La profundidad del Karatedo [2]
Imagen: h.koppdelaney II. Tres caminos, una práctica La práctica y el entrenamiento del karatedo son inconmensurables. Es un método de autoconocimiento y de autodefensa que, a través de este maravilloso aspecto sin retorno que somos, nos permite vivenciar la realidad de los fenómenos y la naturaleza de las cosas, incluida la nuestra. Ocurre que nuestra práctica no es del todo íntegra, solo vamos tras una cualidad de la totalidad. Nos gusta la fama, pero no la no-fama, queremos tener los mejores competidores obviando, a veces, a los que no lo son y en lugar de ser unos buenos maestros educando a todos, somos desdichados en querer conseguir prestigio y fama vagando en el mundo con retorno. Esto no es el verdadero karatedo, es solo karate. Este karate desde luego que es fantástico, está muy bien, mejor hacer esta actividad que otras, lo importante es quedar impregnados por la vía. Todos sabemos el significado de los kanjis que componen la palabra karate. Sabemos que “Kara” significa vacío y “te” mano. Karate entonces es el entrenamiento de vaciar la mano. Mano sin nada y mano vacía. Este último es el camino que conduce a la defensa sin armas, solo con nuestros pies, manos, dedos, cabeza, etc. Si le añadimos el kanji “Do” debemos ser coherentes con la vía. Es la vía del desapego, de la verdadera libertad, de la tranquilidad tranquila. El karatedo es una excelente fuente de energía llena de vitalidad y fuerza, descubrirlo depende exclusivamente de nosotros. Vivimos nuestro arte solo desde la perspectiva del kanji “Te”, el mundo material, el Samsara, el mundo relativo, condicionado, incompleto. Siempre tras algo por no saber utilizar esta fuente siempre fresca. Utilizamos el karate para nuestro beneficio aun haciendo daño al contrario, pero debemos saber que el contrario no es el mismo, pero tampoco diferente a nosotros. Nos falta descubrir a través de nuestra práctica-entrenamiento el “Do”, el vacío que nos lleva al desapego total, la libertad absoluta. El karatedo es una vía activa, mágica. ¿Dónde se encuentra el kata antes de su forma? Haz karatedo sin ser, sin desear, sin hacer, sin tener. Utiliza esta herramienta valiosa que nos puede hacer descubrir la serenidad y la paz de nuestra existencia, en lugar de la discusión y el conflicto. Tenemos que abandonar la búsqueda de fama, prestigio, honores y la búsqueda superior. Y allí donde está el “Do”, el Nirvana, más allá de todo ello hallarás la paz. Esta paz añorada no hace presencia al caer en la trampa de pensar en ella. No es que no esté, es que debido al pensamiento no nos deja impregnarnos de ella. Cuando paras y cae...
