Reflexiones sobre el método de artes marciales VI
Kenji Tokitsu CN-9ºDan De la fuerza turbia a la fuerza integral Al hacer un trabajo manual minucioso, activas los músculos de las manos y de los brazos con precisión. Cuanto más te concentres en los gestos, menos piensas en las otras partes del cuerpo, hasta el punto de no prestarles atención alguna. Lo mismo puede ocurrir cuando realizas trabajos físicamente duros. Tras una jornada de trabajo físico, incluso de esfuerzo no repartido por todas las zonas corporales, sientes que tienes todo el cuerpo cansado. “Estoy totalmente agotado” no significa que hayas trabajado todas las zonas corporales por igual hasta el agotamiento. En cualquier caso, incluso cuando estás “totalmente” cansado al final del día, el ejercicio físico que has hecho no deja de ser parcial comparado con el “total” del concepto zheng-ti, que yo traduciría como “el cuerpo integrado en su conjunto”. El zheng-ti, concepto esencial del yi chuan, no surge de una impresión, sino que se forma técnicamente mediante la práctica de un método. Esta distinción es necesaria para avanzar en nuestra reflexión. Pero primero aclaremos una cosa. Hemos empezado a reflexionar sobre el taichi chuan, pero estamos insistiendo en el método del yi chuan. ¿Por qué? Porque creo que la parte oscura del método del taichi chuan se verá de modo más claro y directo si echamos mano del concepto zheng-ti del yi chuan. En mi opinión, este concepto proporciona la respuesta a nuestra pregunta inicial: “¿cómo se puede aumentar la fuerza y la velocidad a través de un trabajo aparentemente flexible y lento?” Mientras no aclaremos esta problemática, la práctica del taichi chuan, y de lo que la gente conoce como disciplinas internas, no podrá librarse de ese aura místico del tipo: “si desarrollas el qi, podrás dominar a cualquier adversario.” Nosotros pensamos que el qi (o ki) en arte marcial sólo tiene valor en conjunción con las funciones físicas y técnicas. Juntos, forman una relación mutua: según aumenta el ki, aumenta también la función muscular. Dicho esto, volvamos a nuestro tema con la ayuda de otro ejemplo. Supongamos que tienes delante a un hombre de aspecto musculoso. Entrena regular y metódicamente en un gimnasio utilizando pesas y diversos aparatos. Todo su cuerpo está desarrollado, ya que trabaja con esmero cada uno de sus músculos. Por ejemplo, para trabajar su bíceps, apoya el codo en una tabla y hace repeticiones con una mancuerna. Trabaja cada grupo muscular de modo similar. Así, tiene todo el cuerpo recubierto de grandes músculos potentes. Sabe desplegar fuerzas bien construidas. La fuerza turbia y la fuerza del zheng-ti Hàn Xingqiao, cuya obra hemos mencionado anteriormente, diría que la fuerza de este hombre es una...
Reflexiones sobre el método de artes marciales V
Kenji Tokitsu CN-9ºDan « Mientras no sepamos conseguir la movilidad de estas zonas, nuestra fuerza técnica se mantendrá dentro de unos límites ordinarios, mientras que el arte marcial pretende sobrepasar dicho nivel. » Esta fue la última frase de mi crónica anterior. Ahora vamos a desarrollarla. El capital « fuerza » La razón y la lógica de esta frase son simples. La fuerza muscular es en cierto modo el capital para el dinamismo físico. Por tanto, para aumentar la fuerza, hay que aumentar este capital. Esto se consigue mediante el aumento del grado de movilización de las fibras musculares, que están bajo el control del sistema nervioso. Como se sabe, el grado máximo de una contracción muscular ordinaria no es su máximo absoluto. Las capacidades de contracción muscular varían según el estado mental de la persona. Una expresión popular japonesa, «la fuerza loca de una mujer durante un incendio», muestra la relación entre el estado mental de una persona y el grado de fuerza que despliega. En Japón en la región de Tokio, antes llamada Edo, los inviernos eran fríos y secos a causa del fuerte viento seco que bajaba de las montañas. Las casas eran de madera y las condiciones propicias para la propagación de incendios. Y de hecho, hasta el siglo XIX, los incendios eran frecuentes. A veces ocurría que la mujer responsable de la casa desplegaba una «fuerza loca» mientras se encontraba en el estado de crisis provocada por el incendio y por el deber de salvar ella sola los muebles pesados (y preciosos) de la familia. Una vez acabado el incendio, la mujer, vuelta ya a su estado normal, se veía totalmente incapaz de mover los muebles que ella misma había conseguido poner a salvo durante la crisis. Este es el sentido de esa expresión utilizada a veces en las artes marciales japonesas para subrayar la importancia de la mentalidad a la hora de concentrar la fuerza en la técnica. Teniendo en cuenta este ejemplo, se nos ocurren dos maneras de aumentar la fuerza muscular: La primera busca una mayor fuerza mediante el aumento de la masa muscular. Para ello se suele entrenar en un gimnasio con pesas y diversos aparatos. La otra busca aumentar la calidad e intensidad del control cerebral de los músculos sin procurar una mayor masa muscular, siguiendo el modelo «de la fuerza loca de la mujer ante un incendio». El método del yi chuan tiene una cierta afinidad con esta segunda vía. Si la primera pretende ampliar el capital dinámico mediante un aumento del volumen muscular, el segundo intenta reforzar la calidad de la función muscular mejorando el sistema de control....
