Contextualización científica del aspecto marcial del karate-do
Roberto González Aramboure PHd. Hanshi En la mayoría de los casos, cuando le comunicamos a alguien que estamos practicando karate-do, a nuestro profano interlocutor le asalta la siguiente duda: ¿lo haces como deporte o como arte marcial? El punto es… ¿acaso son contradictorios? Como este carácter excluyente se basa en conceptos empíricos, lo abordaremos desde un enfoque científico. Al definir un sistema de pelea como un arte marcial, comúnmente se caracteriza por la disciplina, el respeto, la organización y la perfección en las ejecuciones entre otros aspectos. Lo erróneo de esta caracterización estriba en que, si bien es cierto que en las llamadas artes marciales todos estos aspectos están ponderados, por su parte absolutamente todos los deportes, en mayor o menor medida, tienen presentes estos aspectos, y en ninguno de los casos se definen como artes marciales. La solución, pues, hay que buscarla en otra dirección. Bien sabido es que, las artes marciales devenidas deportes de combate, han precisado una serie de aproximaciones sucesivas donde se ha delimitado tanto las técnicas a realizar como las zonas de ataque permisibles, así como la reglamentación espacio-temporal de las ejecuciones entre otros aspectos. Pero dichas variaciones no dan al traste, al menos no totalmente, con el aspecto marcial y tradicional del karate-do. En los tiempos modernos, de manera general, el practicante de karate-do en busca de un trofeo o cinturón de mejor color, trata de ser más rápido, fuerte, resistente y flexible; así como dominar un mayor número de técnicas y aplicarlas lo mejor posible. Eso, sin duda alguna, con buenos resultados, lo cataloga como un destacado deportista. Pero…¿cómo karateka también? Valoremos. Las artes marciales tuvieron su origen en el continente asiático en tiempos remotos, y en todos los casos han estado permeadas de un aspecto interno relacionado con diversos indicadores mentales como la visualización, respiración, concentración y energización entre otros, muy comúnmente tergiversados en la actualidad como místicos. Al comparar sobre esta base, al karate-do y el resto de las artes marciales, con los otros deportes, vemos que aquí sí estriba la diferencia erróneamente identificada con anterioridad. Al respecto hemos podido constatar que la mayoría de los sensei de karate-do insisten en mantener vivo el aspecto marcial del karate-do, pero esto no siempre es posible debido a la dificultad de articularlo en el contexto científico del entrenamiento deportivo moderno, escenario donde se materializa fundamentalmente el karate-do en la actualidad. En artículos nuestros anteriormente publicados en esta propia revista hemos hecho alusión a la necesidad de utilización de estos aspectos marciales en el proceso de preparación del karate-do, basados en autores considerados clásicos tanto en la metodología del entrenamiento deportivo moderno, como...
Caracterización integral del Karate-do
Roberto A. Gonzalez Haramboure, PhD. Hanshi. En este artículo se aborda el tema de la caracterización integral del Karate-do, puesto que en la bibliografía consultada no se ha encontrado dicha caracterización, tan importante punto de partida para casi todo el trabajo, solo criterios aislados referidos a algunos tipos de preparación. Esto reafirma el planteamiento de Hernández, J. (1992) al definir el grupo donde se insertan las artes marciales y deportes de combate como uno de los menos conocidos, y sobre los cuales existe menos coincidencia en las publicaciones científicas por lo cual, en aras de materializar el diseño de dicha caracterización integral, tomamos como referencia los requisitos prestablecidos en el Reglamento Competitivo Internacional referidos a cada uno de los tipos de preparación, enriqueciéndose con el criterio de diversos autores. 1. Clasificación Metodológica Según la gran variabilidad de los contenidos a aplicar en el Karate-do, así como las múltiples formas de ejecución, Valdés, E. (1998) planteó que el karate-do es un deporte de combate, con ejecuciones acíclicas. 2. Preparación Física Según el Reglamento Competitivo Internacional (W.K.F. 1999), el tiempo de duración de los kumite (combates) oscila entre 2 y 3 minutos, predominando las ejecuciones vigorosas. Este criterio, tanto de volumen como de intensidad, se corresponde en gran medida con la ejecución de las kata (formas).Esto demuestra que en el Karate-do prevalece un basamento bioqímico-fisiológico mixto-variable, donde predominan los mecanismos de obtención de ATP por vía anaerobia lactácida (Glicolíticos), aunque también se incursiona en los mecanismos alactácidos (fosfágenos). Este criterio es defendido por Fernández, L. (1994), Roy, M. (1994) y Valdés, E. (1998). 2.1 Principales capacidades físicas Dentro de las diversas clasificaciones de las capacidades físicas existentes, en este trabajo se tomó partido por el criterio de Ruiz, A. (1989), puesto que dicho autor las organiza según su predominio energético o neuromuscular según sea el caso. De este modo, las principales capacidades a desarrollar en el karate-do son: Condicionales: Simples: Rapidez de traslación. Complejas: Fuerza rápida y Resistencia a la rapidez. Coordinativas: Simples: Adaptación a los cambios motores. Complejas: Agilidad Especiales: Rapidez de reacción, anticipación y diferenciación. Movilidad articular 2.2. Principales planos musculares En este tipo de preparación también es importante conocer los planos musculares más utilizados, que según Grosser, M. – Muller, H. (1989), y reafirmados en la revista “Muy interesante” No. 225 del 2000, son: Extremidades superiores: Bíceps y Tríceps braquial, Supinador largo y Flexo-extensor de los dedos. Tronco: Pectorales, Abdominales y Dorsales. Muslo-cadera: Cuádriceps femoral, Psoas ilíaco, Tensor de la fasia lata y Glúteos. Extremidades inferiores: Gemelos, Abductores y Flexo-extensor de los dedos. 2.3 Principales fibras musculares Estos planos musculares, según Valdés, E. (1998), es necesario desarrollar fundamentalmente...