El trabajo de la consciencia en el Karate
Es curioso que tanto siendo profesores como alumnos muchas veces no seamos conscientes, valga la redundancia, de lo que el Karate nos aporta a nuestra consciencia, tanto emocional como física. Aunque creo que realmente en cualquier actividad que hagamos podamos llegar a ese estado de «consciencia plena», con el Karate, a lo largo del tiempo y a corto plazo clase a clase, los resultados son increíbles, tanto con niños como con adultos. A nivel emocional hay muchísimos estímulos en el día a día de un karateka que nos ayudan a ser conscientes de nuestros sentimientos y de nuestras emociones, pero por supuesto tenemos que estar abiertos a sentirlos y a aceptarlos como propios, sin luchar contra ellos. Podemos y debemos escuchar nuestro interior en nuestras acciones cotidianas y eso nos ayudará a conocernos a nosotros mismos y forjar nuestro «DO». Hay casos muy obvios en los que los sentimientos brotan desbocados por nuestros poros: enfrentarse a todas las miradas de nuestra clase siendo el foco de atención haciendo un kata en medio del tatami mientras todos nos observan, cuando nuestro maestro nos confía una responsabilidad como por ejemplo enseñar un kata a algún compañero, o una prueba para subir de grado. En cualquiera de estos momentos no es difícil «escuchar» nuestro interior, pues las emociones (obviamente dependiendo de nuestra personalidad y lo acostumbrados que estemos a hacerlo) están a flor de piel; en estos casos quizás lo más difícil sea distinguir cual o cuales son las predominantes. Pero hay otros casos, que ocurren, como he mencionado antes, en el día a día que muchas veces pasan inadvertidos. Por ejemplo, si un alumno nuevo aparece en nuestro dojo, algunos quizás sientan cierto recelo hacia él, otros ganas de ayudarle, otros quizás sientan en su interior el recuerdo de cuando acudieron ellos mismos el primer día a aprender karate. Al fin y al cabo, cada persona es un mundo y una misma situación es enfrentada de forma muy distinta por cada una, y por eso es importante, y divertido (al menos yo lo pienso así), el observarnos como en tercera persona e intentar ser conscientes de qué sucede en nuestro interior (sin descuidar la clase, por supuesto). Otras acciones cotidianas en las que podemos intentar «escucharnos» pueden ser qué sentimos si llegamos tarde a clase (vergüenza, pena, nos da igual porque pasamos del tema -hay de todo en esta vida-), cómo nos sentimos al observar que no nos termina de salir bien la combinación de kihon correspondiente (frustración, desánimo), o por ejemplo al hacer kumite y «ganar» a nuestro compañero (pongo «ganar» entre muchas comillas pues sobre eso se puede hablar...
La profundidad del Karatedo
Imagen de Edwin1710 Trabajo realizado para el examen de 6º Dan, por Juan Carlos Hernández Torrubias. Monje Zen «Ten Zen». INDICE: I. Educación sin palabras II. Tres caminos, una práctica III. Mis comienzos IV. El Do V. Karate deportivo competitivo VI. Hacia dónde VII. Sin el sentir se descubre VIII. La profundidad del Tsuki I. Educación sin palabras No entiendo la educación en el karatedo como algo reglado, que lo es, o académico, que lo es, y menos si es con el fin de tener éxito en nuestras vidas como practicantes, que lo puedes tener. Sí creo en la disciplina que el karatedo nos aporta como herramienta para equilibrar nuestras decisiones y acciones, siendo estas correctas ya sean pensamientos, palabras o gestos, en nuestra práctica-entrenamiento y además aplicarlo en nuestra cotidianidad. El karatedo es un método educativo con una pedagogía activa y lo hace a través del cuerpo, entendiendo el cuerpo como una unidad indivisible con respecto a la mente, y la mente, como una unidad indivisible con respecto al cuerpo. El cuerpo y la mente no son dos características diferentes en el ser humano, aunque lo sean. Si escuchamos al cuerpo total, nos transmite activamente modales desde nuestro nacimiento. Después llega el conocimiento. Cuando asistes por primera vez al dojo te enseñan el valor del respeto a través del cuerpo, antes de explicarte qué es el respeto. Así, la acción intuitiva y pura surge de forma natural de este CUERPO. El conocimiento viene después, interpretándolo, y esto nos puede causar confusión con respecto a la acción, al querer darle sentido intelectual a lo que es. Es por esto que el karatedo es vacío de intelectualización, de subjetividad y objetividad. El karatedo es pura intuición en sí mismo. Así es como mis maestros me lo han transmitido. En mis inicios, recuerdo cuando iba al dojo y me lavaba los pies antes de entrar en él o de pasar la mopa antes de comenzar la clase, nos saludábamos con bondad y gratitud, nos esforzábamos sin recompensa, en definitiva, nos respetábamos con humildad, sin darnos cuenta nos formábamos en valores como auténticos seres humanos, sin ser éstos, valores con valor. Lo hacíamos a través del esfuerzo y la constancia. Estos modales no eran parte intelectual de la práctica, sino que eran la práctica en sí, a través del entrenamiento sin palabras, es decir, solamente podían ser explicados a través del cuerpo y de la acción, no del intelecto. En mi modesta opinión, esto da un valor transcendental a nuestro arte y es revelador para la educación desde la infancia. Dentro de nuestro arte, creo que esto se va perdiendo. Hablo de...
