Los deportes más apropiados para los niños con TDAH
Existen otras alternativas complementarias a los fármacos para los niños con TDAH Uno de los tratamientos más recomendados y también uno de los más efectivos para reducir los síntomas del TDAH infantil es la terapia farmacológica. Se estima que dos tercios de los pequeños diagnosticados con el trastorno son tratados con medicamentos para atenuar sus signos de impulsividad, hiperactividad y desatención. Sin embargo, aunque los resultados suelen ser muy buenos, lo cierto es que cada vez más expertos empiezan a apostar por otras terapias de intervención socio-educativa como una alternativa complementaria para reducir los síntomas del TDAH en los niños. Al respecto, se ha demostrado que implementar algunos hábitos como la práctica regular de deporte puede reducir considerablemente los síntomas de la hiperactividad e impulsividad, lo cual beneficiaría a muchos pequeños que sufren este trastorno. De hecho, la práctica de deporte ayuda a desarrollar las habilidades motoras y previene múltiples alteraciones osteomusculares, un problema que suele afectar a más del 50% de los niños diagnosticados con TDAH. Además, diversos estudios han encontrado que el deporte contribuye a canalizar el exceso de energía, a la vez que mejora la capacidad atencional y estimula el autocontrol. Sin embargo, aunque todos los deportes resultan beneficiosos para los niños con TDAH, existen algunos que aportan mayores ventajas. ¿Qué deportes debería practicar un niño con TDAH? 1. Taekwondo Se trata de un deporte de combate que demanda un entrenamiento muy completo, tanto a nivel físico como mental. De hecho, se ha demostrado que su práctica sistemática estimula el pensamiento reflexivo en los pequeños, reduce la agresividad y potencia la confianza en sí mismos. Como no se trata simplemente de un deporte de fuerza sino que también es necesario desarrollar una actitud mental positiva, se recomienda para aliviar los síntomas de impulsividad e hiperactividad en los niños con TDAH. Esto se debe a que la práctica del taekwondo estimula la producción de dopamina, serotonina y norepinefrina a nivel cerebral, lo cual mejora la capacidad atencional infantil. Además, uno de los pilares básicos de este deporte es el autocontrol, una habilidad que les permite lidiar mejor con la impulsividad. 2. Kárate Es una de las artes marciales más antiguas cuyas técnicas se basan en la tradición filosófica y espiritual del Bushido, aunque también incluye principios del budismo zen y del sintoísmo. De hecho, se trata de una práctica deportiva muy completa que demanda una gran disciplina, un entrenamiento riguroso, coordinación y una gran habilidad mental. Por eso, se suele recomendar para tratar los síntomas de hiperactividad en los niños con TDAH, pues se ha demostrado que es un deporte excelente para potenciar el autocontrol y...
Niño distraído o despistado: claves para manejar su falta de atención
A veces, sólo es inmadurez por lo que necesitan una guía, no sólo órdenes Hay niños a los que les cuesta concentrarse en una actividad durante mucho tiempo, se distraen con facilidad y se desconectan del mundo con una rapidez asombrosa. De hecho, a veces les cuesta seguir el hilo de una conversación, olvidan las tareas que tienen que hacer y les resulta difícil seguir instrucciones. Se trata de un problema que suele afectar sobre todo a los niños pequeños y que en el ámbito de la Psicología se conoce como déficit de atención. El déficit de atención en los niños: Un problema común en la infancia El déficit de atención es una alteración que se caracteriza por la incapacidad para concentrarse en una misma actividad durante un largo período de tiempo, lo cual provoca que el niño cambie constantemente de tarea y se distraiga con facilidad. A diferencia del Trastornos por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), los niños despistados o distraídos no presentan la conducta hiperactiva e inquieta de los pequeños que padecen esta alteración, ni tampoco tienen problemas de autocontrol. En la base de esa distracción tampoco se encuentran las alteraciones genéticas o neurocognitivas que causan el TDAH ya que en la mayoría de los casos la falta de atención se debe a la inmadurez. De hecho, muchos de los niños que son catalogados como distraídos en las primeras etapas de la infancia suelen superar este problema al llegar a la adolescencia. Sin embargo, una de las dificultades a la que tienen que enfrentarse los niños distraídos y que puede afectar su desarrollo son los problemas de aprendizaje, que en algunos casos pueden desembocar en fracaso escolar. De hecho, un estudio realizado en la Universidad de California Davis en más de 700 niños durante un periodo de más de 20 años desveló que el déficit de atención puede afectar el aprendizaje y el rendimiento académico, convirtiéndose en una de las mayores causas del fracaso escolar. La buena noticia es que la distracción de los niños tiene solución. Existen algunas técnicas que pueden ayudar a los niños a superar sus problemas atencionales y desarrollar una mayor concentración. ¿Cómo ayudar a los niños distraídos o despistados? Asegúrate de que tu hijo duerme y descansa lo suficiente. La falta de sueño y el agotamiento físico son unas de las causas más comunes de la falta de atención y las constantes distracciones en el niño. Si tu hijo no descansa lo suficiente o duerme mal por la noche es normal que al día siguiente se sienta cansado y que no logre concentrarse al 100%. Instaura rutinas en su vida...
