De lo externo a lo interno a través del “Método Mabuni”
Feb26

De lo externo a lo interno a través del “Método Mabuni”

Reflexionando sobre mi karate Aunque será complicado, la intención de esta línea no es otra que intentar expresar y compartir mi experiencia y evolución en mi camino como karateka, es decir en mi propio DO. Llevo ya 50 años practicando, de ellos 40 como practicante del estilo Shito-ryu. Os podéis imaginar la de sensaciones acumuladas, desde un alumno novato a asistente del Maestro Mabuni Ken-Ei, pasando por Senpai, competidor de alto nivel, arbitro internacional, profesor de Karate y por qué no, como maestro para algunos. Empecé mi práctica de Shito-ryu en 1980 con la llegada del Maestro Mabuni Ken-Ei. La primera sensación que me dejó ese hombre de baja estatura, sencillo y amable, fue la gran calidad y simplicidad de sus técnicas. ¿Cómo conseguía tanto con tan poco? No me cuesta reconocer que no sabía cómo lo hacía, incluso reconozco también, ahora con un poco de vergüenza admitiendo mi ignorancia, que no lo creía totalmente la primera vez. Os cuento una pequeña anécdota al respecto: En uno de los primeros cursos, mi Maestro Yoshiho Hirota asistió al Maestro Mabuni en una explicación del kata Seipai. Todos los asistentes nos quedamos sorprendidos con la facilidad con la que se caía el Maestro Hirota. El pensamiento general era que Hirota facilitaba la explicación del M. Mabuni pero al cabo de unas cuantas veces irse al suelo, se levanto sonriendo diciendo: “no sé qué hace el Maestro pero siempre estoy en el suelo”. Aunque han pasado muchos años, sigo recordando como esa expresión sincera de Hirota me hizo comenzar a cuestionarme muchas cosas, cosas que con el paso del tiempo no solo experimenté personalmente como asistente del maestro Mabuni sino que a día de hoy tengo presentes en mi práctica diaria.    Las técnicas del maestro Mabuni se apreciaban simples y cortas, pero realmente, muy efectivas. Esa eficacia quedaba patente en el control del oponente. Mabuni Kenei, Deogracias- budoblog.es Ese pequeño hombre prácticamente no se desplazaba, si lo hacía sus desplazamientos eran mínimos y ajustados a la perfecta distancia. Todo sucedía en un solo tiempo. Desde entonces mi investigación se dirigió a esa manera de utilizar el cuerpo, pero sin mucho éxito. Es verdad que avanzaba, pequeños avances que lograba estudiando karate Shito-ryu. Mucho de esto lo dejó escrito en su “Método” aunque no dejó muchas pistas de cómo desarrollarlo y obtenerlo. La frustración de no alcanzar el éxito no me desfalleció en absoluto, todo lo contrario, me hizo un estudiante más aplicado, tanto en lo que al físico se refiere como al estudio de textos, escuelas, otras influencias… Cualquier cosa que me ayudara a desarrollar y alcanzar lo que tantos años atrás...

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Karate con Síndrome de Down
Feb22

