Se pueden oír unas cuantas, bastantes diría yo, voces que claman contra el llamado Karate Japonés presentándolo como una tergiversación del Karate original okinawense.
Y eso, como tantas cosas, es una simplificación inexacta. Véase sino el caso de Uechi-Ryu.
Kanbun Uechi se fue a China, entrenó allí tres Estilos de Quan fa y regreso a Okinawa. Una indiscreción de Gokenki, al que había conocido en China, le puso en la tesitura de tener que enseñar el Quan fa que había aprendido en China a sus paisanos okinawenses , o volver a exiliarse, y Kanbun Uechi hizo lo segundo, se exilió, y se fue a vivir a la Prefectura de Wakayama en Japón para trabajar en una fábrica.
Así es que el Uechi-Ryu como Estilo no nació en Okinawa, sino como una forma de autodefensa de los trabajadores okinawenses en Wakayama, Japón.
Y, cosa importante, los primeros y más importantes alumnos de Kanbun Uechi, los iniciadores del Uechi-Ryu, comenzaron todos en Japón.
Cuando Kanbun Uechi regreso a su Okinawa natal, su Estilo de Karate se estaba desarrollando en Japón, no en Okinawa. Así es que fue el regreso de Kanbun, y de buena parte de sus alumnos de origen okinawense a Okinawa , el que dio carta de naturaleza al Uechi-Ryu en la propia Okinawa, y no al revés.
Está históricamente claro, y diáfano, que el desarrollo del Karate en Japón se realizó a través de Maestros okinawenses que como Funakoshi, Mabuni, Miyagi, Motobu, Toyama, Taira, Yabiku, etc, etc, se trasladaron a la metrópoli, bien de manera ocasional, o de manera definitiva, enseñando el Karate original de Okinawa a los japoneses.
¿Qué ocurrió pues para que se produjeran diferencias entre lo original y lo transmitido, por Maestros originales okinawenses, en Japón?
Pues, mas allá de las nuevas tendencias deportivas del Karate y que se suelen identificar como Karate Japonés, lo que ocurrió fue que el Karate, un arte considerado local y que recibía, incluso, el nombre de cada una de las tres ciudades más importantes de la isla principal de las Ryukyu, no muy bien descrito y explicado, fuera de una tradición oral y una enseñanza personalizada, entró en contacto con una tradición guerrera ancestral altamente desarrollada en todos sus aspectos, tanto técnicos, como físicos, filosóficos e ideológicos : El Budo japonés.
La riqueza de las técnicas de los diferentes Budos en Principios subyacentes reguladores, y la descripción pormenorizada de todos y cada uno de los aspectos de la técnica, desarrollada e investigada por los encargados de cada Koryu o Escuela Antigua, sobrepasaba con mucho lo que venía de Okinawa. Era desde luego mucho más academico desde el punto de vista intelectual, y desde luego social.
La otra cuestión, y no menos importante, fue el hecho de que algunos de los primeros japoneses en abrazar el Karate con entusiasmo eran budokas consumados de Alto Rango en sus respectivas Artes, especialmente en Jujutsu y Kenjutsu, y, obviamente, incorporaron lo que sabían a lo que estaban aprendiendo, y, se quiera o no, se produjo un sincretismo.
El Karate, como Arte oriundo de China que es, al menos yo sí tengo eso como muy claro, heredó de la rica Tradición China no sólo las técnicas físicas, sino también muchas de las bases filosóficas y médicas que están detrás de las técnicas, aunque por razones óbvias de la clandestinidad con la que fue transmitido, muchas no fueron bien o suficientemente explicadas y entendidas, o no lo fueron a todos los practicantes por igual.
Desde luego que el Karate de Okinawa es rico en Principios y Conceptos, que al fin y al cabo son los que regulan la técnica, pero no tenía un cuerpo doctrinal, tanto a nivel técnico como filosófico, como el que le proporcionó el Budo japonés a través de los mejores de los practicantes iniciales del Karate en Japón.
Muchos de esos practicantes, los primeros interesados, eran Maestros de Alto Nivel en otras Artes como el Jujutsu y el Kenjutsu, aunque no sólo y únicamente en ellas.
Es el caso de Seiko Fujita, el gran ninja que dominaba diversas artes marciales, así como la MTC, la acupuntura, y el Arte de los Kyusho, además del Nanban Satto Ryu Kempo. Gracias a su amistad y colaboración con Kenwa Mabuni, aceptó enseñar a Manzo Iwata, que fue el señalado por Mabuni para aprender diversas artes del ninjutsu.
Hay muchos ejemplos de Maestros de Karate que eran herederos de líneas ancestrales de Jujutsu, como Ohtsuka o Negishi, o el propio Konishi que fue el gran muñidor con el Butokukai, y el gran mecenas del Karate.
El Budo no riron, la Teoría del Budo, el conjunto de Conceptos y Principios que entraron a formar parte del bagaje técnico y filosófico del Karate, junto con el sufijo Do, tiene una importancia capital.
Así es que, el Karate do, si se estudia y conoce, y es un Budo Karate, es una versión mejorada del Karate jutsu primitivo.
Desdeñar la aportación japonesa al Karate do, solo puede hacerse desde el desconocimiento de esa aportación y su gran importancia.
Desde luego que los promotores del shiai Kumite no tenían, en absoluto, la intención de la sublimación deportiva actual , y, para entenderlo, solo hay que leer y entender los primeros Reglamentos que se redactaron, y el ánimo y objetivo que los presidía. No se puede descalificar a una herramienta por el mal uso que se hace de ella : La herramienta es la que permite hacer determinadas cosas, que no se pueden, o es muy dificultoso hacer, sin ella, pero no es la responsable de la forma en que se utiliza. Por lo tanto, el resultado es la consecuencia de un conjunto de circunstancias, y la filosofía que guíe la utilización de la Herramienta tendrá una importancia capital sobre el resultado.
22 octubre, 2022
Muy interesante , muchas gracias.