanzas y la obra de Don Jerónimo Sánchez de Carranza, autor del libro De la Filosofia de las Armas y de su Destreza y la Agression y Defensa Cristiana (1.569). Este sistema basado en la razón, la geometría y las matemáticas y que más allá de un manual de lucha es un compendio filosófico y moral, fue desarrollado por Don Luís Pacheco de Narváez, maestro de armas del rey Felipe IV de España, a través de sus once obras publicadas. El método acabaría por convertirse en la principal escuela de esgrima española, imponiéndose a la denomina Destreza Común, vigente hasta el momento. Tuvo y tiene una gran influencia y difusión. Tanto es así que aún hoy en día se ofrecen seminarios y hay quienes debaten sobre su influencia en otras Artes Marciales orientales, como la Eskrima de Filipinas, aunque he aquí la pista falsa a la que nos referíamos. España tuvo dominio de varios siglos sobre las Islas Filipinas, de donde es originario este Arte Marcial, cuyos practicantes manejan con contundente destreza un bastón corto. Si de algún modo recibieron influencia de la esgrima española, esta más bien tuvo que provenir de la esgrima común de la soldadesca y la marinería que se batió por aquellos lares, más que de la Verdadera Destreza, más extendida entre los espadachines civiles en sus lances y reyertas a punta de espada ropera. ¿Cómo se llega desde el olímpico...
La clave de Okinawa. El kárate y los misterios de la transmisión cultural.
Gustavo de Lerancos Mucha gente piensa que el kárate es un arte marcial japonés. Pero no es exactamente así. Ni mucho menos. Podría decirse que fue precisamente gracias a los japoneses, que este arte pudo desarrollarse. Y no me estoy refiriendo a su difusión. El kárate es de Okinawa. Su difusión mundial se la debemos en gran parte a los norteamericanos. Okinawa es la isla principal de un archipiélago de setenta y dos islas que forman una cadena que se extiende desde el sur de la gran isla japonesa de Kyushu hasta la isla china de Taiwán. En si mismo, el nombre de Okinawa tiene un significado revelador: “maroma, estacha”, que es la cuerda de un barco. ¡Ah, las palabras, las palabras! Se trata de un enclave muy especial. Es bien sabido que desde siempre los mares fueron el camino más ancho para la cultura y el comercio: El camino de menor resistencia, por donde se mueve a la mayor velocidad y con menos pérdidas tanto la electricidad en un circuito, como las corrientes de los ríos. Y también, por supuesto, la cultura. Acabo de pegarle una mirada a aquella zona con el Google Earth y realmente es así, es como una gran cuerda que cierra el Mar de China por el Este y casi se podría saltar de isla a isla desde Filipinas hasta Japón, pasando por Taiwán. Y en el centro está Okinawa. La clave de Okinawa radica sin duda en su situación geográfica de verdadero puente cultural entre la milenaria China y el ignoto Japón, y en su Historia. Okinawa y el resto de las islas del archipiélago Ryu Kyu, se mantuvieron más o menos independientes tanto de China como de Japón, durante largos siglos, comerciando con todos, incluso con los europeos cuando llegaron a aquellas aguas a partir del s. XVI. El comercio y la cultura viajan juntos en los barcos y Okinawa recibió una fuerte influencia cultural de China que no en vano era un gran Imperio: productos, gentes, religión, costumbres y artes, las marciales incluidas. No debemos perder de vista que, las artes marciales, como la primera mitad de su nombre indica y aunque algun@s puedan arrugar la nariz, forman parte del conjunto de las creaciones culturales humanas, desarrolladas por necesidad, no sólo de autodefensa, sino también como ejercicio físico y mental, desde la más remota antigüedad. En Oriente como en Occidente los monasterios son las incubadoras de la cultura. Desde China llegó a Okinawa el budismo y curiosamente las artes marciales navegaron desde el Oeste de la mano de la religión: ¡A Dios rogando y con el mazo dando! En...
