Artes Marciales. ¿Qué hacemos en ellas, y eso qué nos hace de ellas?
INTRODUCCIÓN. El maestro de Judo 6to Dan Manuel Copello Janjaque, mi otrora profesor universitario, luego compañero de estudios del doctorado y siempre un buen amigo; en una clase de didáctica deportiva que me enseñó cuando yo estaba en segundo año de la licenciatura, donde explicaba los niveles de dominio de las acciones psicomotoras, mencionó: “hay que escapar de la técnica, para comprender la técnica”. Esa frase, al inicio abstracta e ilógica para mí, con el tiempo no solo se convirtió en una premisa básica del aprendizaje, sino que por su validez lógica intrínseca se extrapoló a otras dimensiones. En una de las dimensiones que más la uso es en mi docencia metodológica para entrenadores de artes marciales y deportes de combate (aunque igualmente aplicable a todos los deportes en general) Lo que sucede es que en el contexto marcial, y muchas veces deportivo, se presenta una situación peculiar, que difiere de otros sectores profesionales relativamente similares. Esa situación, en esencia, se concreta en que, tanto practicantes como maestros, priorizan (y muchas veces limitan) su estudio a los contenidos propios de la especialidad. En ese sentido, no es que esté mal en profundizar el conocimiento particular de la actividad que nos ocupa, pero, lo que sí está demostrado, es que por sí solo eso es insuficiente para cumplir propósitos que de la actividad se espera. Para que se comprenda adecuadamente lo antes planteado se toman como referencia los postulados de diversas ciencias y se concretan en la especialidad del karate, solo por ser la de mi preferencia, aunque los planteamientos son válidos para el resto de las similares. DESARROLLO: Desde el punto de vista neurológico y pedagógico, los niveles de dominio de las acciones psicomotoras (aprendizaje técnico), transitan comenzando por la fase inicial de familiarización (donde la persona recopila información a través de las primeras interacciones con el movimiento a realizar). Didácticamente, en ese momento, la persona se encuentra en una fase de habilidad, donde no se observa ni control ni calidad en la ejecución, más bien experimentación y descubrimiento, caracterizados por los procesos psíquicos de las sensaciones y percepciones. Posteriormente, debido a la sistematización en la interacción con la acción, la persona se habitúa a realizar el movimiento, logrando cierto nivel de dominio pero que el permite solamente reproducir mecánicamente la acción, sustentada en los procesos de memoria. Luego, como consecuencia de la práctica continua, la persona alcanza un mayor nivel de destreza en el dominio de las acciones, lo que le permite aplicarlas con algunas variantes de acuerdo a la situación, estando sustentada psicológicamente en los procesos racionales como la inteligencia. Finalmente, al alcanzar el nivel de maestría...
Aptitudes, roles sociales y hormonas ¿quien cambia a quién?
Que los seres humanos, como prácticamente el resto de primates seamos animales fuertemente sociales y jerárquicos es un hecho evidente y fuertemente desproporcionado, de tal manera que los pocos individuos que se encuentran en la parte más alta del nivel jerárquico del grupo ejercen la mayor parte de la influencia sobre el mismo (David-Barret y Dunbar, 2012). La pregunta que puede surgirnos es porqué un individuo es más susceptible de generar una influencia mayor o menor sobre un grupo. Hay numerosas investigaciones que formulan esta pregunta en el sentido contrario ¿qué factores hacen que un individuo tenga más o menos influencia sobre el prójimo? Las disciplinas que estudian el comportamiento humano han entendido que las respuestas a las preguntas tan complejas que se formulan, necesitan un enfoque multidisciplinar, en los que las Ciencias Sociales y las Ciencias Puras deben aunar esfuerzos para poder llegar a alguna respuesta más o menos convincente. Es razonable pensar que la posición en la escala jerárquica del grupo y el poder de influenciar a quienes rodean al individuo va a estar condicionado por una serie de variables sociales, educativas y culturales, pero