Recordamos al Maestro Hirota Yoshiho 18 años después de su fallecimiento. Deseando que las nuevas generaciones no olviden la existencia de este auténtico difusor del Karate-Do Shito-Ryu en Cataluña y uno de los auténticos Maestros de karate-Do que han existido en este país.
Implacable, el transcurso del tiempo marca el 18º aniversario del fallecimiento del Maestro de Karate HIROTA YOSHIHO. Lejos de pensar en la fecha triste de la pérdida del Maestro, queremos pensar en la alegría de rememorar su vida y sus enseñanzas.
Aunque sus principios y doctrina están presentes día a día en nuestros dojos, sirva este pequeño texto para homenajear una vez más, el carisma y la importancia que tuvo el maestro en nuestras vidas y en el desarrollo del Karate-Do Shito-Ryu en Cataluña.
El Maestro Hirota Yoshiho nació el 28 de Abril de 1948 en la localidad japonesa de Utsunomiya, región de Tochigi, y empezó a practicar Karate-Do en la escuela primaria cuando era niño. Posteriormente, en la Universidad Sofía de Tokio realizó sus estudios superiores de Karate-Do, iniciándose en el estilo Shingi Kai o «Técnica del corazón», dentro de la Escuela Shito Ryu, siendo su maestro el entonces fundador de dicho estilo, Yasue Taiga, discípulo del Maestro Kobayashi.
El Maestro llegó a nuestro país hace mas de 40 años, cuando, contando solamente 22 años de edad y con gran fama como excelente competidor de kumite en Japón, inició sus actividades en la enseñanza y formación de karatekas. Más tarde, afincado ya en Barcelona y cuando la Federación Japonesa de Karate decidió unificar los Katas oficiales, el Maestro Hirota mantiene contactos con el «Soke» Mabuni Kenei, hijo del «Kaisho» (fundador de la Escuela Shito Ryu) Mabuni Kenwa. También realiza numerosos contactos con su amigo el Maestro Ishimi Yasunar residente en Madrid y representante de Shito-Ryu en España, entonces se acordó la modificación de los Katas, retornando a los orígenes.
Con posterioridad, los extraordinarios conocimientos técnicos del Maestro Hirota Yoshiho han venido siendo confirmados y reforzados con numerosas visitas a Barcelona del Soke Mabuni Kenei, y de otros muchos Maestros de la máxima categoría: Nakahashi Hidetoshi, Hirofumi Mizuguchi, Ishimi Yasunar, Neguichi Yuichi, Sakumoto Tsuguo, etc., lo que permitió la adquisición de una gran categoría técnica a todos sus alumnos.
Pero hay que agradecer y enfatizar no solamente sus conocimientos técnicos de karate-do, que fueron muchos, sino también los valores que nos han ayudado a todos a construir una personalidad para enfrentarnos a la vida, orientarnos en nuestras decisiones y objetivos, y sobre todo poder continuar con sus enseñanzas y difundirlas a todos nuestros estudiantes de karate-do.
De los recuerdos de nuestros inicios en la práctica de karate-do surge siempre la clara figura del maestro, con quien tenemos pendiente una deuda de gratitud. Suele ocurrir que tardamos mucho en darnos cuenta de la influencia benefactora de aquellas personas que sirvieron de guía en el día a día y que nos ayudaron desde el primer momento a entender ese camino tan importante como es el DO.
Valorar en su justa medida a Hirota Yoshiho , nos tiene que servir a todos los que le conocimos, para mantenerlo vivo en nuestro recuerdo y así trasmitir a las nuevas generaciones de estudiantes de karate-do la influencia e importancia de tan querido Maestro. Como decía en ocasiones nuestro compañero y discípulo del Maestro Hirota, Hermenegildo Camps; existen tres clases de formadores en las artes marciales: los que podríamos llamar propiamente entrenadores, que se dedican a la formación de competidores para las confrontaciones deportivas, los denominados profesores, que desarrollan su actividad instruyendo técnicamente a sus alumnos y finalmente existen Maestros, para los que además de la formación deportiva y de la instrucción técnica son capaces de imbuir en sus discípulos el espíritu y la esencia de las artes marciales. A este último y reducido grupo de Maestros pertenecía el Maestro Hirota Yoshiho. En este sentido podemos afirmar que no tenía alumnos, tenía amigos y discípulos, y éstos seguían sus enseñanzas con la fe que inspiraban sus profundos conocimientos y su indiscutible autoridad.
Como docentes de karate, como discípulos, como practicantes y como admiradores de este arte marcial, no cesaremos en la ardua tarea de honrar la memoria del Maestro Hirota y proseguir humildemente la labor que inició.
¡Gracias Maestro! seguimos tras tus huellas de karate y vida, …
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