“El servicio sin humildad es egoísmo.” (1)
Al empezar a escribir sobre lo que es para mí la humildad, la conclusión a la que he llegado es: ¡Lo difícil que resulta a veces encontrar la humildad! Solo la intención de considerarnos humildes se convierte en una pedantería por nuestra parte y desde luego es tan fácil caer en ese error.
No se es humilde, sino que se vive en humildad y no me refiero que el guerrero deba vivir de una manera humilde en el terreno material, sino a ser humilde de espíritu.
Podemos definir la humildad como la cualidad de ser humilde. Humildad viene de la palabra “humilis”, que significa “bajo”. Por ejemplo, una persona que pasa su vida dedicada o cuidando a los demás estaría mostrando humildad. También lo identificaríamos con humillación por sentirte bajo en el mal sentido. Generalmente utilizamos humildad cuando nos referimos a la falta de ego.
Como siempre, acudimos al diccionario de la RAE: Humildad (Del lat. humilĭtas, -ātis).
1. f. Virtud que consiste en el conocimiento de las propias limitaciones y debilidades y en obrar de acuerdo con este conocimiento.
2. f. Bajeza de nacimiento o de otra cualquier especie.
3. f. Sumisión, rendimiento. (2)
La Wikipedia nos dice que la humildad es una virtud moral contraria a la soberbia, que posee el ser humano en reconocer sus habilidades, cualidades y capacidades, y aprovecharlas para obrar en bien de los demás, sin decirlo. … Más exactamente, la humildad es la sabiduría de lo que somos. (3)
Si profundizamos en la palabra “humilde” todas las culturas y religiones le han dado según Osho una connotación errónea. Él contradice la creencia que se tiene al decir que ser humilde es justamente lo contrario a egoísta; nos dice que no es eso ya que afirma que lo opuesto exacto al ego sería todavía el ego, escondido detrás de diferentes máscaras. El ejemplo más claro es el que se cree más humilde que nadie y eso es ego.
Los que me conocéis sabéis que soy muy aficionado a contar cuentos e historias que nos hagan reflexionar. Os muestro un cuento que contaba Osho en algunas de sus charlas sobre la humildad:
“Hay una historia de tres frailes cristianos. Sus monasterios estaban cerca, en las montañas, y ellos tenían que cruzarse en el camino todos los días. Un día hacía tanto calor que decidieron parar a descansar y hablar un poco entre ellos. Después de todo eran todos cristianos; puede que pertenecieran a diferentes sectas, pero sus bases eran cristianas.
Mientras se sentaban a la sombra de un árbol, el primero dijo: “Está claro que vuestros monasterios deben tener algo, pero no tienen la sabiduría ni la erudición que encontrarás en el nuestro”.
El segundo dijo: “Eres tú quien ha sacado el tema, por eso os tengo que decir que vuestros monasterios pueden tener erudición, pero esa no es la cuestión. Nadie es más austero y disciplinado que la gente de nuestro monasterio, su austeridad es incomparable, y en el momento del juicio final, recordad, la erudición no se tendrá en cuenta. Lo que contará será la austeridad”.
El tercero se rio y dijo: “Ambos tenéis razón acerca de vuestros monasterios, pero no conocéis la verdadera esencia del cristianismo, y esta es la humildad. Nosotros somos los más humildes”. (4)
Hay un capítulo en el Tao-Te-Ching, el VIII, que habla sobre el agua, del cual debemos aprender, ya que es marcadamente símbolo de humildad. Con total naturalidad desciende hacia las zonas más bajas nutriendo la naturaleza, se introduce en las profundidades, se allana calmadamente en los valles: “La bondad suprema es como el agua, que favorece todo y no rivaliza con nada. Al ocupar la posición que cualquier humano desprecia, se encuentra muy cerca del Tao. […] Al no rivalizar con nadie, es irreprochable.” (5)
Según el Tao, cuando el nivel del agua es normal llega a las orillas, alimenta a los animales y favorece ese equilibrio ideal para que todo esté equilibrado. Pero cuando el río se vuelve arrogante y trae mayor caudal todo cambia. La fuerza de su corriente provoca destrozos. Arrastra la tierra, destruye todo a su paso y afecta negativamente a todo ser vivo.
