Yakusoku-Kumite (1)
Yakusoku-Kumite Pinan Shodan Al ser un trabajo un tanto extenso, semanalmente iré publicando un capítulo del estudio sobre el Yakusoku-Kumite en Shito-Ryu que he realizado recientemente, como es lógico está incompleto por lo que en un futuro intentaré ampliarlo. Espero que sea de vuestro interés, y como es lógico siempre estoy abierto a todas las sugerencias y apreciaciones que podáis aportar. (1ª Parte) Contenido Resumen En el presente estudio analizo desde una perspectiva integral los “Yakusoku kumite (約束組手) o Pinan Hokei Kumite”, por lo que parto de una base primordial para entender e interpretarlos correctamente, empezando por exponer los aspectos importantes del propio estilo Shito-ryu y el método Mabuni, “sus principios”, “el kata”, “el desplazamiento y la defensa”, “el kumite”, las bases del estilo y como no la explicación técnica del los 5 Yakusoku kumite. En Shito-ryu por su estructura técnica y su gran contenido en matices que lo diferencian de cualquier otro estilo, dimanado en gran medida sobre la base de los Cinco principios defensivos o Uke no Go Genri en los que el Maestro Mabuni empleó sus conocimientos de la Medicina tradicional china, y que parten en su esencia del Bubishi para estructurar dicho cuerpo técnico. No tendría sentido el intentar entender cualquier aspecto individual si no objetivamos el conjunto y la esencia del todo. EL BUBISHI (Fig.1) Así mismo tenemos que entender que el Maestro Mabuni no fue un simple karateka en el sentido de “luchador” o “practicante” en el sentido llano de la palabra. Fue un erudito, un estudioso de las artes marciales de las Ryu-Kyu, que convirtió su estudio e investigación en su forma de vida. De su gran conocimiento de estas artes surgió el estilo Shito-ryu. Yô-Ryû-Bi (Fig.2) Hay una frase que resume su forma de entender el estudio y práctica del arte que amaba el “Karate-Do” y en concreto el estilo que desarrollo, Yô-Ryû-Bi (用 流 美),Frase, refrán, dicho, teoría o principios, que no siempre son bien entendidos ya que al representar ideas abstractas no se comprenden en toda su profundidad. Pero lo cierto es que impregnó todo el contenido técnico y filosófico que el Maestro Mabuni nos lego, por lo que como no podía ser de otra manera también los Yakusoku-kumite se basaron en esta filosofía. Por ello los Yakusoku kumite son una forma viva, donde se encuentra un lazo inapreciable entre la apariencia y la realidad. Nuestro compromiso como practicantes de este estilo es investigar no solamente el movimiento aparente, sino también el “sentido oculto”. De esta forma aparecerá la calidad de nuestra experiencia y madurez. Introducción Principios técnicos del Shito-ryu: “El punto de partida del Karate es el...
Karate Superior: Karate Espiritual
El Budo japonés, el auténtico y verdadero, siempre se ha identificado un poco con la religión, con los dioses y así sus grandes maestros han alcanzado la categoría de «casi dioses» en el país del Sol Naciente. Pero cuando digo religión me refiero, por supuesto, a las religiones de Japón, patria del karate; es decir, al Budismo y al Shintoismo. en efecto, el enfoque y desarrollo del karate ha ido siempre paralelo a estas dos religiones. Sus motivos tiene y, como veremos también numerosos puntos en común que conforman ese paralelismo. El Budismo, creado por Buda, el «iluminado que fuera Sidarta Gantama», y desarrollado en la India hacia el siglo VI antes de Cristo bajo dogmas marcados por el Brahmanismo, no tiene unas doctrinas fijas, sino que, más bien, puede adaptarse a cada ocasión según la inspiración, como proclamaba el Maestro de la Secta Zen, dentro del Budismo, Muso Kokushi. Así reza en algunos Monasterios Budistas: «Mil monjes, mil religiones». El Budismo se basa en la meditación y su principal característica podría ser su especial culto a la muerte. En el siglo VI, en el año 538 concretamente, esta religión que ya había pasado a China algunos siglos antes, lo hace ahora al Japón, tras la enorme influencia de Bodhidarma (Daruma) creador del Budismo ZEN. En Japón