Reishiki II
Andrés López Este artículo es continuación de Reishiki I. Retomando el tema de la etiqueta y el comportamiento en el Dojo, en esta ocasión nos centraremos en el Zarei. Para ello, veremos como es la posición correcta que hemos de adoptar y los pasos a seguir para ejecutarla correctamente, manteniendo siempre el espíritu de nuestra disciplina, con respeto y humildad, y recordando que es una parte necesaria e integral del Budo. INTRODUCCIÓN ¿Qué es Zarei? Zarei (座礼, literalmente “saludar sentado”) podemos definirlo como el saludo ceremonial sentado, habitualmente en posición de rodillas. La posición de rodillas más comúnmente usada para este saludo ceremonial se denomina Seiza. Seiza. Seiza describe la forma tradicional de sentarse en Japón. Esta postura implica arrodillarse, estirar los empeines, posar las nalgas sobre los talones y mantener la espalda recta. Para los artistas marciales es una parte integral y necesaria, común a otras artes japonesas, como la ceremonia del té (Chadō, 茶道), la meditación (Zazen, 坐禅), la caligrafía (Shodō, 書道) o el arreglo floral (Ikebana, 生け花). Seiza (正坐) significa literalmente «como sentarse correctamente». Proviene de la palabra china Jìng zuò (靜坐; literalmente “sentado en silencio”) y describe la forma tradicional de sentarse de rodillas. Literalmente, 坐 significa la acción de sentarse y 座 el lugar de asiento. A lo largo de la historia de Japón, las formas para sentarse consideradas adecuadas han ido cambiando en función de las circunstancias sociales, las modas y los ámbitos. Durante el Período Muromachi, la innovación arquitectónica de cubrir los suelos con tatami, unida a las estrictas formas de las clases guerreras, convirtió a Seiza en la forma protocolaria de sentarse. Sin embargo, hasta inicios del siglo XVIII no se adoptó para la vida cotidiana. Seiza está estrechamente relacionada con los suelos de tatami. Dependiendo de la formalidad de la ocasión, el entorno y la situación familiar, a veces es posible realizarla sobre un zabuton (座布団) o un zafu (座蒲). Seiza es una postura compleja e incómoda para aquellos que no están familiarizados con ella y quienes, al mantenerla un tiempo, empiezan a sentir falta de circulación, pinchazos y un dolor abrasivo, incluso, un entumecimiento de las piernas. No obstante, es algo que con la práctica mejora. Existen unos bancos para ayudar en la posición, que disminuyen la tensión y dolor, al separar las nalgas ligeramente de los talones. Como alternativa a Seiza tenemos Agura (胡座, literalmente “sentarse como un extranjero”, con las piernas cruzadas), que es considerada informal y adoptada frecuentemente por los no japoneses. No obstante, es siempre inadecuada para las mujeres, quienes en situaciones informales se sientan en Yoko-zuwari (横座り, con ambas piernas a un lado) o en Wariza (割座) u Obachan-suwari (お ばあちゃん 座り, literalmente “sentarse como una abuelita”, de rodillas con las nalgas en el suelo y una pierna doblada hacia cada lado). También tenemos Tai-iku-suwari (体育座り, literalmente “sentarse para educación física”, con las nalgas en el suelo y las rodillas por delante)...
Reishiki I
Andrés López “El camino en las Artes Marciales comienza y termina con cortesía. Por lo tanto sea siempre cortés”. Proverbio de Sosai Masutatsu Oyama INTRODUCCIÓN Las artes marciales japonesas, tanto antiguas (Koryu Budo) como modernas (Gendai Budo), deben gran parte de su base filosófica y moral al pensamiento que integra el Bushido. Reflejan el espíritu del Bushido en los diferentes códigos de conducta o Dojo Kun que aún se imparten en los Dojo. Estos códigos buscan incorporar psicológicamente al guerrero/practicante en la sociedad civil en tiempos de paz a la vez que dan una formación moral y ética a sus practicantes. De todos es sabido que una de las primeras cosas que se aprende al entrar por primera vez en un Dojo es todo lo relativo a la etiqueta y comportamiento en el mismo, esto es, el Reishiki y el Dojo Kun. No obstante, suele ser algo que inicialmente no se entiende, no se valora y que se ve como un protocolo anticuado y ausente de lógica a ojos occidentales, provocando que sea un aspecto de la práctica tomado a la ligera en muchas ocasiones y, tristemente, ausente en muchos Dojos gimnasios. Esto nos hace perder