Posted By Fernando Martín Millana on Ene 9, 2017 | 0 comments
El mejor estudiante de Higaonna era Chojun Miyagi (1888-1953), el fundador, propiamente dicho, del Goju Ryu. Miyagi tenía muchos estudiantes pero no les daba niveles de dan, aunque este sistema de clasificación había sido adoptado por casi todas las demás artes marciales. Miyagi opinaba que los sistemas de clasificación daban lugar a niveles artificiales y que las personas eran juzgadas así por su rango y no por su carácter. Miyagi enseñó a sus estudiantes a mantener en secreto que practicaban karate, en claro contraste con los estudiantes de otros dojo que presumían de su nivel de dan. Estas son algunas de las máximas de Miyagi: «Si surge la ira, retira la mano; si la mano se eleva, retira tu ira». «La verdadera victoria es vencer tu naturaleza inferior. Ese triunfo es muy superior al triunfo de vencer a un enemigo. La estrategia final es vencer a través de la virtud y la perseverancia, no por la lucha». «El cielo, la tierra y el karate son todo uno. Al igual que el sol sale y se pone, que los océanos van y vienen, así circula el ki en el cuerpo humano. Conoce la relación entre la hora del día y los centros vitales del cuerpo.» (*)
Las Geishas son un icono de la cultura japonesa. Son artistas refinadas y cultas, grandes conocedoras de las artes tradicionales de Japón. Su origen se remonta a más de 400 años, pero incluso en la actualidad su estilo de vida sigue estando repleto de incógnitas para muchos. Así que para hacer honor a estas elegantes artistas y adentrarnos un poco más en su mundo, veremos en esta sección curiosidades a cerca de sus tradiciones, su forma de vida y su historia. Aunque parezca raro, inicialmente los hombres desempañaban el trabajo de las geishas. Eran artistas que se dedicaban a entretener a sus clientes en banquetes ofreciendo música, danzas, o bien sirviendo sake. Poco a poco esta profesión fue adoptada en su mayoría por mujeres, lo cual le dio el origen a la geisha, y más adelante floreció su estricta forma de vida junto a sus jerarquías.(**)
Curiosamente, el primer libro sobre artes marciales escrito en español del que se tiene noticia no se publicó en España ni en ningún país hispanohablante, sino en la parisina imprenta de la Viuda de Ch. Bouret en 1906. Se trata de la obra 100 lances de jiu-jitsu. (Ataques y quites), de Émile André (traducción de Ceferino Domínguez), publicada originalmente en francés también en 1906 bajo el título 100 coups de jiu-jitsu (coups et parades). El libro 100 lances de jiu-jitsu consta de 137 páginas que son una fiel reproducción del original en francés. tanto en lo que se refiere a la traducción como a las ilustraciones. La edición en español añade al final del libro un breve capítulo de siete páginas que recupero algunas de las técnicas de la obra 100 Façons de se defender dans la rue sans armes.(***)
** Dario Britez- mirandohaciajapon.com
*** Revista Artes Marciales Asiáticas
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