Reflexiones sobre el método de artes marciales III

Kenji Tokitsu, CN-9ºDan

La fuerza del taichi
La gente cree que el taichi chuan se ejercita lentamente y con relajamiento muscular. Los médicos dicen que es un ejercicio que puede ser beneficioso para los que tengan problemas de salud y quieran mejorar su estado. También puede ayudar a las personas que busquen una sensación de bienestar y de placer. Se trata de uno de los méritos del taichi chuan. 
Pero esto no es todo. Además de dichos méritos, el taichi chuan puede proporcionarnos eficacia en el arte del combate, porque este método nos permite formar y desarrollar la fuerza específica del taichi. 
No obstante, con relación al origen del taichi chuan, la situación se presenta de modo inverso. Originalmente era un arte de combate eficaz; más tarde, se descubrió que era un buen ejercicio para la búsqueda del bienestar y para la salud. 
Este segundo mérito tomó cada vez más importancia y acabó siendo el aspecto dominante, hasta el punto que acabó por ocultar su origen marcial. En efecto, en la mayoría de las corrientes del taichi chuan actual, la parte marcial original se ha difuminado, hasta casi hacerla desaparecer.
Sé que estas afirmaciones tienden a chocar con la idea que se tiene habitualmente del taichi chuan.
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El tui shou en el taichi chuan
Algunos dicen que hacen el taichi chuan marcial, porque practican el tui shou (empuje de manos). Este ejercicio es interesante y eficaz para desarrollar ciertos aspectos del combate. ¿Pero cuál es la utilidad del tui shou? ¿Con qué fin se practica? 
En el combate de percusión, hay inevitablemente un instante en el que los brazos de ambos adversarios se cruzan. Incluso si prefieres utilizar técnicas de ataque a distancia del adversario, tu brazo se cruzará con el suyo en el momento en el que lo alcances. Cualquiera que sea tu tamaño y tu alcance, no puedes tocar al otro sin pasar por una zona donde él puede cruzar su brazo con el tuyo. Es un instante crucial en el combate. 
Y yo me pregunto ¿cómo habrán practicado el tui shou las primeras generaciones del taichi Yang? 
Si Yang Luchan y sus descendientes llegaron a tener fama durante un período de grandes revueltas sociales, será porque manifestaban capacidades notables en combate. En efecto, con la Guerra del Opio (1839-42), China entró en un largo período de serios disturbios sociales. Sabemos por las rebeliones de los Bóxers, que muchísimos practicantes de las artes marciales participaron en estos acontecimientos históricos. Por tanto, no fue como práctica para la salud y el bienestar que el taichi chuan ganó su fama. La gente se fijó en él por su eficacia en el combate. Si se practicaba el tui shou en ese período, tiene que haber sido por su relación directa con la práctica del combate. Para los adeptos de aquella época, no habría tenido sentido destacar en el tui shou si esta práctica no ayudase a desarrollar destrezas para el combate. 
La situación es diferente hoy.
Hay expertos en taichi chuan que destacan en tui shou. Sus demostraciones son espectaculares. Los ejercicios de tui shou son muy productivos y podemos aprovecharnos de ello. Sin embargo, jamás he logrado encontrar un experto de tui shou del taichi chuan capaz de mostrar las mismas cualidades en el combate de percusión libre. Si alguien destacaba en el combate de percusión, era porque, en la mayoría de los casos, había practicado otras artes de combate y porque las había integrado en su taichi chuan. No digo que no exista, sino que nunca he podido encontrar un experto, formado exclusivamente en el taichi chuan, capaz de combatir contra un boxeador.
Para ser eficaz en el combate de percusión, debes desarrollar y perfeccionar unas sutilezas y una fuerza particular que te permitan dominar el instante decisivo, en que los brazos de los dos adversarios se cruzan. Es lo que se buscaba originalmente a través del ejercicio de tui shou. Si se trabaja lentamente y con flexibilidad, es para adquirir las capacidades que te permitan responder bien ante los ataques de un adversario rápido y fuerte. Por tanto, en el tui shou, así como en la práctica de la forma del taichi chuan, se procura adquirir la capacidad de desplegar la fuerza y la velocidad adecuadas, mediante ejercicios lentos y flexibles. Esta práctica permitió cultivar unas sensibilidades cutáneas («escuchar la fuerza »), y más tarde dio lugar a una cultura de sensibilidad, de sentir el ki (qi) del adversario.
La pregunta inicial queda sin respuesta por ahora: «¿Cómo podemos desarrollar la velocidad mediante la lentitud, y la fuerza mediante la flexibilidad?» 
Sigamos con nuestra búsqueda.
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Una cuestión de fuerza
El combate en el arte marcial, como en la guerra, requiere el uso de la fuerza. No hay combate sin fuerza y hay que emplearla con velocidad. Esto me parece tan evidente como el decir que el fuego es caliente. 
Algunos dirán: « Pero en aikido, no se utiliza la fuerza para dominar al adversario. Lo mismo ocurre en el taichi chuan, porque en un arte marcial noble no se utiliza la fuerza… » 
Yo respondería entonces: « En el aikido, uno debe aprender a dominar una fuerza particular con el fin de anular el efecto de la fuerza del adversario. Como la mayoría de los aikidokas no son capaces de hacerlo, el combate de aikido se convierte a menudo en una demostración de personas cómplices. La técnica de aiki se realiza gracias a una fuerza llamada transparente, con la cual se anula la fuerza del adversario. » Es sólo con esa fuerza particular que el aikido se convierte en un arte marcial magnífico.
Han Xingqiao (1909-2004), maestro de yi-chuan, dice en su obra Yi-Chuan xué (Estudio del yi-chuan): « Hay que transformar la fuerza turbia en una fuerza de integración total del cuerpo ». Aquí, lo que llama fuerza « turbia » es la fuerza ordinaria producida por la activación parcial de los músculos. Según él, el yi-chuan pretende « movilizar el conjunto de los músculos como si el cuerpo estuviera vestido de un único músculo ».
Que el combate se considere particular, sutil, brutal, ordinario, transparente o global…, es un asunto de fuerza, cualquiera que sea la época, y cualquiera que sea la cultura. Lo único que puede variar son la calidad, el modo de formación y el concepto técnico de fuerza.
Un maestro dijo: « Desde el momento en que se considere un arte, el combate no puede ser tratado como una tontería. Es sutil y requiere mucha reflexión junto con una práctica dura y constante. No basta con entrenar a lo tonto. Hacen falta inteligencia, cualidades físicas y coraje para poder avanzar en esta vía solitaria. E incluso en estas condiciones, no se garantiza que se pueda alcanzar el fin buscado… »
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El relajamiento y la fuerza
La fuerza del taichi chuan se forma basándose en el relajamiento muscular global. El relajamiento es un punto de partida para luego ir acercándose a la movilización total de la fuerza muscular. Al trabajar cada unos de estos dos aspectos, la relajación y la movilización muscular, procuramos realizarlos a un grado superior al nivel ordinario. La capacidad de relajamiento y la capacidad de movilización de la fuerza van a la par.
Sin embargo, a la hora de ejecutar una técnica, la relajación muscular dura más que la tensión, dando la impresión de  que se realiza sin fuerza muscular. A veces se oye decir que se utiliza la fuerza del qi (ki) sin utilizar la fuerza muscular. Sobre este punto, adopto más bien la teoría de la correlación entre el qi (ki) y la fuerza muscular. Es decir, cuando el qi aumenta, aumenta también el grado de fuerza muscular. En cuanto expresamos la fuerza por la técnica del cuerpo, por muy poco que dure, es evidente que es producida por activaciones de los músculos, cualquiera que sea lasensación y la sutileza de los gestos. Las órdenes del cerebro activan los músculos, y de ahí la importancia del yi (intención).
Si practicamos el taichi chuan con relajamiento muscular, más tarde tendremos que aprender a formar y a utilizar la fuerza específica del taichi. Yo considero que practicar el taichi chuan con relajamiento debe ocurrir al principio de la formación en esta disciplina.
En cierto modo, este tipo de trabajo corresponde a lo que se hace en el parvulario –en un buen parvulario. Pero más tarde, el alumno puede emprender estudios universitarios donde debe progresar y aprender a utilizar sus cualidades a un nivel superior. Es decir, debe ser capaz de desplegar una gran fuerza, la fuerza específica del taichi. O sea, existe una coherencia en la progresión desde el principio (la guardería) hasta el nivel más alto (la universidad) –dicho con todo mi respeto hacia los que están en las fases iniciales.
Sin embargo, como hemos visto antes, los que sólo quieren practicar para la salud, quedándose al nivel elemental, pueden beneficiarse mucho con esta disciplina. Cada uno es libre de quedarse a este nivel de práctica si le sienta bien.
Nadie está obligado a avanzar hacia la formación de la fuerza. Es una cuestión de elegir metas. Pero, para aquellos que sí escojan avanzar en esta dirección, el método que hay que aplicar es asunto difícil. Ahí reside el problema.
Y volvemos a nuestro punto de partida: ¿cómo podemos desarrollar la velocidad y la fuerza trabajando con relajamiento y con lentitud?

