Cuentan que cierto hombre decidió que tenía que buscar al maestro perfecto. Leyó muchos libros, visitó sabio tras sabio, escuchó, conversó y observó sus prácticas espirituales, pero siempre acababa dudando o sin estar seguro.
Transcurieron viente años hasta que encontró a un hombre del que cada palabra y cada acción correspondía a su idea del hombre totalmente realizado.
El viajero no perdió el tiempo.
– Tú – le dijo – me pareces el maestro perfecto.
– Si lo eres, mi búsqueda ha terminado.
– Así es, se me describe con este nombre – replicó el maestro.
– Entonces, te ruego que me aceptes como discípulo tuyo.
– No puedo hacer eso – contestó el maestro – porque mientras que desees el maestro perfecto, él, a su vez, requiere sólo aquel que es el discípulo perfecto.
Maestro: no hace falta buscar al maestro perfecto, nuestros maestros se encuentran por todos los lados. La gran sabiduría consiste en ser capaz de escuchar las enseñanzas de cada día y en saber vivir el aquí y ahora.
Fuente:Contarcuentos- cuentos Sufis, la filosofía de lo simple.
Foto portada:h.koppdelaney
13 abril, 2012
cada dia oscurece aun mas temprano y es porque cada dia se habra menos claro,todo es claro oscuro,nada en color ,que aburrimiento,todo se torna al negro.