ya existía otra religión autóctona, el Shintoismo, sin moral, sin filosofía y sin fundamentos. El Shintoismo o «Camino de los Dioses» da carácter divino y sagrado a cualquier rama, roca, insecto,… reverencia a los espíritus de los antepasados y de los mayores y su principal objetivo es la armonía con la Naturaleza. Por ello sus meditaciones, ritos purificantes,… tienen como base elementos de ésta, a los que otorgan el carácter de «Kami»; es decir, algo divino, aún sin importancia hasta ese momento. Más tarde, incluso edificarán, a veces, sus templos en remotos lugares en torno al «Kami». !Ah!, el Shintoismo no quiere dar culto a la muerte, a la que margina por no tener vida. Por eso es muy frecuente en Japón que la gente recurra a las dos religiones, al Shintoismo para momentos alegres (bautizos, bodas,…) y al Budismo en el momento de la muerte. en resumen, el Shintoismo da culto a la Naturaleza y busca la armonía con ella. BUDISMO Y KARATE El karate, desde sus comienzos, muy lejanos, en la India y China, ha evolucionado de la mano del Budismo y de Bodhidarma Daruma. Juntos se empezaron a desarrollar en la India, pasaron a China y más tarde al Japón. Pero esa comunión no es casual. Los verdaderos objetivos del karate en ese momento inicial fueron espirituales y...
Un-Soku. Formas de Entrenamiento
Para una mejor comprensión de Ko-go Kumite, tenemos que estudiar y entender los principios básicos para una correcta ejecución de ésta forma específica de Kumite. Si logramos hacer comprender que para llegar a Jiyu-Kumite (Combate libre) es necesario aprender primero la forma y luego táctica y estrategia. De ésta manera les estaremos dando a nuestros alumnos todos los elementos necesarios para una correcta compresión y mejor ejecución. En el apartado anterior, hablamos de Renzoku-waza (encadenamientos de técnicas), para ello, debemos practicar y estudiar Kata (desde el más básico hasta el más avanzado). Allí se encuentran todas las combinaciones que podemos llegar a utilizar, desde las más sencillas hasta las más complejas. Una vez que entendemos el término y la forma de Renzoku-waza, volvemos a los principios de entrenamiento (postura, respiración, un-soku, etc) y comenzamos a estudiar y entrenar Go-no-sen y Sen-no-sen. Un-soku: El trabajo de un-soku (deslizamiento fluido de los pies) es la base principal de las técnicas en Karate-do. Si nuestros movimientos son los adecuados y realizados en tiempo y forma correcta, lograremos el objetivo fundamental que es lograr el golpe perfecto, ejecutado con todo nuestro cuerpo y no solamente con el segmento (brazo o pierna) como sucede en ocasiones. Para ello, tenemos que conocer cuáles son los movimientos de Un-soku. Shiho ashi sabaki Uno de los conceptos más importantes aquí es: Shiho ashi sabaki, cuya traducción es: juego o desplazamiento de pie en distintas direcciones: Mae: adelante; Ato: atrás; Hidari: izquierda; Migi: derecha; Naname Hidari – Migi: adelante diagonal izquierda – derecha; Naname Hidari Ato – Migi Ato: atrás diagonal izquierda – derecha. El término “naname” significa diagonal. Yori ashi: El movimiento consiste en utilizar la contracción – expansión corporal utilizando el suelo. Con el koshi (bola del pie) de la pierna retrasada ejercer presión hacia el suelo y hacia adelante, el pie de la pierna adelantada avanzará al mismo tiempo manteniendo la distancia entre ambos. Al momento del impacto los pies siempre tienen que estar en total contacto con el suelo. Okuri ashi: Aquí el movimiento consiste en repetir el mismo concepto que para yori ashi, la diferencia radica en que tenemos que avanzar primero con el pie de la pierna más retrasada hasta donde se encuentra el pie de la pierna adelantada en un movimiento corto y rápido, desde allí volver a utilizar la contracción y el suelo para ir hacia adelante. Es importante que cuando hagamos impacto la planta de los pies, nuevamente estén en total contacto con el suelo, repitiendo en concepto de yori ashi.Naname Hidari – Migi: El objetivo aquí es ejecutar yori ashi (*) u okuri...