Continuará…

Fuente: www.tokitsu.es

Kenji Tokitsu

Author: Kenji Tokitsu

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6 Comments

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    Muy interesante y didáctico este análisis, muy agradecido Sensei, espero la continuación que anuncia, gracias.

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    Hay practicantes que se quedan en el nivel elemental no solo porque desconocen el aspecto marcial del T aichi, sino ademas porque niegan que el taichi sea un arte marcial efectivo. En España, que es el caso del que hablo, se desprecia un tanto el aspecto marcial escudandose en la escusa del odio a la violencia Asi que, si bien es verdad que cada practicante llega hasta donde desea, es lamentable que «enseñantes» de escaso nivel condenen al «aprendiente» a permanecer en niveles elementales por desconocimiento y prejuicios. Articulos como este, que lamentablemento no llegaran a la mayoria de practicantes, apuntan muy bien en señalar eso niveles superiores que integran lo marcial

    Me quedo ansioso esperando la continuacion

    Exelente articulo. Enhorabuena.

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    Efectivamente…
    Según Toni Buzán, en «Tu mente en forma», sólo pensando en el ejercicio, estamos ejercitando nuestros músculos y esas conexiones, que hacen que la fuerza sea más rápida, efectiva y limpia.
    Entrenando mentalmente pues, se entrena también físicamente. Nuestro cerebro es increible, y a veces subestimamos sus capacidades.
    Esto puede ser un inicio, para responder su última pregunta.
    Muy buen artículo. He aprendido mucho. Oss. 😉

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      Por lo tanto, se puede trabajar la fuerza, entrenando lentamente, ya que va unido a lo «mentalmente». Y lo mentalmente, entrena. Oss.

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    Gracias por vuestros comentarios, en breve publicaré el siguiente. Un saludo.

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    Leí nuevamente este interesantísimo conocimiento que Ud. expone;estoy pendiente de la continuación prometida.Un saludo cordial. Oss.

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