también desde un punto de vista endógeno. En esencia el ser humano, como cualquier otro ser vivo, es una mezcla de productos químicos finamente ajustados y pequeñas variaciones en su composición pueden modificar y modifican el estado del organismo o incluso pueden determinar la viabilidad del mismo como ser vivo. Un ejemplo evidente de este hecho se encuentra en la alimentación o en la ingesta de productos tóxicos, algunos incluso en cantidades insignificantes. Las hormonas son unas sustancias químicas que, debido a su naturaleza, son capaces de controlar numerosas funciones en el organismo y lo hacen de una manera coordinada y extremadamente precisa. Desde que en 1905 Starlin y Maddock Bayliss acuñaron el término “hormona” (del griego hormao, excito) como mensajero químico hasta nuestros días, la Endocrinología como rama de la ciencia que estudia la anatomía, funciones y alteraciones de estas sustancias y de los órganos que las sintetizan y gestionan (glándulas), se ha mostrado como una disciplina clave para el estudio del comportamiento humano. Y es que algunas de estas hormonas tienen una función clave para la propia supervivencia del individuo tanto social, como física. La hidrocortisona, comúnmente conocida como cortisol, es una hormona que se sintetiza a partir de colesterol en la glándula suprarrenal. Cortisol Cuando el hipotálamo detecta una necesidad de energía debido a una situación de estrés, un nivel bajo de glucocorticoides en sangre o debido a una demanda de glucosa, por ejemplo por la detección de una situación de peligro, esta glándula libera una sustancia llamada CRH...
Orígenes del Budo 第9 章 (Dai 9-shō) CAPÍTULO IX
9. Religión y Artes Marciales A lo largo de la historia, nos hemos preguntado cuáles fueron los orígenes de las ArtesMarciales y con el paso del tiempo hemos visto que no solamente son imprescindibles y de vital importancia para saber defenderse y para sobrevivir, o incluso llevar una vida más sana y equilibrada acorde al mundo donde vivimos. Después de muchas décadas de investigación, de viajes de trabajo y de incansables entrenamientos, hemos podido ver algo más que la parte física, gracias a la experiencia recibida a través de grandes maestros o Sensei como se denominan en lenguaje japonés. Hemos podido experimentar de primera mano y de forma auténtica la “esencia” que durante milenios el hombre ha buscado y solo en contadas ocasiones ha podido encontrar o al menos haberla visto e incluso vivirla en su propio ser. Podemos decir que la verdadera “esencia” es como la luz que brilla al abrir los ojos cuando los tenemos cerrados y podemos sentir que estamos vivos, que a través de nuestros ojos de nuestra piel podemos sentir algo. Esa es la “esencia” de la vida. Cuando llegamos a casa y sentimos como nuestros seres queridos nos esperan para recibirnos con el calor del hogar. Cuando deseamos algo con toda nuestra alma y aunque nos cueste poco o mucho trabajo realizarlo, lo hemos deseado con tal fuerza, con tal energía que al conseguirlo sentimos la “esencia” de la felicidad. Cuando visito a mi Sensei y me enseña algún movimiento o técnica y veo que realmente funciona, como algo natural, algo que no es premeditado ni supeditado a ninguna ley de la física o algo que a priori podría parecer imposible, esa es la “esencia” de cómo se hacen las cosas de forma natural. Incluso cuando vas a saludar a alguien que hace tiempo que no ves, o deseabas verlo con mucha ilusión, ese contacto que se produce lo que suelen llamar “feeling” esa es la “esencia” de la unión de los seres humanos. La “esencia” está en todos y cada uno de los pasos que vamos dando en la vida, cada uno tiene algo que le hace feliz, algo que desea, algo a lo que aspira, esa es la “esencia” natural de vivir la vida, siempre intentando ser felices. Son muchos los caminos para conseguirlo y pocos los que logran verlo, y los que no llegan a verlo son los que son prisioneros de su propio ego, no se han encontrado consigo mismo, hay incontables formas de llegar a lograrlo y todas esas formas son el secreto la “esencia” de la vida, esa es la verdadera y auténtica filosofía de vida, con...
