LOS ANTECEDENTES
Alfredo Golpe Pérez, nació el 3 de marzo de 1944 en Santiago de Compostela, pero se crio en La Coruña, donde en la década de los 60 se proclamó Campeón de España con el Club Maristas de Balonmano, deporte que alternaba con el fútbol. En lo que al balompié se refiere tuvo una breve carrera como delantero centro, pues después de militar en los equipos coruñeses Imperátor OAR y Ural Español CF, fichó en 1965 por un equipo filial del FC Barcelona. A final de esa misma temporada decidió colgar las botas.
Tras ser contratado por la multinacional Técnicas Reunidas, y vivir durante varios meses por distintos puntos de la geografía española, se trasladó a Huelva donde compaginó su trabajo con el estudió de la carrera de Ingeniería Industrial en el Instituto Politécnico de La Rábida, conociendo allí a su primer sensei, Mariano Crespo Blázquez, quien le impartió el estilo Shitō-Ryū. En 1974 se alzó Campeón del Trofeo Kadokan de Sevilla y finalista del Campeonato de España, siendo nombrado Mejor Deportista Onubense del año. En enero de 1975 se proclamaría Campeón del Trofeo Kabuki de Córdoba y el 19 de marzo Campeón de Andalucía en la modalidad de kumite, lo que le valió para disputar el 27 de abril el VI Campeonato de España en su tierra, La Coruña. Posteriormente se trasladaría a Madrid por motivos laborales, tras un breve paso por Tarragona. Es en la capital donde conoció a su segundo sensei, el japonés Moriya Saito, alumno directo de Hironori Ōtsuka, fundador del estilo Wadō-Ryū.
Paralelamente un grupo de jóvenes moralos aficionados a las artes marciales iniciaron, de manera totalmente autodidacta, el difícil camino de aprendizaje del karate, sin más referencias que algunos libros, revistas y películas de ese género, y ni más gimnasios que las viejas dependencias del casi abandonado y destartalado Hospital Antipalúdico, actual edificio de los Juzgados de Navalmoral de la Mata. Estos incipientes karatekas comenzaron a recibir clases de alumnos de Domingo Martínez García y de Andrés Congregado Ciudad, quienes viajaban desde Cáceres y Talavera de la Reina, respectivamente, para impartirlas de forma remunerada.
En 1977, Alfredo Golpe es contratado para trabajar en la Central Nuclear de Almaraz, y en los carnavales de ese mismo año, los incipientes karatekas moralos deciden desfilar vestidos con los karateguis para promocionar el karate en su municipio. Es así, como Alfredo, quien se encontraba entre el público, les ofreció impartirles clases sin recibir nada a cambio. Los jóvenes aceptaron sin dudarlo. Durante algún tiempo estuvieron entrenando en las antiguas escuelas del barrio de Las Minas, y luego en el gimnasio del entonces “Instituto de Enseñanza Media”, actual I.E.S. Augustóbriga.
Finalmente, a mediados de 1979, alquilaron un local con entrada por la calle Benito Pérez Galdós. Alfredo y sus alumnos se encargaron de adecentarlo y adaptarlo con sus propias manos para la práctica de su deporte, hasta que estuvo en condiciones para ello; es así como se fundó Wadō Kan Karate Club en Navalmoral de la Mata.
EL MAESTRO
EL DŌJŌ
El Wadō Kan Karate Club inició su camino en octubre de 1977, erigiéndose como el segundo dōjō de karate en abrir sus puertas en Extremadura, pues en 1975 se fundaría el Dōjō Shōtōkan “Ichi” en la Avenida Hernán Cortés de Cáceres, gracias a Domingo Martínez, pionero de este deporte en la región. Además, cabe destacar, que el Wadō Kan Karate Club de Navalmoral de la Mata fue el primer gimnasio extremeño donde se impartió el estilo Wadō-Ryū.
El japonés Moriya Saito fue una pieza clave en el Wadō Kan Karate Club, ya que a pesar de ser residir en Madrid, siempre estuvo dispuesto a ofrecer sus conocimientos, no sólo de forma indirecta a través de su alumno Alfredo Golpe, sino también de primera mano en varios seminarios que impartió en el dōjō moralo. Su carácter agradable y risueño, encandilaba a los jóvenes karatekas dentro y fuera del tatami.
Alfredo Golpe supo crear en el Wadō Kan Karate Club una atmósfera de marcialidad basada en el respeto a las tradiciones propias del Karate, lo que convertía cada una de sus clases en una experiencia que iba más allá de lo meramente deportivo. Durante los ocho años que Alfredo impartió clases en Navalmoral de la Mata, centenares de personas pasaron por su tatami, pero sólo siete alumnos consiguieron el Cinturón Negro Primer Dan: Juan Luis Sánchez Rincón, José Ángel Tejera Risco, Felipe Sánchez Rincón, Daniel Fernández Vaquero, Enrique Serradilla Corchero, Julián Muñoz Fernández y Francisco Javier Timón García. A pesar de ello, el mérito de Alfredo fue el de inculcar a cada uno de sus discípulos los valores inherentes al karate, lo que les serviría para cualquier ámbito de su vida.
