8.Samurái (侍) (Parte-2)
A finales del siglo XII el Zen comenzó a calar entre los Samurái como religión de la voluntad instintiva depurada. Procedente de la India llega a China en el Siglo V y parece que se introdujo en Japón en el S. VI, aunque no encontró su asentamiento hasta el S. XII en Kamakura. El Samurái no solo era un guerrero era un artista que tenía que dominar diversos artes entre ellos era la ceremonia del Té es una recreación inspirada y creada por los monjes Zen, aportó a los nobles y a los Samurái de clase, “un frescor de espíritu engendrando la cortesía, la modestia, la paz del cuerpo y del alma incitando a la tranquilidad, la calma y el dominio de sí, sin orgullo ni arrogancia”. Cosa que convenía muy bien con la tendencia natural de los japoneses a la melancolía y su gusto hacia lo simple (Wabi), todo lo contrario, a la tendencia de China o en Occidente. Interesante referencia es el “Elogio de las Sombras65”, para ver ese gusto japonés. A continuación, vamos a mencionar a figuras de gran importancia y relevancia que se han conocido en la historia como verdaderos samuráis:
A finales del siglo XII el Zen comenzó a calar entre los Samurái como religión de la voluntad instintiva depurada. Procedente de la India llega a China en el Siglo V y parece que se introdujo en Japón en el S. VI, aunque no encontró su asentamiento hasta el S. XII en Kamakura. El Samurái no solo era un guerrero era un artista que tenía que dominar diversos artes entre ellos era la ceremonia del Té es una recreación inspirada y creada por los monjes Zen, aportó a los nobles y a los Samurái de clase, “un frescor de espíritu engendrando la cortesía, la modestia, la paz del cuerpo y del alma incitando a la tranquilidad, la calma y el dominio de sí, sin orgullo ni arrogancia”. Cosa que convenía muy bien con la tendencia natural de los japoneses a la melancolía y su gusto hacia lo simple (Wabi), todo lo contrario, a la tendencia de China o en Occidente. Interesante referencia es el “Elogio de las Sombras65”, para ver ese gusto japonés. A continuación, vamos a mencionar a figuras de gran importancia y relevancia que se han conocido en la historia como verdaderos samuráis:
Yoshitsume (1159-1189) (義経), apodado el Bayado (sin miedo y sin reproche), fue probablemente el héroe más ensalzado y más representado en el teatro Nōh (能) y Kabuki (歌舞伎). Sus victorias permitieron a su hermano convertirse en Shogun en 1192. Su victoria auténtica, a la edad de 14 años sobre el puente Gojo de Kioto, contra el gigante Monge-guerrero Benkei (este luchaba y desarmaba a sus adversarios, era un coloso invencible), se convirtió en su más fiel ayudante (esto nos recuerda al pequeño Juan en Robín Hood, ficción seguramente sacada de la verdadera historia de Benkei). Cabe destacar el tipo de preparación que tenía este personaje en el combate y era el conocimiento de los puntos de presión y anatomía del cuerpo humano y de ahí vemos la eficacia del Arte de los puntos vitales y esquivos que está claramente representada en la forma de ser de este personaje. Benkei murió protegiendo a su general en el curso de una batalla, y ese hecho es una de las crónicas de sucesos más veneradas y respetadas dentro de la mitología japonesa, hecho que se conoció como Benkei no Tachi Ōjō (弁慶の立往生. Sirvió de escudo humano contra cientos de flechas, murió de pie, como una columna y no cayó al suelo, muestra que lo hizo grandioso dentro del folclore japonés, donde la lealtad y el honor de Benkei sobrepasaron la barrera de la vida y la muerte, y lo dio todo por su señor. En la actualidad aún se recuerda esta hazaña y suelen representarlo en una conocida obra de teatro Kabuki, donde Benkei se ve en la dicotomía de tener que elegir entre mentir o proteger a su señor para poder atravesar un puente y después de haber analizado con atención la forma de actuar de Benkei, este elige cumplir sobre todo con su deber a su señor. Yoshitsume expuesto a las persecuciones del Shogun (su propio hermano), en signo de protesta, se hizo el Seppuku en el año 1189 en Koromogawa, en presencia de varios familiares.