El Kata de Karate
Oskar Gutiérrez San Roman CN-6ºDan El sistema antiguo de entrenamiento de karate se centraba en la repetición de los katas. Los adeptos entrenaban con pocos katas, uno, dos, o tres. La calidad del adepto se media por el grado de conocimiento. El conocimiento de muchos katas no revestía ninguna importancia. Si alguno decía «yo conozco veinte katas», se hubiera pensado «es porque no conoces bien ninguno”. Los adeptos debían, poner mucha energía en un solo kata y mostrar ahí los resultados de lo aprendido. Un kata se aprendía y se repetía bajo ángulos múltiples y variados. No se trataba de una forma única y auténtica, el kata debía incluir variantes técnicas que permitieran responder a las múltiples situaciones de combate. El kata tenía un papel pragmático, muy completo, de formar y de mejorar las técnicas realmente válidas. Era un soporte técnico real. En todo caso, cuando me encontraba estancado hace unos veinticinco años, me planteé todas estas cuestiones. Tenía una sensación de vacío y me dije «¿Qué es lo que no va en los katas?» El kata es la esencia del karate y resulta que en el combate no utilizo nada de su contenido técnico. ¿Dónde está esa riqueza de la que tanto hablan? La paradoja es que después de tanto tiempo muchos colegas siguen preguntando la misma cuestión, y surgen muchas reflexiones dando vueltas en círculo del que jamás van a salir. Resolver este problema no es fácil. Basta con que reviséis los katas que conocéis y probéis a aplicar estos pasajes. ¿Sois capaces de explicar el sentido y los objetivos de cada gesto técnico de modo satisfactorio? ¿No hacéis los gestos técnicos simplemente porque los habéis aprendido así? Si no sentís plenamente el significado y el objetivo de una técnica, creo que os va a servir de muy poco como técnica de combate. Cuando digo técnica de combate, lo digo con el sentido que tiene la palabra y las dimensiones del acto en sí, un enfrentamiento de dos o varios humanos. Para ser eficaz en el combate hay que dominar los problemas de percepción mediante el trabajo técnico y la experiencia, y me parece necesario cuestionarse acerca de las diferentes actitudes posibles en combate, que solo con el aspecto técnico de los katas actuales no se puede resolver , lo que hace que uno sienta la necesidad de buscar en profundidad . Muchos están frecuentemente inquietos, inseguros y sin confianza frente a una verdadera riqueza que les abre la puerta de la libertad y de las posibilidades más variadas. Sin embargo, otros permanecen tranquilos ante la pobreza y la mediocridad, por que la única razón que tienen...
Las especificaciones del kata de karate II
Kenji Tokitsu, CN-9ºDan Traducción de Oskar Gutiérrez Hemos comenzado interrogando sobre el futuro del karate actual examinando los potenciales del kata y su situación presente. Si no lográis seguir el hilo de este texto debéis consultar los tres artículos anteriores. En el sistema antiguo, practicar el karate era prácticamente la misma cosa que ejercerse en los katas. Mediante el kata los adeptos se fortalecían. El papel del kata era más importante que hoy, puesto que se aprendía con las ramificaciones técnicas complejas para cada una de las técnicas que se enseñaban. Volvamos al tema de reflexión inicial: la técnica espectacular y la técnica poco visible. Para abordar esta cuestión propondré los siguiente ¿Cómo y en qué condiciones una técnica de combate puede ser eficaz? Diréis por la fuerza, la velocidad, el timing,… Olvidáis entonces una cosa fundamental: la técnica de combate es eficaz cuando no se ve. La eficacia de cualquier técnica aumenta al máximo si se utiliza de manera que el adversario no la vea. Uno de los papeles de la velocidad consiste en disminuir la visibilidad del gesto; por el contrario, el adversario si logra verla hace que la eficacia disminuya. Es evidente entonces que cuando se reflexiona sobre una técnica simple no se tiene en cuenta comprender los fenómenos del combate y la transmisión. En efecto, en la época en la que el arte de combate tenía un verdadero papel social por su eficacia los adeptos profundizaban las técnicas de esta manera, es decir: para que las técnicas fueran lo menos visibles posible, invisibles realmente. La preocupación principal de sus entrenamientos era ¿cómo se puede hacer este u otro movimiento técnico sin que el adversario le vea? Las técnicas elaboradas con esta idea eran transmitidas de manera oculta, puesto que era necesario disimularlas de las miradas de eventuales adversarios. Era necesario no hacer conocer la especificidad de la escuela. No era cuestión de dejar observar el entrenamiento. Subrayemos de nuevo que en lo concerniente a la calidad técnica y el sistema de transmisión, el karate clásico se apoyaba sobre un sistema exotérico poco visible, mientras que hoy se apoya sobre un sistema opuesto, aquel que se muestra. En el karate clásico la demostración pública no tenía sentido. Si se hacía con ocasión de una fiesta o un evento excepcional, era mostrado principalmente «las flores» de las técnicas, escondiendo «los frutos». Los adeptos nobles del castillo de Shuri apreciaban las técnicas sobrias y eficaces que empleaban el mínimo gesto necesario y despreciaban las «espectaculares». Las denominaban «técnicas campesinas». Sus ojos buscaban percibir en la ejecución de un kata los instantes en los que las técnicas eran verdaderamente...
