El Budo japonés, el auténtico y verdadero, siempre se ha identificado un poco con la religión, con los dioses y así sus grandes maestros han alcanzado la categoría de «casi dioses» en el país del Sol Naciente. Pero cuando digo religión me refiero, por supuesto, a las religiones de Japón, patria del karate; es decir, al Budismo y al Shintoismo. en efecto, el enfoque y desarrollo del karate ha ido siempre paralelo a estas dos religiones. Sus motivos tiene y, como veremos también numerosos puntos en común que conforman ese paralelismo.
El Budismo, creado por Buda, el «iluminado que fuera Sidarta Gantama», y desarrollado en la India hacia el siglo VI antes de Cristo bajo dogmas marcados por el Brahmanismo, no tiene unas doctrinas fijas, sino que, más bien, puede adaptarse a cada ocasión según la inspiración, como proclamaba el Maestro de la Secta Zen, dentro del Budismo, Muso Kokushi. Así reza en algunos Monasterios Budistas: «Mil monjes, mil religiones».
El Budismo se basa en la meditación y su principal característica podría ser su especial culto a la muerte. En el siglo VI, en el año 538 concretamente, esta religión que ya había pasado a China algunos siglos antes, lo hace ahora al Japón, tras la enorme influencia de Bodhidarma (Daruma) creador del Budismo ZEN. En Japón ya existía otra religión autóctona, el Shintoismo, sin moral, sin filosofía y sin fundamentos. El Shintoismo o «Camino de los Dioses» da carácter divino y sagrado a cualquier rama, roca, insecto,… reverencia a los espíritus de los antepasados y de los mayores y su principal objetivo es la armonía con la Naturaleza. Por ello sus meditaciones, ritos purificantes,… tienen como base elementos de ésta, a los que otorgan el carácter de «Kami»; es decir, algo divino, aún sin importancia hasta ese momento. Más tarde, incluso edificarán, a veces, sus templos en remotos lugares en torno al «Kami». !Ah!, el Shintoismo no quiere dar culto a la muerte, a la que margina por no tener vida. Por eso es muy frecuente en Japón que la gente recurra a las dos religiones, al Shintoismo para momentos alegres (bautizos, bodas,…) y al Budismo en el momento de la muerte. en resumen, el Shintoismo da culto a la Naturaleza y busca la armonía con ella.
BUDISMO Y KARATE
El karate, desde sus comienzos, muy lejanos, en la India y China, ha evolucionado de la mano del Budismo y de Bodhidarma Daruma. Juntos se empezaron a desarrollar en la India, pasaron a China y más tarde al Japón. Pero esa comunión no es casual. Los verdaderos objetivos del karate en ese momento inicial fueron espirituales y mucho tiempo después llega la preparación física. Los monjes budistas, cuyo objetivo es el desarrollo interno, el conocimiento del hombre y de su energía interior necesitaban una base física sana para ejercer su desarrollo interno y espiritual. Esa base, su cuerpo, la cultivaban con ese fin. algo así como «Mente sana en cuerpo sano». La relación del actual karate con el Budismo es inequívoca, pero a medida que el karate se va desarrollando con su «DO», su objetivo ya no es únicamente físico, quizá por la inevitable influencia del Budismo que tanto tiempo le había traído de la mano. Así, el karate tendría también ese desarrollo espiritual, ese equilibrio interno, como objetivo primario. Equilibrio que trae consigo un estado de verdadera felicidad y placer. Se denomina Estado Zen a este disfrute de paz interior que los monjes budistas consiguen con la meditación. En ese estado se dice que el cerebro genera unas ondas, llamadas Alfa que, curioso, se ha comprobado que grandes maestros de karate las generan también en algunas fases de los katas. Me viene a la memoria en estos momentos una frase con la que los maestros Kenei Mabuni, de karate, y Kishomaru Ueshiba, de Aikido, definen sus respectivos artes: «el karate (Aikido) en el caso de Ueshiba) es Zen en movimiento».
