Los factores del “SEIKŌ” o MEDITACIÓN
(SEIKŌZAHŌ (III) 静功座法三番目) La finalidad de Seikō (Jing Gong) es la Meditación: El “aquietamiento” o calma física y mental. Para conseguirlo se necesita eliminar todas las distracciones o pensamientos que la mente crea sin cesar: este es el principio más importante del método, para construir la base de este “Trabajo Estático” o Seikōzahō. Para los chinos, el Jing Gong es muy importante. No en vano se le considera como la madre del Qi Gong (Chi Kung) que son un conjunto de técnicas relacionadas con la MTC y que comprenden el trabajo mental, de la respiración así como el ejercicio físico… y cuyos objetivos van desde el mantenimiento de la salud, el acondicionamiento marcial o, a hacia lo más espiritual, conceptual o filosófico. Este tipo de “Meditación Activa” adquiere igualmente suma importancia en elTaijichuan. En algunas AAMM, como puede ser el caso del Nanbudō donde se conoce como Seikōzahō, es un método donde se conjugan determinados ejercicios, respiratorios y de meditación activa… donde los conceptos cuerpo-mente-espíritu alcanzan una gran unidad (sani ittai) cuya meta es alcanzar un estado de “no-dualidad” a través de la vía de la “atención al objeto”, de la actividad consciente y con plena intervención sensorial. Así, en Seikōzahō, se ponen en acción aspectos energéticos, puesto que estamos ante la práctica de ejercicios de creación y de circulación de energía interna, que por medio de esta meditación activa, favorecen para la adquisición de un ánimo de decisión corporal, espiritual y de acción. FACTORES DEL SEIKÔ (静功の三要素, Seikō no san’yōso). Como Mokusô o Seikōza y, normalmente realizado de rodillas, suele realizarse meditación al inicio o final de una sesión de entrenamiento. No suelen tener una duración más allá del minuto, y tienen más connotación de etiqueta y saludo que de una acción meditativa en sí. Meditación, Jing Gong o Seikōzahō debe ser considerado como un verdadero método, o incluso como una escuela si se prefiere, al igual que lo son el resto de las AAMM o de salud. Constan de distintas formas, o de diferentes ejercicios con diferentes intenciones de trabajo que, no obstante convergen en un determinado fin común: un estado unitario, de meditación, iluminación o de satori en última instancia. Pueden seguirse el camino externo con o sinmantra, o bien cultivarse a través del interno… también, se puede pasar de una disposición en lo activo a lo pasivo. Para Meditación, suelen emplearse generalmente dos vocablos: Seikō y Meisō. A veces se tienen como sinónimos y a veces, desde un punto de vista más “purista”, pueden surgir diferenciaciones. No va el artículo en ese sentido de distinciones, pero personalmente, usoMeisō para...
Amor y Amabilidad contra Ira y Resentimiento
Yolanda Calvo- Psicóloga Una de las emociones destructivas que a las personas les da más vergüenza confesar son aquellas derivadas de la rabia, especialmente la cólera y la ira. A nadie le gusta reconocer que se deja llevar por la ira dando voces o golpes. Nuestra sociedad censura este tipo de conductas que son, sin embargo, más frecuentes de lo que se piensa. Otras emociones más frías, derivadas también de la rabia, el resentimiento y el rencor, se reconocen un poco más, aunque es bastante común que la persona que guarda rencores no los reconozca por no ser consciente de que alberga esas emociones. A menudo nos convencemos de que “hemos perdonado pero no olvidado” para negarnos, a nosotros mismos, que albergamos resentimientos. Podemos hablar de que hay una emoción básica, la rabia, el enfado, de la que se derivan otras emociones secundarias más calientes o más frías. Las emociones calientes, la ira o lacólera son un enfado extremo caracterizado por un deseo de venganza; la irritabilidad, hace referencia a una propensión al enfado o a la ira; y, por otro lado, entre las emociones frías el resentimiento,volver a sentir, hace referencia al enojo por algo del pasado, que todavía nos duele y enfada, mientras que el rencor es un resentimiento arraigado y tenaz. La rabia es una emoción básica, muy primitiva, que surge en los niveles más profundos y primitivos del cerebro, en el cerebro reptiliano, en el que ante una amenaza el individuo (animal o humano) responde con la respuesta deLucha (rabia) o Huída (miedo). Fisiológicamente la ira y la cólera se caracterizan por una subida de la tasa cardíaca y de la presión arterial, y de los niveles de adrenalina y noradrenalina, un perfil que permite el ataque. Aunque siempre hay diferencias individuales, habitualmente se siente en las manos (por aumento del flujo sanguíneo en las mismas que se predisponen a agredir), y la mandíbula (dispuesta a morder), algunas personas también lo sienten en los pies (dispuestos a dar patadas), y en el centro del pecho, un poco hacia la izquierda. Normalmente damos motivos que “justifican” nuestro resentimiento o estallido de cólera, poniendo siempre las causas en los demás y no en nosotros mismos. Y, al hacerlo, no hacemos más que perpetuar estas emociones negativas y mantener el daño que nos ocasionan y que ocasionan en otros. Hay algunos factores que pueden generar una mayor irritabilidad que hace que la persona pueda estar más propensa a un estallido de rabia o ira: el cansancio, el sueño, el hambre, la sed, el dolor, los cambios hormonales, la frustración sexual (esta es muy importante porque es más fácil ser conscientes de que tenemos hambre o cansancio, que de que tenemos...
