CAPITULO 6 .El Bushidō en los tiempos modernos.
Veamos ahora, algunas de las consecuencias del código del guerrero en la actualidad. Como se mencionó anteriormente, se dice que el espíritu del bushido como la esencia de los japoneses casi no existe hoy en día, pero algunas características de bushido se puede todavía ver en las artes marciales y estéticas seguir ciertas formas (Kata) y se repiten hasta que ‘los médicos no saben cómo seguir sin problemas y entrar en un estado inconsciente. El comportamiento es muy importante y los estudiantes deben tener un fuerte sentido de la lealtad y el respeto de su maestro.
Desafortunadamente, lealtad bushido llevó a los japoneses a un trabajo excesivo y a veces causan la muerte por exceso de trabajo (Karoshi) en que la gente tiende a querer mostrar cuánto trabajo duro para la empresa frente a su jefe y compañeros de trabajo. También hay casos de suicidio cuando se quiere tratar de evitar una mala reputación o pedir perdón por los pecados o errores. Los japoneses tienden a aceptar e incluso glorificar estos suicidios tratando simpatía por las víctimas. “Este «tiene una influencia negativa en las personas, especialmente los jóvenes, porque ellos pueden pensar que el suicidio. (https://elenacamachorozas.wordpress.com/citas-que-me-impactaron-en-prosa/).
El hecho es que el bushido ha contribuido sustancialmente a la formación del carácter japonés. El espíritu del bushidō todavía domina ‘japonés en algunos aspectos, pero es la compañía s cierto también que a veces y «difícil de encontrar entre los jóvenes, muchos de los cuales no tienen respeto por sus maestros y que no presenten la educación en los lugares públicos.
Musashi, a su vez, establece los siguientes principios a seguir para ser acogido en su escuela de los dos sables:1 Pensar en cosas que no estén fuera de la rectitud.2 Entrenarse a fondo en el camino.3 Practicar las diversas artes.4 Conocer el camino de los diversos oficios.5 Conocer las ventajas y las desventajas de las cosas.6 Entrenarse para discriminar y saber catalogar bien todas las cosas.7 Comprender la esencia de lo que es invisible a los ojos.8 Prestar atención hasta a los detalles nimios.9 No hacer nada que no sea útil. (Hitoshi Oshima, 2007: 63)
Siguiendo estos supuestos nos asegura poder vencer a un enemigo con nuestro cuerpo y con nuestro espíritu, incluso si somos superados en número. También añade que si queremos practicar la vía del guerrero, debemos actuar siempre con el mismo espíritu que utilizamos en la vida cotidiana. Así, aparentaremos estar serenos pero en alerta, decididos aunque nos corroa la duda. Es vital mantenerse fuerte y no dejar que otros vean nuestra mente.
Por si lo anterior fuese poco, introduce una forma específica de mantener la mirada. Esta debe ser fija, sin apenas parpadear, con el rostro sereno y la barbilla algo adelantada y el cuerpo recto. Este porte debe servirnos de nuevo tanto para la batalla como para el día a día. Podemos ver toda una filosofía del guerrero.
Cuatro de las más célebres técnicas del maestro de la escuela de los dos sables (Niten Ichi Ryu), son:
– El ritmo de la segunda primavera (en el cual fingimos que vamos a golpear a nuestro adversario para crear tensión y, cuando se relaje, asestamos el verdadero golpe).
– El golpe sin pensamiento ni forma (aquí aparece el concepto del vacío, debiéndose dejar la mente en blanco y asestar la estocada de forma natural y con ritmo).
– El golpe de las hojas carmesí (el cual comienza de arriba abajo para desarmar al enemigo y posteriormente subiendo para dar el golpe mortal).
– Sujetar la almohada (se da cuando hemos alcanzado la maestría del estilo y podemos percibir cómo será el ataque de nuestro adversario, rechazarlo y asestar una estocada. Esto recuerda al manuscrito del viento, que nos aconseja conocer al enemigo para conocernos a nosotros mismos y alcanzar la victoria).