Muchos de los caminos que llevan a un mismo objetivo tienen que tener por fuerza algunas similitudes, puntos cercanos o partes coincidentes. Así, la meditación, como medio primero de interiorización para hallar el equilibrio de uno mismo, y el desarrollo de la energía interior, son obligados pasos o caminos para el común objetivo. Quizá el Shorinji Kenpo, arte que en Japón cuenta con más de 300.000 practicantes, sea una buena síntesis de lo que estoy diciendo. su composición: karate y Meditación, Meditación y karate. Ohtsuka Sensei, entre otros Grandes Maestros, practicaba también una Meditación complementaria. En su caso llamada «Ouchaku Zen».
LA PAZ Y ARMONÍA COMO OBJETIVOS
El karate es un gran sistema de Defensa Personal, ayuda a canalizar la agresividad de la persona a través de la gran actividad física que realiza, es un inmejorable sistema para el desarrollo físico, pues pone en juego todos los sistemas del cuerpo y los amplía al tiempo que favorece todos sus funcionamientos. Pero lo principal es que desarrolla la personalidad y el carácter de quien lo practica, como ya decía el Maestro Funakoshi. El resto es secundario, aunque para muchas personas, me atrevería a decir que para la mayoría, sea alguna de esas otras funciones la principal. El desarrollo personal y espiritual del individuo, hará que aquel sea positivo para la Sociedad, fin último y objetivo principal según el Maestro Ohtsuka, 10º Dan de karate-Do. Lo de menos, en este sentido, es que el karate sea un medio de lucha, pues lo que principalmente es el «Do» es camino para conseguir, por este orden, paz y armonía individual interior, y paz y armonía de la sociedad en general. La felicidad es lo principal, personal y de grupo, a la que se puede llegar por el karate o por otros «caminos», como por ejemplo, la meditación, la pintura y mil más.
Maestros como Kishomaru Ueshiba, Ohtsuka Sensei, Yamaguchi Gogen y muchos otros, todos ellos grandes figuras físicas, personales y espirituales gracias al karate practican asiduamente la meditación como complemento y ayuda al mismo fin y objetivo. todos ellos tienen en la parte principal de sus Dojos o jardines un altar completado con «kamis» como pueden ser ideogramas japoneses del Estilo Marcial practicado, retratos del creador o antepasado, y algunos otros (símbolos, etc.). Todos ellos buscan primero en sí mismo, en su interior y tratan de conseguir su equilibrio, su paz y su armonía, al igual que los monjes, budistas o shintoístas. Algunas de las formas utilizadas son parecidas, otras diferente, pero todas tiene los mismos objetivos.
MEDITACIÓN Y ENERGÍA INTERNA.
El desarrollo interno y espiritual da además como resultado una energía interior que, después, como la principal cualidad desarrollada por el karate, podrá aplicarse a muchas facetas de la vida. Los monjes y grandes maestros de karate, ayudan al ensanchamiento de esa energía interna con algunas prácticas especiales además de la meditación. Una de ellas es; por ejemplo, la caída del agua de torrentes para predisponer el sistema nervioso al desarrollo de la energía interna. Otras prácticas consisten en la utilización de Mudras, o especiales posiciones de los dedos de las manos, que actúan así de manera particular en la circulación y aprovechamiento de la energía interna. La respiración, como es lógico, juega también un especial papel para que el sistema nervioso extienda su energía. Los «Mantras», o sonidos que al ser pronunciados susurradamente producen unas determinadas vibraciones sobre el sistema nervioso, al tiempo que ayudan a la concentración durante la meditación, es otro de los medios que, complementado con los demás, hará a lo largo de mucho tiempo de práctica, que la energía interna se acreciente.
El estado que proporciona la meditación y el karate, de equilibrio mental, hará que la persona, feliz, adquiera una adecuada personalidad, humildad, bondad,… y no caiga en lo que un gran maestro del Budo llamaba los «males del Budo», arrogancia, exceso de confianza, menosprecio, maldad, cólera,… con lo que la sociedad, como decía antes, saldrá ganando. La paz y armonía de mente y espíritu también proporcionará que, ante cualquier estímulo o situación, reaccionemos y decidamos la respuesta más adecuada instantáneamente. esto es lo que se conoce con el nombre de «Fudochi», o mente libre y vacía de todo pensamiento. El Maestro Shijeru Egami, de shotokai, acostumbraba a decir que se debía practicar karate para llegar al «Mushin», o estado de No Mente, con lo que, al igual que los adelantados monjes, se adquiriría una armonía con la naturaleza que llevaría al «Hai Ho» o placer.
