El aprendizaje de Kata
Me gustaría hacer una reflexión sobre el aprendizaje de Kata.Hay todo un conjunto de Katas de diferentes Estilos y Líneas hereditarias del Karate Clásico, también de nueva creación, pues la experiencia marcial se escribe en el Kata, como si de un tratado se tratase. Un libro, en suma, que guarda el conocimiento que su autor o autores pusieron en el para ser transmitido a las siguientes generaciones, o para ser estudiado y descubiertos sus secretos , y su esencia o myo, por los practicantes.Ese conjunto de libros o Katas constituye una enorme Biblioteca de consulta. Uno puede haber leído muchos libros, y eso le proporcionará erudición, pero es cuasi imposible estudiar a fondo, penetrar en los secretos y las claves ocultas de un libro, sin centrarse en unos pocos de ellos.No está mal ser un erudito, conocer muchos Katas, haberse leído unos cuantos libros, pero sólo la combinación de práctica y estudio, de leer entre líneas y extractar el Principio regulador, abstraer el Concepto, y después practicarlo para ver su aplicación práctica y sus posibles variantes según cambien las situaciones, practicarlas, hacerlas de uno, aprenderlas con el cuerpo mas que con la mente, y que sean almacenados en nuestro subconsciente como patrones de experiencia mediante sensaciones, Ya que sólo de esa forma nos serán útiles esos conocimientos para defender nuestra vida, o para prever las situaciones conflictivas y evitarlas y para elaborar estrategias sobre la marcha. Así es que los libros de estudio, necesariamente habrán de ser pocos, aunque los libros de consulta en la Biblioteca puedan ser muchos.Espero que este símil ayude a entender el problema: No por tener muchos libros se sabe más. Se adquiere conocimiento leyéndolos y comprendiéndolos, y aquí vale perfectamente el ejemplo de aquél nuevo rico que encargaba los libros por metros para «acoplarlos» a sus estanterías vacías, y estaba encantado de tener todos los best-sellers para empatar a sus amistades y presumir de cultura puesta al día, de modernidad, aunque jamás entraba a discusiones literarias porque, hombre listo, sencillamente, no los había leído y sólo le encantaba lo bonito que quedaban en su...
Autenticidad de los maestros de Artes Marciales. ¿Cómo certificarla de manera «Auténtica»?
INTRODUCCIÓN. Un tema muy debatido en la actualidad internacional en el contexto de las artes marciales, lo constituye la “autenticidad” de sus maestros. Ese tema realmente embarga una preocupación muy lógica, ya que la aparición de maestros “no auténticos”, con su consecuentemente inadecuado proceso, afecta no solo a sus alumnos, sino a su arte marcial en sí mismo. Pero si ese tema es grave, más grave aún es lo que se asume por autenticidad (y cómo se exige demostrarla). Para ello en el presente artículo se analizará la definición y certificación profesional vinculada a las artes marciales utilizando, como siempre, palabras que quizás puedan ser duras; pero que vienen cargadas de buena intención y se basan en un adecuado sustento. DESARROLLO. De acuerdo a la bibliografía consultada, la autenticidad, en su más “auténtica” acepción, califica a aquello que está documentado o certificado como verdadero o seguro. O sea, que está autorizado o legalizado y tiene valor oficial. Una institución de artes marciales “no auténtica” (no oficial, no verdadera o no segura), se reconoce comúnmente como un Mc Dojo, (y consecuentemente por trasmisión directa dirigida por un Mc maestro). Sobre esa base, para demostrar su autenticidad (y no ser catalogado como Mc), se ha podido constatar que, de manera general, se exige información sobre: La afiliación del maestro (para demostrar que se es “oficial”)El maestro del maestro (para demostrar su linaje y el origen de sus conocimientos) El grado del maestro (parta demostrar el dominio del arte que enseña) La duda surge cuando nos preguntamos ¿realmente esos aspectos permiten certificar a ciencia cierta si una institución marcial (y su maestro) son auténticos o Mc?… ¡Veamos! Con relación al primer punto, referido a la afiliación, se presenta una situación. Cuando se habla de Federaciones Deportivas Nacionales, u otras similares pertenecientes al correspondiente Sistema Deportivo Nacional), ciertamente lo ideal es que el maestro (y su institución) se encuentren afiliados, con los respectivos deberes y derechos. No obstante, en ese sentido, es igualmente necesario reconocer que (desafortunadamente), en diversos lugares existen condicionantes de diversa índole y ajenas al contexto deportivo (de las cuales no es objeto ni intención tratar en el presente artículo); y que muchas veces resultan determinantes en que la institución marcial (incluso con intención de hacerlo) logre su afiliación. No obstante, y sin pretender en lo absoluto desvirtuar la gran importancia de esa afiliación, valdría la pena preguntarse: ¿por el hecho de estar afiliado y reconocido dentro de un sistema oficial, el maestro es “auténtico”? Dejemos la respuesta temporalmente abierta y continuemos el análisis. Correspondiendo al segundo punto, referido al maestro del maestro, constituye casi una ley no escrita que el...
