INTRODUCCION
En karate, al igual que en otros deportes de competición, la meta más deseada tanto para deportistas como para entrenadores, es la Victoria.
Cuando esta llega, lo hará trás un largo tiempo de duros entrenamientos, grandes sacrificios y renuncias,no fáciles, sobre todo cuando hablamos de deportistas que no superan los 16 años de edad. Y es por todo esto, por lo que la labor del entrenador resulta tan importante; de él dependerá ( en la mayoría de los casos ) el que el alumno logre desviar todas las » necesidades » propias de su edad a otras que son creadas y que le pueden dar, en el mejor de los casos,otras satisfacciones, arriesgándolo todo en el intento.
De la labor del entrenador es de lo que tratará esta tesis; del análisis, planificación y adaptación individual de la técnica del Karate a los componentes de los Equipos en Pruebas Técnicas.
Pero el trabajo a emprender no comienza entrenando técnica de karate, sino mientras se entrena Karate. Su labor empezará estudiando la forma física en la que se encuentran sus alumnos, sus limitaciones, los errores más frecuentes; aunque este trabajo no estará completo hasta que dentro de la ficha de cada alumno figuren otros datos referentes a su comportamiento: cómo suele afrontar las situaciones en qué se le presiona, qué facilidad tiene para relajarse, qué problemas son los que más le agobian, y sobre todo, de qué forma se refleja todo esto en su Rendimiento a la hora de hacer Karate.
Esta última parte es la que se refiere al Entrenamiento Psicológico. El objetivo de la tesis es el de demostrar que no basta con el entrenamiento físico si queremos alcanzar «la Victoria». Por el contrario, los años de trabajo realizando el entrenamiento físico junto con un entrenamiento en habilidades psicológicas nos ha demostrado que mejora el nivel de rendimiento de los alumnos y asegura un mejor control sobre ellos mismo. Me refiero a la manera en que afrontan la situación de competición, con todas las ansiedades que esta crea, mermando en la mayoría de los casos la atención y concentración de los competidores.
El karate está dentro de los deportes que exigen un alto grado de concentración para su ejecución, sobre todo en la categoría que tratamos. La coordinación es esencial, y para ello el karateca ha de conseguir centrar su atención en su trabajo dentro del trabajo del equipo. Pero el alumno no viene a nosotros con las habilidades necesarias para enfrentarse a ello. Podemos tener excelentes competidores individuales que no logran integrarse en un equipo, al ser incapaces de aislar las circunstancias que le rodean de su pensamiento y centrarse solo en una correcta ejecución.
El trabajo que los entrenadores deben de realizar con sus alumnos, a parte del entrenamiento físico, consiste en:
– Eliminar determinados pensamientos que bloquean su mente en los momentos más importantes ( y por ello más estresantes ).
– Enseñar las técnicas necesarias para que esos pensamientos no aparezcan, cambiándolos por otros alternativos más positivos.
– Controlar sus emociones, enseñándolo a responder de una forma distinta a como viene acostumbrando, a todas esas situaciones que le provocan miedo o ansiedad.
– Potenciar el rendimiento físico a través de ejercicios de recuerdo e imaginación.
Para hacer más fácil el entendimiento de toda esta labor, la divido en cuatro fases distintas aunque muy relacionadas: Relajación, Atención, Concentración, y Control de Pensamientos.
Si bien es cierto que estas técnicas son perfectamente aplicables a todas las categorías que se trabajan en Karate, también lo es que el autor de esta tesis solo puede aportar datos referentes a la modalidad de Equipos en Pruebas Técnicas.
ENTRENAMIENTO EN RELAJACIÓN
Partamos de que tanto el exceso como la falta de «activación» del karateca en el momento de la competición pueden llevarle a la no victoria, o simplemente a una mala ejecución.
¿ Cómo llega el deportista a perder el grado justo de tensión, o simplemente, por que no lo alcanza ? ¿ Por qué, un karateca que ejecuta sus ejercicios a la perfección una y otra vez en su club, baja tanto su rendimiento en las situaciones competitivas?
