¿Cuándo debemos iniciar a un karateca en el kumite? ¿Qué es lo primero que debe aprender un principiante? ¿Cómo lo aprende? En este artículo se presenta una propuesta para la enseñanza-aprendizaje del kumite, realizada tras la observación, el estudio y la experimentación de diferentes formas de iniciación deportiva.
Mawashi-geri chudan/jodan a guardias cambiadas, desde la iniciación a la alta competición
La iniciación deportiva al karate se ha realizado tradicionalmente a través de los katas (formas) y de la técnica básica orientada a los mismos (kihon), entendiendo que existía una transferencia directa al combate (kumite). Recuerdo cuando en muchos gimnasios no se permitía hacer kumite hasta llegar a cinturón verde y se pasaba del kata al combate libre sin ninguna adaptación intermedia. Al no haber una enseñanza previa de la distancia o la puntería, era habitual que en los primeros combates se produjesen lesiones por golpes descontrolados. Afortunadamente, hoy en día, existen métodos de entrenamiento específico de kumite y protecciones que hacen mucho más segura la práctica del combate. Así, niños y mayores pueden disfrutar del karate de una manera lúdica, se trata de “jugar a pelear” sin hacerse daño, igual que hacen los cachorros.
Cada modalidad deportiva tiene unas características que deben ser tenidas en cuenta en el proceso de iniciación. El karate deportivo tiene dos modalidades con diferencias notables. Por un lado, el kumite es un deporte de oposición, adversario o socio-motor como la esgrima o el baloncesto, donde es fundamental la interacción con el oponente. Por otro lado, el kata es un deporte sin oposición, individual o psico-motor como el atletismo o la gimnasia, donde toma más importancia la propia ejecución. Por eso, el concepto de técnica es diferente (ver los criterios de racionalidad de la técnica de Donskoi y Zatsiorski, 1988). Mientras los aspectos biomecánicos, fisiológicos y estéticos son los primordiales en los deportes sin adversario; los aspectos psicológicos (p.e. percepción y toma de decisiones) son determinantes cuando tenemos un adversario en frente. De este modo, un puñetazo biomecánicamente muy potente puede no ser efectivo en combate si existe un movimiento previo que permite al adversario anticiparse al golpe.
Por eso, aunque existen algunos puntos comunes, la iniciación al kumite no es igual a la del kata. Como ejemplo podemos comparar una posición básica de kata y kihon (zenkutsu-dachi, posición adelantada) con la guardia básica de kumite (migi/hidari-hanmi-gamae). Ambas comparten algunas características: “una pierna más adelantada que la otra” o “la pierna adelantada flexionada”. Sin embargo, existen puntos diferenciales que hacen que no se pueda considerar la misma posición: “apoyo de los pies completo” frente a “apoyo sobre la base de los dedos”, “pierna de atrás flexionada” frente a “pierna de atrás estirada”, etc. Desde mi experiencia, he visto a jóvenes que al colocarse en la posición de guardia mantenían la pierna de atrás extendida y los pies apoyados completamente en el suelo porque aunque llevaban años entrenando karate no habían practicado kumite. En ese momento debían “desaprender” el zetkutsu-dachi para aprender el kamae (un ejemplo de lo difícil que es “desaprender” un movimiento automatizado puedes verlo en este vídeo). Entonces yo me preguntaba: ¿por qué no enseñar las dos cosas desde cinturón blanco?
Actualmente existen muchos ejercicios y juegos orientados al entrenamiento de kumite donde se trabajan sus elementos específicos: distancia, precisión, puntería, momento oportuno, etc. Sin embargo, no conocemos ninguna publicación en la que se haya secuenciado y organizado adecuadamente la enseñanza del kumite como se ha hecho con los katas, donde los katas básicos dan paso a los superiores.
Para intentar solucionar esta carencia, desarrollamos un programa de contendidos de kumite desde cinturón blanco hasta verde (Martínez de Quel y Ferreira, 2013). En él, para cada cambio de medio-cinturón, se presentan tres habilidades o técnicas y una planilla para poder evaluarlas, teniendo en cuenta los principales objetivos que se deben alcanzar en esta etapa. Estos contenidos fueron elegidos con una lógica comprensiva del deporte, donde técnica y táctica van de la mano (Castejón et al., 2010), de manera que se empieza por la posición de guardia y el manejo de la distancia con desplazamientos, para progresivamente incluir elementos más complejos, como ataques de menor a mayor complejidad, reacciones ante esos ataques, etc. La selección de las técnicas se hizo para que fueran útiles en shiai-kumite (combate de competición) desde la iniciación hasta la alta competición (ver Chaabene et al., 2014), incluyendo primero las de menor dificultad a nivel coordinativo. Al mismo tiempo, se han tenido siempre en cuenta los objetivos motores del kumite (ver Hernández et al., 2000): realizar un golpe de puño o pierna en el cuerpo del adversario, impedir ser golpeado, evitar salir y provocar que el adversario salga de la zona de combate (tatami), derribar y no ser derribado, etc.
Planilla de observación para las técnicas y habilidades del examen de cinturón blanco-amarillo
En conclusión, la iniciación al kumite (combate) puede realizarse desde las primeras sesiones de karate de manera paralela a la iniciación al kata (forma), empezando desde los elementos básicos. Nuestra propuesta ordena los contenidos de kumite a partir de cinturón blanco, tratando de minimizar las lesiones por falta de control al golpear, eliminando paulatinamente el miedo al contacto corporal, y desarrollando la capacidad de interacción con el oponente desde las primeras sesiones. Además, en los cursos para entrenadores se incluyen progresiones de ejercicios y juegos para trabajar estos contenidos de una manera lúdica y amena.
REFERENCIAS
- Castejón, F.J., Díaz, M., Giménez, F.J., Jiménez, F., López, V. y Vizcana, M.T. (2010). Deporte y enseñanza comprensiva. Sevilla: Wanceulen.
- Chaabène, H., Mkaouer, B., Franchini, E., Souissi, N., Selmi M.A., Nagra, Y. y Chamari, K. (2014) Physiological Responses and Performance Analysis Difference between Official and Simulated Karate Combat Conditions. Asian Journal of Sports Medicine, 5(1): 21-29.
- Donskoi, D. y Zatsiorski, V. (1988). Biomecánica de los ejercicios físicos. La Habana: Editorial Pueblo y Educación.
- Hernández, J. (dir.), Castro, H., Gil, G., Guerra, G., Quiroga, M. y Rodríguez, J.P. (2000). La iniciación a los deportes desde su estructura y dinámica. Barcelona: INDE.
- Martínez de Quel, Ó. y Ferreira, J. (2013). La iniciación deportiva al combate de karate: programa de contenidos de kumite desde cinturón blanco hasta verde. Revista Pedagógica Adal, 16(27), 14-20. (puedes descargar el artículo completo aquí)
Fuente: odequel.wordpress.com
27 octubre, 2015
quiero me manden toda tipo de informacion con respecto a karate