LA COMPETICIÓN
El 27 de enero de 1979, los alumnos más aventajados debutan en un campeonato de carácter amistoso, organizado por el propio club, contra el Dōjō Gōjū-Ryū de Talavera de la Reina, con el objetivo de prepararse para el Campeonato de Extremadura Absoluto que tendría lugar en Cáceres, el 11 de febrero, y donde consiguirían tres medallas de plata. Meses después disputaron el Campeonato de Extremadura de Clubes, también en Cáceres, quedando clasificados en una magnífica segunda posición, tras los anfitriones.
En marzo de 1980 organizan, por primera vez, el Campeonato de Extremadura Absoluto en Navalmoral de la Mata, cosechando dos oros y dos platas. En febrero de 1981 disputaron de nuevo el Campeonato de Extremadura Absoluto, que esta vez tuvo como sede Plasencia, y además, fueron invitados a la primera edición del Trofeo Saito en Madrid, consiguiendo varias medallas en las dos competiciones. En los años 1984, 1985 y 1986 organizarían de nuevo el Campeonato de Extremadura en su municipio, ocupando, en las tres ediciones, el primer puesto del medallero.
Cabe destacar que dichos logros les valieron para disputar a cuatro de sus miembros el XV Campeonato de España en Madrid, donde cayeron derrotados en la primera fase ante la Selección Asturiana. Sin lugar a dudas, competir a nivel nacional para los karatekas de un club tan humilde fue todo un éxito, es así que decidieron aprovechar y realizar una exhibición ante sus paisanos para promocionar el karate en la comarca del Campo Arañuelo. Posteriormente seguirían compitiendo a nivel regional y nacional, pues varios moralos seguirían siendo convocados para disputar campeonatos de España con la Selección Extremeña.
LA DESCENDENCIA
En 1985, Alfredo comenzaría a entrenar con Salvador Herráiz en el Dōjō Wadō Kan, situado en la calle San Gil de Guadalajara, tras ser trasladado a la Central Nuclear de Trillo. Su estancia allí finalizó en 1988, año en que pondría punto y final a su etapa sobre los tatamis, tras romperse el tendón de Aquiles. Se mudaría al Barrio de los Remedios en Sevilla, ciudad donde trabajaría en la construcción de varios puentes, falleciendo en dicha ciudad hispalense en 2020. Tres años antes se reencontraría con sus antiguos alumnos en una cena que celebraron en su honor, y al año siguiente, en 2018, el Ayuntamiento de Navalmoral de la Mata le reconocería en la Gala del Deporte moralo, la excelente labor que hizo en este municipio y en Extremadura, pues fue el pionero del estilo Wadō-Ryū en esta región.
Alfredo falleció, pero nunca murió su filosofía, puesto que cuatro de sus alumnos se convirtieron posteriormente en maestros. José Ángel Tejera Risco, actualmente Tercer Dan, le sucedió en el mismo Dōjō hasta 2005, año en que fundaría el Holiday Fitness, en el número 28 de la calle Antonio Concha de Navalmoral de la Mata, gimnasio que a día de hoy sigue activo. Fue el primer Director del Departamento de Goshin de la FEXK, así como su primer Juez de Tribunal y su primer Árbitro. Uno de sus mejores alumnos es Juan José Pérez, quien cosecharía una medalla de Oro en el Campeonato de España (WIKF).
En 1985, Juan Luis Sánchez Rincón, actualmente Cuarto Dan, fundó, junto a su hermano Felipe, en la calle José María Pérez Lozano, el Dōjō JUN-FE, que cerraría sus puertas en 2008. Su mejor alumno fue su propio hijo, Juan Luis Sánchez Calderón, quien en 2002 quedaría Campeón de España Juvenil en la modalidad de kumite, consiguiendo de esta forma ser el primer karateka extremeño en colgarse una medalla Oro en el Campeonato de España (RFEK). Más adelante ganaría la medalla de Bronce en el European Championships (WIKF), celebrado en París (Francia) en 2007.
También fue alumno de Alfredo, Daniel Fernández Vaquero, actualmente Tercer Dan, quien lleva desde 1985 impartiendo clases en el Gimnasio Municipal Wadō-Ryū de Almaraz, desde 1994 en el Gimnasio Miguel Ángel de Navalmoral de la Mata y desde 1997 en la Escuela de Karate de Talayuela. Entre sus alumnos más destacados podemos nombrar a los almaraceños Miguel Ángel Trejo Canelada, su primer Cinturón Negro, quien en 2011 logró la medalla de Oro en la modalidad de Kata Creativa, en el World Championships (WTKA), celebrado en Marina di Carrara (Italia); y a Lydia Curiel Mateo, que entre las muchas medallas que se ha colgado en la modalidad de Kata, destacan la de Oro (Cadete) lograda en 2016 en el Open Internacional de Shitō-Ryū (ESIA) celebrado en Leganés (Madrid), y la de Bronce (Junior) conseguida en 2017, en la 1ª Jornada de la Liga Nacional de Karate (RFEK) que tuvo lugar en Bilbao (Bilbao).
Por último, otro de los discípulos de Alfredo, Marco Antonio Postigo Jiménez, actualmente Tercer Dan, fundó en Madrid el Club Karate Postigo, en el año 2014. Actualmente imparte clases en Aranjuez y Seseña, junto a su hija Laura Postigo Martín, quien en 2021 consiguió un magnífico cuarto puesto en la I Copa de España de Estilos de Karate, (RFEK), celebrada en Leganés (Madrid).
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