Como ya se ha dicho, la situación competitiva es estresante en sí misma, y si además le añadimos la creencia de que si se pierde se
fracasa, el estudiar las consecuencias de la victoria antes de salir al tatami, los pensamientos acerca del trabajo de los demás equipos, es muy normal que pensemos que todo esto puede afectar decisivamente el resultado final.
Lo primero que el entrenador ha de hacer con respecto a este tema es, estudiar como responden individualmente sus alumnos a la competición o antes de ella. Por regla, les afectan a dos niveles diferentes: a nivel motor y a nivel psíquico-mental.
Motor: Se trata aquí de hacer referencia a todas aquellas conductas visibles en el alumno, tan frecuentes como pueden ser la palidez o el rubor, el mareo, el dolor de estómago, el «arrotamiento muscular » ( tan frecuente ), el mutismo, la falta de atención…
Psíquico:Son todos los comportamientos del alumno que no podemos conocer a no ser que el nos los cuente. Hablamos de los pensamientos negativos que se repiten una y otra vez en su cabeza y que dice no «poder parar». Esta es la clave que debemos de tocar si queremos que el deportista rinda como en cualquier entrenamiento en el club.
Si comenzamos a entrenar a nuestros alumnos al principio de la temporada, el trabajo será más fácil, en el sentido de que solo tendremos que entrenarlos en el control de las técnicas pertinentes; esto es prevenir los problemas. Si lo hacemos una vez que la temporada ha comenzado, podemos encontrarnos con alumnos que ya sufran estos inconvenientes y el trabajo aquí será más difícil, ya que tendremos que corregir lo que hacen mal y enseñar lo correcto.
Cabe preguntarse porque unos alumnos presentan estos problemas y otros no, siendo expuestos a las mismas situaciones competitivas.
Bien, esto es así porque depende de la intrepretación que cada uno haga de ellas. Como consecuencia, y al entender a cada persona como única , los deportistas analizarán las posibilidades que tengan de ganar o perder en función de la interpretación que hagan de la situación competitiva.
Dependiendo de que esta deliberación interna concluya positiva o negativamente, el nivel de activación del karateca será:
–Demasiado alto:y consecuencia la ansiedad.
—Demasiado bajo: excesiva relajación.
–El óptimo :facilita la correcta ejecución.
Aquí es donde nos planteamos como enseñarles a alcanzar este nivel y como mantenerlo. La secuencia de pasos a seguir sería la siguiente:
– Estudio de la situación concreta a la que se enfrenta.
– Que respuesta suelen dar ante ella para controlarla.
– Cuales son las consecuencias de su comportamiento.
Cara al trabajo en equipo, debemos de hacer un análisis del modo de respuesta del alumno ante la presión de determinadas situaciones, y más específicamente del modo de respuesta del grupo en general.
Para estudiar este detalle, el entrenador habrá de crear situaciones muy parecidas a las competitivas haciendo uso de su imaginación. Alquilar un pabellón, someter a los karatecas a la presión típica del momento previo a la salida al tatami, colocar altavoces con ruidos, silbidos y protestas del público…
El paso siguiente en el entrenamiento, una vez tengamos datos exactos de cada uno de los niños respecto al modo en que han respondido a esas presiones, es la programación de la enseñanza de la relajación, como el instrumento más importante dentro del trabajo psicológico.
Este entrenamiento va a permitirle bajar el nivel de ansiedad en cualquier situación, y con la práctica diaria, llegará a centrarse de tal modo que ni siquiera aparezca, sustituyendo esas sensación de angustia por otras que más adelante analizaremos. La disminución del nivel de ansiedad en el karateca, permitirá a este conseguir el máximo rendimiento. Aunque esta no es la única ventaja de la práctica de la relajación, sino que además aporta al niño las habilidades necesarias para aplicarla a todos los ámbitos de su vida diaria ( así nos lo comentaban nuestros alumnos ), como la escuela, la casa, los amigos. Otra de estas ventajas es que reduce la tensión muscular de grupos específicos de músculos. Cuando le tensión aparece, tendemos a quedarlos bloqueados, costando más trabajo que de costumbre mover los distintos miembros del cuerpo o coordinar determinados movimientos. En karate, tensar ciertos músculos y relajar otros, es una constante dentro de la parte técnica del deporte. No hay ni que decir el arma que supone la habilidad de relajarse en las manos de nuestros deportistas.
