Una clave para el budo -4
Parte 4- (BUDO más allá de las barreras culturales) Imagen Cesar Martín El pensamiento del camino surge espontáneamente cuando la tensión hacia la formación de uno mismo se asocia con la práctica del arte marcial, con la progresión en el tiempo. En otras palabras, mientras esta tensión no aparezca allí, una práctica no puede involucrar el pensamiento del camino y, por lo tanto, no constituye en budo. En el sentido estricto del término, el budo no designa disciplinas particulares, sino la calidad y el contenido práctico de una disciplina. Entonces, solo porque te tomes en serio la práctica de kendo, karatedo, jodo, kyudo … no significa que estés practicando budo. Es cuando tu práctica implica espontáneamente la tensión hacia el auto-entrenamiento de toda la persona, la del camino, que tu práctica se convierte en budo. Por lo tanto, el budo no es un género entre las disciplinas de combate, sino la forma en que te involucras en una disciplina del arte del combate buscando la eficiencia. La tensión hacia la autoformación, en el sentido en que la expliqué anteriormente, no aparece de forma abstracta sino que se basa en una sensación corporal concreta. Es una sensación corporal que todos los seres humanos pueden concebir independientemente de su origen cultural. En otras palabras, esta sensación corporal es la clave para practicar el budo por derecho propio superando los obstáculos culturales. ¿Qué es esta sensación corporal? En japonés, se expresa mediante la noción de «ki». Creo que el sentimiento corporal de «ki» está comúnmente presente en la experiencia humana. Pero la forma de interpretación de esta sensación varía según la cultura. Por ejemplo, el carácter lógico está mucho más desarrollado en los idiomas occidentales que en el japonés. Pero en los idiomas occidentales, y esta es una gran dificultad en las traducciones, no existe una palabra equivalente a «ki». Este término engloba en japonés las sensaciones e impresiones misteriosas, vagas e intangibles que tocan algo profundo de nuestro ser, que probablemente sea la agudeza arcaica o reprimida. Este conjunto de impresiones que son difíciles de definir con una palabra está presente en la experiencia cotidiana, la literatura y las artes de Japón, y a la hora de nombrarlo decimos «ki». La exclusión de estas sensaciones e impresiones de la superficie de las palabras me parece que se correlaciona con el desarrollo del carácter lógico de las lenguas occidentales. El pensamiento racional probablemente se ha desarrollado al suprimir esta sensibilidad. Es por eso que en la práctica, la sensación de «ki» debe capturarse como «ki» sin pasar por un sistema de traducción con palabras equivalentes. Me parece que para tener la clave del budo superando obstáculos culturales, es necesario cultivar la agudeza de la sensación de...
Sensei Tokitsu, Kenji
Los próximos 13, 14 y 15 de Mayo, tendrá lugar en el dojo Ananko de Burgos (España), un Stage dirigido por el Maestro Kenji Tokitsu 10º Dan. Seguramente muchos habréis oido hablar de este maestro, muy conocido en el ámbito no solo del Karate-do, sino también en el Chikung -Kiko y el Taichi-Chuan. Para saber más sobre el mismo y su trayectoria voy a exponer un poco de su historia. CONOCIENDO AL MAESTRO: LA BÚSQUEDA DEL ARTE MARCIAL ENTRE LA TRADICIÓN Y LA INNOVACIÓN Tras iniciarse en el kárate a los quince años, Kenji Tokitsu optó por dedicarse por completo a la práctica de las artes marciales en 1971 cuando, a los 24 años, se trasladó a París como alumno y asistente del maestro Taiji Kase. Desde entonces Tokitsu ha estado practicando y estudiando artes marciales, investigando el significado que esta práctica puede tener en la sociedad contemporánea. Las siguientes son las principales etapas del camino que llevó a Kenji Tokitsu a crear un estilo de lucha cuerpo a cuerpo y una academia internacional que lleva su nombre, Tokitsu-Ryu. 1962 – Comienza el deporte del karate inscribiéndose en un dojo de la escuela Shito Ryu en Yamaguchi, su ciudad natal. 1966 – Se matricula en la Universidad Hitotsubashi (Tokio), va a la escuela Shotokan. El dojo Hitotsubashi es históricamente importante para la evolución del karate. En esos años el maestro más antiguo era Gima Shinkin (Makoto) asistente de Funakoshi en la primera demostración pública de kárate en el Kodokan, el dojo japonés más importante para la práctica del judo. 1971 – Graduado en sociología con una tesis sobre el escritor Yukio Mishima, se traslada a París como alumno y asistente del maestro Taiji Kase. Kenji Tokitsu, 3er dan de kárate, apasionado de los estudios humanísticos y sociológicos, se matriculó en la Universidad de París, de la que obtuvo el reconocimiento del título obtenido en Japón. 1974 – Después de algunos años de investigación y 12 años de práctica, se hacen las primeras críticas a la escuela Shotokan. Regresa a Japón y comienza una investigación sobre el tipo de karate practicado concretamente por Funakoshi, el creador del shotokan. Conoce a sus alumnos directos M° Shozan Kubota y M° Takagi Fusajiro, registra las diferencias entre su forma de practicar y la que enseñan a los practicantes de todo el mundo. 1977 – Regresa a Japón donde comienza a practicar Taichi chuan con el Maestro. Yo Meiji (escuela Yang) y M°. Matsuda Ruyuchi (escuela Chiari). Profundiza en el estudio y la práctica del taichi al estilo Chen. 1979 – Se publica en Francia «La voie du Karate». Practica y estudia el estilo okinawense Shorin Rvü. Comienza a estudiar y practicar qi gong. 1980 – Abandono la escuela Shotokan y me dedico...