Las técnicas o los katas del Karatedo Ser o no ser. Esa es la cuestión
Roberto Gonzalez Haramboure PhD Hanshi Necesarias palabras iniciales En lo personal encontramos las artes marciales, y específicamente el Karatedo, como lo mejor del mundo, y no nos imaginamos vivir sin él. Incluso aunque desde el punto profesional desde hace unos años nos hemos dedicado mayormente a otras tareas como docente, metodólogo, investigador, preparador físico, fisioterapeuta y otros; nos enorgullece reconocernos como nuestro primero y más importante trabajo: maestro de artes marciales. En ese sentido, aún cuando amamos el arte marcial, y precisamente por eso, es por ello que hemos dedicado incontables esfuerzos en su perfeccionamiento, para lo cual nos hemos visto precisados a detenernos en aquellos aspectos no muy bien planteados o tratados. Declaramos esto porque estamos conscientes que toda acción siempre trae consigo personas que, con razón o sin ella, asumen el rol de seguidores o detractores. En nuestro caso, debido a que en nuestros trabajos criticamos el Karate y las artes marciales desde diversos puntos de vista, también recibimos muchos criterios a favor y en contra. Aquellos a favor nos honran y aquellos en contra, siempre que sean bien comprendidos y bien intencionados, son los que encontramos más útiles para mejorar nuestra obra. Los otros con planteamiento sin base o con dudosa intención… todos tienen derecho a expresar su criterio, e igualmente se les escucha y respeta. Introducción En el lenguaje popular de muchos países, para indagar sobre alguna controvertida relación jerárquica o lógica entre varios elementos de una misma situación, objeto o fenómeno; se alude a dos ejemplos como: el huevo y la gallina, o la semilla y el árbol. Ambos ejemplos mantienen una indisoluble relación cíclica de dependencia, pero realmente resulta difícil delimitar cuál va primero o es más importante que el otro. Esa misma polémica aplica para algunos aspectos de las artes marciales, fundamentalmente el Karatedo, específicamente con respecto a las técnicas aisladas y su integración en el kata. Como es bien conocido que las artes marciales son una forma de educación, para solventar esa situación nos basaremos en las dos principales ciencias que garantizan el adecuado proceso docente-educativo: La Pedagogía y la Didáctica. Fundamentación La Educación, según Danilov y Skatkin (1980) se reconoce como el: “conjunto dinámico y complejo de actividades sistemáticas, mediante el cual se interrelaciona la acción de los educadores y educandos y está encaminado a la formación y desarrollo del colectivo, así como de cada uno de sus miembros individualmente.” 1 En ese caso, además, es necesario recurrir a la Pedagogía, definida como el conjunto de saberes que se ocupan de la educación como fenómeno típicamente social y específicamente humano, que tiene por objeto el estudio de la educación con...