El entrenamiento en relajación
Este entrenamiento comienza como ya hemos dicho, haciendo consciente al karateca de cuales son las formas en que responde ante las situaciones de alta tensión. Si son erróneas, si lo conducen a una mala ejecución de la técnica, si le provoca el famoso bloqueo físico y psíquico; o si si simplemente logra relajarse, y de que forma lo hace.
No es una tarea fácil conseguirlo. El recordar situaciones parecidas a las que se describen, como pueden ser anteriores campeonatos, y describir uno a uno cuales fueron sus pensamientos, sus movimientos y la forma en que trataron de centrarse en el trabajo en equipo, ayudará enormemente. Hay que tener en cuenta que estos entrenamientos se hacen en grupo, todo el equipo participa por igual y expone sus experiencias y comenta la impresión que le causaron las de los demás.
El siguiente paso consiste en explicarle que es la relajación y en que puede ayudarles a ellos contar con esa habilidad. Pero aprender a relajarse no es una tarea fácil. En primer lugar debemos enseñar a los niños a respirar correctamente. La respiración abdominal no es la corriente y menos aún cuando nos encontramos alterados. Normalmente, solemos respirar tensando los músculos de pecho y encogiendo los hombros y el abdomen. La forma correcta de hacerlo sería tomar aire lentamente y llevarlo al estómago, de manera que los hombros permanezcan sueltos y el abdomen también. La respiración abdominal, una vez ejecutada lentamente, sin realizar ningún otro movimiento, nos coloca en disposición para relajar los grupos musculares que creamos convenientes al caso.
El tipo de entrenamiento que llevamos a cabo con nuestros alumnos fue el de Relajación progresiva de Jacobson. Durante el mismo, y con una duración de dos meses, el alumno aprende a distinguir entre tensar y relajar los distintos ,músculos de su cuerpo en diferentes momentos del día.
Para terminar con el tema de la relajación, deberán de relajarse antes y después de cada entrenamiento físico y en cada una de las situaciones en las que se programen esos estos.
ATENCIÓN Y CONCENTRACIÓN
En todo deporte se debe de hacer un esfuerzo considerable de concentración para poder llevar a cabo ejercicios de tipo motriz. Del mismo modo es necesaria una atención permanente por parte de los deportistas tanto en su trabajo como en el del resto del equipo.
Centrar la atención y dirigirla en un momento dado donde corresponda, es una tarea difícil de conseguir y de entrenar.
El trabajo del entrenador en este terreno, es el de ayudar al deportista a reconocer cuando se está alejando de la situación competitiva y se está perdiendo dentro de lo que son sus pensamientos negativos. Pero no solo nos desconcentramos metiéndonos en nuestro interior, sino que a veces dejamos de prestar atención a al tarea para dirigirla al público, el entrenador, los árbitros, en el momento más elemental del ejercicio.
Está demostrado que cuanto mayor sea la capacidad del niño para dirigir la atención donde necesite, mejores son los tiempos de reacción y el rendimiento en general mejora visiblemente.
Vamos a hacer un análisis de hacia donde se suele desviar la atención de nuestros deportistas una vez dentro de la situación competitiva, lo que puede hacerle perder la concentración , y con ello bajar su rendimiento:
– Desviar su atención dentro de su propio ser (centrarse en las sensaciones corporales que acompañan a la ansiedad, como puede ser el rubor, la presión abdominal, la sensación de mareo).
– Desviar la atención fuera de su ser ( hacia el público, el resto de los compañeros, los árbitros…).
