He tenido y tengo amigos y conocidos que la vida les ha dado un aviso con Mayúsculas, unos pocos se han dado cuenta del valor del momento, del inmenso valor del ahora, de lo esencial de la vida. Otros por el contrario, al principio parece que despiertan de un mal sueño pero poco a poco van cerrando los ojos y vuelven a seguir el ritmo que la sociedad, el trabajo, la familia, les marca, sin ser conscientes de su propio ritmo. Al final a algunos, la vida les vuelve a dar un revés más fuerte y se marcharon sin haber despertado… sin haber descubierto el propósito de su vida o por lo menos saborear un poco de paz y felicidad.
No suelo mirar hacia algo tan etéreo como el llamado “futuro”, se del valor del aquí y el ahora como algo real y tangible. No suelo contar mis años y mucho menos imaginar los que me quedan, pero cuando uno llega a una cierta madurez y en una visión de calculo, te das cuenta de los años recorridos y de la posibilidad cronológica de vida, te percatas de que supuestamente lo que te queda para transitar por ella es como mucho, menos de los que has vivido hasta ahora.
Podríamos compararlo con aquel niño que en los versos de Mario de Andrade, tenía un paquete de golosinas, lo abrió y las comió con entusiasmo pero cuando se dio cuenta que le quedaban pocas empezó a saborearlas una a una despacio y con agrado. Mi tiempo para las banalidades ya pasó, ya no tengo tiempo para soportar absurdas personas que ha pesar de su edad cronológica aun no han crecido.
Ya no tengo tiempo para reuniones interminables y en demasía insustanciales donde en una lucha constante de egos superlativos, se discuten normativas, reglamentos y estatutos conociendo que al final no se va a lograr nada con sentido humano y práctico, quedándose en un sinfín de intereses personales y políticos. Ya no me queda tiempo para bregar con mediocridades.
No quiero que me ocurra lo que decía el poeta Fernando Pessoa en el Libro de desasosiego: “¡Tanto he vivido sin haber vivido! ¡Tanto he pensado sin haber pensado! Pesan sobre mí mundos de violencias paradas, de aventuras tenidas sin movimiento”. He llegado al punto de no tolerar a manipuladores y ventajistas. Me aparto de los envidiosos, que continuamente tratan de menoscabar a los más capaces, para poco a poco apropiarse de sus talentos, territorios y ser dueños de sus logros. Me entristecen cuando lo vivo, los defectos que genera la lucha por un determinado cargo “ya sea presidente de una comunidad o de una federación”.
Cuando te das cuenta de que para muchas personas los contenidos no tienen importancia, apenas los títulos. Mi tiempo es muy valioso y escaso como para dedicarlo a discutir títulos.
La sensación de gratitud que cada mañana al despertar me invade, gratitud por tener un nuevo día para aprender, para vivir. Pero para vivir de verdad la esencia de la vida. Quiero vivir mi momento con gente con humanidad, que sepa reír, de si misma y de sus errores, gente que sepa compartir sus triunfos sin endiosarse…. Sin muchas golosinas en el paquete… Quiero rodearme de gente que asuma sus responsabilidades.
Cada día que pasa es una golosina menos, necesito rodearme de gente que sepa amar, que defienda la dignidad humana. Gente que sea consciente de lo esencial de la vida, que sepa llegar al corazón de los demás.
Y como decía el poema de Andrade…”quiero vivir con la intensidad, que sólo la madurez puede dar. Pretendo no desperdiciar parte alguna de las golosinas que me quedan… Estoy seguro que serán más exquisitas, que las que hasta ahora he comido. Mi meta es llegar al final satisfecho y en paz con mis seres queridos y con mi conciencia. Espero que la tuya sea la misma, porque de cualquier manera llegarás.”
Autor: Fernando Martín
Foto portada: Jelly Beans
1 septiembre, 2014
Feliz despertar, Fernando ^^.
4 septiembre, 2014
… Cuenta Seienchin en sus embusen sobre la unión de El Cielo y La Tierra… También los naguales toltecas… Los egipcios también conocian esa que llaman La Estrella de David… y los sumerios… y los sintoistas…
… Cuando uno respira cada embusen con su Ki de Ai activa el simbolo… y kata toma forma de Vida.. Y cambian las tornas… se unen los opuestos… se alcanza Advaita… y se vuelve a perder al instante pues nunca exiistieron opuestos…
… Y construye con movimientos de guerra… Como El Universo mismo hay un Orden calmo sobre el que se sostiene un tempestivo caos… Todo se mueve y todo está quieto al mismo tiempo… Y entonces cada dia es una golosina más… El valor de expresar con el Corazón abierto…
6 septiembre, 2014
Estupenda reflexión que se comprende mejor cuando uno se da cuenta de que se va haciendo mayor. La he remitido a un par de amigos.
Un saludo
7 septiembre, 2014
Gracias Andrés, un saludo.