Karate con Síndrome de Down
Feb22

Karate con Síndrome de Down

Jesús Pindado  “Hola, quiero traer a mi hijo a karate, pero… tiene síndrome de Down, ¿podría apuntarle?”  Esta es una de las preguntas más frecuentes que algunas de las familias con hijos con Síndrome de Down se hacen a la hora de querer llevarlos a nuestros gimnasios.  Cuando las personas, en este caso los padres, se enfrentan a situaciones nuevas, la ansiedad puede aparecer en ellas como una preocupación a lo que puede venir, originando preguntas como la anterior, en donde las dudas llevan a un miedo ante aquello que no se conoce.  Por ello en este caso, nosotros como profesionales, lo primero que tenemos que hacer es tranquilizarles y darles nuestra confianza para que vean que su hijo en nuestras clases va a estar muy bien y lo que va a conseguir entrenando karate son muchas más ventajas de las que ellos piensan.  Entre estas ventajas están tanto las que tenemos a nivel físico, como las que encontraremos a nivel psíquico.  A través del entrenamiento en la clase de karate, el alumno con Síndrome de Down puede mejorar sus posibilidades de expresión, de relación y de movimiento tanto para sí como para los demás. Además, la práctica del karate provoca una mejora de la condición física en general, entendida ésta según el Diccionario de Ciencias del Deporte (1992), como la capacidad de trabajo físico del hombre y de la mujer, determinado por el grado de desarrollo de las cualidades físicas básicas.   Por ello a través del entrenamiento de karate, se mejorará el desarrollo motor trabajando las cualidades físicas básicas (velocidad, fuerza, flexibilidad y resistencia) y las cualidades motrices coordinativas (coordinación y equilibrio), mejoradas ambas a través del entrenamiento diario en la clase de karate.  Con el trabajo de la resistencia, se intentará mantener el peso ideal, pudiendo reducir así, este peso si es necesario y por tanto el volumen corporal, sin olvidar en ningún momento las posibles cardiopatías que puedan padecer.  En lo que se refiere a la velocidad, se desarrollará a través del entrenamiento específico de las técnicas del karate, ya que se exige siempre y de manera reiterada la máxima velocidad en su ejecución, o a través de formas jugadas que ayudarán además a la consecución de una mejora de la velocidad de reacción.  En relación a la fuerza, en entrenamiento de karate le ayudará a conseguir una canalización de esta, según la edad que tenga, ya que, al realizar las ejecuciones técnicas, se exige además de la máxima velocidad, un reajuste final (el kime), que les permitirá poco a poco, controlar la misma, además de provocar tonificación muscular, en todos los grupos musculares de forma...

Read More
La profundidad del Karatedo [2]
Feb20

La profundidad del Karatedo [2]

Imagen: h.koppdelaney II. Tres caminos, una práctica  La práctica y el entrenamiento del karatedo son inconmensurables. Es un método de autoconocimiento y de autodefensa que, a través de este maravilloso aspecto sin retorno que somos, nos permite vivenciar la realidad de los fenómenos y la naturaleza de las cosas, incluida la nuestra.  Ocurre que nuestra práctica no es del todo íntegra, solo vamos tras una cualidad de la totalidad. Nos gusta la fama, pero no la no-fama, queremos tener los mejores competidores obviando, a veces, a los que no lo son y en lugar de ser unos buenos maestros educando a todos, somos desdichados en querer conseguir prestigio y fama vagando en el mundo con retorno. Esto no es el verdadero karatedo, es solo karate. Este karate desde luego que es fantástico, está muy bien, mejor hacer esta actividad que otras, lo importante es quedar impregnados por la vía.  Todos sabemos el significado de los kanjis que componen la palabra karate. Sabemos que “Kara” significa vacío y “te” mano. Karate entonces es el entrenamiento de vaciar la mano. Mano sin nada y mano vacía. Este último es el camino que conduce a la defensa sin armas, solo con nuestros pies, manos, dedos, cabeza, etc. Si le añadimos el kanji “Do” debemos ser coherentes con la vía. Es la vía del desapego, de la verdadera libertad, de la tranquilidad tranquila. El karatedo es una excelente fuente de energía llena de vitalidad y fuerza, descubrirlo depende exclusivamente de nosotros. Vivimos nuestro arte solo desde la perspectiva del kanji “Te”, el mundo material, el Samsara, el mundo relativo, condicionado, incompleto. Siempre tras algo por no saber utilizar esta fuente siempre fresca. Utilizamos el karate para nuestro beneficio aun haciendo daño al contrario, pero debemos saber que el contrario no es el mismo, pero tampoco diferente a nosotros.  Nos falta descubrir a través de nuestra práctica-entrenamiento el “Do”, el vacío que nos lleva al desapego total, la libertad absoluta. El karatedo es una vía activa, mágica. ¿Dónde se encuentra el kata antes de su forma? Haz karatedo sin ser, sin desear, sin hacer, sin tener. Utiliza esta herramienta valiosa que nos puede hacer descubrir la serenidad y la paz de nuestra existencia, en lugar de la discusión y el conflicto. Tenemos que abandonar la búsqueda de fama, prestigio, honores y la búsqueda superior.  Y allí donde está el “Do”, el Nirvana, más allá de todo ello hallarás la paz. Esta paz añorada no hace presencia al caer en la trampa de pensar en ella. No es que no esté, es que debido al pensamiento no nos deja impregnarnos de ella. Cuando paras y cae...