Enseñaremos a las karatecas a utilizar el enfoque correcto de su atención bien fuera o bien dentro de su ser, dependiendo de las necesidades del momento. Para ello tendremos que instruirles, a través de la relajación, a prescindir de todo los estímulos, visuales, auditivos o propioceptivos que no sea útiles para la ejecución correcta del ejercicio. Las partes son las siguientes:
– Establecer una señal que le ayude concentrarse.
( Concentrarnos en la sensación de hormigueo al respirar lentamente ).
– Entrenamiento en la técnica de paro pensamiento.
– Control absoluto sobre la ansiedad pre-postcompetitiva.
PARO DE PENSAMIENTO
Muchos de los errores que se cometen durante la ejecución son debidos a los pensamientos negativos previos o durante la misma. Para mejorarla debemos de instruir al karateca en tres cuestiones importantes:
– Que pensamientos son los que más se repiten.
– En que momento aparecen.
– Cuales son las consecuencias de estos.
La tarea más difícil es la de controlar los pensamientos una vez han aparecido, aunque después debamos de sustituirlos por otros positivos.
Los pensamientos que frecuentemente viene afectando en mayor medida a los atletas son aquellos relacionados con la pérdida de confianza en uno mismo o en el equipo en general, la valía superior del resto de los equipos participantes, el acoso de la situación competitiva, o las consecuencias que obtendrán tanto del éxito como del fracaso en la competición.
El paro de pensamiento nos va a ayudar a impedir el desarrollo de esas dudas, y que lleguen a influir en el estado de ánimo del niño, y aún peor, en la estima o el valor que se de así mismo y a su trabajo.
Ayudará a establecer las condiciones para que se den elevados niveles de ejecución.
ENTRENAMIENTO EN IMAGINACIÓN
Si los anteriores apartados ayudan al deportista a centrar su atención y a ejecutar la técnica tan correctamente como puedan llegar a hacerlo dentro de su Dojo, los entrenamientos en imaginación pueden, y de hecho lo hacen, mejorar el rendimiento físico de los alumnos, mejorar lo que ya saben hacer, refinando su técnica, su coordinación y su fuerza.
El poder de la imaginación es enorme. Si después de haber aprendido un kata nuevo nos tumbamos en un sillón e intentamos recordarlo paso a paso, este ejercicio ayudará a interiorizar ese trabajo. Pero aún nos ayudará más si intentamos vivir el momento en el que ejecutamos el kata en el tatami, imaginando la fuerza que empleamos, la tensión de los músculos que intervienen en cada movimiento, la velocidad de los giros…
Ni que decir tiene que la ventaja que nos brinda esta técnica ahorrará muchas horas de entrenamientos físicos.
Otra de sus ventajas consiste en utilizarla para mantener la motivación de los karatecas durante los entrenamientos y durante la propia competición. ¿ Cómo ? Pues bién, cuando antes hacíamos referencia a los pensamientos negativos que interfieren en la tarea que debemos ejecutar, hacíamos mención a la sustitución de esos pensamientos por otros de carácter positivo que ayuden a mantener un nivel elevado de rendimiento. Los pensamientos que más se repiten en las cabezas de los deportistas durante la competición o antes de ella son los que siguen:
– No las tenemos todas con nosotros.
– Hoy no me encuentro con ánimo.
– Está lloviendo y eso trae mala suerte.
– Los árbitros no son imparciales.
– Voy a cometer el mismo error de siempre.
– Echaré a perder el equipo.
– Mis padres y entrenadores están muy lejos.
– Vuelvo a sentir esa angustia de nuevo.
– Creo que me estoy mareando…
No habría lugar para esta técnica de para de pensamiento sino enseñásemos a los deportistas a cambiar esos por otros , los cuales
pueden ser:
– Me siento mejor que nunca.
– Voy a salir a machacarme todo lo que pueda.
– Voy a dar todo lo que he aprendido.
– La fuerza está dentro de cada uno.
– Estoy más centrado que nunca.
