Coaching profesional aplicado a las artes marciales. Líderes marciales. ¿A quién seguir y porqué?
INTRODUCCIÓN: Las artes marciales, desde el punto de vista organizativo, siempre se ha caracterizado por su congregar a sus participantes inicialmente en clanes o sectas; y posteriormente en agrupaciones tipo asociaciones, federaciones, ligas, clubes, etc. Todas ellas tienen en común que la interacción entre sus participantes presente diversos niveles jerárquicos, representados mayormente por un líder y sus seguidores, incluyendo ocasionalmente algunos mandos medios. Es por ello que, el éxito o fracaso de las instituciones antes mencionadas depende, en gran medida, del líder que tengan. En ese sentido, y con la intención de esclarecer algunos puntos importantes a respecto que puedan anticipar errores en el futuro, en el presente material se analiza la principal información relacionada con los líderes, de modo tal que cada uno de los participantes tenga claro a quién seguir. DESARROLLO: Lo primero que debe dilucidarse es: ¿porqué, o para qué, se necesita un líder? La respuesta a esa interrogante subyace, mayoritariamente, en la esperanza de las personas de encontrar (o encontrar mejor) la respuesta a sus problemas contando con ayuda externa, y para ello seleccionan a la persona en la que, a su juicio, radica la autoridad o el poder para poder resolver la situación adversa que se presenta. De manera general, los líderes se reconocen como aquellas personas capaces de guiar e influir a otras personas o grupos de personas. Pero para entender lo que realmente es un líder, es imprescindible conocer los principales aspectos que caracterizan el liderazgo. Liderazgo formal (impuesto): el designado por herencia (clanes) o por designación directa (sectas); así como el de más alto grado o el más antiguo de la institución (también de manera directa, como se acostumbra a asumir aún en algunas instituciones modernas), etc. El problema, en esos casos, es que la persona no necesariamente tiene todas las condiciones para liderar eficazmente, por lo cual su acción inductiva y la pertinencia de sus decisiones no satisfacen las expectativas de sus supuestos seguidores, afectando el desempeño integral dela institución. Por el contrario, se presenta el liderazgo real (ganado): el que el resto de las personas reconoce de manera espontánea (cuando es elegido por votación democrática, o cuando se erige naturalmente durante la acción que se realiza). En ese caso, de manera general, al empoderar a una persona con la capacidad de hacer bien las cosas, e inducir que el resto haga igual, es mucho más probable que la institución, y todos sus integrantes, logren el éxito. Pero, ¿qué es realmente un líder? Si se analiza el resumen de criterios coincidentes que sobre diversos autores se ha podido conciliar, se observa que, de manera general, una persona para considerarse líder debe...
Artes Marciales. ¿Qué hacemos en ellas, y eso qué nos hace de ellas?
INTRODUCCIÓN. El maestro de Judo 6to Dan Manuel Copello Janjaque, mi otrora profesor universitario, luego compañero de estudios del doctorado y siempre un buen amigo; en una clase de didáctica deportiva que me enseñó cuando yo estaba en segundo año de la licenciatura, donde explicaba los niveles de dominio de las acciones psicomotoras, mencionó: “hay que escapar de la técnica, para comprender la técnica”. Esa frase, al inicio abstracta e ilógica para mí, con el tiempo no solo se convirtió en una premisa básica del aprendizaje, sino que por su validez lógica intrínseca se extrapoló a otras dimensiones. En una de las dimensiones que más la uso es en mi docencia metodológica para entrenadores de artes marciales y deportes de combate (aunque igualmente aplicable a todos los deportes en general) Lo que sucede es que en el contexto marcial, y muchas veces deportivo, se presenta una situación peculiar, que difiere de otros sectores profesionales relativamente similares. Esa situación, en esencia, se concreta en que, tanto practicantes como maestros, priorizan (y muchas veces limitan) su estudio a los contenidos propios de la especialidad. En ese sentido, no es que esté mal en profundizar el conocimiento particular de la actividad que nos ocupa, pero, lo que sí está demostrado, es que por sí solo eso es insuficiente para cumplir propósitos que de la actividad se espera. Para que se comprenda adecuadamente lo antes planteado se toman como referencia los postulados de diversas ciencias y se concretan en la especialidad del karate, solo por ser la de mi preferencia, aunque los planteamientos son válidos para el resto de las similares. DESARROLLO: Desde el punto de vista neurológico y pedagógico, los niveles de dominio de las acciones psicomotoras (aprendizaje técnico), transitan comenzando por la fase inicial de familiarización (donde la persona recopila información a través de las primeras interacciones con el movimiento a realizar). Didácticamente, en ese momento, la persona se encuentra en una fase de habilidad, donde no se observa ni control ni calidad en la ejecución, más bien experimentación y descubrimiento, caracterizados por los procesos psíquicos de las sensaciones y percepciones. Posteriormente, debido a la sistematización en la interacción con la acción, la persona se habitúa a realizar el movimiento, logrando cierto nivel de dominio pero que el permite solamente reproducir mecánicamente la acción, sustentada en los procesos de memoria. Luego, como consecuencia de la práctica continua, la persona alcanza un mayor nivel de destreza en el dominio de las acciones, lo que le permite aplicarlas con algunas variantes de acuerdo a la situación, estando sustentada psicológicamente en los procesos racionales como la inteligencia. Finalmente, al alcanzar el nivel de maestría...