una parte importante del espíritu de estas disciplinas, además de la utilidad de las mismas. En nuestro caso, como practicantes de artes marciales japonesas intentaremos analizar y estudiar lo relativo al Reishiki en las mismas. KANJI Existen muchas palabras usadas en el Dojo que incluyen el término REI, como son Reiho, Reigi, Reigisaho, Reisansoke o Reishiki. ¿Por qué tantas? ¿Qué significan realmente? ¿Qué diferencia semánticas existen entre ellas? Veamos los caracteres chinos empleados en la escritura japonesa por separado: 礼 (Rei). Traducido comúnmente como “Saludo”, posee además las siguientes connotaciones: costumbres sociales, modales, rito, comportamiento social adecuado (en el confucianismo), propiedad, cortesía. El mismo kanji es usado en el código del Bushido para Respeto (una de las siete virtudes). Indica que los samuráis no tienen motivos para ser crueles. No necesitan demostrar su fuerza. Un samurai es cortés incluso con sus enemigos. Sin esta muestra directa de respeto no seríamos mejores que los animales. Un samurai recibe respeto no solo por sufiereza en la batalla, sino también por su manera de tratar a los demás. La auténtica fuerza interior del samurai se vuelve evidente en tiempos de apuros. El respeto con todos es un gran ejemplo de humildad y requiere más fuerza y contención que la agresión o el dominio (comportamientos nacidos de la inseguridad). Este carácter ya lo empleaban los chinos para Li (礼, decoro o etiqueta). Es una de las cinco constantes para la promoción de las virtudes en el confucionismo. Se refiere a cualquiera de las funciones sociales seculares de...
El Dojo
Adrián Muñoz Miranda CN-4ºDan Dojo significa lugar de entrenamiento y se refiere al lugar donde cada uno practica sus artes marciales o su meditación. Analizando cada kanji por separado: Do (道) à Camino Jo (場) à Lugar Por lo tanto se refiere al lugar donde se busca el camino, refiriéndose a ese camino como un camino espiritual que es el que se busca con las artes marciales modernas. El término DOJO proviene del sánscrito del vocablo Bodhimanda que significa “lugar de sabiduría” o “posición del despertar” (en chino dàochǎng). Bodhimanda se conoce al lugar bajo el árbol Bodhi (Ficus Religiosa) donde Buda (Sakhiamuni Gautamá) alcanzó la iluminación tras semanas de meditación. Según los textos budistas, Buda, en agradecimiento al árbol, se quedó con los ojos abiertos sin parpadear una semana entera. Al lado de donde estaba plantado el árbol original se levantó un templo que se llama Bodhi-Manda Vijara. Originalmente el dojo era el lugar del templo donde los monjes recibían instrucción, pero a la caída del shogunato de Tokugawa (徳川幕府) en 1867 los artistas marciales adoptaron el término y lo utilizaron para referirse a su lugar de entrenamiento. Quedarnos solo con lugar de entrenamiento sería menospreciar el término de dojo y todas las connotaciones que conlleva. El dojo es un lugar en el que se adquieren unos conocimientos que nos sirven para seguir el camino espiritual (do) y donde se practican para perfeccionarlos. El honbu dojo es el cuartel central de un budo (arte marcial japonés) como lo puede ser el aikido, el judo, el karate, el tai jitsu, el kobudo,… Eihei Dogen escribió en el Shobogenzo (El tesoro del verdadero Ojo del Dharma), en el Ju undo shiki (Libro del dojo): << Tan solo se permite la entrada en el dojo a aquellos que hayan abandonado fama y riquezas; los que no son sinceros no deben penetrar en él. No es un sitio para reuniones sociales o políticas, ni tampoco una escuela o una sala de conferencias. No es un instituto. >> Partes tangibles del dojo El dojo tiene una forma cuadrada o rectangular y se divide en las siguientes partes: Shomen (正面): es la parte frontal del dojo que se sitúa opuesta a la entrada y que suele apuntar hacia el norte según la tradición japonesa. Kamiza (神座): literalmente es el sitio de los dioses o “kami” (神, deidades del sintoísmo que es la segunda religión de más importancia en Japón). Es la pared principal y normalmente suele ser el shomen. El Kamiza se coloca en la pared Norte del dojo o la casa, ya que el Norte es el camino al Cielo pues por él sale la Estrella del Norte, considerada la primera estrella del Cielo. En caso de no poder ponerse en...