La imagen de nosotros mismos realizando el ejercicio correctamente es una de las más utilizadas cuando los pensamiento negativos comienzan a surgir. Recordar la técnica perfectamente ejecutada, recordar las respiraciones de los demás compañeros, imaginar la tensión en nuestros brazos o en nuestras piernas… El trabajo del entrenador consiste en in programando ejercicios de imaginación que vayan de lo más sencillo a lo más complicado. Esto es, no todo e mundo tiene la capacidad de poder imaginar aquello que desee en un momento determinado. Para ello, en grupo, se ejecutan ejercicios donde imaginamos colores, sabores, olores y sensaciones de tacto.
Estos serían los ejercicios más sencillo, aunque indispensables para conseguir aplicar la técnica imaginativa al karate.
Progresivamente se les instruye para que se imaginen a sí mismos ejecutando una técnica simple de karate, donde deben de sentir todos los músculos implicados, han de verse así mismos , han de respirar tal y como lo haría físicamente…
Todo esto ayuda a vivenciar de nuevo el trabajo técnico, a mejorarlo y al igual que el la fase anterior, sin la relajación resultaría mucho más difícil su ejecución, ya que la relajación crea las condiciones para que surjan las imágenes mentales.
Cara a la competición, es de gran valor, reunirse en equipo y ver los vídeos de anteriores competiciones, analizar los errores cometidos y seguidamente imaginar su correcta ejecución en nuestra imaginación una y otra vez.
También pensando en el día de la competición, nuestros deportistas simularían en su mente situaciones límite en el día de la competición, situaciones que normalmente se escapan de nuestras manos, nos hacen perder el control sobre nosotros mismos y nos conducen al fracaso.
Estas situaciones, las cambiaríamos en nuestra mente, imaginando como su control, nos relajamos durante el acto y después ejecutaríamos físicamente el trabajo competitivo.
OPINIÓN PERSONAL
Después de tantas horas de entrenamiento y tantos alumnos con los que día a día hemos trabajado en el tema en cuestión, les presento las conclusiones más importantes acerca del trabajo aquí presentado:
Los entrenamientos dentro de los gimnasios no llegan a ser representativos de los que un equipo pueda hacer en un Campeonato de alto nivel como el que puede ser un Campeonato Nacional. Esto es así, por que tampoco son iguales las condiciones en las que habrá de realizar este trabajo. Los factores ambientales, psicológicos y fisiológicos con los que se encuentran, en nada tiene que ver con la protección que les ofrece su lugar cotidiano de entrenamiento.
Todo entrenador debería de planificar el comportamiento de sus alumnos en estas situaciones competitivas de antemano. Las contínuas correciones de los errores, no paliarían el efecto que puede llegar a causar un mal arbitraje o una lesión en la primera vuelta del campeonato. Las habilidades psicológicas de enfrentamiento ayudan a anular los efectos negativos que puedan tener las influencias externas de las que ya hemos hablado.
Otro de los puntos importantes consiste en tener una concepción individual de cada niño. Cada uno de nuestros alumnos nos viene con un bagaje concreto para enfrentarse a todo lo que estamos mencionado, una fuerza física distinta a la de los demás. Es por esto que debemos de hacer anotaciones concretas a cerca de los problemas que cada uno de ellos presente y enseñarles de este modo, las técnicas que le ayuden a resolver personalmente sus miedos, debilidades o como queramos llamarles.
La estima de nuestros competidores depende grandemente de los informes que día a día les de su entrenador sobre su trabajo.
Pero el mejor crítico ha de ser el mismo. Hacer a un niño consciente de hasta donde puede llegar, cual es la calidad de su trabajo con referencia al de los demás, es una labor difícil y entretenida. Hacer niños Campeones de España es hacer niños conscientes de sus limitaciones y de su fuerza, capaces de controlarse así mismos en situaciones de alta tensión.»
Francisco Gutiérrez Martínez – Tesina para 5º Dan
26 enero, 2019
MUCHA RAZON FELICIDADES