Oda Nobunaga (1534-1582) (織田信長), figura legendaria que de simple soldado llegó a lo más alto en el rango militar, tenía una gran habilidad con el Yari (槍)(lanza). Fue asesinado a traición, ya que vencerlo frente a frente o en combate declarado hubiese sido muy complicado por no decir imposible, debido a su gran destreza en el manejo de las armas además de su gran dominio de la “esencia” en las Artes Marciales, tradicionales.
Ronin (浪人) “hombre de la ola”, era un Samurái que había perdido su empleo, o caballero errante, espadachín sin escrúpulos que vivía en la miseria. La primera “requisa de espadas” de 1588 fue ordenada por Hideoshi (秀吉), y decía:
“Toda espada o sable largo, o corto o puñal, lanza, arco, arma de fuego, u otra arma de combate, debe ser entregada a los jefes de provincia o a sus suplentes para fabricar clavos y remaches destinados a la construcción de Buda, lo que aprovechará el pueblo, no solamente en este mundo, sino también en el otro66”. En China el Emperador Yao (堯), ya hizo lo mismo, controlando el uso de armas en sus súbditos. Yao fue uno de los tres reyes de la Era Dorada de la Prehistoria en China (2356-2255 a. C.)
Tokugawa Ieyasu (徳川家康) nació en 1542 y murió en 1616. Fue el primer shogun durante el periodo comprendido entre los años 1603 a 1605, siendo posiblemente el fundador del clan Tokugawa, cuyo predominio duró hasta bien terminado el año 1867.
Fue miembro de una importante familia feudal, además de ser el protector del hijo deHideyoshi, hecho que fue de gran relevancia para permitirle el dominio y liderazgo de su clan. Un hecho grave para los monjes budistas insurgentes, fue su sometimiento a la fuerza, creando un ejército que hizo que dominase con gran facilidad los territorios e incluso realizando una expansión territorial y administrativa. Sobre el año 1582, realizó un tratado con el poderoso Hideyoshi Toyotomi, en tiempos cercanos a la muerte del mismo, ya en esta época en el año 1598, Ieyasu fue poseedor de uno de los mayores ejércitos de Japón. Tras finalizar la famosa batalla de Sekigahara en el año 1600, éste por su gran poder y supremacía, hizo que el emperador le nombrase shogún en el año 1603.
Finalmente, tras pasar dos años, tuvo que adjudicar en favor a su descendiente e hijo Hidetada67.
Daimyō (大名) “Gran hombre”, era el señor de una o varias provincias, independiente en su territorio (feudo o clan) entre 1600-1867, naciendo de las disciplinas marciales sofisticadas. En esta época estaba sólidamente asegurada la paz en Japón, la práctica se
sofisticó; de los 2 millones y medio de Samuráis convertidos en funcionarios, sólo algunos miles se entrenaban con pasión en una o dos de las disciplinas consideradas como obligatorias:
Durante los 3 siglos que siguieron a la pacificación del Japón (1600-1870), “las Artes Marciales de guerra”, se dividieron en disciplinas marciales convencionales que se codificaban de año en año. Las más exportables de estos Bujutsu (Técnicas Marciales), fueron enseguida modificados por Budō moderno. El origen del guerrero se ve influenciado por orígenes arraigados en el confucianismo llegado de China. A la influencia del Budismo Zen, el concepto moderno de Bushido se formó basado en la ideología confuciana y una filosofía racional, teniendo particularmente en cuenta las correctas relaciones humanas en la base de la sociedad, con un orden social basado en normas éticas estrictas centradas en la familia y el Estado, ambos gobernados por hombres de letras y ciencias. El neo confucianismo se desarrolló en China por Zhu Xi (o Chu Hsi– 1130-1200) y generalmente se llama Shushigaku en japonés. Estas enseñanzas fueron estudiadas por los monjes Zen Gozan de los templos en el periodo Muromachi y se utiliza cuando los señores feudales han emanado leyes a sus propios dominios.
En el periodo Edo, la escuela Xi Zhi tenía un fuerte apoyo por el Shogunato Tokugawa.
Este órgano jurisdiccional considera esta filosofía enormemente útil para justificar o legitimar una estructura feudal del Estado y la sociedad, ya que viene a formarse en el siglo XVII.
