Reflexionando sobre mi karate
Aunque será complicado, la intención de esta línea no es otra que intentar expresar y compartir mi experiencia y evolución en mi camino como karateka, es decir en mi propio DO.
Llevo ya 50 años practicando, de ellos 40 como practicante del estilo Shito-ryu. Os podéis imaginar la de sensaciones acumuladas, desde un alumno novato a asistente del Maestro Mabuni Ken-Ei, pasando por Senpai, competidor de alto nivel, arbitro internacional, profesor de Karate y por qué no, como maestro para algunos.
Empecé mi práctica de Shito-ryu en 1980 con la llegada del Maestro Mabuni Ken-Ei. La primera sensación que me dejó ese hombre de baja estatura, sencillo y amable, fue la gran calidad y simplicidad de sus técnicas. ¿Cómo conseguía tanto con tan poco?
No me cuesta reconocer que no sabía cómo lo hacía, incluso reconozco también, ahora con un poco de vergüenza admitiendo mi ignorancia, que no lo creía totalmente la primera vez. Os cuento una pequeña anécdota al respecto:
En uno de los primeros cursos, mi Maestro Yoshiho Hirota asistió al Maestro Mabuni en una explicación del kata Seipai. Todos los asistentes nos quedamos sorprendidos con la facilidad con la que se caía el Maestro Hirota.
El pensamiento general era que Hirota facilitaba la explicación del M. Mabuni pero al cabo de unas cuantas veces irse al suelo, se levanto sonriendo diciendo: “no sé qué hace el Maestro pero siempre estoy en el suelo”.
Aunque han pasado muchos años, sigo recordando como esa expresión sincera de Hirota me hizo comenzar a cuestionarme muchas cosas, cosas que con el paso del tiempo no solo experimenté personalmente como asistente del maestro Mabuni sino que a día de hoy tengo presentes en mi práctica diaria.
Las técnicas del maestro Mabuni se apreciaban simples y cortas, pero realmente, muy efectivas. Esa eficacia quedaba patente en el control del oponente.
Ese pequeño hombre prácticamente no se desplazaba, si lo hacía sus desplazamientos eran mínimos y ajustados a la perfecta distancia. Todo sucedía en un solo tiempo.
Desde entonces mi investigación se dirigió a esa manera de utilizar el cuerpo, pero sin mucho éxito. Es verdad que avanzaba, pequeños avances que lograba estudiando karate Shito-ryu. Mucho de esto lo dejó escrito en su “Método” aunque no dejó muchas pistas de cómo desarrollarlo y obtenerlo. La frustración de no alcanzar el éxito no me desfalleció en absoluto, todo lo contrario, me hizo un estudiante más aplicado, tanto en lo que al físico se refiere como al estudio de textos, escuelas, otras influencias… Cualquier cosa que me ayudara a desarrollar y alcanzar lo que tantos años atrás había visto y sentido con mis propios ojos y cuerpo.
Mi “Biblia de Karate” si me permitís la expresión es “La voie de la main nue” (El camino de la mano desnuda) en su edición francesa, del Maestro Mabuni Ken-Ei.
En esa pequeña joya de amena lectura hay muchas referencias al uso del cuerpo. Algunos ejemplos de sus líneas hacen mención a: “como golpear con toda la energía del cuerpo, aprender con el cuerpo y no con palabras, el espíritu del karate está arraigado en el movimiento corporal y el movimiento de la mano, leer el kata con el cuerpo, etc…”
En este libro encontré estas palabras: “Para explicar este sentimiento, no puedo encontrar las palabras exactas. No me da vergüenza admitirlo porque sé que el karate es algo que aprendes con tu cuerpo y no con palabra”. Aunque el Maestro dijera que no encontraba las palabras para que entendiéramos si lo explicaba perfectamente con su cuerpo.
Cuando empecé mi andadura con el Maestro Mabuni mi forma física era, al menos, bastante aceptable. Estaba compitiendo a nivel internacional y con apenas 25 años. Cuarenta años han pasado ya y puedo decir que mi visión sobre mi karate está bien lejos.
En aquella época mi karate era totalmente externo (físico) y aunque pensaba que conocía los términos Tanden, Enraizamiento, Ki, Kime, Kiaï, etc… no tenía ni idea. Sí, en mi día a día las usaba e incluso sus explicaciones, pero para nada era capaz de generarlo con el cuerpo. Ahora, después de tantos años puedo tener esa visión retrospectiva de mi camino de lo externo a lo interno.
Con los años entendí que para comprender karate tenía que involucionar en la historia e ir a la fuente de Shito-ryu. Y una vez más fueron las palabras que el Maestro Mabuni decía las que me sirvieron de guía e inspiración: “El Karate Shito Ryu está mucho más cerca de las origines chinos de lo que el Karate moderno se ha convertido en Japón”. (“La vía de la mano” Maestro Mabuni Ken-Ei – Biografía).
