El Kata y el Kikô
Los katas, secuencias gestuales codificadas, juegan un papel esencial en la transmisión y estudio de las artes japonesas. En estos sistemas de signos transmitidos por el gesto, se trata de emitir y de recibir los significados transmitidos por el cuerpo. Se trata también de comunicar un significado particular a determinadas personas, disimulándolo a los ojos de los demás. Descifrar este sistema es más complejo de lo que parece a primera vista. Se corre un gran riesgo de tener en cuenta la forma de los gestos sin comprender su sentido, sin entender los principios en los cuales se basa la dinámica. Esto sobre todo teniendo en cuenta que dichos elementos no se han explicitado y a menudo se hallan ocultos en los modos contemporáneos de ejecución de las secuencias gestuales. En los katas encontraréis frecuentemente la oscuridad del sentido del gesto, si los examináis detenidamente os diréis a vosotros mismos que algo no va. El significado de las técnicas no está siempre claro.
En el sistema antiguo el entrenamiento del kata se centraba en la repetición.
Los practicantes entrenaban con pocos katas, uno, dos… La calidad del adepto se media por el grado de conocimiento. El conocimiento de muchos katas no revestía ninguna importancia. Los adeptos debían poner mucha energía en un solo kata y mostrar ahí los resultados de lo aprendido. Un kata se aprendía y se repetía bajo ángulos múltiples y variados. No se trataba de una forma única y auténtica, el kata debía incluir variantes técnicas que permitieran responder a las múltiples situaciones y sensaciones. El kata tenía un papel pragmático, muy completo de formar y de mejorar las técnicas realmente válidas. Era un soporte técnico real.
El kikô nos hace descubrir frecuentemente el sentido del gesto. La dinámica corporal esta basado en dos campos bien definidos, el corporal y el energético. Un gesto contenía en sí mismo decenas de variantes. Conocer un kata significaba comprender y dominar esa complejidad.
Los ejercicios de kikô se pueden limitar a una gimnasia con soltura; pero es el medio de fortalecimiento del cuerpo a partir de sensaciones internas. Puede distinguirse una parte externa, dónde únicamente se ejercitan correctamente los kata, y otra interna. En el momento en que uno se deja guiar por lo que hace nacer los movimientos, que son la manifestación exterior, puede decirse que ha llegado a la etapa interna. El kikô hará que comprendamos mejor el gesto de los katas.
No es necesario concebir el kikô (chi kung ) de un modo demasiado complejo, aunque la complejidad de la teoría pueda seducir a algunas personas. Esto que llamamos hoy chi kung, es a la vez el nombre bajo el cual se concentran las prácticas energéticas de la salud y de las artes marciales transmitidas en China y Japón. El kikô es una forma de síntesis moderna de todas ellas. Yo lo encuentro esencial para una práctica de las artes marciales concebida sobre la larga duración. Lo cierto es que en nuestros días el chi kung se ha convertido en un elemento de moda. En todos los casos el chi kung no es eficaz si no se le integra en la vida diaria y su efecto no se constata más que con el tiempo. Y desde luego el trabajo de kata no es una excepción.
De cualquier manera, este método tiende a despertar una parte de nuestras capacidades dormidas y aumentar nuestras facultades vitales. Se produce un cambio positivo del cuerpo que va a influir en la práctica del arte marcial. El sentido de equilibrio se refleja naturalmente en la gesticulación normal, en el modo de sostenerse, de pisar, de ver las cosas… y todo esto se acompaña de una evaluación a partir de la cual la persona tiende a ajustar su comportamiento para lograr un mejor equilibrio. Aparece de este modo una forma de ética de manera espontánea. Es el punto de convergencia, porque el arte marcial es un método por el cual un ser humano intenta mejorar su virtud. La integración global del cuerpo debe implicar la unidad entre cuerpo y espíritu; la práctica corporal contiene en ella misma una ética y una filosofía.
Oskar Gutiérrez. Profesor de taichi Chuan, kikô (Chi kung) y danza de la energía de la Academia internacional Tokitsu ryû.
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