Karate con Síndrome de Down

Jesús Pindado  “Hola, quiero traer a mi hijo a karate, pero… tiene síndrome de Down, ¿podría apuntarle?”  Esta es una de las preguntas más frecuentes que algunas de las familias con hijos con Síndrome de Down se hacen a la hora de querer llevarlos a nuestros gimnasios.  Cuando las personas, en este caso los padres, se enfrentan a situaciones nuevas, la ansiedad puede aparecer en ellas como una preocupación a lo que puede venir, originando preguntas como la anterior, en donde las dudas llevan a un miedo ante aquello que no se conoce.  Por ello en este caso, nosotros como profesionales, lo primero que tenemos que hacer es tranquilizarles y darles nuestra confianza para que vean que su hijo en nuestras clases va a estar muy bien y lo que va a conseguir entrenando karate son muchas más ventajas de las que ellos piensan.  Entre estas ventajas están tanto las que tenemos a nivel físico, como las que encontraremos a nivel psíquico.  A través del entrenamiento en la clase de karate, el alumno con Síndrome de Down puede mejorar sus posibilidades de expresión, de relación y de movimiento tanto para sí como para los demás. Además, la práctica del karate provoca una mejora de la condición física en general, entendida ésta según el Diccionario de Ciencias del Deporte (1992), como la capacidad de trabajo físico del hombre y de la mujer, determinado por el grado de desarrollo de las cualidades físicas básicas.   Por ello a través del entrenamiento de karate, se mejorará el desarrollo motor trabajando las cualidades físicas básicas (velocidad, fuerza, flexibilidad y resistencia) y las cualidades motrices coordinativas (coordinación y equilibrio), mejoradas ambas a través del entrenamiento diario en la clase de karate.  Con el trabajo de la resistencia, se intentará mantener el peso ideal, pudiendo reducir así, este peso si es necesario y por tanto el volumen corporal, sin olvidar en ningún momento las posibles cardiopatías que puedan padecer.  En lo que se refiere a la velocidad, se desarrollará a través del entrenamiento específico de las técnicas del karate, ya que se exige siempre y de manera reiterada la máxima velocidad en su ejecución, o a través de formas jugadas que ayudarán además a la consecución de una mejora de la velocidad de reacción.  En relación a la fuerza, en entrenamiento de karate le ayudará a conseguir una canalización de esta, según la edad que tenga, ya que, al realizar las ejecuciones técnicas, se exige además de la máxima velocidad, un reajuste final (el kime), que les permitirá poco a poco, controlar la misma, además de provocar tonificación muscular, en todos los grupos musculares de forma...

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El trabajo de la consciencia en el Karate
Feb17

El trabajo de la consciencia en el Karate

Es curioso que tanto siendo profesores como alumnos muchas veces no seamos conscientes, valga la redundancia, de lo que el Karate nos aporta a nuestra consciencia, tanto emocional como física. Aunque creo que realmente en cualquier actividad que hagamos podamos llegar a ese estado de «consciencia plena», con el Karate, a lo largo del tiempo y a corto plazo clase a clase, los resultados son increíbles, tanto con niños como con adultos. A nivel emocional hay muchísimos estímulos en el día a día de un karateka que nos ayudan a ser conscientes de nuestros sentimientos y de nuestras emociones, pero por supuesto tenemos que estar abiertos a sentirlos y a aceptarlos como propios, sin luchar contra ellos. Podemos y debemos escuchar nuestro interior en nuestras acciones cotidianas y eso nos ayudará a conocernos a nosotros mismos y forjar nuestro «DO». Hay casos muy obvios en los que los sentimientos brotan desbocados por nuestros poros: enfrentarse a todas las miradas de nuestra clase siendo el foco de atención haciendo un kata en medio del tatami mientras todos nos observan, cuando nuestro maestro nos confía una responsabilidad como por ejemplo enseñar un kata a algún compañero, o una prueba para subir de grado. En cualquiera de estos momentos no es difícil «escuchar» nuestro interior, pues las emociones (obviamente dependiendo de nuestra personalidad y lo acostumbrados que estemos a hacerlo) están a flor de piel; en estos casos quizás lo más difícil sea distinguir cual o cuales son las predominantes. Pero hay otros casos, que ocurren, como he mencionado antes, en el día a día que muchas veces pasan inadvertidos. Por ejemplo, si un alumno nuevo aparece en nuestro dojo, algunos quizás sientan cierto recelo hacia él, otros ganas de ayudarle, otros quizás sientan en su interior el recuerdo de cuando acudieron ellos mismos el primer día a aprender karate. Al fin y al cabo, cada persona es un mundo y una misma situación es enfrentada de forma muy distinta por cada una, y por eso es importante, y divertido (al menos yo lo pienso así), el observarnos como en tercera persona e intentar ser conscientes de qué sucede en nuestro interior (sin descuidar la clase, por supuesto). Otras acciones cotidianas en las que podemos intentar «escucharnos» pueden ser qué sentimos si llegamos tarde a clase (vergüenza, pena, nos da igual porque pasamos del tema -hay de todo en esta vida-), cómo nos sentimos al observar que no nos termina de salir bien la combinación de kihon correspondiente (frustración, desánimo), o por ejemplo al hacer kumite y «ganar» a nuestro compañero (pongo «ganar» entre muchas comillas pues sobre eso se puede hablar...