Indefensión aprendida: Cuando el niño no sabe defenderse
Cuando se piensa que es mejor no esforzarse… Los niños pequeños son indefensos y frágiles, pero a medida que crecen van ganando en independencia y autonomía. Sin embargo, hay algunos que no terminan de levantar el vuelo porque tienen demasiado miedo y se sienten inseguros, por lo que prefieren mantenerse bajo las alas de sus padres. Son pequeños a los que les cuesta expresar sus opiniones, se dejan llevar por los deseos de los demás y asumen siempre una actitud pasiva, incluso cuando les maltratan física o verbalmente. Estos niños pueden padecer lo que en el ámbito de la psicología se conoce como indefensión aprendida. ¿Qué es la indefensión aprendida? El término indefensión aprendida fue acuñado por Martin Seligman, un psicólogo norteamericano famoso precisamente por sus experimentos en esta área. Uno de sus experimentos más reconocidos versó sobre la conducta aprendida de un grupo de animales ante una reacción reprimida. En práctica, Seligman encerró a un grupo de perros en una jaula y cada vez que intentaban salir, al abrirles la puerta, les proporcionaba una descarga eléctrica. Después de varias repeticiones, cuando finalmente abrió la jaula para que los perros salieran, los animales que habían recibido las descargas se quedaron dentro de la jaula: habían aprendido, a base del dolor, que no podían salir y se habían resignado. Seligman aplicó estos resultados a las personas y llegó a la conclusión de que si a un niño se le enseña a comportarse de cierta forma, ya sea a través de la violencia física o la manipulación psicológica, el pequeño seguirá comportándose así aunque deje de estar expuesto a la situación de violencia o manipulación. Más tarde, otros investigadores enriquecieron esta teoría y aplicaron el concepto de indefensión aprendida a otros contextos. Así, se ha apreciado que los niños que han sido sobreprotegidos por sus padres, educados en un entorno lleno de miedos e inseguridades o que no han sido amados incondicionalmente también suelen desarrollar una indefensión aprendida.Muchos de estos niños terminan asumiendo una actitud pasiva, insegura y temerosa ante situaciones que resultan potencialmente peligrosas o que les infringen dolor, cuando deberían responder instintivamente de forma defensiva. En práctica, los niños que sufren de indefensión aprendida no son capaces de defenderse de las provocaciones, ya sea porque tienen una baja autoestima, porque sienten miedo o porque creen que no tienen derecho a hacerlo. Estos pequeños piensan que hagan lo que hagan no podrán cambiar el curso de los acontecimientos, de manera que asumen una actitud de absoluta indefensión. Las señales que desvelan la indefensión aprendida Uno de los ejemplos más evidentes de la indefensión aprendida infantil es el bullying, un fenómeno...
Los beneficios del kárate infantil
El kárate es una de las artes marciales más antigua, cuyo origen se remonta a la isla de Okinawa.La palabra kárate significa, literalmente, camino de las manos vacías, ya que sus practicantes no utilizan armas para la lucha, tan solo sus propias manos y pies. Sus técnicas se basan en la gran tradición filosófica y espiritual del Bushido, que busca la armonía espiritual y física, mediante un entrenamiento muy riguroso. Sin embargo, también incluye principios del budismo zen y del sintoísmo. De hecho, se trata de un entrenamiento muy completo porque demanda mucha disciplina, coordinación, agilidad y habilidad mental. Además, al contrario de lo que la mayoría de las personas piensa, el kárate no es un entrenamiento competitivo ni agresivo pues en realidad lo que busca es la superación personal,estimula a la persona a ir más allá de sus propias limitaciones y alcanzar sus metas. Por supuesto, también es un método de defensa personal, desarrolla los reflejos, la flexibilidad y las habilidades físicas, ayudando a combatir los malos hábitos y la obesidad. Sin duda, se trata de razones más que suficientes para motivar a los niños a aprender este deporte, aunque el kárate reporta muchos otros beneficios para el desarrollo infantil. 12 razones para practicar kárate desde la infancia Un estudio publicado por la Academia de Deportes de Estados Unidos en The Sport Journal asegura que las artes marciales y, en especial el kárate, pueden ayudar a los niños a mejorar su aptitud física, incluyendo la coordinación, la fuerza y la flexibilidad, a la vez que les transmite algunos de los valores más valiosos como la perseverancia, el autocontrol y la responsabilidad. Sin embargo, el kárate también es beneficioso para tratar diferentes trastornos. Por ejemplo, se ha demostrado que este tipo de entrenamiento es útil para los niños que padecen autismo y un Déficit de Atención e Hiperactividad. También puede ser una terapia complementaria en el caso de que existan problemas de ansiedad o que el niño sea víctima de acoso escolar. Otros de los beneficios del kárate para los niños son: Estimula la coordinación y el equilibrio a través de una serie de ejercicios que mejoran la postura y los movimientos. Acorta la velocidad de reacción y el tiempo de ejecución, una habilidad que no solo es útil en el plano físico sino también intelectual. Favorece una respiración adecuada y contribuye a regular el ritmo cardiaco. De hecho, a menudo los especialistas recomienda la práctica de kárate para complementar el tratamiento médico de los problemas respiratorios y cardiacos. Potencia la orientación espacio-temporal y las habilidades viso-motoras, permitiendo que el niño esté más centrado en el presente y más atento a...
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