Orígenes del Budo 第9 章 (Dai 9-shō) CAPÍTULO IX
9. Religión y Artes Marciales A lo largo de la historia, nos hemos preguntado cuáles fueron los orígenes de las ArtesMarciales y con el paso del tiempo hemos visto que no solamente son imprescindibles y de vital importancia para saber defenderse y para sobrevivir, o incluso llevar una vida más sana y equilibrada acorde al mundo donde vivimos. Después de muchas décadas de investigación, de viajes de trabajo y de incansables entrenamientos, hemos podido ver algo más que la parte física, gracias a la experiencia recibida a través de grandes maestros o Sensei como se denominan en lenguaje japonés. Hemos podido experimentar de primera mano y de forma auténtica la “esencia” que durante milenios el hombre ha buscado y solo en contadas ocasiones ha podido encontrar o al menos haberla visto e incluso vivirla en su propio ser. Podemos decir que la verdadera “esencia” es como la luz que brilla al abrir los ojos cuando los tenemos cerrados y podemos sentir que estamos vivos, que a través de nuestros ojos de nuestra piel podemos sentir algo. Esa es la “esencia” de la vida. Cuando llegamos a casa y sentimos como nuestros seres queridos nos esperan para recibirnos con el calor del hogar. Cuando deseamos algo con toda nuestra alma y aunque nos cueste poco o mucho trabajo realizarlo, lo hemos deseado con tal fuerza, con tal energía que al conseguirlo sentimos la “esencia” de la felicidad. Cuando visito a mi Sensei y me enseña algún movimiento o técnica y veo que realmente funciona, como algo natural, algo que no es premeditado ni supeditado a ninguna ley de la física o algo que a priori podría parecer imposible, esa es la “esencia” de cómo se hacen las cosas de forma natural. Incluso cuando vas a saludar a alguien que hace tiempo que no ves, o deseabas verlo con mucha ilusión, ese contacto que se produce lo que suelen llamar “feeling” esa es la “esencia” de la unión de los seres humanos. La “esencia” está en todos y cada uno de los pasos que vamos dando en la vida, cada uno tiene algo que le hace feliz, algo que desea, algo a lo que aspira, esa es la “esencia” natural de vivir la vida, siempre intentando ser felices. Son muchos los caminos para conseguirlo y pocos los que logran verlo, y los que no llegan a verlo son los que son prisioneros de su propio ego, no se han encontrado consigo mismo, hay incontables formas de llegar a lograrlo y todas esas formas son el secreto la “esencia” de la vida, esa es la verdadera y auténtica filosofía de vida, con...
Autenticidad de los maestros de Artes Marciales. ¿Cómo certificarla de manera «Auténtica»?
