“El Kyusho Jitsu no te otorga ningún poder, con el Kyusho Jitsu descubres el poder que tienes y te enseña cómo usarlo”.
Kyusho significa Punto Clave, también traducido como “primer segundo o rápido” y Jitsu o Jutsu “Arte”. “Kyusho Jitsu es el Arte del punto clave o el Arte del primer segundo”
El Kyusho Jitsu tiene su propio método estratégico para usar de manera eficiente y eficaz los puntos de presión. El origen del Kyusho Jitsu es oriental, siendo este un conocimiento codificado dentro de las artes marciales. Su propósito en conjunto con el Atemi es: provocar la incapacidad o la muerte del oponente lo más rápido posible (el fuera de combate), de esta forma reducimos riegos y posibles lesiones. Se enfoca en un solo punto (a nivel básico). La idea es hacer lo mejor posible en ese instante.
Mapa de puntos vitales del libro Jujutsu Kyohan
Atemi significa “golpe al cuerpo”, es el más eficaz medio de defensa y ataque en el que solo se emplean las armas naturales del cuerpo humano. Podemos afirmar que el Atemi Kyusho Jitsu prioriza en las técnicas y estrategias de ataque directo cuyos objetivos son los más vulnerables del ser humano. La práctica de esta disciplina puede realizarse tanto con un compañero como en solitario. No solo aplicamos las armas especiales de golpeo y los objetivos débiles del oponente, también aprendemos a protegernos de ello. La combinación de las técnicas de Atemi y los objetivos Kyusho hacen que este arte se convierta en manos de un experto en un método contundente e incluso mortal.
El Atemi debe ser explosivo y es recomendable coordinarlo con la proyección del Kiai o lo que es lo mismo, un sonido lleno de intención, que proporcione un aumento del estado energético durante el impacto en el Kyusho. En otro momento hablaremos más sobre el Kiai Jitsu.
Escuela China y Japonesa
A nivel general podemos considerar dos escuelas con dos métodos diferentes de golpear los puntos de presión. Una es la China que destaca por su gran precisión en el punto, de ahí que no sea necesario ejercer una gran fuerza en su impacto para conseguir los resultados deseados. Mientras que la escuela japonesa al contrario que la china, no necesita de tanta precisión ya que la potencia usada en el golpe provoca una onda de choque repercutiendo en el objetivo en cuestión. El sistema de origen japonés tiene un enfoque más práctico y sencillo a la hora de atacar a los puntos vitales en la defensa personal, por diversos motivos: la ropa, el movimiento o el estado mental del momento haría difícil el uso del enfoque chino.
El arte de atacar los puntos Kyusho
La ciencia de los puntos de presión es en esencia un arte marcial de ataque, no existe la idea de defensa, bloqueo o desvió, según esta visión se pierde tiempo y atención en lo que se considera lo verdaderamente importante. Por eso es fundamental adiestrase en los ataques sin preaviso ejecutados en la mayor velocidad posible en distancias corta especialmente. Es una disciplina que con un poco de práctica y estudio puedes defenderte con eficacia. Se adapta a las circunstancias personales de cada individuo (enfermedad, vejez, etcétera).
Se usan armas naturales (partes pequeñas, penetrantes y duras) que atacan solo a las áreas del cuerpo humano más vulnerables, principalmente a las estructuras anatómicas y estas afectan en la profundidad de los canales energéticos. Los daños provocados pueden ser internos o externos, inmediatos o retardados.
El ataque no debe cargarse, sin preaviso con una relajación relativa y a máxima velocidad, solo en el momento del impacto contraemos la zona que golpea. Puede atacarse un objetivo o varios, practicar los golpes dobles y asimétricos. El cuerpo está a merced de tres parámetros que repercuten a nivel interno: el ritmo biológico, la temperatura corporal y el clima estacional (influencias internas y externas).
Debemos tener en cuenta la zona anatómica donde se va a golpear, si es dura o blanda y usar el arma y la transferencia, la dirección y el ángulo correcto. Los ataques pueden realizarse en las cuatro distancias básicas: larga, media, corta y cuerpo a cuerpo (de pie y suelo), siendo más eficaz en el arte de los puntos de presión la distancia corta. Los ataques con los miembros superiores han de ser rápidos y directos, las técnicas hechas con el miembro inferior no deben superar la altura de la cintura. A través del masaje, la acupresión y las formas marciales es posible entrenar los puntos de presión.
Y por último no olvidar las tres objetivos físicos que incapacitan a un agresor, son los siguientes: alterar la visión, provocar la incapacidad para respirar y limitar la movilidad.
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