Historias de la Historia. El legado de Yasuhiro Konishi
Por Howard High Yasuhiro Konishi nació en 1893 en Takamatsu, Kagawa, Japón. Konishi Sensei comenzó su entrenamiento en artes marciales a los 6 años en Muso Ryu Jujitsu. Cuando ingresó al equivalente de una escuela secundaria occidental, comenzó a entrenar en Takenouchi Ryu jujitsu. Este estilo particular de jujitsu es conocido por sus fuertes patadas y golpes, muy similares al karate. A los 13 años, Konishi Sensei también comenzó a estudiar kendo. En 1915, comenzó sus estudios en la Universidad de Keio en Tokio. Mientras que el promedio de permanencia en una universidad es de cuatro años, Konishi Sensei permaneció en la Universidad de Keio durante ocho años debido a su amor por el kendo y el jujitsu. Fue el capitán del equipo de kendo de la Universidad de Keio y continuó como entrenador del club de kendo de la universidad después de su graduación. La primera observación de Konishi Sensei del «Te» (que más tarde se convirtió en karate) fue a través de un compañero de clase en la Universidad de Keio, Tsuneshige Arakaki de Okinawa. Konishi Sensei encontró las técnicas del «Te» (a las que hace referencia Arakaki) muy similares a las del Takeuchi Ryu jujitsu. Aunque Arakaki no era de ninguna manera un maestro de «Te», Konishi Sensei encontró que el sistema era muy interesante. Después de graduarse de la Universidad, empezó a trabajar; sin embargo, no estaba completamente satisfecho con su ocupación. Con el apoyo de su esposa, dejó su trabajo y abrió su propio centro de artes marciales en 1923 y lo llamó Ryobu-Kan («La Casa de la Excelencia en las Artes Marciales»). Aquí enseñó principalmente kendo y jujitsu. Konishi y Funakoshi En septiembre de 1924, Hironishi Ohtsuka, fundador del estilo de karate Wado-Ryu, y Gichin Funakoshi, fundador del karate Shotokan, llegaron a la sala de entrenamiento de kendo en la Universidad de Keio. Se acercaron a Konishi Sensei (quien había terminado de dar su clase), con una carta de presentación del profesor Kasuya de la Universidad de Keio. El Sr. Funakoshi preguntó si sería posible usar la sala de entrenamiento para practicar Ryukyu Kempo To-te jutsu. Por esos tiempos, era inaudito que una escuela de artes marciales permitiera a un maestro de artes marciales de otro sistema enseñar en su dojo. Dicha solicitud se consideraría un «desafío» para el dojo. Konishi Sensei, sin embargo, era un visionario en el sentido de que veía valor en el entrenamiento cruzado. Recordó el kata demostrado por Arakaki durante sus días universitarios y aceptó la solicitud de Funakoshi Sensei. Con la ayuda de Konishi Sensei, Funakoshi estableció un club de práctica de To-te en la Universidad de...
