El Adversario
Observo que a medida que avanza el tiempo, mayor es la orientación deportiva la que impera en los ámbitos marciales, quedando la faceta marcial (jutsu) y la faceta espiritual (Do) en un plano secundario cuando no anecdótico o testimonial. Ello nos lleva a que algunos de los elementos que antaño eran los protagonistas, queden relegados al olvido o la confusión. Es mi intención compartir algunas de las conclusiones a las que me ha conducido la práctica del Goshin, para dar luz sobre algunos de estos aspectos de los que poco sabemos, mas allá de la nomenclatura en japonés (en el mejor de los casos) En primer lugar deberíamos colocar al “otro” -al agresor- en el papel que le corresponde para evitar así generalizaciones y simplificaciones, que en poco ayudan a la hora de ajustarnos a aspectos tan elementales de la respuesta como son la proporcionalidad, la congruencia y la oportunidad. Debemos distinguir entre algunos términos que aparentemente sinónimos, deben ser considerados en su correcta dimensión para evitar la sobreestimación o subestimación, calibrando de manera correcta el rol de quien tenemos al otro lado lo que deberá determinar nuestra conducta coherente: Rival Generalmente quien tenemos enfrente en una competición deportiva. Los dos buscan lo mismo, y la victoria de uno significa la derrota del otro. No tiene porque haber enemistad ni antagonismo afectivo. Adversario Trata de conseguir algo que te pertenece. Su móvil tampoco tiene porque ser personal, sino material. Un atracador quiere nuestro dinero, no es su finalidad hacernos daño físico. Enemigo Hay algo personal, su finalidad es destruirte, hacerte daño. Los medios para conseguirlo son secundarios, incluso pueden ser poco evidentes incluso ocultos, de forma que sea difícil demostrarlo. Es mas que habitual encontrarnos en los ámbitos marciales, con ese grado de simplificación, mediante el cual, convertimos en enemigos a todos cuantos de una u otra forma están en una situación diferente de la nuestra. Bien sea porque sus creencias, opiniones, acciones, intereses, posiciones, necesidades etc. sean diferentes de las que nosotros tenemos. En cierta manera, se trata (se aprecia claramente en ámbitos deportivos) de sacar un grado extra de motivación para vencer al contrincante, pues si en vez de considerarlo rival lo consideramos enemigo, es mas fácil que uno pueda dar el 100% de si mismo. Lo pernicioso del sistema es que al final uno acaba por creerse lo que en un principio no era mas que una estrategia. Otro inconveniente de generalizar y tratar a todo lo distinto de mi como errado, equivocado o enemigo, es el grado de hostilidad que genera, posicionándonos en una estructura mental dogmática e inflexible que genera en los demás una...
Aspectos personales de intervención
José Luis Prieto Méndez C.N. 7º Dan Conoce a tu enemigo y conócete a ti mismo; en cien batallas, nunca saldrás derrotado. Si eres ignorante de tu enemigo pero te conoces a ti mismo, tus oportunidades de ganar o perder son las mismas. Si eres ignorante de tu enemigo y de ti mismo, puedes estar seguro de ser derrotado en cada batalla – Sun Tzu en “El Arte de la Guerra” Es realmente frecuente en el ámbito marcial, interpretar las acciones defensivas en clave exclusivamente técnica. Así pensamos y entrenamos: si me atacan de esta manera, reacciono de esta o estas formas. Si me sujetan de este modo, tengo estas otras alternativas. Se reduce entones el entrenamiento a la adquisición de una serie de habilidades marciales, configurando todo el sistema defensivo en torno a ellas. Éstas, aún siendo importantes, sólo se corresponden con uno de los tres elementos que intervienen en todas las situaciones y que forman parte integral de la naturaleza humana: hacer, sentir y pensar. Conductual Se corresponde con el hacer, entendiendo este apartado como la capacidad motora y gestual configurada por la cantidad, variedad y calidad de los elementos técnicos. Es el elemento protagonista, lo evidente, la cima del iceberg. Por ello le dedicamos gran parte del tiempo en el entrenamiento; pero quizás debiéramos considerar otros elementos, que siendo menos evidentes y conscientes condicionan los anteriores determinando su eficacia. La parte positiva es que en situaciones de agresión directa, las reacciones condicionadas por el entrenamiento nos llevarán a una eficacia y contundencia reales. El inconveniente, viene dado si solo trabajamos este aspecto, pues podemos llegar a interpretar todos los conflictos en clave de lucha o pelea, incluso los conflictos interpersonales, quedando restringida nuestra actuación exclusivamente a los términos de ganar-perder y limitando considerablemente nuestras posibilidades de comunicación y resolución de los problemas; convirtiéndonos en personas reactivas y sin libertad de elección real. No es infrecuente encontrarnos a personas del ámbito marcial con unos perfiles de conducta agresivos, debido a este fenómeno. Emocional Son los elementos emocionales, dicho de otro modo, lo que sentimos; las respuestas fisiológicas y orgánicas que se producen en una situación tan estresante como pueda ser una pelea.Del control y gestión de esas emociones (el autocontrol) dependerá la capacidad de aplicación de los elementos técnicos del anterior apartado. De nada sirve la cantidad de explosivo, sino poseemos el detonador para activarlo.La ventaja de ser reactivos emocionalmente es que podemos pasar de 0 a 100 en un instante. Este grado de activación viene determinado por el nivel de peligro que sentimos, que pone en funcionamiento todos los resortes de supervivencia y por tanto de...
