El entrenamiento de técnicas específicas para situaciones concretas planteadas desarrolla habilidades de todo tipo en un Karateka, y va quedando archivado en nuestra memoria de patrones de comportamiento aprendido.
Pero,en la realidad ,no suelen darse circunstancias iguales siempre,de hecho es bastante anormal que así sea, y por lo tanto, lo mas probable,es que los patrones entrenados no puedan repetirse.
Y, dicho esto, ya estoy imaginando a la gente hacerse la pregunta pertinente ¿Entonces, para que entrenar Kata y Bunkai? ¿Porqué perder el tiempo con ello?.
Y voy a contestar con mí propia opinión : Aunque uno de nosotros fuese capaz se entrenar todas las Artes Marciales posibles, e incluso conociendo todas las técnicas de esas artes marciales diferentes,todas las posibles interpretaciones y soluciones planteadas por ellas, si una persona no puede adaptarse a las circunstancias cambiantes, nunca tendrá la capacidad real de defenderse.
En japonés Hen 変 es el kanji que se utiliza para referirse a cambio, pero también a lo inesperado, así es que HEN-O explica, o se refiere, a la adaptación a todo tipo de cambios y circunstancias, especialmente las inesperadas.
Se denomina como HEN-O , en Karate, a la capacidad de adaptarse a las circunstancias, y esa es una capacidad vital para un Karateka.
Esa capacidad desarrollada por el Karate es también importantísima para nuestra vida cotidiana y trabajo.
La adaptabilidad a las circunstancias, todas ellas, las derivadas del entorno, y también de los propios actores del enfrentamiento y sus circunstancias personales, tanto físicas, como sicológicas, o sus habilidades, es entrenable mediante el Kata.
Por eso la enseñanza contenida en un Kata puede ser múltiple y variada, dependiendo de los Principios Fundamentales, incluso filosóficos que estén contenidos en la intención de quien lo creo, el significado que plasma esa intención del compositor inicial del Kata es lo que se conoce como Hongi ,y es todo aquello que quien realizó el Kata, o lo modificó creando su propia versión de un Kata anterior, tras haberlo comprendido íntimamente, puso en él.
Un Kata es lo que se ve, pero también lo que no se ve: Está inmerso en la Ley de la Causalidad, toda acción tiene una respuesta acorde, sea visible o no.
Todo lo que no se ve a simple vista, los Principios subyacentes tras las técnicas del Kata (aquello que trasciende a las propias técnicas externas del Kata y permite generalizar) es lo que se conoce como Toridai. Pero, todo eso que está oculto, puede salir a la luz mediante el estudio concienzudo y el entrenamiento diligente.
Si vamos conociendo los Principios subyacentes en un Kata gracias a nuestra propia práctica e investigación, y como siempre me ha dicho Ishimi Sensei: Cuando uno está preparado, comprende por si mismo. Nos iremos dando cuenta de que lo que aprendemos puede ser específico del Kata estudiado, si entendemos su Myo, su Esencia, pero que también que tiene universalidad, es decir, que trasciende al propio Kata estudiado, e incluso al Karate, y llega a impregnar la personalidad del practicante cambiándola u adaptándola. Pero esos son Conceptos abstractos en los que no quiero detenerme ahora.
HEN-O es la adaptabilidad a las circunstancias, sean éstas las que sean, al medio y entorno, al adversario, etcétera. Pero, esa adaptabilidad aprendida tras la práctica del Kata, tras bucear en busca de lo oculto en él, desarrolla muchas otras condiciones de carácter sicológico, incluso mecanismos de reacción que son capaces de mezclar diferentes patrones de aprendizaje y capacidad de reacción, de reprogramar rápidamente nuestra capacidad de respuesta.
Conocer los Principios subyacentes ocultos en el Kata nos facilita el acceso a diferentes posibilidades, tanto de acción como de reacción, y a la adaptabilidad a diferentes circunstancias. Por eso es tan importante al estudiar un Kata conocer su esencia.
