Todos queremos ver al kumite masculino español en los JJ.OO. de Tokio. ¿No? Todos nos sentiremos orgullosos, igual que lo haremos seguro con Sandra, Damián y probablemente con Carlota, Cristina y/o María. Nuestros chicos nos harán disfrutar con pasión de un espectáculo impresionante y nos alegraremos de que puedan vivir el sueño que otros no pudimos realizar. Pues es hora de hacer un alto el fuego y REMAR EN LA MISMA DIRECCIÓN.
En cualquier guerra, la gente hace cosas malas, que justifica porque su oponente ha hecho algo peor (según su criterio). Creo que el típico “y tú más” no lleva a ninguna parte y que “el estás conmigo o estás contra mí” solo lleva a la guerra civil. Estos días he sentido pena, rabia e indignación por los sucesos en mi deporte, con mi equipo y con mis amigos, incluso sabiendo que algo así se veía venir. Pues creo sinceramente que es el momento de hacer una TREGUA, al menos 15 días hasta que pase el preolímpico de París (y quizá prorrogarla hasta los juegos). Luego, se podrán solucionar los problemas sin enfrentar al colectivo y usando los medios legales: moción de censura / cuestión de confianza, tribunales deportivos, justicia ordinaria,… Pero ahora no, no es momento.
En París saldrán al tatami 3 karatekas de nivel super-crack que llevan entrenado toda su vida para este momento. Sabemos que en el alto nivel “un poco es la diferencia entre ganar o irte sin medalla” y para eso nuestros deportistas, sus entrenadores y la federación deben estar CONCENTRADOS ÚNICA Y EXCLUIVAMENTE EN PREPARSE, cuidando cada detalle para que el día D a la hora H nuestros chicos den la mejor versión de sí mimos. Ni los deportistas ni la federación deberían estar gastando su tiempo y su energía en esta guerra.
Matías Gómez, el Nadal del karate, uno de esos deportistas que hacen grande el deporte. Eres como un hermano pequeño para mí, te conozco desde hace más de 15 años, he sido tu entrenador, preparador físico, consejero y Amigo. Sé de qué pasta estás hecho y cómo te creces en los grandes momentos. MATI, YO CONFÍO EN TI.
Babacar Seck, tenías 17 años cuando yo me estaba retirando. Ese año dije “si vuelvo a competir, será en el equipo de Babacar, porque no quiero enfrentarme con semejante crack”. BABA, YO CONFÍO EN TI.
Rodrigo Ibáñez, te conozco desde que eras un bebé, he sido tu seleccionador regional, tu entrenador en el PNTD, el CAR y ahora en el Basque Team. Repito públicamente lo que dije en La Rioja cuando tenías 12 años: “Hay muchos buenos, pero Rodri es el mejor”. RODRI, YO CONFÍO EN TI.
Chicos, yo y quienes compartan esta publicación CONFIAMOS EN VOSOTROS. Centraros en lo vuestro y a tope en París.
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