El problema del budo para los seguidores extranjeros -3
Parte 3- (BUDO más allá de las barreras culturales) Imagen Nico Ahora vamos a ver algunos problemas que probablemente encontrarán los seguidores extranjeros, especialmente los occidentales. El camino (hacer) de los japoneses se refiere a toda la vida. La noción de budo implica una tensión hacia la mejora de uno mismo, es decir, de toda la persona a través de la práctica marcial. Esta expresión es comprensible para los occidentales pero no le dan el mismo significado que los japoneses. La forma de elevar la calidad humana mediante la práctica del budo procede, como hemos visto, de concepciones budistas y sintoístas. Los hombres pueden alcanzar el estado de Buda, el estado divino, y pueden confundirse con el dios de un santuario. Podemos citar, por ejemplo, el santuario HayashizakiJinja donde el fundador de la escuela de Iai, Hayashizaki JinsukeShigenobu, es adorado como el dios de Iai. Hay una gran cantidad de santuarios que adoran a una persona como a un dios. Este pensamiento presupone que un hombre puede, mediante sus esfuerzos, alcanzar un estado de perfección en su existencia. Cada ser humano tiene la posibilidad, elevando su valor humano, de cambiar la calidad de su ser, de alcanzar un valor que se fusiona con una forma de lo absoluto. La diferencia es obvia con la cultura cristiana donde la distancia entre el hombre y Dios es insuperable. El discurso filosófico y la ética de las artes marciales japonesas o budo se basan fundamentalmente en la concepción budista y sintoísta del mundo y del universo en el que no hay absoluto ya que nada existe sin ser relativo a los demás. El universo no se basa en el concepto del Dios absoluto Conozco algunos maestros de artes marciales japoneses que son cristianos. Si su fe es cristiana, eso no les impide ser sensibles a la energía universal a la manera sintoísta y budista. Partiendo de esta concepción del mundo y esta forma de sensibilidad, la idea de autoformación es central en el budo. Desarrollarlo en la perspectiva de otras culturas sería en cierto modo prolongar la generosidad de la lógica del budismo, engendrar una obra borrándose de uno mismo.En él se presupone que todo hombre es capaz de aspirar a ir hacia la perfección andando por el camino. Algunos investigadores occidentales definen el budo identificando características comunes a las disciplinas de artes marciales de diversos orígenes. Pero la peculiaridad fundamental del budo consiste más en la concepción de una formación del hombre que en la peculiaridad gestual de las disciplinas. De esta forma, la práctica del budo lleva a los seguidores occidentales, como a los maestros japoneses, a una cierta forma de cuestionar su forma de ser. No les corresponde a los occidentales...