En un Kata, el Myo, la Esencia, se corresponde con las partes del Kata que el practicante no ve fácilmente, y que solo se entienden una vez que se ha estudiado con más profundidad y detalle, pero también con aquello que realiza y trasciende, así es que es un conjunto de dos partes: lo visible y lo invisible. Estudiar sólo la parte visible del Kata, no te permite conocer su Esencia.
Yo estoy convencido de lo que digo al afirmar que un Kata del que no se conoce su esencia, lo que lo regula y da sentido, su Myo, es un mero ballet, una calistenia marcial, un mero conjunto de movimientos ejecutados con un determinado ritmo.
En Karate existen las llamadas Shikake waza ,o técnicas de configuración ofensiva, por contraposición a las Oji waza o técnicas de configuración defensiva.
Las Shikake waza se componen de varias partes.
La primera de todas ellas es Yomi, derivada del verbo japonés yomu, que significa leer ,y en éste caso es la capacidad de leer al oponente. Esto se refiere a leer sus intenciones y su fuerza mental.
Una de esas circunstancias es también Maai, la distancia a la cual nos encontramos del oponente, y el uso que él hace de esa distancia y como reacciona ante nuestros movimientos de acercamiento o alejamiento. La reacción que el adversario tenga ante nuestra utilización de tokoshi, o técnica de acercamiento, nos dará una idea de cuál es su kokoro no Maai, que es la distancia sensible en la cual el adversario se siente incómodo y opta por atacarnos o reaccionar. El análisis de esas reacciones nos permite elaborar la estrategia adecuada, también adaptándonos a la forma de reaccionar del adversario.
Otra es Hyoshi,el ritmo espacio temporal que conlleva el enfrentamiento. Maai, Hyoshi y Yomi son tres de los factores esenciales a dominar en el enfrentamiento.
A continuación viene la elaboración de Senjutsu o la estrategia a seguir ,y ello implica que se deben tener en cuenta las circunstancias, incluidos el espacio y el entorno, leer las tendencias del oponente, comprender sus habilidades y luego formular una estrategia ganadora que nos lleve a la victoria. Pero el adversario puede tener sus propias ideas con respecto al enfrentamiento y lo que está ocurriendo en él, y no obrar cómo nosotros pensamos que hará, puede perfectamente tomar una táctica distinta a la que nosotros creemos que le hemos obligado a tomar, y actuar de otra forma diferente a la que nosotros hemos planeado que haría.
El adversario, en su propio Senjutsu puede introducir la figura del Damashi o engaño, así es que puede proyectar en nosotros una imagen distinta a la real. Puede aparentar fortaleza cuando no la posee, puede aparentar debilidad y abrir huecos en su kamae invitándonos (Sasoi se llama esa treta) a que le ataquemos, y estar preparado para recibir nuestro ataque esperado y repelerlo desde una posición ventajosa (tanto física como mental) que se denomina Tsukuri, puede cambiar su ritmo, si nos hemos dejado atrapar por él, y pillarnos en una posición de debilidad o Kyo, o, incluso, con una combinación de maniobras tácticas crear un Suki o brecha en nuestro Sistema defensivo, tanto a nivel físico como mental.
La habilidad para adaptarse a las circunstancias cambiantes de un enfrentamiento, y cumplir con lo antes mencionado, es HEN-O, la adaptabilidad.
Si nuestra intención es romper el espíritu del adversario (eikikujiki). Con la experiencia adquirida por el entrenamiento del Kata y sus aplicaciones, seremos capaces de regular nuestra respiración y que sea esta la que nos lleve, permitiéndonos la adaptación a las circunstancias (hen-o). Esto significa que la respiración adecuada nos permitirá estar tranquilos, y esa tranquilidad nos aportará la claridad de espíritu necesaria para que nuestra intuición se haga cargo y fluya con la acción. Esta intuición se conoce como kan kyo jitsu, o capacidad intuitiva para sentir el poder negativo y positivo (kyo jitsu) del oponente, tanto mental como físicamente.
Foto: Dmitry Valberg
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