Las especificaciones del kata de karate II
Kenji Tokitsu, CN-9ºDan Traducción de Oskar Gutiérrez Hemos comenzado interrogando sobre el futuro del karate actual examinando los potenciales del kata y su situación presente. Si no lográis seguir el hilo de este texto debéis consultar los tres artículos anteriores. En el sistema antiguo, practicar el karate era prácticamente la misma cosa que ejercerse en los katas. Mediante el kata los adeptos se fortalecían. El papel del kata era más importante que hoy, puesto que se aprendía con las ramificaciones técnicas complejas para cada una de las técnicas que se enseñaban. Volvamos al tema de reflexión inicial: la técnica espectacular y la técnica poco visible. Para abordar esta cuestión propondré los siguiente ¿Cómo y en qué condiciones una técnica de combate puede ser eficaz? Diréis por la fuerza, la velocidad, el timing,… Olvidáis entonces una cosa fundamental: la técnica de combate es eficaz cuando no se ve. La eficacia de cualquier técnica aumenta al máximo si se utiliza de manera que el adversario no la vea. Uno de los papeles de la velocidad consiste en disminuir la visibilidad del gesto; por el contrario, el adversario si logra verla hace que la eficacia disminuya. Es evidente entonces que cuando se reflexiona sobre una técnica simple no se tiene en cuenta comprender los fenómenos del combate y la transmisión. En efecto, en la época en la que el arte de combate tenía un verdadero papel social por su eficacia los adeptos profundizaban las técnicas de esta manera, es decir: para que las técnicas fueran lo menos visibles posible, invisibles realmente. La preocupación principal de sus entrenamientos era ¿cómo se puede hacer este u otro movimiento técnico sin que el adversario le vea? Las técnicas elaboradas con esta idea eran transmitidas de manera oculta, puesto que era necesario disimularlas de las miradas de eventuales adversarios. Era necesario no hacer conocer la especificidad de la escuela. No era cuestión de dejar observar el entrenamiento. Subrayemos de nuevo que en lo concerniente a la calidad técnica y el sistema de transmisión, el karate clásico se apoyaba sobre un sistema exotérico poco visible, mientras que hoy se apoya sobre un sistema opuesto, aquel que se muestra. En el karate clásico la demostración pública no tenía sentido. Si se hacía con ocasión de una fiesta o un evento excepcional, era mostrado principalmente «las flores» de las técnicas, escondiendo «los frutos». Los adeptos nobles del castillo de Shuri apreciaban las técnicas sobrias y eficaces que empleaban el mínimo gesto necesario y despreciaban las «espectaculares». Las denominaban «técnicas campesinas». Sus ojos buscaban percibir en la ejecución de un kata los instantes en los que las técnicas eran verdaderamente...
Kenji Tokitsu
Fecha de nacimiento: 1 de Agosto de 1947 Lugar de nacimiento: Yamaguchi (Japón) Residencia: Francia Estilo: Shotokan – Tokitsu-ryu -Jiseido Profesión: Profesor Grado: 10º Dan Kenji Tokitsu aprendió, como todos los niños japoneses, las bases del sumo en la escuela de párvulos. Se orientó hacia las artes marciales a los 10 años, practicando kendo y karate. A los 12 años las abandonó para practicar el béisbol y el atletismo. Volvió a las artes marciales y empezó su práctica deportiva del kárate en 1962 cuando, a los 15 años, frecuenta un dojo de la escuela Shito-ryu. Cuatro años más tarde, se matricula en la Universidad de Hitotsubashi (Tokio) e inicia su práctica de la escuela Shotokan. En 1971, después de haber obtenido su diploma, Kenji Tokitsu va a París para ser discípulo y asistente del Maestro Taiji Kase. Desde 1983, con la creación en Paris de su escuela Shaolin mon-Karate do, estructura un método de combate sin armas inspirado en la raíces de la tradición. El método es una síntesis original de artes de combate japonesas y chinas y recoge con un espíritu nuevo el objetivo tradicional de las artes marciales: la búsqueda de una eficacia que pueda durar toda la vida, porque procura salud y bienestar. Consigue un segundo diploma en sociología y publica sobre el tema varios ensayos. Publicó en Francia en 1979 « La vía del kárate. Para una teoría de las artes marciales japonesas”, seguido a finales de los años 80 por «Método de artes marciales sin armas». Desde mediados de los años 90 el Maestro Tokitsu inicia una estrecha colaboración con el profesor Toshihiko Yayama, inmunólogo, responsable de los servicios de cirugía y de medicina oriental del hospital Kenritsu Byoin Kosekan de la Prefectura de Saga en Japón. El kiko empieza a ser parte de las disciplinas de base enseñadas en la escuela y, después de algunos años de aplicaciones y averiguaciones, el Dr. Yayama y Tokitsu sensei definen una serie de ejercicios, el Jisei-kiko, concebidos para incrementar y conservar a lo largo de los años la funcionalidad de todas las articulaciones del cuerpo. El Jisei-kiko conduce al bienestar pero permite también aumentar la eficacia de los golpes durante el combate. Fue presentado oficialmente durante una práctica internacional que el Dr. Yayama y Tokitsu sensei organizaron en Lausana (Suiza) a principios del 2001. Desde finales del 2001 Kenji Tokitsu se consagra sobre todo a divulgar su método y los resultados de su investigación. Durante este periodo la escuela llega a ser muy importante en Japón bajo el nombre Jiseido, «crear creándose». Sus investigaciones, sus libros, y su método suscitan mucho interés en Japón donde el Maestro Tokitsu...
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