Musashi lo tiene todo calculado, se centra en cada pequeña cosa que le pueda llevar a la victoria sin perder nunca su espíritu guerrero. Esto abarca desde usar el terreno en su beneficio (la luz del sol y obstáculos naturales) distintos tipos de iniciativa (iniciar el combate uno mismo o esperar a que el adversario se adelante para pararlo en seco) e incluso gritos.
El maestro no deja ninguna situación sin aconsejar. No solo tiene técnicas para salir victorioso o evitar la derrota, sino que también piensa en el empate. A veces hay combates que no avanzan a favor de ningún bando, a lo que él aconseja cambiar el enfoque, darle la vuelta al tablero de ajedrez y conseguir la victoria desde un nuevo punto de vista manteniendo siempre la calma.
La filosofía de Musashi confía en la victoria de la razón frente a la fuerza. Criticará a las demás escuelas por buscar un golpe bestial o movimientos ligados a un exceso de poder. De nada sirve asestar un golpe al adversario con fuerza brutal pues en la batalla buscamos derrotar a nuestro enemigo, y para ello hace falta usar el conocimiento de las artes marciales. Siendo brutos solo conseguiremos consecuencias negativas (como dañar nuestra musculatura o perder el equilibrio). También estará en contra de aquellas escuelas que enseñan una gran cantidad de movimientos a sus aprendices, pues esto solo tiene un fin comercial y busca impresionar. También es inútil obsesionarse con buscar la guardia o movimiento perfecto. Para él lo verdaderamente importante es comprender con el corazón y el espíritu la esencia de cada movimiento. El maestro acaba este libro relacionando a su escuela con el vacío. Si gozamos de concentración y evitamos la confusión, llegaremos al estado de vacío real (no confundir con el “vacío” de no conocer algo) y por consiguiente a la verdadera vía. Siendo honrados, utilizando el espíritu, practicando las artes marciales y pensando correcta, clara y comprensivamente podremos relacionar la vía del guerrero con el vacío. Habremos logrado al fin vaciar la mente y ser unos maestros del bushido, llegando a un lugar donde reside la sabiduría, la lógica y el bien.
6.1 Ninja
En la filosofía, de las enseñanzas de Hatsumi Soke es fundamental y básico el mencionar una figura tan importante como es la del Ninja, actualmente la Universidad de Mie en la prefectura de Iga, Japón, se está trabajando en una línea de investigación sobre la figura del Ninja y el Ninjutsu en la historia, tenemos el honor de trabajar directamente con ellos, por eso cito aquí algo sobre la investigación actual del profesor Yamada.
山崎流の伝書を見つけました。たくさん虫食いがあるし、難しいですが、研究してから皆さんに発表します。
Aquí se habla de una escuela poco conocida, pero básica para comprender el Ninjutsu japonés.
Titulado: «Yamazaki Ryu«-Escuela Yamazaki.
Después de muchas investigaciones, he aquí que he desenterrado un antiguo manuscrito que trata del Ninjutsu de «la escuela Yamazaki«, Que se remonta a la época de edo. Los profesores han apreciado el valor histórico de este documento. Como esto es corriente en Japón con los documentos antiguos, los insectos atacaron el papel y cavado agujeros. Esto no se facilita su lectura, pero no nos impedirá de hacer un estudio minucioso y académico. (Yamada, Universidad de Mie, Japón, 2015).
Este texto es, una transcripción del pergamino original, el cual está siendo estudiado por la Universidad de Mie de Japón, el profesor Yamada es el director del proyecto y actualmente colaboro en la línea de investigación.
に と 、 に が できるの 、南北朝時代(1336–1392) で、その起源 13 世紀 半に荘園制支配に抵抗した悪党にあると考えら る。 、乱波(ら )・透波(す )・草(くさ) ・奪口( )・かま など、 方に さま まな名 で 、 (にん )とい 名が定着したの 昭和 30 代にな てからの とである。 時代の 、 各 の大名に召し抱えら て、敵 への侵入、放火、破壊、 、 、 などを たが、最も重要なの 敵方の を に伝える とである とから、極力 闘を け、 き て てくる 要があ た。天正 18 (1590)8月1日21
6.2 METODOLOGIA DE LA ENSEÑANZA:
La forma de practicar y de difundir las artes marciales difiere de la forma en las que se difundían en los Dōjo antiguos en Japón. En Occidente se han magnificado y exagerado las formas que estaban descritas en las transmisiones de las enseñanzas, en los pergaminos originales.