La transmisión del budo por los japoneses-2
Parte-2 (BUDO más allá de las barreras culturales) Imagen Paazio Empecemos por las dificultades o problemas que encuentran los maestros japoneses que buscan transmitir el budo a los extranjeros que quieren construir su práctica de budo.¿Cuáles son los problemas explícitos e implícitos que enfrentan estos maestros japoneses de budo? Para los maestros japoneses, una de las dificultades más importantes es la comunicación de las técnicas corporales del budo relacionadas con los aspectos espirituales. Porque, si realmente quieren ser entendidos, se ven obligados a relativizar un poco su concepción de la vida, lo que los lleva a un cierto cuestionamiento de su propia concepción del mundo. No es cosa fácil. Para avanzar en la práctica del budo, todo el mundo sabe que se necesita concentración, voluntad, convicción, incluso un espíritu inmutable … para poder perseverar durante los años de entrenamiento. Para la mayoría de ellos, los maestros extraen la energía necesaria para nutrir la práctica del budo de la sensación de búsqueda de la perfección. Sin embargo, esta sensación, aun cuando no es muy consciente, procede de un acercamiento encaminado a acercarse al estado de perfección representado por el sincretismo de la imagen de Buda y la de los dioses sintoístas, valor presente en profundidad en la sociedad japonesa. Incluye una intuición que fusiona el mundo humano y el universo cósmico. Es por esto que los japoneses tienden a considerarlo como un valor universal y a asumir que está presente en aquellos a quienes se dirigen, aunque pertenezcan a otra cultura. Este es el problema. Esta tendencia al universalismo se puede expresar con generosidad en una situación cómoda, pero cabe señalar que fue una de las justificaciones de la ideología de dominación mundial durante la Segunda Guerra Mundial. No es casualidad que durante las guerras, el budo se confundiera fácilmente con un nacionalismo que de hecho excluía cualquier valor de la vida que no fuera el del Japón imperial. La constancia y la tensión del esfuerzo exigido por el budo tienden a reforzar la visión de la universalidad del valor de la vida llevada por el camino porque tener varias visiones puede llevar en el «mayoï» (la pérdida de rumbo a seguir). Budo desarrolla la fuerza para ir directamente a la meta, a veces incluso a expensas del pensamiento crítico. Sin embargo, la posibilidad de practicar el budo con el objetivo de formar al hombre, con una difusión de sus disciplinas a escala planetaria, es un tema actual de discusión en Japón. Desde mi punto de vista, solo tiene sentido si encontramos otra forma de capturar lo esencial del budo, liberándolo de la cosmogonía japonesa. Es esta dimensión del budo japonés la que estoy tratando de definir. Solo esto permitiría comunicar en...
BUDO más allá de las barreras culturales
Imagen: Christian Kaden En Francia, un número considerable de personas están interesadas en las artes marciales, en particular el budo japonés. Sin embargo, la práctica del budo no conoce una difusión suficiente porque se ubica al margen del deporte donde domina la competencia. Más curiosamente, ni en la investigación, ni en la docencia universitaria, ni siquiera en el marco de la Sociedad de Estudios Japoneses, el budo no parece constituir un tema de estudio serio. Sin embargo, si se busca profundizar en el conocimiento de la cultura tradicional japonesa, me parece fuera de lugar descartar el budo y el estudio de la tradición guerrera. De hecho, los guerreros marcaron la historia de Japón desde muy temprano y gobernaron la sociedad japonesa durante 7 siglos, hasta la Restauración Meïji, hace poco más de un siglo. Por lo tanto, la cultura de los guerreros jugó un papel sociocultural importante que continuó incluso después del final de su dominación política. Si la cultura de los guerreros está presente hoy en forma manifiesta en el budo, No diré como dicen algunos que el boom económico japonés posterior a la Segunda Guerra Mundial se deba a la aplicación de comportamientos bélicos en el ámbito económico porque la realidad me parece mucho más compleja. Sin embargo, no me parece equivocado decir que la tradición de la guerra sigue profundamente arraigada en los patrones de comportamiento de los japoneses. El período feudal nos ha dejado un gran número de obras literarias y artísticas y se manifiesta en muchas obras culturales modernas. En estas condiciones, ¿cómo podría uno acercarse a la cultura tradicional japonesa ignorando los elementos de la guerra? El teatro no, la ceremonia del té, el haiku, el bunraku, el kabuki… se desarrollaron en una sociedad dominada por la espada. Esto significa una concepción de la vida y la muerte diferente a la de nuestro tiempo. La sensibilidad de estas obras culturales fue moldeada por quienes vivieron en los días en que la espada desempeñaba un papel efectivo. En Francia, los estudios en profundidad de la cultura japonesa parecen limitarse a campos literarios y artísticos que desconocen las concepciones del cuerpo y de la muerte que, sin embargo, eran fundamentales para todos en la sociedad tradicional. El hecho de que el budo esté excluido de la reflexión intelectual probablemente se deba a la tendencia cultural francesa donde el modelo intelectual tiende a excluir los problemas planteados por el cuerpo. No repetiré aquí esta pregunta ya conocida. Simplemente, esta situación me parece lamentable y espero que el budo obtenga un lugar honorable y justo en los estudios franceses sobre la cultura japonesa. Para esto, es esencial que los practicantes de budo franceses actúen para hacer del budo una...
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