La clave de Okinawa. El kárate y los misterios de la transmisión cultural.
Gustavo de Lerancos Mucha gente piensa que el kárate es un arte marcial japonés. Pero no es exactamente así. Ni mucho menos. Podría decirse que fue precisamente gracias a los japoneses, que este arte pudo desarrollarse. Y no me estoy refiriendo a su difusión. El kárate es de Okinawa. Su difusión mundial se la debemos en gran parte a los norteamericanos. Okinawa es la isla principal de un archipiélago de setenta y dos islas que forman una cadena que se extiende desde el sur de la gran isla japonesa de Kyushu hasta la isla china de Taiwán. En si mismo, el nombre de Okinawa tiene un significado revelador: “maroma, estacha”, que es la cuerda de un barco. ¡Ah, las palabras, las palabras! Se trata de un enclave muy especial. Es bien sabido que desde siempre los mares fueron el camino más ancho para la cultura y el comercio: El camino de menor resistencia, por donde se mueve a la mayor velocidad y con menos pérdidas tanto la electricidad en un circuito, como las corrientes de los ríos. Y también, por supuesto, la cultura. Acabo de pegarle una mirada a aquella zona con el Google Earth y realmente es así, es como una gran cuerda que cierra el Mar de China por el Este y casi se podría saltar de isla a isla desde Filipinas hasta Japón, pasando por Taiwán. Y en el centro está Okinawa. La clave de Okinawa radica sin duda en su situación geográfica de verdadero puente cultural entre la milenaria China y el ignoto Japón, y en su Historia. Okinawa y el resto de las islas del archipiélago Ryu Kyu, se mantuvieron más o menos independientes tanto de China como de Japón, durante largos siglos, comerciando con todos, incluso con los europeos cuando llegaron a aquellas aguas a partir del s. XVI. El comercio y la cultura viajan juntos en los barcos y Okinawa recibió una fuerte influencia cultural de China que no en vano era un gran Imperio: productos, gentes, religión, costumbres y artes, las marciales incluidas. No debemos perder de vista que, las artes marciales, como la primera mitad de su nombre indica y aunque algun@s puedan arrugar la nariz, forman parte del conjunto de las creaciones culturales humanas, desarrolladas por necesidad, no sólo de autodefensa, sino también como ejercicio físico y mental, desde la más remota antigüedad. En Oriente como en Occidente los monasterios son las incubadoras de la cultura. Desde China llegó a Okinawa el budismo y curiosamente las artes marciales navegaron desde el Oeste de la mano de la religión: ¡A Dios rogando y con el mazo dando! En...
Reflexiones sobre el método de artes marciales IV
Kenji Tokitsu CN-9ºDan El cuerpo del taichi El taichi chuan se trabaja con el cuerpo relajado. Pero al igual que con las tensiones musculares, existen también grados con la relajación. Buscamos una relajación global y no parcial, es decir, una capacidad de orden técnico. Es un paso obligatorio para aprender lo que es la fuerza del taichi. La relajación muscular voluntaria y global implica, de alguna manera, preparar el terreno para cultivar la fuerza del taichi –producida por la activación de una serie de músculos que no estamos acostumbrados a utilizar. « De un terreno parcialmente arado sólo brotará una fuerza parcial. » Aquí, el «terreno parcialmente arado» corresponde a la relajación parcial, es decir, a la que se consigue sin un entrenamiento especial. El refrán se puede interpretar del modo siguiente: Una fuerza «total» requiere un terreno de «distensión total» (pudiendo remplazar el término «total» por las palabras «del más alto grado».) Una técnica de arte marcial es la expresión de una fuerza específica adquirida por la práctica de una disciplina; es una expresión del cuerpo formado por el método específico de una disciplina. En otras palabras, la fuerza específica de una disciplina es la expresión del cuerpo formado según el principio que la rige. Así, lo que produce la fuerza del taichi es el cuerpo del taichi. ¿Qué quiere decir «cuerpo del taichi»? Practicar el taichi no significa hacer una serie de movimientos llamados taichi chuan. Significa ante todo formar un cuerpo capaz de activarse según el principio del taichi. Significa activar las partes yin y yang del cuerpo de modo que formen una complementariedad dinámica. En efecto, si uno no sabe activar el cuerpo de esta manera, ¿cómo puede decir que practica el taichi chuan? Esta movilidad debe manifestarse a partir del tronco en todos los gestos. Aquí reside el primer problema (y escollo) para muchas personas que creen que hacer el taichi chuan significa practicar las secuencias asociadas con dicho nombre. Examinémoslo de cerca. En la mayoría de los casos, la gente se contenta con aprender y repetir las secuencias del taichi chuan. Pero no se trata de mover el cuerpo como si fuéramos Pinocchio —un juguete de madera desprovisto de las referencias de la movilidad (las partes yin y yang) y con el tronco visto como un bloque rígido. Se trata de aprender a realizar movimientos técnicos activando las partes yin y yang del cuerpo. Yo me di cuenta de la activación del tronco estudiando el arte del sable japonés clásico (kenjutsu). Asistí a un ejercicio de taichi chuan ejecutado por una mujer, con mi maestro de kenjutsu. De pronto éste comentó, « ¡Qué rígidos...