La repercusión que han tenido en Occidente, son en gran medida a lo que llego a través del cine, libros, revistas y comics. Hace varias décadas que llegaron unas nuevas artes, provenientes de las culturas orientales. Tuvieron gran éxito están presentes en colegios, asociaciones, escuelas privadas, hasta en los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado. Se hablan de artes marciales, pero pocos son los estudios científicos que tratan sobre esta materia. En Japón se estudian y se profundiza en este campo, debido a que son parte de su propia historia. Son artes pero no se han introducido en las escuelas de arte dramático, ni en las de bellas artes. Fueron unos pocos maestros de origen japonés los que comenzaron su desarrollo e implantación, fuera de las fronteras japonesas. Al hablar de estas artes, en nuestro imaginario está presente el concepto de lucha, arte de la guerra, o incluso destrucción.
Más allá del imaginario, las artes marciales desde su conocimiento, tienen un fin común y ese es el conseguir el equilibrio entre el cuerpo y el espíritu. Las enseñanzas que el maestro transmite, son para conseguir autocontrol y para conseguir ese control el alumno, recibe los conocimientos y la experiencia del maestro. Originalmente las técnicas se crearon para su aplicación en situaciones de combate real durante la época feudal. En Occidente, su metodología cambia totalmente, ya que se adaptaron a un método cuya consecuencia, era la de vencer a un oponente en un evento deportivo, bajo unas reglas como un juego, aquí es donde pierden su filosofía original. El artista marcial, utilizaba sus instintos primitivos, de lo que sabía, es decir de su experiencia dependía su vida. En el deporte se gana o se pierde y en ello no se va la vida.
En la metodología del deporte, se tiene que estudiar y dominar unas técnicas científicas para optimizar el entrenamiento. La asimilación de hábitos motrices y el desarrollo de las cualidades del individuo son los objetivos básicos que trata de llevar a cabo un entrenamiento eficaz. Estos principios están fundamentados en los estudios e investigaciones del Dr. Ulmeanu y por Rasch Burke. Todos y cada uno de los métodos de entrenamiento, parten del principio de que el organismo funciona como un todo. Rasch Burke habla de los principios de la continuidad, la dinámica de los esfuerzos, donde los periodos de inactividad en los entrenamientos, son reducidos al mínimo. Se procura que el descanso se haga de forma activa. Señala que cuando un efecto se repite, pero han desaparecido totalmente los efectos del anterior ejercicio, no existe desarrollo funcional. Es decir que si se repite la técnica sin haber descansado del esfuerzo anterior, el nivel funcional desciende. A este principio Rasch Burke22 le llama principio de frecuencia.
Teniendo en cuenta a Klens-Bigman23 , quien generaliza la forma de buscar de los elementos del arte, que están presentes en las artes marciales, a través de sus conocimientos y practica en las artes marciales de Iaido (manejo del sable), Kenjutsu (esgrima con sable, y palo de bambu), y de arte dramático. Para la autora los elementos que nos hacen entender a las artes marciales como artes se deducen de concebirlas como actuaciones (performances) o dicho de otro modo como formas de autoexpresión.
La idea de la que parte es que la actuación existe en cualquier acción que se realice frente a una audiencia, incluso cuando esa audiencia es uno mismo. A partir de aquí establece ejemplos donde existe esa expresión individual o en grupo, como son la práctica de las Kata, los exámenes de cinturón o los enbukai o exhibiciones de artes marciales. (Martínez Guirao, 2010).
