Mientras corría por la margen izquierda del río Arlanzón a su paso por la ciudad de Burgos, pensaba lo afortunado que era por gozar de las bondades del ejercicio físico regular.
Efectivamente, las evidencias científicas actuales revelan que la actividad física aeróbica periódica reduce la tasa de muerte global y la específica por las causas principales de muerte, esto es, por enfermedades cardiovasculares, procesos tumorales y alteraciones neurodegenerativas, como el Alzheimer y el Parkinson. Además, el placer y felicidad que obtiene uno cuando acaba de correr, nadar, practicar ciclismo, efectuar senderismo, etc., es muy notable, probablemente como consecuencia de la producción neurológica de estimulantes (neurotransmisores) y endorfinas (opiáceos naturales). Espero transmitir en este blog una parte significativa de las conclusiones de los estudios científicos que tratan sobre este apasionante tema.
Confesaré que antes de salir a correr, tras acabar la consulta, preparé con mimo una infusión del café especial de Honduras, finca Las Marías, en mi cafetera Chemex. Haciendo de barista aficionado, obtuve una infusión de un café, profundamente aromático, dulce, en absoluto amargo, de sabor exquisito, afrutado. Tras tomarlo, sin azúcar, ya estaba en condiciones de correr durante una hora por parajes de Burgos, ciudad pródiga en espacios verdes.
Saco a colación esta anécdota para resaltar que el consumo de café, bebida muy popular y universal, puede considerarse, a la luz de las evidencias científicas más actuales como un verdadero factor protector de salud. Así, en un estudio publicado en New England Journal of Medicine en mayo del 2012, los autores del mismo, pertenecientes a los Institutos Nacionales de la Salud, como el de Nutrición, dependiente del gobierno federal de EE.UU., muestran, tras estudiar una muestra de más de 400.000 personas durante 13 años, que el consumo de café reduce el riesgo de muerte global y el específico por casi todas las causas, incluyendo las cardiovasculares, como los infartos de miocardio, angina de pecho e infartos cerebrales. Otro estudio, también publicado en 2012 (Journal of Hipertension) concluye que la ingesta de café no incrementa el riesgo de hipertensión arterial, por lo que la Guía Europea de Manejo de la Hipertensión Arterial de 2013 ha dejado de prohibir su consumo en pacientes hipertensos. El café parece, pues, contribuir a aumentar la esperanza de vida en buena salud. Bueno, este es un tema muy interesante y atractivo que podríamos desarrollar ampliamente en diversas entradas de este blog.
Los proveedores de salud como los médicos y demás profesionales sanitarios tenemos la obligación de efectuar educación para la salud sobre los denominados estilos de vida saludables, mientras que los pacientes tienen el derecho de recibir esa preciada información. Al menos debemos esforzarnos, primero, en estudiar y conocer las diversas publicaciones científicas que versan, por ejemplo, sobre la dieta mediterránea, la citada actividad física aeróbica, los avances en la lucha contra el tabaquismo y el alcoholismo y, después, predicar con el ejemplo. Durante décadas la considerada población ejemplar, constituida por profesionales de la salud y por docentes, ha sido la que más ha fumado, con proporciones de prevalencia de tabaquismo superiores a la media. Evidentemente, esta actitud deplorable ha minado la credibilidad de muchos médicos, algunos de los cuales son especialistas en neumología, los que supuestamente tenemos que luchar más especíifcamente contra el azote del tabaquismo, primera causa de muerte evitable en España y en los países del primer mundo.
En este blog que ahora iniciamos me gustaría hablar tanto sobre estilos de vida saludables como sobre las posibles estrategias para reducir el estrés y el nivel de ansiedad, tan comunes en nuestra sociedad. Así, en ocasiones describiré las experiencias e impresiones que obtengo cuando efectúo una excursión campestre y disfruto con la contemplación de diversos paisajes, así como con la botánica, ornitología y micología de nuestra querida tierra. Otras veces, será la visita a nuestro extraordinario patrimonio, de los más ricos y variados del mundo. Estoy seguro que uno puede alcanzar altas cotas de felicidad cuando asciende a la ermita románica de San Pantaleón de Losa, en la provincia de Burgos, en el mes de mayo y disfrutar con la visión de los lirios en flor, que crecen en torno a la misma. Al igual que cuando recuerda la leyenda del Santo Grial, muy arraigada en este entorno y, por supuesto, cuando observa al misterioso atlante de la portada y de su gran conjunto de esculturas románicas en metopas y en los capiteles de las ventanas, posiblemente después de haber cogido una buena cantidad de Cantarellus Lutescens, verdadera delicia micológica, en los pinares próximos.
Más cerca tengo en el tiempo la excursión que efectué con mi amigo Rafa, cabrero en su infancia y apicultor actual, por mi querida Sierra de las Quilamas, descendiendo de San Miguel de Valero hasta Valero y, luego, hasta San Esteban de la Sierra, caminando por senderos ancestrales, mientras me relataba variadas anécdotas sobre las costumbres, medios de producción y de subsistencia de estos míticos lugares de la provincia de Salamanca, con su conocimiento y sabiduría popular, que hacen que muchas veces aprenda mucho más en compañía de esta gente maravillosa que presenciando más de un foro científico.
Me gustaría transmitir a la gente que la felicidad está en estas pequeñas cosas y detalles, que no necesitamos emplear grandes recursos, como efectuar un viaje a un país exótico. También quisiera resaltar que es bueno y aconsejable disponer de varias estrategias, pues si sólo utilizamos una y la perdemos, es posible que cunda el desánimo y la melancolía.
Recuerdo algún paciente, asiduo practicante de ejercicio frecuente e intenso, que, tras lesionarse y quedarse sin su fuente fundamental y casi exclusiva de placer, acabó sufriendo una severa depresión. Estoy convencido de que si este buen hombre hubiera empleado varios sistemas para rebajar el nivel de ansiedad, por ejemplo, la lectura de un buen libro; el goce con el cine o el teatro; la simple y maravillosa conversación con un grupo de amigos, donde se alterne la escucha reflexiva y placentera con la expresión oral posterior, o una suave y soportable marcha senderista, seguro que las semanas de cura y recuperación de su lesión hubieran sido más soportables.
En fin, espero poder transmitir todo este tipo de ideas y proyectos a los futuros lectores de este blog. De entrada, muchas gracias por leerlo.
Fuente: neumologofelixmartinsantos
Foto: skeeze
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