Reflexiones sobre el método de artes marciales III
Kenji Tokitsu, CN-9ºDan La fuerza del taichi La gente cree que el taichi chuan se ejercita lentamente y con relajamiento muscular. Los médicos dicen que es un ejercicio que puede ser beneficioso para los que tengan problemas de salud y quieran mejorar su estado. También puede ayudar a las personas que busquen una sensación de bienestar y de placer. Se trata de uno de los méritos del taichi chuan. Pero esto no es todo. Además de dichos méritos, el taichi chuan puede proporcionarnos eficacia en el arte del combate, porque este método nos permite formar y desarrollar la fuerza específica del taichi. No obstante, con relación al origen del taichi chuan, la situación se presenta de modo inverso. Originalmente era un arte de combate eficaz; más tarde, se descubrió que era un buen ejercicio para la búsqueda del bienestar y para la salud. Este segundo mérito tomó cada vez más importancia y acabó siendo el aspecto dominante, hasta el punto que acabó por ocultar su origen marcial. En efecto, en la mayoría de las corrientes del taichi chuan actual, la parte marcial original se ha difuminado, hasta casi hacerla desaparecer. Sé que estas afirmaciones tienden a chocar con la idea que se tiene habitualmente del taichi chuan. -2- El tui shou en el taichi chuan Algunos dicen que hacen el taichi chuan marcial, porque practican el tui shou (empuje de manos). Este ejercicio es interesante y eficaz para desarrollar ciertos aspectos del combate. ¿Pero cuál es la utilidad del tui shou? ¿Con qué fin se practica? En el combate de percusión, hay inevitablemente un instante en el que los brazos de ambos adversarios se cruzan. Incluso si prefieres utilizar técnicas de ataque a distancia del adversario, tu brazo se cruzará con el suyo en el momento en el que lo alcances. Cualquiera que sea tu tamaño y tu alcance, no puedes tocar al otro sin pasar por una zona donde él puede cruzar su brazo con el tuyo. Es un instante crucial en el combate. Y yo me pregunto ¿cómo habrán practicado el tui shou las primeras generaciones del taichi Yang? Si Yang Luchan y sus descendientes llegaron a tener fama durante un período de grandes revueltas sociales, será porque manifestaban capacidades notables en combate. En efecto, con la Guerra del Opio (1839-42), China entró en un largo período de serios disturbios sociales. Sabemos por las rebeliones de los Bóxers, que muchísimos practicantes de las artes marciales participaron en estos acontecimientos históricos. Por tanto, no fue como práctica para la salud y el bienestar que el taichi chuan ganó su fama. La gente se fijó en él por su eficacia...