Read More
El trabajo de la consciencia en el Karate
Feb17

El trabajo de la consciencia en el Karate

Es curioso que tanto siendo profesores como alumnos muchas veces no seamos conscientes, valga la redundancia, de lo que el Karate nos aporta a nuestra consciencia, tanto emocional como física. Aunque creo que realmente en cualquier actividad que hagamos podamos llegar a ese estado de «consciencia plena», con el Karate, a lo largo del tiempo y a corto plazo clase a clase, los resultados son increíbles, tanto con niños como con adultos. A nivel emocional hay muchísimos estímulos en el día a día de un karateka que nos ayudan a ser conscientes de nuestros sentimientos y de nuestras emociones, pero por supuesto tenemos que estar abiertos a sentirlos y a aceptarlos como propios, sin luchar contra ellos. Podemos y debemos escuchar nuestro interior en nuestras acciones cotidianas y eso nos ayudará a conocernos a nosotros mismos y forjar nuestro «DO». Hay casos muy obvios en los que los sentimientos brotan desbocados por nuestros poros: enfrentarse a todas las miradas de nuestra clase siendo el foco de atención haciendo un kata en medio del tatami mientras todos nos observan, cuando nuestro maestro nos confía una responsabilidad como por ejemplo enseñar un kata a algún compañero, o una prueba para subir de grado. En cualquiera de estos momentos no es difícil «escuchar» nuestro interior, pues las emociones (obviamente dependiendo de nuestra personalidad y lo acostumbrados que estemos a hacerlo) están a flor de piel; en estos casos quizás lo más difícil sea distinguir cual o cuales son las predominantes. Pero hay otros casos, que ocurren, como he mencionado antes, en el día a día que muchas veces pasan inadvertidos. Por ejemplo, si un alumno nuevo aparece en nuestro dojo, algunos quizás sientan cierto recelo hacia él, otros ganas de ayudarle, otros quizás sientan en su interior el recuerdo de cuando acudieron ellos mismos el primer día a aprender karate. Al fin y al cabo, cada persona es un mundo y una misma situación es enfrentada de forma muy distinta por cada una, y por eso es importante, y divertido (al menos yo lo pienso así), el observarnos como en tercera persona e intentar ser conscientes de qué sucede en nuestro interior (sin descuidar la clase, por supuesto). Otras acciones cotidianas en las que podemos intentar «escucharnos» pueden ser qué sentimos si llegamos tarde a clase (vergüenza, pena, nos da igual porque pasamos del tema -hay de todo en esta vida-), cómo nos sentimos al observar que no nos termina de salir bien la combinación de kihon correspondiente (frustración, desánimo), o por ejemplo al hacer kumite y «ganar» a nuestro compañero (pongo «ganar» entre muchas comillas pues sobre eso se puede hablar...

Read More
El Tao del Guerrero. El camino.
Feb15

El Tao del Guerrero. El camino.