«Susto o muerte»
Cayetano A. Sánchez (Ko-Oni) Debo confesar que desde hace mucho tiempo no creo en dioses, mitos ni héroes, tampoco en legendarios guerreros ni honorables batallas. Debo confesar que el tiempo ha cambiado y mucho mi concepción del Budo y lo que representa, por lo tanto se me va a permitir que obvie toda la extensa historia plagada de grandes genealogías, nombres de honorabilísimas escuelas y estilos, que obvie a Maestros que no lo fueron tanto y a los que sí lo fueron, que obvie toda la parte mítica, mística y romántica para centrarme en lo que hoy el Budo es al margen de opiniones y calificativos. Para muchos es un deporte, especialmente el Karate que intenta (en mi opinión en vano) ser olímpico, pero otros muchos siguen sus pasos creando competiciones y campeonatos sobre especialidades de muy difícil adaptación sin perder su identidad y leit motiv. Otros sueñan con la figura del «Guerrero Místico» y la persiguen con todas sus fuerzas por los mil y un caminos que (parece ser) conducen a ese estado. Para otros el Budo es una «Forja de Hombres» a través del trabajo constante, el reto, la sumisión (que no Humildad) ante los «mayores» para curtir el llamado espíritu. Bien, por primera vez quizás, voy a dar mi opinión sin sustentarme en datos filosóficos, históricos y culturales, es sencillamente que Todos tienen razón y ninguno la tiene. Creo que no hay Un único Budo, sino muchos, tantos como practicantes. Cada quien lo entiende, practica, juzga y enseña según su propio criterio, el problema reside en que todos estamos convencidos de que lo nuestro es lo mejor y realmente no lo es. Empecemos por el Karate (con y sin Do) En mi opinión hay varias contradicciones para considerarlo un Arte Marcial, así a secas. La más importante de todas es que si partimos de la base en la que el Karate es un arte de combate, de lucha, con técnicas mortales (que las tiene) no es algo con lo que jugar ni puede constituir un pasatiempo, tampoco dejarlo en manos de cualquiera. ¿Dejaríamos un arma de fuego en manos de un niño o un adulto que no haya demostrado un mínimo de autocontrol y buen juicio?. En este sentido no son muy válidos los argumentos de «forja de hombres» toda vez que, en realidad, tan solo son 3-10-20-40… horas a la semana. Se acaba la clase y fuera «del tatami», tan solo quedan las técnicas cool, esas que son capaces de destrozar a alguien. Por otra parte, para eso, se necesitan verdaderos «hombres forjados» que puedan enseñar el camino y que no obedezcan únicamente sus intereses personales. Haberlos haylos, no lo dudo,...
Las sensaciones de mi Dojo
Chus García Diaz CN- 7ºDan Que mejor que un día de tantos. Hoy cuando queda poco para disfrutar de unos días de asueto pero sin desconectar del arte pues ya no es posible después de casi 40 años de práctica a mis espaldas. Hasta cierto punto es normal de casi 62 años 40 de ellos están dedicados al arte Rey que es el karate. A pesar de todos estos años de práctica y transmisión del karate y de otras artes marciales, he llegado a la conclusión que son insuficientes. Quizás sea esta vía la que más me preocupe, la del sentimiento, la que me haya dado esa sensación. Por muchas conclusiones que tengamos como resultado de tantas reflexiones referente a la unidad de las dos vías que conforman la esencia del Budo, el Zen y el Arte Marcial. Todas las reflexiones sigue siendo insuficientes. En muchísimas ocasiones me parece casi imposible transmitir a mis alumnos algo que no se encuentra en la materia pedagógica del Arte marcial, me refiero a los sentimientos. Quizás este sea el camino para poder entender el Zen y El Arte Marcial. Crear una imagen, o transmitir en la técnica aquello que siente tu corazón es tan difícil. Es más fácil explicar un sordo mudo un sueño que haya tenido. Posiblemente todas las respuestas están en ese camino que podemos en ambas divisar, asentidas desde el rigor. Cualquiera de las dos nos va a llevar con la práctica al desarrollo del patrimonio más importante del hombre su ser, navegando por el mar de nuestra existencia con la barca de la vida. Para mí el Zen y el Arte Marcial son unos verdaderos remos, remando por igual en una dirección hacia el ser armonioso. Moviéndose ambos con movimientos simultáneos, no pueden ir separados. Funcionan unidos. ¿De qué remo prescindirías? Así debe ser cada día que vamos al dojo, especial. Como el día anterior y por ninguna otra razón que la propia experiencia que vamos a vivir en el dojo. Cada día es un viaje hacia nuestras emociones y sensaciones. Cada día en el dojo aunque nos parezca el mismo, debemos de hacerlo diferente, así saldremos cargados con sensaciones nuevas. No diferentes, sino otras. Después de este duro combate con aquello que nos limita nos queda un sentimiento del error, mas no importa pues un error es un buen juicio. Cada día los errores están cargados de matices diferentes. ¿Cómo es posible lograr todo esto? En mi opinión con los años de práctica conjugando Zen y Arte marcial de forma unitaria. Su praxis marcial debe de ir acompañada de una gran consciencia aportándonos un estado de “Conciencia...
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