Sobre la enseñanza por copia y mando directo
Cuando daba clases de Metodología del Karate en la Escuela Nacional de Preparadores, enseñaba que la forma más común de enseñanza del Karate, y la que ha sobrevivido hasta nuestros días, era la Enseñanza por Mando directo. Pero, dejarme aclararlo, esa no ha sido siempre la forma de enseñar el Karate,o su antepasado más directo y conocido el Quanfa de China.No ha sido, a pesar de que así se la conozca, la Forma Tradicional de Enseñanza, sino el fruto de unas circunstancias históricas muy concretas. La enseñanza del Quanfa, en su forma antigua, representaba que el discípulo tenía que demostrar su inequívoca voluntad de entrar en la casa de su Sifu y seguir todas y cada una de sus instrucciones, sin cuestionarse nada, solo copiando e imitando lo que el Sifu le enseñaba, o habitualmente lo que le enseñaban aquellos alumnos del Sifu a los cuales era confiado.Y, desde ese punto de vista era una enseñanza mentorizada e individualizada. Habitualmente el Sifu se encontraba en una tarima, o un lugar más elevado, y observaba como sus alumnos entrenaban y evolucionaban. El Maestro participaba poco de la clase, excepto alguna corrección de vez en cuando y, casi siempre, a sus alumnos más aventajados.Así es que la enseñanza era fundamentalmente de carácter individual. En Okinawa era también mas o menos así en la antigüedad. Entre otras cosas porque, fuera de los militares chinos de Kumemura, el entrenamiento era más bien discreto, por no decir secreto, y oculto al público, por lo que, a menudo, se entrenaba de noche. Usualmente el Maestro solía tener pocos alumnos y los hacía entrenar por parejas, como las fotos de los practicantes de Goju Ryu que ilustran este texto. Pero llegó el Maestro Itosu, y el y sus alumnos comenzaron a enseñar en las Escuelas de Okinawa, y ahí, al haber muchos alumnos la vez, se cambió el método de Enseñanza individualizada hacia el Mando Directo, como podemos ver en las fotos de los entrenamientos de las Escuelas Secundarias de Okinawa ante el Castillo de Shuri. Y esa cantidad simultánea de practicantes exigía una enorme disciplina, casi militar, que fue la que se adoptó y ha llegado a nuestros días. ¿Pero, que método didáctico era el utilizado? Pues, como en la enseñanza de la pintura japonesa, el Método empleado era el del Funponshugi, 粉本主義, o Método de la Copia. Por eso vemos al instructor subido sobre una tarima mostrando la forma correcta de ejecutar la técnica, es decir, actuando como modelo, y eso es lo que es un Funpon 粉本, un modelo. El Funpon粉本 debía ser visto por todos los alumnos, que le imitaban y copiaban...