Mokuso
¿Qué es y para qué sirve el MOKUSO? Es el acto de meditación antes o después de la clase. Sirve, al empezar, para centrarnos en el trabajo a realizar y, al terminar, para relajarnos de la tensión mantenida y volver a la actividad normal. Normativa de Grados de la RFEK. Prólogo Una de las cosas más extrañas que un practicante encuentra en sus comienzos en el arte marcial japonés es el acto de Mokuso. ¿Qué es? ¿Para qué sirve? La respuesta que muchas veces recibe es la anteriormente expuesta o ninguna, más allá de que es un protocolo a cumplir. Pero claro, esto puede ser una respuesta insatisfactoria para un estudiante del Budo. ¿Realmente es necesario hacer Mokuso para centrarnos en la práctica? ¿No dependerá más bien del practicante en cuestión? ¿O tendrá otra explicación? La meditación (considerada como la actividad pasiva perfecta para la salud y como antídoto recomendable para el estrés) siempre ha estado vinculada a la práctica marcial, tanto en Japón como en China, como medio intrínseco y necesario para alcanzar la maestría. La meditación es para la práctica mental lo mismo que la parte física para el cuerpo, a pesar de que algunos practicantes la desestimen por considerarla inútil para la lucha. La meditación en las artes marciales japonesas tiene una clara influencia del budismo zen, pero no una connotación religiosa. Introducción Como hemos visto en los artículos del Reishiki, la sociedad japonesa adora los rituales y un arte marcial requiere comprensión (y práctica reiterada) para progresar y evitar convertirnos en robots, repitiendo un gesto sin tener conocimiento sobre lo que estamos haciendo. Mokuso está estrechamente ligado al concepto de Mushin, siendo necesario para la práctica de este último. Cada practicante realiza Mokuso de una forma y con objetivos distintos. Relajación, preparación para o liberación de son algunos conceptos que se vinculan al Mokuso. Puede ser cualquiera de ellos, en función del momento en el que estemos, pero siempre en un intento de búsqueda del Mushin. El acondicionamiento físico es más fácil, por lo que se obtienen resultados positivos primero. Pero un estado mental adecuado maximizará el rendimiento físico, eliminando pensamientos no adecuados, fundamental en situación de combate, donde no hay que pensar, sino actuar. Significado de Mokuso El término Mokuso (黙 想) está compuesto por los caracteres: 黙 Moku: no decir nada, mantener en silencio 想 So: Pensamiento, idea, imaginación, consideración, concebir, imagen Podríamos, por lo tanto, traducirlo como “el acto de silenciar nuestros pensamientos” o “pensar en la nada” o adaptar el famoso empty your mind. Objetivos Al inicio: eliminar todos aquellos pensamientos y preocupaciones que nos puedan perturbar o distraer...
