«Tenemos siempre que intentar ser los mejores; pero nunca creernoslo»
Porque, ser los mejores es tan irreal como el yuyu de las profundidades del mar.
Lo real no es ni ser el mejor ni el peor, ni bueno ni malo, ni justo ni injusto. Si bien es cierto que influimos un poquitín con el coraje y la buena intención, pero más aún influye el azar del mundo.
Y…las personas somos poco.
Nadie vale mucho. Empezando, por supuesto, por mi mismo (esto se llama KARA o vacío, de KARA-TE DO).
Y sin embargo en ese ser muy poca cosa, somos las piezas que lo arman todo, porque todo descansa sobre nosotros y nuestra mejor expresión (eso se entiende como TE o mano, de KARA-TE DO. Viene de mano entendida como expresión. La mejor expresión de cada uno).
No siendo casi nada. Nada es más real que nuestra mejor expresión. Y esa mejor expresión es nuestra riqueza.
Somos ricos.
Pero no hablo de tener más dinero, sinó más educación.
Y con educación no quiero expresar conocimientos ni rendimiento a la hora de la realización práctica, sino de la educación en el sentido más estricto de la palabra.
Educación en ese sentido significa que aunque podamos hurtar algo a alguien no lo hacemos.
Educacion en ese sentido significa que cuando te cruzas con alguien en un paso estrecho lo dejas pasar y le dices: disculpa.
Cuando alguien tiene esa educación que permite un respeto sin límites poñor los demás es rico. Rico porque tiene algo que puede repartir sin agotar; y además cosechará el efecto de la reciprocidad que viene de los demás. Y cuando en el arte marcial del karate sabemos esto, cada puño es expresión de bondad de crecimiento y no de ira de destrucción (ese es el DO o camino de KARA-TE DO).
Entonces, cada puño sale del corazón.
16 noviembre, 2021
Excelentes palabras.
El que es bueno, justo, disciplinado, educado, etc. No lo demuestra con palabras, si no con sus acciones.