Chuang Tse en sus escritos insiste: “Toma lo profundo por fundamento, y por norma y principio la austeridad. Sé blando y flexible. Aprende, si es que la vida no te lo ha enseñado ya, que lo duro se quiebra. Trata a todos con indulgencia, a nada ni a nadie ocasiones daño alguno. Tal es la cumbre de toda sabiduría. Ojalá no fuera necesario llegar a saber de ella por la propia experiencia.” (6)
En sus escritos Castaneda comenta que don Juan le insistía que el camino del guerrero es el mejor recurso que existe para la reorganización de energía, y que de todas las premisas del camino del guerrero la más efectiva es “perder la importancia personal”.
Don Juan argüía que empleamos la mayor parte de nuestra fuerza en mantener nuestra importancia, y que nuestro desgaste más pernicioso es la compulsiva presentación y defensa del yo; la preocupación acerca de ser o no admirados, queridos o aceptados. (7).
En el libro “Relatos de Poder” don Juan dice que un guerrero toma su destino, sea el que fuere, con la máxima humildad. No como base para quejarse, sino como base para librar sus batallas y aceptar sus desafíos. La humildad del guerrero no es como la humildad del pordiosero. El guerrero no se tiende a los pies de nadie, pero de la misma forma no permite que nadie se tienda a sus pies. El pordiosero al menor pretexto se tiende a los pies de quien cree es superior a él, pero al mismo tiempo exige que otros, que él cree que son inferiores, se tiren a sus pies. La humildad del guerrero depende de su impecabilidad, que es ya no estar enganchado a sus semejantes. (8).
El camino del guerrero y su filosofía deriva del reto incomparable y riguroso al que inevitablemente se enfrenta un soldado, como un samurái, en un duelo a muerte. Debe dominar la situación y con absoluta calma frente a este riesgo. Su preparación será minuciosa, poniendo a punto su cuerpo y mente, ya que de ello depende su vida. Si el apego a su vida es excesivo o si se deja dominar por el ego, su vigilancia se disipará y será derrotado. Paradójicamente si toma la decisión de afrontar el riesgo y aceptar las consecuencias, decididamente tendrá muchas más oportunidades de permanecer con vida.
Esta mentalidad de guerrero puede perfectamente ser trasladada al mundo cotidiano. Para la gran mayoría de nosotros, cuando llega la hora de enfrentarnos a una situación determinada, siempre nos tenemos que ver cara a cara con el peor enemigo que pueda haber, la imagen que tenemos de nosotros mismos dominada por la excesiva confianza en la importancia personal.
Decía don Juan: “La confianza de un guerrero no es la confianza del hombre común. El hombre común busca la certeza en los ojos del espectador y llama a eso confianza en sí mismo. El guerrero busca la impecabilidad en sus propios ojos y llama a eso humildad. El hombre común está enganchado a sus prójimos, mientras que el guerrero sólo depende de sí mismo. Andas en pos de lo imposible. Buscas la confianza del hombre común, cuando deberías buscar la humildad del guerrero. Hay una gran diferencia entre las dos. La confianza implica saber algo con certeza; la humildad implica ser impecable en los propios actos y sentimientos”. (8)
«Sé humilde y te conservarás entero»
Flexible, y te mantendrás recto;
Vacío, y permanecerás lleno;
Consúmete, y serás renovado;
Al que menos tenga, más se le dará;
Al que más tenga, más le será restado.
Por esto el Sabio considera al Uno norma del Universo.
No exhibe, luego sobresale;
No se celebra, luego es advertido;
No se ensalza, luego merece elogio;
No se vanagloria, luego es insigne;
Y porque no lucha, nadie en el mundo puede luchar contra él.
«Sé humilde y te conservarás entero» dice un antiguo proverbio.
¿Pueden estas palabras considerarse vanas?
En verdad que el humilde conservará su entereza. (9)
Referencias:
(1)- Gandhi
(2)- https://www.rae.es/drae2001/humildad consultado el 27.2.21
(3)- Wikipedia, la enciclopedia libre
(4)- Osho, La humildad, la timidez y el miedo.
(5)- Lao-Tsé. Tao-Tê-Ching- Cap.VIII
(6)- Guan Yin, supuesto discípulo de Lao Tse
(7)- C.Castaneda. El arte de ensoñar.
(8)- C.Castaneda (Relatos de poder)
(9)- Lao-Tsé,Tao-Tê-Ching. El libro del recto camino (pag.50)
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“Los guerreros se preparan para tener conciencia, y la conciencia total sólo les llega cuando ya no queda en ellos nada de importancia personal. Sólo cuando son nada se convierten en todo.” El Don del Águila. C. Castaneda
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22 enero, 2022
Muy bueno!!
Muchas Gracias!;