Shin – La mente del budoka
José Luis Prieto Méndez C.N. 7º Dan En las artes marciales existen tres elementos sobre los que descansa la practica y que determinan el nivel de eficacia en las acciones, como también, son muestra del desarrollo evolutivo del budoka. Nos referimos al: TAI Concierne a los aspectos físicos, a la corporalidad del gesto y del movimiento. Las capacidades y cualidades físicas están inmersas en este apartado. GI Es el aspecto técnico, en el que la premisa básica consiste en conseguir la mayor eficacia con el mínimo esfuerzo. SHIN Concepto muy genérico que podemos traducir como espíritu, mente, corazón y que se hace explícito mediante las actitudes hacia las cosas y antes las situaciones. Estos tres elementos se dan de forma simultánea en todas las acciones, pues son interdependientes; sin embargo, para su estudio y mejor compresión; se hace necesario desglosarlos reclamando así el protagonismo que cada uno tiene y discernir cuál de ellos es más o menos relevante, como también saber a cuál debemos prestar mas atención en cada momento. En un ejercicio de simplificación podemos afirmar que en las distintas fases de evolución marcial, cada uno de los tres apartados pasa por niveles de importancia distintos. Así en la infancia se hacen prioritarios los físicos, en la adolescencia y juventud los técnicos y en la madurez los mentales. no de estos elementos recurrentes en karate e incluidos entre los aspectos mentales, es el zanshin, y aunque este nivel de atención tiene un importancia capital, no son menores otros aspectos complementarios, que con frecuencia se omiten o desestiman y que creo deben ser mencionados por su relevancia Zen-shin Es la atención previa al movimiento, gesto o acción. La observación podría ser considerado el nivel de zenshin mas elemental y básico. Pero también y retrotrayéndonos en el tiempo lo serán la precaución y la prevención, como mecanismos de atención temprana que favorecen nuestra seguridad y confianza. La visualización también podemos considerarla como un tipo atención previa al movimiento, que en este caso favorece la posterior ejecución del mismo y es muy útil para una evolución mas rápida de los aprendizajes. Podemos distinguir dos elementos que afectan de forma directa a este estado de atención previo a la acción: Los aspectos cognitivos (referidos al pensamiento) como los prejuicios, etiquetas, generalizaciones, distorsiones, etc, pueden hacer que nuestro contacto con la realidad se aleje de la objetividad conduciéndonos a resultados poco fiables.No menos importante es la interpretación del adversario o situación. Tanto la sobreestimación como la subestimación son factores contraproducentes que nos alejan de la calidad de la respuesta. Los aspectos emocionales. Las reacciones emocionales incontroladas como miedo o la ira entre otros, condicionan muy...