Contextualización científica del aspecto marcial del karate-do
Roberto González Aramboure PHd. Hanshi En la mayoría de los casos, cuando le comunicamos a alguien que estamos practicando karate-do, a nuestro profano interlocutor le asalta la siguiente duda: ¿lo haces como deporte o como arte marcial? El punto es… ¿acaso son contradictorios? Como este carácter excluyente se basa en conceptos empíricos, lo abordaremos desde un enfoque científico. Al definir un sistema de pelea como un arte marcial, comúnmente se caracteriza por la disciplina, el respeto, la organización y la perfección en las ejecuciones entre otros aspectos. Lo erróneo de esta caracterización estriba en que, si bien es cierto que en las llamadas artes marciales todos estos aspectos están ponderados, por su parte absolutamente todos los deportes, en mayor o menor medida, tienen presentes estos aspectos, y en ninguno de los casos se definen como artes marciales. La solución, pues, hay que buscarla en otra dirección. Bien sabido es que, las artes marciales devenidas deportes de combate, han precisado una serie de aproximaciones sucesivas donde se ha delimitado tanto las técnicas a realizar como las zonas de ataque permisibles, así como la reglamentación espacio-temporal de las ejecuciones entre otros aspectos. Pero dichas variaciones no dan al traste, al menos no totalmente, con el aspecto marcial y tradicional del karate-do. En los tiempos modernos, de manera general, el practicante de karate-do en busca de un trofeo o cinturón de mejor color, trata de ser más rápido, fuerte, resistente y flexible; así como dominar un mayor número de técnicas y aplicarlas lo mejor posible. Eso, sin duda alguna, con buenos resultados, lo cataloga como un destacado deportista. Pero…¿cómo karateka también? Valoremos. Las artes marciales tuvieron su origen en el continente asiático en tiempos remotos, y en todos los casos han estado permeadas de un aspecto interno relacionado con diversos indicadores mentales como la visualización, respiración, concentración y energización entre otros, muy comúnmente tergiversados en la actualidad como místicos. Al comparar sobre esta base, al karate-do y el resto de las artes marciales, con los otros deportes, vemos que aquí sí estriba la diferencia erróneamente identificada con anterioridad. Al respecto hemos podido constatar que la mayoría de los sensei de karate-do insisten en mantener vivo el aspecto marcial del karate-do, pero esto no siempre es posible debido a la dificultad de articularlo en el contexto científico del entrenamiento deportivo moderno, escenario donde se materializa fundamentalmente el karate-do en la actualidad. En artículos nuestros anteriormente publicados en esta propia revista hemos hecho alusión a la necesidad de utilización de estos aspectos marciales en el proceso de preparación del karate-do, basados en autores considerados clásicos tanto en la metodología del entrenamiento deportivo moderno, como...
Reflexiones sobre el método de artes marciales II
Kenji Tokitsu, CN-9ºDan -1- Tomemos un ejemplo: para desarrollar y aumentar la fuerza del golpe de puño, la gente suele entrenarse dando golpes al saco, levantando pesas, utilizando cintas elásticas etc. Con estos ejercicios, fortalecemos principalmente aquellos músculos que parecen estar directamente involucrados en el gesto del golpe. Por tanto, estos ejercicios nos parecen racionales. Pero según la sabiduría antigua: « Para poder ejercer una fuerza importante con la mano, no es la parte más próxima a la mano la que hay que reforzar, sino la más alejada». Es decir, la fuerza de la mano tiene que venir de la columna vertebral, aprovechando la fuerza que viene de la zona de los pies, las piernas, los glúteos… El taichi chuan y el zhan zhuang (ritsu-zen) son dos métodos que siguen este consejo. Cuando un practicante de dichos métodos parece estar totalmente quieto, particularmente al nivel de los brazos, veremos (sobre todo si se trata de un experto) que es capaz de desplegar una fuerza asombrosa. Es porque es capaz de movilizar un conjunto de fuerzas producidas desde las zonas más alejadas de la mano y del brazo –es decir, moviliza la fuerza de la espalda, de las piernas, etc. Este modo de activación muscular es diferente del que estamos acostumbrados a concebir según la lógica deportiva. No es porque el experto pueda desplegar la fuerza del ki (qi), sino porque sabe desplegar la fuerza de una serie de músculos poco aprovechados en la práctica normal. Según la teoría del kiko, cuando el ki aumenta, la fuerza muscular crece también, y esta activación muscular corresponde a una activación del ki. ¿Para alcanzar este nivel, cómo debemos trabajar? Es uno de los temas principales de esta serie de escritos. -2- ¿Qué vía, qué método? En mi último libro, digo lo siguiente: « La forma del taichi chuan que practico ha evolucionado con respecto a la que aprendí. Al comparar las dos, no me arrepiento. Para bien o para mal, hasta ahora no he tenido ningún motivo para cambiar mi punto de vista fundamental. No obstante, estoy dispuesto a re-examinarlo y a modificar mi práctica si encuentro un método mejor, lo que para mí sería una felicidad. » Con estas afirmaciones, dejé clara mi posición respecto del estudio y la práctica del « método » del taichi chuan. Es pues inútil preguntarme a qué corriente o a qué escuela pertenezco. Practico mi propio método de taichi chuan y lo considero relacionado con todas las formas de práctica que he conocido. Tampoco es necesario repetir lo que ya queda escrito en ese libro. Simplemente voy a desarrollar algunas reflexiones complementarias que dejarán...
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