“Hay una pregunta que un guerrero tiene que hacerse obligatoriamente: ¿Tiene corazón este camino?” (1) Cada momento de nuestra existencia es único. Si el camino es sinuoso estamos ante la oportunidad de dirigirnos hacia la perfección, cada recodo es un obstáculo a superar y una oportunidad de superarnos y de poner en práctica los principios del guerrero. Pero constantemente nos haremos esta pregunta: ¿este camino es el camino correcto? De nuevo C. Castaneda en boca de don Juan nos dice: “Todos los caminos son lo mismo: no llevan a ninguna parte. Sin embargo, un camino sin corazón nunca es agradable. Un camino con corazón resulta sencillo: a un guerrero no le cuesta tomarle gusto; el viaje se hace gozoso; mientras un hombre lo sigue, es uno con él”. (1) Dedicar tiempo y esfuerzo es gratificante siempre que disfrutemos con ello, siempre que vivamos el momento sintiendo que pueden ser los últimos minutos de nuestra vida, por lo que hay que experimentarlos en completo equilibrio. En los principios fundamentales del confucianismo vemos que el concepto de equilibrio es pues la perfección. Nos apunta que conocer el equilibrio es ser perfecto, y por lo tanto nos acercamos al conocimiento del bien. Según esta filosofía el medio de alcanzar este conocimiento es racionalista y humanista, por lo que difiere del camino que más tarde desarrollaría el budismo mediante la meditación. Cuando el Bujitsu se convierte en Budo las artes marciales se transmutan al camino del Ren (*). Tao, Ren, Do. Cada uno puede ser interpretado según su origen filosófico, son diferentes y son lo mismo, al interpretarlos se pierde su esencia por lo que se convierte en algo personal e interno, e incluso espiritual. Es imprescindible saber cómo podemos transitar el camino. El libro del Tao de Lao zi (2), nos dice: Actúa sin actuar, Ocúpate en no ocuparte en nada, saborea lo que no tiene sabor. Ten por grande lo pequeño y por mucho lo poco, responde con la virtud a los que mal te quieren. Intenta lo difícil en lo fácil, realiza lo grande en lo menudo. Las cosas difíciles del mundo comienzan por lo fácil, y las cosas grandes del mundo por lo menudo empiezan. Por eso el sabio nunca realiza cosas grandes, y así es como puede llevar a cabo grandes cosas. Quien promete a la ligera por fuerza gozará de escaso crédito, quien juzga todo fácil por fuerza hallará todo difícil, de ahí que el sabio tenga todo por difícil, y así nunca tropieza con dificultades. El camino no es solo algo externo, aunque en el exterior está el aprendizaje, es un camino de pruebas y dificultades...

