En la práctica de las Artes Marciales Budo, se debe hacer una diferencia entre lo que es entrenamiento y lo que es la práctica. Por entrenamiento los japoneses usan la palabra «Renshu» que significa preparar o entrenar el cuerpo; en cambio para definir la práctica usan la palabra «Keiko» que significa entrenar o preparar el espíritu. Por esta razón, la palabra «Keiko» es importante no sólo en el Budo, sino que también en otras actividades culturales donde los aspectos espirituales son fundamentales, como lo son la Ceremonia del Té y el Arreglo Floral.
Keiko, que literalmente quiere decir «reflexionar, repasar el pasado», connota una cualidad religiosa en el entrenamiento, que consiste en el respeto y la conservación de las antiguas tradiciones.
El hecho de que «Keiko» sea fundamental para las artes culturales japonesas, demuestra el respeto que tienen los japoneses por lo mejor de las viejas tradiciones. El entrenamiento en pleno verano («Shochu-geiko») y en pleno invierno («Kan-geiko») forma parte de esta gran herencia.
Existen muchas razones para las prácticas con calor o frío extremo, así como el entrenamiento al amanecer y a media noche, pero una bastante válida, puede ser la de dar a la gente una oportunidad de ponerse en contacto con ellos mismos y con la naturaleza. La práctica del Budo, que contiene lo mejor del arte marcial tradicional, puede suponer una vía para que el ser humano encuentre sus raíces y volver a la naturaleza.Cuando nos resistimos ante la naturaleza o la ignoramos, nos vemos incapaces de sentir verdaderamente lo que es la vida humana y ello es parte vital de la despersonalización y deshumanización que nos aflige a todos. Debemos, pues, volver a la naturaleza.
Foto portada: mikebaird
4 diciembre, 2012
Verdaderamente hermoso.
Puede que a muchos les resulte paradójico que a través del budo, a través del conocimiento del camino del guerrero, se pueda apreciar mucho mejor la vida; en ese caso, lo único que tendrían que hacer para entender esto es trasladar el fundamento del budo desde “el desprecio por la muerte” hasta el “aprecio por la vida”. Algo tan sencillo, meditado, nos permitirá comenzar a caminar por el sendero que va desde la vacuidad a la plenitud…
4 diciembre, 2012
Moises tu comentario también es hermoso.
Verdaderamente no hay que despreciar la muerte, hay que apreciar la vida y la muerte porque una es parte de la otra, no existiria la vida sin la muerte ni la muerte sin la vida.
5 diciembre, 2012
Estoy de acuerdo. Desgraciadamente, en el ser humano lo que debería ser raramente se corresponde con que realmente es… Ni siquiera en los bushi ^^