En los entrenamientos que se realizan en los Dojō, se establece un paralelismo a lo que ocurre en representaciones artísticas, donde cada uno de los participantes adoptan un rol determinado, como hacen en sus vidas cotidianas, hay una jerarquía y un protocolo en la actuación, como una adaptación de los personajes, se usa una indumentaria y unos ritos que son practicados continuamente. Cuando se trabajan los Kata (formas de lucha imaginaria, ya predefinidas), el Budōka (actor) realiza su movimiento, en una adaptación al escenario real (combate imaginario), donde su concentración y realismo, busca el acercamiento al entorno real. El adversario es imaginado y los ataques y movimientos se proyectan, hacia ese contrario imaginario. El público son los compañeros de entrenamiento, donde se demostrara lo aprendido en clase. Y los enbukai (exhibiciones), son el evento de demostración hacia el público profano, como sería el espectáculo. Paul Turse, realiza una comparación sobre las artes marciales, el teatro tradicional japonés, llamado Kabuki y el teatro Occidental. Donde los aspectos más destacables son el proceso de enseñanza en el aprendizaje, la sensación durante su actuación y la naturalidad que se consigue, con la creación artística, focalizado por una gran concentración y llevando el arte, a ser un aspecto más de la vida del artista.
Estas supuestas similitudes, entre el teatro y las artes marciales han llevado a otros autores (Nichols 1991 y Dillon 1999) incluso a suscitar una discusión en torno a la adecuación de la incorporación de clases de artes marciales en las escuelas de teatro. Así, Richard Nichols justifica su idoneidad en la finalidad y resultados de la práctica de artes marciales en relación a los aspectos trabajados en el entrenamiento del actor, que vienen a ser muy similares. Robert W. Dillon se posiciona en la idea de la necesidad de realizar modificaciones en los currículos o programas de las artes marciales para que puedan ser aplicadas sin contradicciones en estas clases. Principalmente propone la «desorientalización», en su filosofía y jerarquías, o, lo que es lo mismo, una adaptación cultural de las artes marciales a las finalidades que se persiguen.
Estas aproximaciones, en cierto modo arcanas, en el sentido de entender la vida como un teatro, pensamos que pueden incitar a errores que impliquen la simplificación, generalización y descontextualización, o desviar la atención de otros aspectos presentes en las artes marciales. Pues bajo esta perspectiva, no sólo las artes marciales sino cualquier actividad que se llevara a cabo en la vida cotidiana podrían ser entendidas como un arte.
La forma en que Japón, después de la restauración Meiji y de la perdida de la 2ª Guerra Mundial, tuvo para mantener sus artes fueron a través de los Dōjō clásicos, donde practicaban de acuerdo con los códigos de conducta de los maestros, y no fue hasta después de 1968 cuando instructores y discípulos avanzados fueron enviados fuera de Japón, para dar a conocer el arte marcial, de una forma didáctica y con una finalidad de acercamiento a la forma moderna o forma competitiva, las verdaderas artes marciales antiguas, seguían siendo celosamente guardadas en los Dōjō primitivos, y el acceso a las mismas era muy complicado y solo estaba al alcance de los que conocían profundamente la cultura japonesa y el idioma.
NOTAS:
21 Ninja, históricamente se le conocía como “Shinobi”, esto se asegura por estar presente en documentos históricos, se confirma que el periodo de las Eras Norte-Sur (1336-1392), ya que se encuentra en la época de Resistencia feudal, dominada a finales del siglo 13 y se piensa que eran los bandidos de la época, los ninja. Shinobi Ran Torunami, es el nombre de un shinobi famoso, y luego les denominaron con el nombre de ninja, esta denominación es posterior. Estos personajes se dedicaban a incendiar, destruir, ataques nocturnos, emboscadas y espionaje y recogida de información. Este manuscrito data del año 1590 agosto, día 1, de la era Ten-Sho 18.
22 Rasch Burke, es un científico que tiene estudios sobre la Kinesilogia y la aplicación de la anatomía, y son de aplicación en la parte deportiva de las artes marciales modernas.
23 Deborah Klens-Bigman tiene un doctorado en Estudios en Espectáculos, por la Universidad de New York, especialista en arte japonés. Como investigadora, ha escrito sobre teatro kabuki, Nihon Buyo (danza clásica japonesa), y sobre las artes marciales.
Foto: Mahir Özkan
3 octubre, 2018
Hola. Muy buen artículo. Me gustó mucho como se trata el tema de la metodología de la enseñanza y entrenamiento moderno de manera bien sustentada, pero me hubiese gustado ver lo mismo referido al arte marcial tradicional para poder determinar el contraste.