Tras todos estos años he llegado a la conclusión de que el “Método Mabuni” se asienta sobre la conciencia corporal, haciendo que esta sea el asiento de la mente en un proceso de unificación de mente-cuerpo-técnica. El tan famoso Shin-Gi-Tai.
Mi estudio y mi práctica va teniendo pequeños frutos y mi karate se iba transformando con el estudio del “Método” que cada vez me daba más pistas y una visión diferente al karate físico que practicaba anteriormente. Pero quería más, sabía que algo no me dejaba avanzar, algo se me escapaba.
Al igual que la visita del Maestro Mabuni a España, mi amigo Daniel Ceron marcó otro de los hitos en esta búsqueda. Él me presento al que considero hoy día mi Maestro, Bernard Sautarel. Con él encontré la explicación a toda mi búsqueda, alguien con una didáctica minuciosa donde comprender lo que hasta ahora me había resultado incomprensible, aunque anhelado.
En mi primer encuentro con Bernard, el maestro me hizo un pequeño test. Consistió simplemente en una ligera oposición a mis brazos y donde me pidió “de un paso hacia delante”. Me sigo sonrojando cuando lo recuerdo, me fue imposible.
En ese momento entendí como mi karate físico no me servía ante una oposición de energía. Cuando Bernard me explicó con palabras que por fin lograba entender lo que sucedía me vino una de las máximas del Maestro Mabuni: “el cuerpo en primer lugar, debemos tomar la energía de la tierra”.
Desde ese momento y tratando de tomar esa energía para proyectarla en mis técnicas empecé a trabajar junto al maestro Bernard en mis apoyos y en cambiar la consciencia del cuerpo a través de mis movimientos.
Al igual que de mis apoyos y movimientos empecé a tomar consciencia de otra de las máximas que tanto lo escuché a Mabuni Sensei: “Karate es eficacia y salud”, y me hacía recordar a tantos practicantes de karate, muchos de ellos buenos amigos y karatekas serios como los que más, que con cierta edad eran operados de cadera, rodillas o de espalda, viendo su forma física menguar o desaparecer y por ende su efectividad disminuir enormemente. ¿Dónde estaba la salud? ¿Sin salud puede haber eficacia? Mi reflexión fue: “algo estamos haciendo mal”.
Si bien con 20 años aguantamos lo que nos echen, con el paso del tiempo tenemos que pasar de karate físico (externo) a un karate que traiga salud en toda su dimensión (interno), con una toma de consciencia diferente que hará que nuestro karate sea de salud y más efectivo con el paso del tiempo, que nos guste o no, pasa para todos.
El karate debe dejar de ser una práctica aislada de técnicas de piernas o brazos y entender KARATE COMO PRÁCTICA CORPORAL
Para ello es necesario crear una estructura sobre la que se asiente nuestro karate:
- Identificación “Método Mabuni” a través del uso corporal.
- Tradición okinawense una manera diferente de usar el cuerpo: términos “uchinaguchi”.
- Shin Gi Tai: identidad cultural, tradición de una identidad cultural.
- Proceso de una transmisión particular: Shoden, Chuden, Okuden.
- Toma de conciencia del cuerpo.
- El Tandem como generador de energía.
- Aplicación de conciencia corporal en la técnica.
- La energía en la “eficacia” del karate.
Esta forma de trabajar, de interiorización, promueve la:
- Conciencia técnica.
- Conciencia del centro (hara).
- Conciencia del área del riñón (koshi).
- Y nos permite:
- Mejorar la velocidad y la potencia de las técnicas.
- Liberar el cuerpo de todas las tensiones innecesarias.
- Aumentar la fuerza en las piernas.
- Aumentar la fuerza en la espalda.
- Crear el enraizamiento.
- Traer calma emocional y confianza en uno mismo.
En definitiva, lo que he aprendido y sigo aprendiendo tras
todos estos años es a evolucionar mi karate de lo externo a lo interno,
buscando “Salud y Eficacia” con el paso del tiempo y una práctica continuada.
Solo me queda una cosa, agradecer a todos los maestros con los que he tenido el
privilegio de aprender por ayudarme a construir mi camino.
26 febrero, 2021
Como te compreendo Deo.
La simplicidad com que el maestro Keney Mabuni nos corregía, ya que sus explicaciones se baseaban el el transmitir de sensaciones corporales, ya que, el entendimientos de sus palabras se perdían en la traducción.
Tus esfuerzos, así como los de Daniel Ceron, em aprender del maestro Bernard, reconforta a aquellos que como yo, conocen y reconocen vuestro y trabajo, en recoger información y, de la misma forma que el maestro Keney, transmitirla sobre todo em forma de sensaciones corporales.
Espírito, Técnica, Cuerpo, osea, Shin Gi Thai, es el concepto principal des estudio del método Mabuni para es estudio y la práctica del Shito Ryu kárate do.
27 febrero, 2021
Que gran articulo, y una gran visión.
Gracias