El Maestro Ohtsuka siempre considera a la naturalidad, física y mental, como el principal medio para llegar al Fudochi, Mushin, o como le queramos llamar, una mente libre y equilibrada siempre actuará dentro de una moral y ética recta. Las diferentes artes o caminos para llegar a estos objetivos son muchas como sabemos, y muy a menudo, los grandes maestros eligen más de un camino y así complementándose, el resultado es mejor. Yamaguchi Gogén, 10º Dan de karate, ha practicado asiduamente, además del karate, artes como el Yoga, el Zen,… además de la Filosofía Shinto. Con todo ello, Gogén ha creado lo que él llama karate-Shinto y cuyo único objetivo es el desarrollo interno.
LOS KATAS, DANZAS EN HONOR DE LOS DIOSES.
Con la indiscutible relación a lo largo de todo su desarrollo entre el karate (con sus diferentes nombres en su evolución) y el Budismo y Shintoísmo, bien podríamos pensar en los katas de karate como en una especie de danzas en honor de los dioses, pues éstas son habituales en estas religiones junto con ritos purificantes, meditaciones, regeneración,… que lleven al contacto espiritual, al contacto entre Cielo y Tierra. En este sentido es interesante mencionar y observar las primeras fases del kata de karate Naifanchi (Tekki), en las que se realiza un círculo con las manos y tras el que se mira lentamente a un lado y otro antes de iniciar las técnicas. Esto es, para los grandes maestros, una forma de tomar contacto con la naturaleza, conseguir equilibrio con ella y sentir la Unificación del Universo: Shinto puro. La mirada a ambos lados, «Enzan No Metsuke» es la manera de «ver todas las cosas» (aunque signifique «ver las lejanas montañas»), cuyo objetivo es el mismo: contacto con la Naturaleza. Otras partes del karate se han basado desde siempre en la naturaleza, incluso dentro de la parte física de sus técnicas. Así, técnicas como Kakuto, Koken, Tsuruashi, y muchas formas de desplazamiento y equilibrios se basan en los movimientos de los animales. Todo el kata se debe enfocar en contacto con la naturaleza.
El que el karate es un «camino» como cualquier otro, para el objetivo mencionado ya en repetidas veces en este artículo, podemos observarlo quizá con más claridad en el «Tai Chi», arte practicado hoy, por casi toda China, y por el que pasó el karate en una de sus fases evolutivas. En él los movimientos, aún siendo técnicas aparentemente de lucha, son realizados lentamente y buscando en el equilibrio, físico y mental, su único objetivo. es una especie de Yoga chino en movimiento. Es obvio que esos lentos movimientos no tienen como principal objetivo a la lucha física.
«EL CAMINO»
Desde siempre el hombre se ha interesado por si mismo, de una manera profunda, buscando los por qués de su existencia, de sus objetivos en la Tierra, etc. Entusiasmados por tal estudio, se crearon Sectas, Órdenes,… encaminadas a su investigación. De ellas han formado parte, entre otros, Newton, Franklin, y muchos más y también algunos maestros del Budo interesados en ello. Algunas de estas órdenes que están directamente relacionadas con el budismo, y con su esoterismo y misticismo estudian todos los aspectos del hombre y de su conocimiento. Algunas son; por ejemplo, la Secta Esotérica Budista, Shingon, del monje Kobo Daishi o la antigua y Mística Orden Rosa Cruz. De todas formas, su estudio escapa un poco, ya, a los iniciales objetivos del karate, Shinto,… los cuales serán encontrados sin buscarlos, sólo predisponiéndose a ello y «abriéndose» y que además podrán ser diferentes para cada persona. Los «caminos» se adaptarán a ellos.