SHIN GI TAI: o el Arte de vivir el Arte
Yo soy un convencido confeso de que en las artes marciales y en especial el karate, no hay misterios. Por lo cual me considera un pragmático practicante. No obstante con el paso de los años me voy dando cuenta dentro de mi propia perspectiva que si hay una vivencia mística que es imposible de trasladar a nadie y que responde a un estado que es la sumatoria de práctica, tiempo y edad. No existe ni un antes ni un después, solo el ahora y el acá. Tal apreciación no es un acto de iluminación fortuito que se alcanza cuando se han completado tantas horas, o se sepan tantas técnicas…para nada. Es una experiencia a la cual quizás algunos lleguen si no han cortado el camino.. Sin dar una respuesta que por supuesto y de acuerdo a lo expresado desconozco cómo se produce, es posible que algo se puede divisar por intermedio de lo que continua. Hay factores que son comunes en todas las artes marciales, y una de ellas son los tres principios fundamentales, el Shin Gi Tai. Traducido literalmente como Shin = espíritu, Gi = técnica y Tai = cuerpo, se trata de realizar un recorrido a través del entrenamiento (Do = camino), para llegar a fortalecer y mantener puro el propio espíritu, aprender e interiorizar la técnica y entrenar y preparar el cuerpo, todo en conjunto. El nivel más alto que puede obtener un artista marcial es el conseguir armonizar estos tres principios como uno solo, lo que un Sensei denominaría como Shin Gi Tai Ichi. Y ese mismo Sensei tal vez te diria esto: Puede ser también que de igual el tiempo que lleves de entrenamiento, hay artistas que puede que necesiten de toda su vida y aun así no llegan… Otros en cambio pueden ser capaces de encontrarlo en cualquier momento. La diferencia estriba en no buscar, siempre ha estado ahí, tu cuerpo lleva contigo toda tu vida, pero quizás no supiste escuchar cual era el entrenamiento más adecuado que le convenía… las técnicas existían desde hace mucho tiempo, pero tal vez no era el momento que llegarán a ti… tu espíritu rige tu camino, pero a veces no le entendemos… Cualquier artista marcial medianamente instruido sabe de la importancia que hay de que los tres principios funcionen como uno solo para poder sobrevivir, para poder salir victorioso en el campo de batalla y lo más importante, para nosotros mismos para poder vivir plenamente el dia a dia. De nada servirá entrenarlos por separado, tan solo conseguirás un cuerpo fuerte por las horas de entrenamiento físico, una gran concentración por el estudio de la meditación...
Develando el «Secreto» del Karate «Sin fuerza».
INTRODUCCIÓN En las artes marciales existen (muchos) secretos míticos que perjudican (mucho) su comprensión, lo cual afecta (mucho) el aprendizaje de los alumnos. Aprendizaje que, consecuentemente, cual reacción en cadena, se multiplicará en las nuevas generaciones, hasta instaurarse como paradigma a seguir. Ejemplos hay muchos, varios de los cuales hemos tratado en diversas publicaciones, donde, gracias a la ciencia (sin contradecir la esencia de la tradición, más sí su interpretación y uso), se ha podido ofrecer una idea más completa y profunda, así como algunas recomendaciones para su utilización. DESARROLLO En esta oportunidad nos centraremos en un tema (mito) muy tratado en las artes marciales en general, y el karate en especial, conocido como hacerlo “si fuerza”. La esencia de esa expresión (completamente válida) se base en que el movimiento se comprenda y domine a tal punto que pueda hacerse sin esfuerzo, pero logrando el máximo de eficacia (cumpliendo con la célebre frase milenaria oriental de Seryoku zenyo). Hasta ese punto estamos de acuerdo, la discordancia aparece cuando, en la mayoría de los casos (desgraciadamente), al alumno se le plantea que este nivel de dominio, solo se logra luego de mucho tiempo de práctica (fundamentalmente en solitario para lograr el adecuado nivel de interiorización de la ejecución). No es de extrañar que, una explicación tan incompleta y abstracta, unida a una proyección temporal tan larga e incierta, induzcan más a la confusión que al entendimiento, lo que muchas veces deriva en la desmotivación y abandono del practicante (cuya responsabilidad en ese caso no es suya, sino que recae en el maestro). ¿Por qué?, la respuesta es simple: ¡¡¡si tenemos la responsabilidad de enseñar, estamos obligados a prepararnos lo mejor posible para ello!!! Con la intención de solucionar ese negativo percance, y utilizando la ciencia para develar el “secreto” que mitifica (y complejiza y eterniza) la comprensión del “karate sin fuerza”; partiremos de las ciencias que describen el funcionamiento orgánico, debido a que el cuerpo es la unidad estructural encargada de realizar la acción. La idea inicial a aclarar es que, cuando se habla de realizar un movimiento “sin fuerza”, en este caso se entiende a hacerlo sin esfuerzo, que sea natural, que salga fluido, etc. Para ello, como punto de partida, hay que saber primero, de manera aislada, cómo debe aportar el organismo con cada una de las dimensiones de su funcionamiento para lograrlo; y segundo, cómo deben integrarse todos esos aportes. De ese modo, los componentes de la “ecuación” que completa la “sumatoria” de las acciones que derivan en el “karate sin fuerza”, son las siguientes: Sistema Nervioso Central (neurociencias): El ser este el sistema (y órgano) encargado...
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