INTRODUCCIÓN. Un tema muy debatido en la actualidad internacional en el contexto de las artes marciales, lo constituye la “autenticidad” de sus maestros. Ese tema realmente embarga una preocupación muy lógica, ya que la aparición de maestros “no auténticos”, con su consecuentemente inadecuado proceso, afecta no solo a sus alumnos, sino a su arte marcial en sí mismo. Pero si ese tema es grave, más grave aún es lo que se asume por autenticidad (y cómo se exige demostrarla). Para ello en el presente artículo se analizará la definición y certificación profesional vinculada a las artes marciales utilizando, como siempre, palabras que quizás puedan ser duras; pero que vienen cargadas de buena intención y se basan en un adecuado sustento. DESARROLLO. De acuerdo a la bibliografía consultada, la autenticidad, en su más “auténtica” acepción, califica a aquello que está documentado o certificado como verdadero o seguro. O sea, que está autorizado o legalizado y tiene valor oficial. Una institución de artes marciales “no auténtica” (no oficial, no verdadera o no segura), se reconoce comúnmente como un Mc Dojo, (y consecuentemente por trasmisión directa dirigida por un Mc maestro). Sobre esa base, para demostrar su autenticidad (y no ser catalogado como Mc), se ha podido constatar que, de manera general, se exige información sobre: La afiliación del maestro (para demostrar que se es “oficial”)El maestro del maestro (para demostrar su linaje y el origen de sus conocimientos) El grado del maestro (parta demostrar el dominio del arte que enseña) La duda surge cuando nos preguntamos ¿realmente esos aspectos permiten certificar a ciencia cierta si una institución marcial (y su maestro) son auténticos o Mc?… ¡Veamos! Con relación al primer punto, referido a la afiliación, se presenta una situación. Cuando se habla de Federaciones Deportivas Nacionales, u otras similares pertenecientes al correspondiente Sistema Deportivo Nacional), ciertamente lo ideal es que el maestro (y su institución) se encuentren afiliados, con los respectivos deberes y derechos. No obstante, en ese sentido, es igualmente necesario reconocer que (desafortunadamente), en diversos lugares existen condicionantes de diversa índole y ajenas al contexto deportivo (de las cuales no es objeto ni intención tratar en el presente artículo); y que muchas veces resultan determinantes en que la institución marcial (incluso con intención de hacerlo) logre su afiliación. No obstante, y sin pretender en lo absoluto desvirtuar la gran importancia de esa afiliación, valdría la pena preguntarse: ¿por el hecho de estar afiliado y reconocido dentro de un sistema oficial, el maestro es “auténtico”? Dejemos la respuesta temporalmente abierta y continuemos el análisis. Correspondiendo al segundo punto, referido al maestro del maestro, constituye casi una ley no escrita que el...
Orígenes del Budo 第8 章 (Dai 8-shō) CAPÍTULO VIII.2
8.Samurái (侍) (Parte-2) A finales del siglo XII el Zen comenzó a calar entre los Samurái como religión de la voluntad instintiva depurada. Procedente de la India llega a China en el Siglo V y parece que se introdujo en Japón en el S. VI, aunque no encontró su asentamiento hasta el S. XII en Kamakura. El Samurái no solo era un guerrero era un artista que tenía que dominar diversos artes entre ellos era la ceremonia del Té es una recreación inspirada y creada por los monjes Zen, aportó a los nobles y a los Samurái de clase, “un frescor de espíritu engendrando la cortesía, la modestia, la paz del cuerpo y del alma incitando a la tranquilidad, la calma y el dominio de sí, sin orgullo ni arrogancia”. Cosa que convenía muy bien con la tendencia natural de los japoneses a la melancolía y su gusto hacia lo simple (Wabi), todo lo contrario, a la tendencia de China o en Occidente. Interesante referencia es el “Elogio de las Sombras65”, para ver ese gusto japonés. A continuación, vamos a mencionar a figuras de gran importancia y relevancia que se han conocido en la historia como verdaderos samuráis: A finales del siglo XII el Zen comenzó a calar entre los Samurái como religión de la voluntad instintiva depurada. Procedente de la India llega a China en el Siglo V y parece que se introdujo en Japón en el S. VI, aunque no encontró su asentamiento hasta el S. XII en Kamakura. El Samurái no solo era un guerrero era un artista que tenía que dominar diversos artes entre ellos era la ceremonia del Té es una recreación inspirada y creada por los monjes Zen, aportó a los nobles y a los Samurái de clase, “un frescor de espíritu engendrando la cortesía, la modestia, la paz del cuerpo y del alma incitando a la tranquilidad, la calma y el dominio de sí, sin orgullo ni arrogancia”. Cosa que convenía muy bien con la tendencia natural de los japoneses a la melancolía y su gusto hacia lo simple (Wabi), todo lo contrario, a la tendencia de China o en Occidente. Interesante referencia es el “Elogio de las Sombras65”, para ver ese gusto japonés. A continuación, vamos a mencionar a figuras de gran importancia y relevancia que se han conocido en la historia como verdaderos samuráis: Yoshitsume (1159-1189) (義経), apodado el Bayado (sin miedo y sin reproche), fue probablemente el héroe más ensalzado y más representado en el teatro Nōh (能) y Kabuki (歌舞伎). Sus victorias permitieron a su hermano convertirse en Shogun en 1192. Su victoria auténtica, a la edad de...
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