De lo que no cabe duda es de que a altos niveles, la práctica física no termina de llenar y satisfacer al karateka. ahí empieza su verdadero «camino», a través del karate. El desarrollo físico llegará con los años, a un tope. El desarrollo espiritual no tiene tope, utilizará el físico como una base o medio para acrecentarse en busca del equilibrio, paz y felicidad , durante toda la vida, e incluso como preparación para después.
Siempre se ha dicho que «Dojo» es el lugar del «camino», el lugar de iluminación y, así, en él siempre ha habido motivos para concentrarse, meditar y «buscar» esa iluminación. Hasta la II Guerra Mundial los Dojos de karate tenían siempre un templo en su interior. Luego se prohibieron las prácticas marciales y cuando volvieron a practicarse los templos no formaban parte de ellas. Pero más tarde su necesidad fue clara y la mayoría de Dojos disponen de «kamis» que suelen ser caligrafías, fotos símbolos o pequeños altares. ahí se rinde culto, se medita, se venera, se saluda, se guarda respeto… La cortesía es la expresión del espíritu, según nos enseñaba Ohtsuka Sensei, y también del Corazón (en mayúscula), y esto es lo importante, junto con la Meditación con Dios.
DIÁLOGO SI, VIOLENCIA NO
Después de todo esto resultará más fácil comprender cómo y por qué algún Gran Maestro de karate consideraba lo más triste que podía ocurrir a un Budoka el tener que utilizar el karate en la calle. La solución de problemas, para el mismo Maestro, debía ser un diálogo sereno y lógico, aunque ello llevara mucho tiempo, incluso días, o meses. Para él, además, lo que se gana por la fuerza dura poco mientras que lo que se gana por la lógica y el diálogo dura para siempre. Desarrollamos, pues, a través del karate, un corazón limpio y un espíritu y mente imperturbables. La predisposición a base de una vacuidad de mente (Fudochi) será el camino. El Budo debe entenderse más como un medio para «detener» la guerra, que para prepararla. Ahora, también entenderemos mejor que el karate no es un combate contra los demás, sino contra sí mismo. «Shin-Gi-Tai» es la frase japonesa que expresa en síntesis los medios del karate: Espíritu-Mente-Cuerpo. El cuerpo físico es un mero medio a utilizar. En los templos hay, a veces, un pórtico llamado «Torii» precedido por una larguísima escalinata. Dicen que pasar por debajo del Torii es el primer paso para la purificación y para ello es como si el físico debiera sufrir primero, como si fuera un medio a utilizar. El karate físico debe dar paso con el tiempo y el entendimiento al karate espiritual. Una última frase para redondear la idea general de este artículo. Morihei Ueshiba, creador del Aikido y una de las personas más desarrolladas espiritualmente a través del Budo de todos los tiempos dijo: «El que descubra el secreto del Aikido tiene el Universo con él, y puede decir -Yo soy el Universo-«. Aunque esté superdesarrollado, de una energía interior («Ki») enorme que le permitía hacer increíbles hazañas, se refería al Aikido por ser el arte practicado, cualquier parte del Budo, y el karate, por tanto, pude aplicar la frase. Según cuentan los presentes, los movimientos de Ueshiba parecían desarrollarse en un plano diferente a los de sus compañeros, contrincantes en la práctica,… Y ahí está la clave: El «iluminado» Ueshiba se movía en un plano diferente. Traspasaba el plano físico.
Publicado: KARATEKA
Foto portada: Masterdreams
2 noviembre, 2019
Me encanta tu escrito, el karate para mi es un camino de vida.
Seguir sus principios hoy cobran mucho mas sentido para mi.
Como bien dices lo que se consigue por la fuerza no dura. Esa es la realidad. El dialogo es muy importante.
El desarrollo espiritual del arte viene con la edad, y si se esta determinado a seguirlo.
Ser buenas personas y útiles a la sociedad, con el fin ultimo de mejorar esta,es la verdadera esencia de este arte.
Funakoshi lo resume en: El ultimo objetivo del karate no reside en la victoria o en la derrota, si no en el perfeccionamiento del carácter de sus participantes. Es un gran escrito y por ello te doy las gracias