Deo Dento Karate
Blog del maestro Deogracias Medina C.N. 8ºDan R.F.E.K. El objetivo de esta web, además de compartir sus conocimientos y métodos de trabajo, es formar una COMUNIDAD SERIA Y SÓLIDA de practicantes de karate, especialmente de aquellos que comparten la pasión por la práctica y el estudio de sus vertientes más tradicionales. Por ello tiene creados diferentes tipos de suscripciones; la suscripción a novedades «vídeos, eventos, cursos, formaciones…» y en la suscripción a la web se tiene acceso a todo el material gratuito que periódicamente va subiendo relacionado con el trabajo sobre el método Mabuni, vídeos explicativos, katas… Una web muy recomendada que une tradición y vanguardia. Estudiando las escuelas antiguas (Koryu) para comprender el estilo Shito Ryu, uniendo así lo «antiguo y lo...
Sobre Hyakusenrenma 百戦錬磨
Podríamos traducirlo por Veterano, aunque en realidad es bastante más que eso. 百戦錬磨 es realmente ser educado por la adversidad en muchas batallas; ser rico en la experiencia de la vida.錬磨 RENMA podríamos traducirlo como Formación y百戦 HYAKUSEN como Cien Batallas. Quiere esta palabra decir que aquel que es un Veterano ha recibido la formación, el Conocimiento, y la experiencia, de quien ha sido educado en las penurias, adversidades, y calamidades que da el haber participado en cien batallas. La adversidad y la superación de ésta es una gran Maestra de la vida, solo aquel que se ve sometido a pruebas muy duras tiene las vivencias y la experiencia que le permitirán afrontar cuantas pruebas le depare la vida. Por eso hay tipos de entrenamiento en Karate que son muy duros, y se llaman Tanren 鍛錬 o Forja, porque no son sólo cultura física, endurecimiento físico, sino también mental. El Tanren, la Forja, no sólo es para el cuerpo, también lo es para el carácter, y hay un cúmulo de cualidades mentales y morales que se aprenden sufriendo físicamente. No es masoquismo, es superar el umbral del dolor físico, con una mente fuerte que se impone a nuestro cuerpo. Por eso se dice que es una lucha con uno mismo, que es la forja de uno mismo. Suavizar el entrenamiento, quitarle la parte dura y áspera, no es la idea del Arte Marcial. Sólo cuando se ha llevado a alguien al extremo de su capacidad de aguante y su fuerza de voluntad le ha permitido superarlo, podremos hablar de Forja, de Tanren. Evidentemente, como todo entrenamiento, ha de ser gradual, aumentando los niveles de tolerancia a la vez que el cuerpo se fortalece y la técnica se mejora, también la mentalidad se va adaptando y fortaleciendo, pero el listón ha de ponerse cada vez un poco más alto. En el entrenamiento de Karate hay dos Métodos diferentes, uno es el Cualitativo, mediante el cual se perfecciona la técnica, se corrigen los errores, se busca la comprensión de cada movimiento y su perfeccionamiento. Otro es el Cuantitativo, y en el se busca, mediante un alto número de repeticiones de pocos movimientos, la llegada a un umbral de agotamiento, de fallo muscular, de querer dejarlo porque nuestro cuerpo nos lo pide, y sin embargo, a base de fuerza de voluntad, seguir adelante con las repeticiones superando el cansancio y el dolor. Así es que el entrenamiento Cuantitativo es ciertamente un entrenamiento físico, y también técnico, pero, esencialmente, es un entrenamiento mental. El Tanren puede llevarse a cabo por parejas, como kote kitae, keri kitae, y Tai kitae utilizando el cuerpo de...
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