El Samurái se convirtió en la parte de la clase social más alta y no eran sólo los guerreros que también tuvieron papeles en el gobierno. La educación para el samurái fue desarrollada para proporcionar las habilidades apropiadas para una carrera en esta dirección, esperado de sus actitudes morales de un cierto nivel si se toma una parte activa en el gobierno. Como resultado muchas escuelas fueron construidas por el Shogunato y los distintos dominios feudales dieron una oportunidad para aprender y conocer las ideas confucianas.
En el ecuador del periodo Edo68 (江戸) se construyó el Kogaku (古学), que son las escuelas donde estudiaban los antiguos pensadores japoneses que rechazaron las enseñanzas de Zhu Xi porque eran difíciles de adaptar a los japoneses de la compañía. Los estudiosos de Kogaku regresaron al trabajo del confucianismo clásico chino con el fin de extrapolar adecuadamente lo que fue predicado. Yamaga Soko (山鹿素行) nació como hijo de un desafortunado Ronin en la provincia de Aizu prefectura de Wakamatsu, considerado como el primer gran neoconfuciano que se formó en las cercanías de la capital del Shogun. Comenzó estudios de literatura China a la corta edad de seis años, y posteriormente recibía las enseñanzas de Hayashi Razan 69 ( 林羅山). Soko fue un reconocido practicante de Artes Marciales, estudioso de literatura japonesa y pensador sintoísta. Fue a partir de haber cumplido veinte años, cuando se convirtió en un auténtico filósofo samurái, en cuyos grandes trabajos y escritos hablaba y argumentaba mucho sobre las Artes Marciales, combinándolas con el sintoísmo y el neoconfucianismo.
Consiguió una considerable fama por una obra en cincuenta partes publicada en 1642, siendo un compendio de las estrategias marciales; la “esencia” y los orígenes del samurái eran parte fundamental de su obra. De hecho, es considerado uno de los ideólogos principales de Bushido. Un samurái debe cultivar no sólo su capacidad como un guerrero, sino también su mente y su carácter. El confucianismo floreció con el apoyo de la clase samurái durante el periodo Edo y conceptos como la lealtad y el humanismo se extendieron gradualmente al público por el samurái con el resultado de tener fuertes creencias confucianas en el Japón moderno.
En el Hagakure70, un samurái llamado Yamamoto (山本), dijo que Bushidō significaba (determinación a morir), y ese era un valor muy a tener en cuenta dentro del código de los guerreros japoneses. Esto hace que sea implícito que todo samurái debe vivir de forma admirable y con honor, de tal manera como para no tener remordimientos en el momento de su muerte, ya que la posibilidad aparecía cada día. Comportarse con valor, destinado a seguir un estricto código moral que incluía, entre otras cosas, la justicia y la educación.
NOTAS:
65. Junichiro Tanizaki. 2017. El elogio de las sombras. Madrid. Espana. Editorial Siruela.
66 Agustín Y. Kondo Hara. 1999. Japón: Evolución histórica de un pueblo (hasta 1650). Guipúzcoa. España. Edinerea.
67 <http://www.biografiasyvidas.com/biografia/t/tokugawa_ieyasu.htm>[consulta: 10/04/2017]
68 El periodo Edo Jidai, también conocido como periodo Tokugawa, es una división en la historia de Japón que va desde 1603 hasta llegada la restauración Meiji en 1868.
69 Filósofo neoconfuciano japonés (1583-1657) tuvo gran importancia al ejercer como asesor de los tres shogunes del gobierno Tokugawa.
70 Hagakure (traducido literalmente como: oculto bajo las hojas, es un antiguo manuscrito de caballería samurái que está inspirado en el célebre código del bushido. Fue escrito por Yamamoto Tsunetomo.
Continuara… (capitulo anterior) (capitulo siguiente)
Foto: Mahir Özkan
29 junio, 2019
Diego, disculpa. Vaya por delante mi respeto y cortesía sincera pero, ¿Por qué escribes que El Zen es una religión?. Ni siquiera lo es El Budismo, siendo éste una consecuencia de aquel; siendo aquel una mera técnica mental, ni única, ni exclusiva de La Tradición Hindú… Todo viene de más atrás, aunque supongo que ya lo sabes.
Bueno. Ahí dejo mi cuestión por si quisieras aclararme algún aspecto que se me ha escapado de tu artículo.
Muchas gracias y ¡Salud!
Álvaro.