El karate-do desde la óptica de la física mecánica
Roberto González Haramboure PhD Hanshi Introducción «Sensei» Newton dice… Mientras aprendemos una actividad física cualquiera que ésta sea, en más de una oportunidad nos hemos preguntado por qué debemos respetar tantos patrones técnicos. La esfera de las artes marciales, y el Karate-do en particular, debido a la complejidad de sus exigencias, no está exenta a este fenómeno. Bien es sabido que, según los clásicos de la esfera deportiva como Ozolin, Harre, Matvéev y otros, la técnica garantiza realizar un movimiento con un mínimo de esfuerzo y un máximo de eficacia pero… ¿Qué hay detrás de esa frase? La respuesta a esta interrogante pudiera buscarse en diversas ciencias como la psicología, fisiología y otras, pero en este caso nos basaremos en la más simple de todas a nuestro entender: La física mecánica, que busca la explicación de los cuerpos y sus movimientos, y dentro de ella no puede obviarse las leyes de Sir. Isaac Newton. El ejemplo tomado en este artículo es el de la técnica más usada en el Karate-do, como es el Suki o golpe directo con el puño. Sin profundizar en la historia de las artes marciales ni otros sistemas de pelea, que no es objetivo del presente trabajo, es necesario indicar que el hombre se vio forzado a aprender y perfeccionar su forma de pelear para defender su vida (ya fuese de los animales o de sus semejantes) de ahí la importancia de una exitosa ejecución en la pelea. Cuando estamos aprendiendo (y perfeccionando) la técnica del Suki en el dojo, nuestro sensei hace particular énfasis en diversos aspectos esenciales. Seguidamente trataremos de fundamentar la importancia de estos aspectos, que buscan como premisa principal incrementar la potencia del golpeo. Los saltillos Cuando estamos en la guardia (kamae) siempre nos indican que debemos realizar un movimiento de vaivén con los talones, como mismo realizan los boxeadores, esgrimistas y porteros de fútbol, balonmano, hockey polo acuático y otros deportes. Con ello solo se está cumpliendo la primera ley de Newton (de la inercia) que define: «El estado de reposo o movimiento rectilíneo uniforme (MRU) de un cuerpo se mantiene mientras sobre él no actúen otros cuerpos o las acciones de éstos se compensen». Sobre esa base, mientras estemos inmóviles en la guardia (reposo), será más difícil comenzar a movernos (MRU). Esta puede asumirse como la primera fuerza que actúa a favor de la técnica a ejecutar. Empuje de la pierna de apoyo Desde el kamae, la primera acción consiste en un vigoroso empuje con la pierna atrasada contra el suelo, muy similar a la arrancada de los corredores de velocidad o los saltadores. Una vez más estamos haciendo...
Consejos para una exitosa clase de artes marciales
Roberto A. Gonzalez Haramboure, PhD. Hanshi. En el contexto de las artes marciales coexisten dos hemisferios en una eterna lucha por la supremacía: tradición y desarrollo. En ese mismo sentido hemos referido en incontables oportunidades que, siempre que se conozca la esencia de cada una de esas categorias, las mismas pueden trabajarse de manera paralela y complementarse una a la otra. No obstante muchos maestros no piensan del mismo modo y, aún con la mejor intención de mantener la tradicionalidad del arte marcial, hacen caso omiso a una serie de aspectos vitales para el adecuado proceso de aprendizaje, desarrollo y educación. Esa decisión deriva en errores que traen consigo no solo el hecho de un mayor y más complejo trabajo a realizar, sino incluso en la formación de sus alumnos. Es por ello que en el presente trabajo nos dedicaremos a abordar los principales aspectos generales que, basados en diversas ciencias, aseguran el funcionamiento exitoso de una clase de artes marciales. Del mismo modo ello permitirá superar algunas de las limitaciones que hemos apreciado en diversos paises, cuyo origen es consecuencia de algunos pardigmas existentes. ASPECTOS GENERALES Un aspecto desafortunadamente muy habitual en las artes marciales es la improvización de la enseñanza. Razón por la cual el primer elemento a tener en cuenta para lograr un adecuado proceso es la planificación previa. Ello permitirá no solo lograr mejor los objetivos trazados, sino optimizar el tiempo y recursos a utilizar. Otro elemento constatado con gran nivel de generalización en las clases de artes marciales es la repetición de actividades, lo cual provoca desmotivación y estancamiento en el desarrollo. En ese sentido, recordar que en toda clase debe haber siempre algo nuevo. Igualmente con respecto a los métodos de trabajo, fundamentalmente se utilizan las repeticiones. Por el contrario los juegos (incluso para los adultos) han demostrado un importante papel motivador y dinamizador de las acciones. ASPECTOS ESPECIFICOS En ese caso, debe tenerse en cuenta que la clase se divide en tres partes: PARTE INICIAL Para esta parte de la clase, el tiempo debe ser entre un 10 y un 20 % del tiempo total. Como primer paso, antes de comenzar la clase, debe explicarse a los alumnos los objetivos a lograr y las formas de trabajo a realizar. Eso es para garantizar un mejor entendimiento previo. Para que la influencia de la clase sea integral, deben tenerse en cuenta los siguientes objetivos: – Físico (biológico): relacionado con el desarrollo de capacidades y funcionamiento orgánico. – Instructivo (Técnica y táctica): relacionado con el aprendizaje o perfeccionamiento de acciones. – Educativo (psicológico): relacionado con las formas de pensar o actuar. Al comenzar...
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