Orígenes del Budo 第8 章 (Dai 8-shō) CAPÍTULO VIII.3
8.Samurái (侍) (Parte-3) La vida económica del samurái en el período Kamakura dependía de los impuestos y territorios feudales garantizados a sus siervos, obteniendo nuevos dominios en función de los méritos en la batalla. También hubo conceptos éticos reflejados en la ideología de la ética samurái en el períodoKamakura. Por un lado, se afirma que la relación entre los señores feudales y sus vasallos se basó en la absoluta sumisión y sacrificio. Se relaciona con los sentimientos; el señor dio la tierra a sus vasallos y se sacrificaron libremente a su señor. Por otro lado, se afirma que los samuráis estaban sirviendo a su señor a cambio de una remuneración. Cuando el cambio no ha sido equilibrado el señor ejecuta las sanciones necesarias o el samurái simplemente requiere de más reconocimiento. El honor era parte de la relación entre señor y vasallo y el samurái era a menudo la elección entre la independencia y lealtad a su señor para ganar este honor. De hecho, en lugar de las relaciones entre señores y samuráis cambió sustancialmente en función del dominio. El honor samurái evaluado de una manera extrema e individual (es mejor morir que estar en desgracia). El samurái que encontró la muerte en la batalla valorizaba su honra y su reputación como un guerrero y deseó que esta reputación se transmitiera de generación en generación, tratando de ser de los primeros en arrastrar a sus hombres a la batalla y gritando su nombre al enemigo para probar su valentía. El honor era muy importante para el samurái y ser capaz de tener una muerte honorable con la intención de asegurar a sus descendientes ser tratados bien y recompensado por su superior. Tomamos como ejemplo un incidente en 1582 cuando las tropas de Uesugi Kagekatsu ( 上杉景勝) que estaban luchando contra las fuerzas de Oda Nobunaga (織田信長). En una situación crítica, y mientras uno de sus castillos estaba siendo asediada por las fuerzas de Oda, el samurái que defendía el castillo tomó la decisión de cometer Seppuku o harakiri, suicidio, porque se consideró desafortunado al ser capturado vivo por el enemigo, dejando su nombre para la posteridad. No sólo murió, sino que cada uno escribió su nombre en un trozo de madera y lo ató a un oído a través de un agujero hecho por ellos mismos. Sus nombres fueron registrados y sus familias fueron pagadas por Uesugi. Como dice en este episodio, Seppuku era la muerte honorable samurái. El abdomen era visto como el lugar donde el alma y los afectos se reunían y el samurái mostraba su integridad. El samurái tenía también su coraje y una sensación de...
Orígenes del Budo 第8 章 (Dai 8-shō) CAPÍTULO VIII.2
8.Samurái (侍) (Parte-2) A finales del siglo XII el Zen comenzó a calar entre los Samurái como religión de la voluntad instintiva depurada. Procedente de la India llega a China en el Siglo V y parece que se introdujo en Japón en el S. VI, aunque no encontró su asentamiento hasta el S. XII en Kamakura. El Samurái no solo era un guerrero era un artista que tenía que dominar diversos artes entre ellos era la ceremonia del Té es una recreación inspirada y creada por los monjes Zen, aportó a los nobles y a los Samurái de clase, “un frescor de espíritu engendrando la cortesía, la modestia, la paz del cuerpo y del alma incitando a la tranquilidad, la calma y el dominio de sí, sin orgullo ni arrogancia”. Cosa que convenía muy bien con la tendencia natural de los japoneses a la melancolía y su gusto hacia lo simple (Wabi), todo lo contrario, a la tendencia de China o en Occidente. Interesante referencia es el “Elogio de las Sombras65”, para ver ese gusto japonés. A continuación, vamos a mencionar a figuras de gran importancia y relevancia que se han conocido en la historia como verdaderos samuráis: A finales del siglo XII el Zen comenzó a calar entre los Samurái como religión de la voluntad instintiva depurada. Procedente de la India llega a China en el Siglo V y parece que se introdujo en Japón en el S. VI, aunque no encontró su asentamiento hasta el S. XII en Kamakura. El Samurái no solo era un guerrero era un artista que tenía que dominar diversos artes entre ellos era la ceremonia del Té es una recreación inspirada y creada por los monjes Zen, aportó a los nobles y a los Samurái de clase, “un frescor de espíritu engendrando la cortesía, la modestia, la paz del cuerpo y del alma incitando a la tranquilidad, la calma y el dominio de sí, sin orgullo ni arrogancia”. Cosa que convenía muy bien con la tendencia natural de los japoneses a la melancolía y su gusto hacia lo simple (Wabi), todo lo contrario, a la tendencia de China o en Occidente. Interesante referencia es el “Elogio de las Sombras65”, para ver ese gusto japonés. A continuación, vamos a mencionar a figuras de gran importancia y relevancia que se han conocido en la historia como verdaderos samuráis: Yoshitsume (1159-1189) (義経), apodado el Bayado (sin miedo y sin reproche), fue probablemente el héroe más ensalzado y más representado en el teatro Nōh (能) y Kabuki (歌舞伎). Sus victorias permitieron a su hermano convertirse en Shogun en 1192. Su victoria auténtica, a la edad de...
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