La Mente Enmarañada
Yolanda Calvo Gómez – Psicóloga Dos mujeres entran en el vestuario del gimnasio charlando animadamente. Una de ellas muy alta, muy morena, muy delgada, explica con gestos un poco rígidos y bruscos que ella no soporta los masajes, que se pone muy nerviosa.“Mira que este fisio es de los naturistas, te pone música relajante y pone velitas, y te da un masaje que a otra gente la relaja un montón… Pues, nada, yo me pongo super nerviosa. No lo soporto. Y es que empiezo a pensar en los niños, lo que tengo que hacer, mis preocupaciones, y esto y lo otro, y me pongo atacada, no soporto estar ahí quieta.” Muchos maestros orientales cuando vienen a enseñar Meditación a Occidente explican que encuentran la mente occidental muy llena de ‘objetos’ de obstáculos: que pensamos muchas cosas, muy rápido, muy caóticamente, sin ningún control. Es lo que yo llamo la mente enmarañada (greñúa, dirían en Andalucía). Tenemos una mente tan caótica, tan desordenada, tan enmarañada, que por ella cuesta pasar el ‘peine’ del Mindfulness. Para mucha gente, entonces, será imposible empezar a hacer una meditación, centrar su mente, durante treinta, ni siquiera quince, ni diez minutos. Necesitarán hacer, varias veces al día, sesiones muy cortas, muy breves, que duren apenas dos o tres minutos. Aunque parezca mentira, mantener esa práctica durante las primeras semanas, tendrá un efecto muy potente. Yo a veces recomiendo hacer una Pausa Mindfulness, de dos o tres minutos, cada hora o dos horas. Como mínimo tres veces al día. Pero si se puede practicar cada hora o dos horas, el resultado es mucho mayor. Es más, para muchas personas observar sin alterarse cómo está el estado de su propia mente será, en un principio, un poco aterrador. Así que el primero objetivo será estabilizar la mente, calmarla lo suficiente como para poder “observar” con una mínima quietud y serenidad. Voy a utilizar una metáfora que se suele utilizar en el Mindfulness y que tomo prestada de Jon Kabat-Zinn (Mindfulness for Beginners). Imaginemos que tenemos un telescopio y que queremos observar la luna. Pero que colocamos nuestro telescopio sobre un colchón de agua. Por muy quietos que intentemos estar, será imposible observar con claridad. Apenas veremos una mancha redonda y brillante moverse continuamente delante de nuestra vista. Un resultado mareante. Sin embargo, si estabilizamos nuestro telescopio sobre suelo firme, si lo enfocamos, podremos observar una imagen de la luna clara y nítida, estable y quieta. Eso es lo que hacemos con la práctica del Mindfulness, estabilizar nuestra mente. Una vez que está mínimamente estable, podremos observar, ya no sólo nuestra respiración o nuestro cuerpo, si no que podremos...
Todo Prestado
Yolanda Calvo Gómez – Psicóloga Vivimos con la falsa sensación de seguridad de que todo lo que poseemos es realmente nuestro. Nuestra casa, nuestra pareja, nuestros hijos, nuestra familia, nuestro trabajo, incluso nuestro cuerpo. Los pronombres posesivos y los personales llenan nuestra identidad: “yo”, “mí”, “mío”, “conmigo”. En los países occidentales, cuya población es sólo un pequeño porcentaje de la población mundial, crecemos con la falsa sensación de que mañana voy a estar aquí, voy a tener la misma familia, la misma casa, la misma pareja, la misma salud. Normalmente, la verdad, esta idea de continuidad va a ser una predicción certera. Mañana será como hoy. Hoy ha sido como ayer. Una continuidad en la que suavemente ocurren cambios y damos curvas en el camino. Sin embargo, no siempre es así. A veces las crisis, personales o globales, vienen a golpear nuestra vida, para despertarnos con un buen sacudón. Mañana podemos estar enfermos, mañana nuestra pareja nos puede abandonar, o somos nosotros los que lo haremos, mañana podemos no tener trabajo, o casa, mañana la muerte puede visitar nuestro hogar, o a nosotros mismos. Pero también, mañana podemos conocer a alguien maravilloso que dé un nuevo rumbo a nuestra vida; mañana podemos tener un golpe de suerte; mañana puede ocurrir algo extraordinario que nos haga sentirnos intensamente plenos; mañana nos puede tocar la lotería. De igual forma que no tendría mucho sentido hacer planes para el mañana con una lotería que aún no nos ha tocado, de igual manera, vivir con una constante sensación de inseguridad y peligro no tendría tampoco sentido y generaría una ansiedad insoportable. Como siempre, todo es cuestión de equilibrio. Tener esa sensación de inseguridad constante, maximizar la probabilidad del peligro nos producirá una ansiedad, una sensación de riesgo inminente, que al alargarse en el tiempo, producirá una ansiedad y estrés prácticamente inaguantable. No podemos vivir con un tigre en la casa de nuestra mente todo el tiempo. Una de dos: o domamos el tigre, y nos damos cuenta de que es un gato, o el tigre se tiene que ir de nuestra casa. Sin embargo, vivir con la falsa sensación de que todo va a seguir siempre igual, y de que todo nos es debido, es causa, igualmente, de infinidad de problemas emocionales, especialmente aquellos que tienen que ver con la rabia, la irritabilidad y el resentimiento. ¿Por qué estas emociones? Porque cuando sentimos que la vida o el azar nos “quita” algo que consideramos “nuestro” nos enfadamos, lo consideramos injusto, y ante la injusticia sentimos resentimiento. Un dicho común es afirmar “la vida es injusta”, como si la Vida pudiera ser una persona, un...
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