Cierta mujer invocaba el nombre de Buda cintos de veces al día, sin entender jamás la esencia de sus enseñanzas. Después de diez años lo único que consiguió fue aumentar su amargura y su desespero, pues pensaba que sus súplicas no eran oídas.
Un monje budista se dio cuenta de lo que sucedía, y una tarde fue a su casa:
-Señora Cheng, ¡abra la puerta!
La mujer se irritó e hizo sonar una campana en señal de que estaba rezando y no quería que la molestaran. Pero el monje insistió varias veces.:
¡Señora Cheng, ¡tenemos que hablar!
Ella, furiosa, abrió la puerta con violencia:
-¿Qué clase de monje es usted, que no se da cuenta de que estoy rezando?
-Sólo he llamado cuatro veces, y mire cómo se enfada. Imagine cómo se sentirá Buda, después de que lo haya estado llamando durante diez años.
«Si llamamos con la boca, pero no sentimos con el corazón, no ocurrirá nada. Cambie su modo de invocar a Buda; entienda lo que él dice, y él entenderá lo que dice usted.»
29 septiembre, 2023
hoy vengo a ti en este momento de ansiedad y tristeza en mi corazón. Estoy pasando por el momento más difícil de la vida. Pido que intercedas por mí Altísimo, que tu Altísimo con su gran sabiduría, poder y justicia, haga ver a todos mi inocencia y que se retiren los 3 cargos con los que soy acusado. Con ferviente fe afirmo que ya estan removidos. Que tu luz potente transforme o elimine las cosas negativas que se nos an acercado. Que me llenes de sabiduría para seguir el camino que se me ha encomendado. Que la libertad, paz, armonía, salud y la prosperidad estén siempre conmigo, mi esposa y mis hijas. Veo en ti a ese ser milagroso en quien pongo fe y confianza en estos momentos de incertidumbre. Doy gracias a ti por el milagro de mi libertad y bendiciones.