La Autentica Transmisión Marcial; El Secreto Arte del Tomari-Te
Sergio Hernández Beltrán CN-6ºDan OKUDEN KARATE “El secreto de las artes marciales esta en hacer tangible lo invisible y oculto lo evidente” CRÓNICAS DE LA “DESINFORMACIÓN” MARCIAL. Volviendo a la primera crónica, insisto en que la transmisión marcial real en Japón se basa en el arte del secreto. Toda escuela o Ryu, se atenía a la regla del secreto. Ayer, como hoy, una ciencia divulgada era una ciencia perdida. Este secretismo concernía tanto a las propias técnicas marciales como a la enseñanza esotérica. Hasta fechas muy recientes, no sólo estaba prohibido filmar o fotografiar estas escuelas, sino incluso asistir al entrenamiento de sus alumnos. Tal es la importancia de las técnicas secretas de estas escuelas, que con frecuencia han desaparecido con su último Maestro. En cuanto a la enseñanza profunda, no se concede más que a unos pocos iniciados, y no habría modo, ni siquiera hoy día, de desvelarla. “Solo lo invisible es japonés” – Yukio Mishima. En el celebre jardín de Ryoan-ji, que se encuentra en un templo Zen en Kyoto, existen quince rocas. Pero cualquiera sea el lugar desde donde se las mire, siempre hay una de ellas escondida. En un momento dado, la decimoquinta roca aparece mientras otra desaparece. Todo el juego de la realidad se ilustra así. Lo que se manifiesta continuo, también es discontinuo. Todo lo que pertenece al espacio, también pertenece al tiempo, pero ambos son y no son a la vez. El espacio y el tiempo existen, pero son también relativos respecto a nuestras medidas y a nuestras percepciones. Así las artes marciales se basan todas ellas en el sentido del ritmo y del espacio-tiempo, en el dominio del centro y en el sentido casi alquímico de las energías complejas y, por tanto en el aprendizaje de su integración Cualquiera practicante con algunos años de experiencia que lea estas líneas, seguramente pensara que todo lo escrito forma parte del pasado. Hoy día, con la “estandarización” de los sistemas de combate y su derivación en actividades deportivas, no tiene ninguna razón de ser el secretismo de la enseñanza… ¡y tiene razón!. Y la tienen en cuanto a su moderna concepción y para lo que han sido modificados dichos sistemas, es decir la diversión, el mantenimiento físico, la mejora espiritual, etc. Pero no como sistema “marcial” de lucha. Mie-gakure: “Visto y no visto” EL SECRETO ARTE DE TOMARI Sin entrar, en los patéticos montajes a los que ha llegado algún “iluminado” que aparece en las revistas especializadas en artes marciales y sistemas de combate, si es cierto que el estilo Tomari, es aún hoy día de extremo secretismo (que no “sectarismo”, como algún autor...
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