Luxaciones (Kansetsu Waza)
José Luis Prieto Méndez CN-7ºDan El Kansetsu (articulación) y por extensión el Kansetsu-Waza (técnicas a las articulaciones), son el grupo que aborda las habilidades concernientes al uso de las luxaciones como forma de resolver una situación agresiva. El Kansetu-Waza es un grupo técnico que tiende a ser menospreciado en algunas artes marciales, hasta el punto de verse diluido en forma de aplicaciones esporádicas ante situaciones muy especificas. Este planteamiento imposibilita (por el escaso protagonismo que se les otorga) la adquisición de unos patrones técnicos y unos fundamentos que les permitan sacar todo el rendimiento a esta importante habilidad. Por luxación entendemos forzar la articulación más allá de su movimiento y limites naturales, afectando a los ligamentos que la sostienen y provocando dolor agudo e impotencia funcional; que se manifiestan mediante inflamación de la zona afectada y cierta deformidad debida a la separación de los huesos del lugar que ocupan. Por todo ello el Kansetsu-Waza, correctamente utilizado, puede convertirse en una herramienta de múltiples aplicaciones en el ámbito marcial para resolver situaciones de lo más variadas. A continuación intentaré exponer algunos de los elementos más significativos de este grupo técnico, a fin de reivindicar su validez y potenciar su práctica. CaracterísticasEL Kansetsu-Waza es un grupo técnico que cobra especial protagonismo por su versatilidad y aplicación en distintas distancias y situaciones, tanto en combate de pie como en el suelo: Favorece la generación del máximo de eficacia con un mínimo esfuerzo, siendo por ello muy útil en situaciones de desventaja física ante el adversario, por cuestiones de estatura o peso. Permite un alto grado de control sobre el daño que quiera provocarse según las necesidades del momento. Así pueden ser utilizadas tanto para controlar al adversario como para dislocarle una articulación con la imposibilidad funcional de la parte afectada y la consiguiente merma en sus posibilidades de movimiento. Toda articulación puede ser dislocada siempre que se ejerza la presión adecuada, en el sitio adecuado y en la dirección correcta. Dependiendo de la articulación que se trate pueden originarse consecuencias más o menos graves y reversibles. no es lo mismo un codo que una rodilla (más grave), o que la espalda o cuello (pudiendo llevar a ser irreversible o incluso mortal) Podemos dividir las luxaciones en distintos grupos: Básicas Porque metodológicamente son las más asequibles, las de efectos más controlabes y porque también son las de más fácil acceso y ejecución. En este grupo estarían las luxaciones a la muñeca (Kote-Kansetsu-Waza) las de codo (Ude-Kansetsu-Waza) y las de hombro (Kata-Kansetsu-Waza) Avanzadas De más difícil ejecución (por exigir un control más fino), y realizables en situaciones más complejas, que requieren mayor habilidad y...
Ma-ai: La distancia
José Luis Prieto Méndez CN-7º Dan Es bastante recurrente el referirse al Ma-ai como la distancia que separa a dos contendientes, y que esta distancia puede ser corta media y larga, según estemos más o menos alejados del adversario.Aunque esto sea acertado, entiendo que es un acercamiento al concepto de la distancia muy superficial y que no aporta ninguna información sustancial más allá de lo evidente.La primera enseñanza que nos aporta el principio de Ma-ai (y que se desprende de su transcripción literal) es que no es una distancia Ma que separa, sino que es una distancia Ai que une, y que nos lleva a un concepto de relación con el adversario y con el entorno, de trascendental importancia en el desarrollo de un encuentro hostil.Ma-ai no es un término meramente espacial, sino que está intrínsecamente ligado al tiempo de ejecución de una acción ofensiva y de reacción defensiva y como consecuencia también al movimiento (gesto técnico concreto). Debemos considerar que a menor espacio, más rápido puede llegar la agresión y por tanto menos tiempo de reacción y más dificultad para evitarlo.Aunque los conceptos de tiempo y espacio parecen ser muy objetivos y perfectamente medibles y cuantificables, lo cierto es que en caso de confrontación, éstos están sujetos a unas condiciones de subjetividad claramente observables. Al igual que ocurre con el tiempo, que puede parecernos más largo o corto según lo mal o bien que lo estemos pasando; la distancia será percibida y utilizada de distinta manera dependiendo de varios factores: Factores físicos La envergadura juega un papel importante a la hora de determinar el alcance de los propios golpes y los del adversario. Factores técnico-tácticosDependiendo de las habilidades que poseamos respecto de las del otro, el desarrollo de la acción podremos focalizarla en una distancia u otra según nos interese, pues la sensación de seguridad se verá condicionada por esa circunstancia. Factores materiales Las armas como ejemplo de peligrosidad nos conducen instintivamente a guardar unos márgenes de seguridad mayores según del arma que se trate. A veces incluso estos márgenes pueden ser variables, pues un palo puede ser anulado alejándose o acercándose para evitar su peligrosidad. Factores psicológicos La sensación de seguridad y vulnerabilidad depende en gran medida del carácter y de las competencias de la persona. A mayor determinación y conocimientos, mayor seguridad. Por el contrario la percepción de peligro en caso de alguna carencia será mayor necesitándose más distancia para sentirse más seguro. Más allá de las distancia larga media y corta, podemos distinguir otros tipos de distancia con unas características bien diferenciadas. No todas ellas están relacionadas directamente con las situaciones de agresión física, pero si tiene mucho...
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