El tuishou en sus vertientes deportiva y tradicional
Recientemente he participado en un debate en las redes sobre el tuishou deportivo vs tuishou tradicional. Fruto de ese debate, surge este artículo intentando explicar que entiendo por tuishou tradicional, que por deportivo, sus puntos en común, sus cualidades antagónicas, las ventajas y desventajas de la práctica de cada modalidad. Antes que nada, he de advertir que a mi el tuishou competitivo no me atrae en absoluto. Pero es una herramienta, que bien utilizada, puede ser realmente útil. Arte marcial tradicional En primer lugar me gustaría definir que entiendo por un arte marcial tradicional. No tiene relación en principio con la antigüedad del sistema, sino con sus características. Para mi, un arte marcial tradicional, está enfocado en su aspecto más práctico, a la mera supervivencia. Por supuesto que un estilo tradicional, que ha perdurado en el tiempo, es en si mismo un tesoro cultural de incalculable valor, que ha de ser protegido y preservado. Por supuesto que suele venir acompañado de una serie de valores éticos, que han de ser respetados y preservados. Por supuesto que en su bagaje técnico, se incluyen muchos conocimientos que exceden de lo estrictamente marcial, constituyéndose en si mismos como excelentes sistemas de preservación y mejora de la salud, de progreso personal y por último, un camino de longevidad, que además hace que dicha longevidad, merezca la pena. Todo eso, es estrictamente cierto. Pero el TCC, es un arte marcial, creado por y para guerreros, que con dicho sistema intentan dar respuesta a sus necesidades más pragmáticas, donde destaca con especial intensidad la de volver vivo a casa cada noche. Si un arte marcial, cualquiera, pierde de vista este objetivo, a mi humilde entender, ya no es un arte marcial y por lo tanto, deja de ser un arte marcial tradicional. Tuishou deportivo El tuishou deportivo, es un deporte de combate, que consiste según la modalidad, en hacer que el rival mueva los pies sin que se muevan los nuestros, o en sacar al oponente de un círculo o hacerle caer, mediante empujes, tirones y maniobras similares. Puede ser algo extremadamente sutil o una simple lucha de toros, a ver quien forcejea más. Aunque se supone que esto no debe suceder, lo cierto es que termina siendo algo muy frecuente y aquí la fuerza propia, la velocidad, en fin la condición física más primaria toman gran valor, como en la mayoría de los deportes de competición. Sus fines, sus métodos y sus principios, pueden o no coincidir con los del TCC tradicional según quien sea el practicante, pero por lo general, podemos afirmar que son distintos y no sería descabellado entablar una distinción entre “tuishou deportivo”,...
Herencias intempestivas tras la pérdida del Tegumi
UN PASEO POR LA HISTORIA ALTERNATIVA DEL KARATE. Sexta parte. Herencias intempestivas tras la pérdida del Tegumi. Intempestivo quiere decir fuera del tiempo, pero no con eso se quiere decir “pasado de moda”, sino fuera de lugar. Sirva de ejemplo que preguntarse por si los centauros se comportan como caballos o como personas, está fuera de lugar para una persona actual, del S.XXI. Lo que no está fuera de lugar es lo que puede interesar. Y uno de los intereses actuales radica en, por ejemplo, en tener éxito. Voy a hablar de una tradición intempestiva. Pero antes y al hilo de lo exitoso… ¿de que consta el éxito de un maestro de karate en los tiempos que corren? Obviando la política, que nace y muere de los conflictos de intereses dentro y fuera del karate mismo, el secreto del éxito para un maestro actual está en el CONOCIMIENTO y la SABIDURIA. Quienes son capaces de SIMULAR eso, lo tienen todo. Ahora, la pregunta del millón es ¿Por qué extraña patología ha resultado imprescindible simular lo que se habría que tener? Por una pérdida irreversible. Tras la obliteración del sistema de combate original (TEGUMI) que posee en su interior las fórmulas de aplicación de los kata “KAISAI NO GENRI” (no exactamente el modernizado de goju-ryu), y haber dado la espalda a todos los fundamentos ocultos “OKUDEN” derivados de una práctica interna que proponía el karate inicial; lo que nos queda es el karate con el que nos han cebado y del que se ha hecho pasto…un karate con el pesebre vacío de contenido…en principio. Después ya se llenó. Siempre hay alguien dispuesto a llenar las cosas, aunque sea de estupideces. El almibarado karate que nos han legado en plena acción de llenado, fue el mal-denominado “TRADICIONAL”. Y como resulta difícil engañar sin mentir; el orientalismo despegó hacia Occidente estando en boga el recién fenómeno “new age”, lo que ha propiciado que nos hayan sabido dar exitosamente gato por liebre, vendiéndonos algo con las patas muy cortas, porque es MODERNO, pero…¡¡¡denominado “TRADICIONAL”!!! Como si fuese el “CLÁSICO” de toda la vida. De modo que, el karate “POST-MODERNO” que tenemos hoy en día (que reza a veces de ortodoxias irracionales y ridículas, mezcladas con un oscurantismo de términos orientales que se desconocen en la práctica, con el relativismo del “todo vale” con tal de dar sentido a lo que no lo tiene. A lo que hay que añadir el tan coherente como ingenioso kumite Occidental), es tributario del karate “TRADICIONAL” (moderno) que heredamos. Y la imagen de este karate «MODERNO» que se vende alegremente como “TRADICIONAL”, se apoya sobre tres pilares:...
Una Perspectiva gentil del Karate
Nunca lo que menos importa debe supeditarse a lo que más importa. Nunca debería ser la configuración externa o continente el motivo de la práctica, sino los elementos quintaesenciales. A tal alusión, hay una perla de sabiduría Oriental que reza así: Si usas las “técnicas” saldrás derrotado. Esto quiere decir que no son las “técnicas” y su glamour lo que verdaderamente importa, y que por extensión, no es mejor la burbuja del judo porque tenga predilección por las proyecciones, o el deslumbrón visual del aikido porque presuma de más luxaciones. Eso nos colocaría de espaldas a lo que importa. Porque lo dicho; las técnicas, sólo son la guinda del pastel, el acabado final del “vaporoso misterio” que verdaderamente importa: El aire sutil de la manera de proceder. El filtro fino de la TECNICA por antonomasia (no las técnicas). Los fascinantes principios que nos enseñan a hacer más con menos. No el retorcido mundo de las “mañas” que tanto ruido hace. Y lo digo porque nos consta que, vivimos la rosada nebulosa era de las artes mixtas, y por extensión, el cameo de un karate mixto, en donde por doquier nos ufanamos en blanquear el karate falsamente, engañando sin mentir al incorporar anárquicamente técnicas de otros sistemas sin tener en cuenta la compatibilidad de los fundamentos integradores. Gustando de lo ajeno más por ajeno que por bueno. Y quien felizmente adolece de la patología de incorporar al KARATE técnicas de otros artes, como un circo de notoriedad apariencial en aras de la coherencia del sistema, es que tiene un conocimiento de los artes marciales, que brilla por su ausencia hasta extremos desoladores. El KARATE ya tiene en sus katas variedad de técnicas de todas las coloraciones, no sólo las de golpeo. Aunque hay que aprender a verlas todas. Dicho esto, conviene señalar que, lo que diferencia al genuino KARATE «CLASICO» (de antes de 1.898) de otros sistemas, y del prosaico KARATE “TRADICIONAL” que camina por las calles de hoy (impuesto con la restauración Meiji como telón de fondo) son sus valores angulares, no las técnicas. Fundamentos que nada tienen que ver con los impostores de tres al cuarto que abriga el “establishment”, tan acriticamente, en el manufacturado KARATE «TRADICIONAL”, y que actúan con la hecatombe de un igualitarismo inaudito, bajando el listón para que lo entiendan los tontos…como por ejemplo: Asociar “kime” con la grotesca rigidez muscular instantánea en el impacto, en vez del espléndido flujo de “ki”. Disfrazar las posiciones de equilibrio estático y postureo brutal que deja bastante que desear, en vez del equilibrio dinámico que corresponde. Pensar que el concepto “hikite”, es llevar el brazo contrario a...
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