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Deo Dento Karate
Feb08

Deo Dento Karate

Blog del maestro Deogracias Medina C.N. 8ºDan R.F.E.K. El objetivo de esta web, además de compartir sus conocimientos y métodos de trabajo, es formar una COMUNIDAD SERIA Y SÓLIDA de practicantes de karate, especialmente de aquellos que comparten la pasión por la práctica y el estudio de sus vertientes más tradicionales. Por ello tiene creados diferentes tipos de suscripciones; la suscripción a novedades «vídeos, eventos, cursos, formaciones…» y en la suscripción a la web se tiene acceso a todo el material gratuito que periódicamente va subiendo relacionado con el trabajo sobre el método Mabuni, vídeos explicativos, katas… Una web muy recomendada que une tradición y vanguardia. Estudiando las escuelas antiguas (Koryu) para comprender el estilo Shito Ryu, uniendo así lo «antiguo y lo...

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Sobre Hyakusenrenma 百戦錬磨
Ene29

Sobre Hyakusenrenma 百戦錬磨

Podríamos traducirlo por Veterano, aunque en realidad es bastante más que eso. 百戦錬磨 es realmente ser educado por la adversidad en muchas batallas; ser rico en la experiencia de la vida.錬磨 RENMA podríamos traducirlo como Formación y百戦 HYAKUSEN como Cien Batallas. Quiere esta palabra decir que aquel que es un Veterano ha recibido la formación, el Conocimiento, y la experiencia, de quien ha sido educado en las penurias, adversidades, y calamidades que da el haber participado en cien batallas. La adversidad y la superación de ésta es una gran Maestra de la vida, solo aquel que se ve sometido a pruebas muy duras tiene las vivencias y la experiencia que le permitirán afrontar cuantas pruebas le depare la vida. Por eso hay tipos de entrenamiento en Karate que son muy duros, y se llaman Tanren 鍛錬 o Forja, porque no son sólo cultura física, endurecimiento físico, sino también mental. El Tanren, la Forja, no sólo es para el cuerpo, también lo es para el carácter, y hay un cúmulo de cualidades mentales y morales que se aprenden sufriendo físicamente. No es masoquismo, es superar el umbral del dolor físico, con una mente fuerte que se impone a nuestro cuerpo. Por eso se dice que es una lucha con uno mismo, que es la forja de uno mismo. Suavizar el entrenamiento, quitarle la parte dura y áspera, no es la idea del Arte Marcial. Sólo cuando se ha llevado a alguien al extremo de su capacidad de aguante y su fuerza de voluntad le ha permitido superarlo, podremos hablar de Forja, de Tanren. Evidentemente, como todo entrenamiento, ha de ser gradual, aumentando los niveles de tolerancia a la vez que el cuerpo se fortalece y la técnica se mejora, también la mentalidad se va adaptando y fortaleciendo, pero el listón ha de ponerse cada vez un poco más alto. En el entrenamiento de Karate hay dos Métodos diferentes, uno es el Cualitativo, mediante el cual se perfecciona la técnica, se corrigen los errores, se busca la comprensión de cada movimiento y su perfeccionamiento. Otro es el Cuantitativo, y en el se busca, mediante un alto número de repeticiones de pocos movimientos, la llegada a un umbral de agotamiento, de fallo muscular, de querer dejarlo porque nuestro cuerpo nos lo pide, y sin embargo, a base de fuerza de voluntad, seguir adelante con las repeticiones superando el cansancio y el dolor. Así es que el entrenamiento Cuantitativo es ciertamente un entrenamiento físico, y también técnico, pero, esencialmente, es un entrenamiento mental. El Tanren puede llevarse a cabo por parejas, como kote kitae, keri kitae, y Tai kitae utilizando el cuerpo de...

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