Read More
La profundidad del Karatedo
Feb12

La profundidad del Karatedo

Imagen de Edwin1710 Trabajo realizado para el examen de 6º Dan, por Juan Carlos Hernández Torrubias. Monje Zen «Ten Zen». INDICE: I. Educación sin palabras  II. Tres caminos, una práctica  III. Mis comienzos  IV. El Do  V. Karate deportivo competitivo  VI. Hacia dónde  VII. Sin el sentir se descubre  VIII. La profundidad del Tsuki  I. Educación sin palabras  No entiendo la educación en el karatedo como algo reglado, que lo es, o académico, que lo es, y menos si es con el fin de tener éxito en nuestras vidas como practicantes, que lo puedes tener. Sí creo en la disciplina que el karatedo nos aporta como herramienta para equilibrar nuestras decisiones y acciones, siendo estas correctas ya sean pensamientos, palabras o gestos, en nuestra práctica-entrenamiento y además aplicarlo en nuestra cotidianidad.  El karatedo es un método educativo con una pedagogía activa y lo hace a través del cuerpo, entendiendo el cuerpo como una unidad indivisible con respecto a la mente, y la mente, como una unidad indivisible con respecto al cuerpo. El cuerpo y la mente no son dos características diferentes en el ser humano, aunque lo sean. Si escuchamos al cuerpo total, nos transmite activamente modales desde nuestro nacimiento. Después llega el conocimiento.  Cuando asistes por primera vez al dojo te enseñan el valor del respeto a través del cuerpo, antes de explicarte qué es el respeto. Así, la acción intuitiva y pura surge de forma natural de este CUERPO. El conocimiento viene después, interpretándolo, y esto nos puede causar confusión con respecto a la acción, al querer darle sentido intelectual a lo que es. Es por esto que el karatedo es vacío de intelectualización, de subjetividad y objetividad. El karatedo es pura intuición en sí mismo. Así es como mis maestros me lo han transmitido.  En mis inicios, recuerdo cuando iba al dojo y me lavaba los pies antes de entrar en él o de pasar la mopa antes de comenzar la clase, nos saludábamos con bondad y gratitud, nos esforzábamos sin recompensa, en definitiva, nos respetábamos con humildad, sin darnos cuenta nos formábamos en valores como auténticos seres humanos, sin ser éstos, valores con valor. Lo hacíamos a través del esfuerzo y la constancia. Estos modales no eran parte intelectual de la práctica, sino que eran la práctica en sí, a través del entrenamiento sin palabras, es decir, solamente podían ser explicados a través del cuerpo y de la acción, no del intelecto.  En mi modesta opinión, esto da un valor transcendental a nuestro arte y es revelador para la educación desde la infancia. Dentro de nuestro arte, creo que esto se va perdiendo. Hablo de...

Read More
El Tao del Guerrero
Feb06

El Tao del Guerrero

Los que nos consideramos “buscadores” pasamos nuestra existencia, ante todo, buscando algo que dé sentido a nuestras vidas y olvidamos frecuentemente que es la forma en que decidimos conducir nuestra cotidianidad lo que le da verdadero significado y propósito a la misma. Cuando nos decidimos conscientemente a seguir el camino del guerrero -hombres y mujeres-, nos resulta más fácil no dejarnos intimidar por los miedos ni por aquellos que critican nuestra forma de actuar y de mostrar la visión de nuestra verdad. Nuestra actitud como guerreros se basa en la dedicación, disciplina, compromiso y ante todo la búsqueda de la impecabilidad. Como decía John Roger: “he aprendido lo que significa ser un Guerrero por necesidad práctica” (1). He utilizado decenas de formas para transitar ese camino. Comencé leyendo incansablemente cuando sólo contaba con 11 años, transité por los caminos de la montaña donde cada cima conseguida era un reto superado, por fin conseguí comenzar la práctica del karate y ya son 46 años en esta vía. En el camino mucho aprendizaje, desilusiones, alegrías y como no, desengaños… En esta búsqueda personal, el desapego, el respeto hacia todo ser vivo, la empatía, a llegado a formarme interiormente, lo que considero en parte transitar el camino del guerrero. Una cosa está clara: los “movimientos” que pregonan conseguir todo sin esfuerzo son una quimera, ya que se requiere una gran cantidad de trabajo consciente y disciplina para alcanzar una pequeña zona de seguridad, aquella donde lo que al principio nos parecía complejo e insuperable se presenta de una forma fácil y sencilla. Las cosas no cambian, todo está donde estaba y como estaba. Somos nosotros los que poco a poco nos transformamos y eso supone esfuerzo, dedicación y disciplina. Decía John Long “El trabajo es un proceso, y ese proceso dura toda la vida (…) Las cualidades que saques a relucir el día definitivo serán exactamente las mismas que has estado cultivando durante el entrenamiento” (2). Tu forma de vivir y ver las cosas cotidianas y los momentos especiales serán los mismo que has trabajado en el dojo. Empecemos por las definiciones: ¿Qué es el “Tao”? El término “dao” en su origen significaba y significa “camino”. Ya en la época Chun Liu se utilizaba la expresión “tian dao” (camino celeste) para designar las órbitas de los astros. Otras veces, el ideograma “dao” representaba la ley que rige la vida del hombre, su felicidad y su desgracia, sus éxitos y sus fracasos, su nacimiento y su muerte. Luego pasó a significar, en una aplicación semántica, “método” o “procedimiento”. También encontramos, desde antiguo, el término “dao” en la acepción de “doctrina”, “enseñanza”, derivación de...

Read More