Hace años me pertreche de caballetes, un tablero, pinturas acrílicas y demás aditamentos, y me puse a pintar. Fue gratificante hacerlo, me gusta pintar, como una forma más de expresión de lo que se lleva dentro.
Y, hasta que encontré mi propio camino en la pintura, probé con muchas cosas y técnicas diferentes, desde la aguada y la tempera hasta el óleo. Y me quedé con la pintura acrílica.
Durante ese peregrinaje y búsqueda de las diferentes técnicas, de repente me encontré pintando Ensos, círculos inconclusos, sabiendo lo que hacía y lo que buscaba, no por casualidad.Un Ensō (円相) Simboliza la iluminación , la fuerza , la elegancia , el universo, y representa a Mu無, el vacío .
Y, para aquellos como yo que dejan la abertura dentro del círculo, este simboliza también las distintas ideas.
Un Ensō se considera como la excelencia dentro de la imperfección. Porque la imperfección es un aspecto esencial para encontrar el equilibrio. Por eso hay tanto énfasis en la belleza de lo imperfecto en la cultura de Japón.
En cierta medida, y dado que somos seres imperfectos que buscan perfeccionarse, es la muestra de esa búsqueda. Como lo es el Kata de Karate, que muestra esa búsqueda personal de cada uno. Por muy imperfecto que pueda parecernos la ejecución de un Kata, si se ha realizado con plena convicción, representa hacia el exterior la personalidad interna de su ejecutor.
Cuando visitaba dojos fuera de Canarias en los primeros años 70 del pasado Siglo XX, siempre con el ansia de aprender algo nuevo, recuerdo que me pedían que realizase un Kata, como hizo el Maestro Hirota en Barcelona en aquel remoto Centro Cultural de los Ejércitos, como hicieron en China, en aquel restaurante de Wenzhou en aquella comida a la que habían traído al Campeón de Taichi de la Provincia de Zhejiang.
Un día en que vino a mi casa el Maestro Hiromichi Kohata, y estuvimos un montón de horas hablando de Karate, se quedó prendado de un cuadro que pinté, y que hay en el salón, en el cual un Ensō representa a el Sol.
Hace tiempo, cinco o seis años atrás, publique un artículo sobre lo que pensaba en aquellos momentos muy duros en los que llevaba cada día un intrincado combate con la muerte,se titulaba EL CAMINO Y SUS PASOS, y lo voy a reproducir a continuación.
No soy la persona adecuada para dar lecciones a nadie sobre lo que ha de hacer, porque yo me he equivocado muchas veces, muchas más de las que debiera, por orgullo, o por cabezoneria directamente dimanante de mi orgullo.
Así es que ¡Bueno estoy yo para dar lecciones a nadie! Pero, para lo que si estoy capacitado, es para decir que he sido capaz de identificar bastantes de mis propios fallos personales, de mis errores, y que he intentado no volver a cometerlos,y en eso estamos.
A veces uno se cansa de pelear contra los obstáculos que le va poniendo delante la Vida, y piensa si esta merece ser vivida en tales circunstancias, y se termina por dejar llevar, por vegetar, por no oponerse, pensando en la metáfora del Wuwei, en seguir la corriente y esperar a que haya un remanso para salirse de ella.
En estos últimos veinte años, al menos a mi, lo único que me ha funcionado, ha sido el hacer uso de la disciplina que me ha enseñado el Karate. Pero, por experiencia se, que para usarla hace falta primero poner la mente en acción y tomar la determinación de hacerlo.
Si tu objetivo es no evitar lo difícil, sino tratar de superarlo como una prueba que es para tu voluntad, entonces, usando la Determinación, conseguirás hacer cosas que ahora mismo te parecen imposibles.
Cuando no tenía fuerza ni para ponerme los pantalones, un amigo vino a buscarme a casa, cada día, y, simplemente, caminábamos cada día un poco más que el anterior, hasta que se hizo costumbre hacerlo.
De ahí a volver a realizar Kata como si hiciera Taichi, a cámara lenta, y de ahí a practicar Uechi-Ryu gracias al ejemplo del Maestro Fujita, y a la amabilidad y generosidad de Angel Arenas. Ahora necesito, otra vez, hacer lo mismo.
EL CAMINO Y SUS PASOS Por Ramón Fernández-Cid
Se escribe, se lee, a cerca de cual es el fin último del Karate, considerado este como un Budo, y si nos acercamos a la esencia del mismo, veremos que hay una serie de estados mentales que siempre llevan detrás el sufijo Shin 心, Kokoro, entendido este en el ámbito oriental como mente, pero también como corazón.
Estados mentales que indican el camino para que, de manera sicológica, nos enfrentemos al conflicto, al combate, al encuentro, a la muerte previsible. Todos ellos pasan, según enseña el Zen, por un estado mental en el cual matamos nuestro yo, nuestro ego, lo cual nos hace trascender nuestras propias limitaciones y nos une al Universo.
Pero..¿Qué es hacerse uno con el Universo? Es, ni más ni menos, unir nuestras tres naturalezas : Chi 地, nuestra naturaleza terrenal, Jin 人 nuestra naturaleza humana y 天 Ten, nuestra naturaleza celestial.
Es así, cuando el hombre, que está entre el Cielo y la Tierra, unifica en sí mismo las tres dimensiones, cuando es receptivo a todo en el Universo, cuando supera la dualidad y alcanza el 无极 Wújí, el estado sin polos, y se hace uno con su adversario, le entiende, le trasciende. Por eso el fin último es la paz.
Pero… ¿Cómo matar nuestro yo, nuestro ego? Pues es difícil, al final es el camino, el Do 道 el que nos conduce a ello. Pocos llegan. Necesitamos siete condiciones para matar a nuestro Ego (que es nuestro peor enemigo) y son las siguientes :
1. No te sientas ofendido
2. Libérate de la necesidad de ganar
3. Libérate de la necesidad de tener razón.
4. Libérate de la necesidad de ser superior.
5. Libérate de la necesidad de tener más.
6. Libérate de la necesidad de identificarte con tus logros
7. Libérate de tu fama
Menuda tarea ¿eh?. Vamos, como quitarle de comer carne a un carnívoro declarado : fuera chuletones, lechuga y repollo a partir de ahora. Difícil ¿No? Pero, si se me permite, ese es el objetivo y no otro. Y también la diferencia entre el Karate como un Budo y el juego del Karate.
Es algo así como estar en un Equipo Seal o jugar al Call of Duty.’¿ Verdad que no tiene nada que ver una cosa con la otra?. Pues seamos conscientes de ello y, por lo menos, no nos engañemos.
Así es que hemos de preguntar a nuestra conciencia ¿Prácticas Karate, o juegas al juego del Karate? .Quizá alguno piense que estoy bueno yo para dar lecciones…..y no se equivocará, tendrá toda la razón, incluso el hecho de escribir a menudo en el Facebook no es, quizá ,mas que una muestra de narcisismo egoísta, pero bueno, los que me conocen ya saben que siempre sentí la necesidad de comunicarme con otros y, al fin y al cabo, si lo que dicen de los horóscopos es cierto, yo soy un digno representante del Signo de Aries.
Pero uno debería aprender y corregir sus errores, equivocaciones y malos actos, yo puedo decir que ,al menos lo intento, que no quiere decir que lo consiga.
Dicen que solo aquel que tiene claras sus metas será capaz de llegar a ellas y , este largo Camino que representa para nosotros el sufijo Do 道, mas allá del mero Jutsu 術 que ,al fin y al cabo, representa una faceta artística de dominio de una técnica, en este caso Marcial 武術. Do es también Tao 道, y como se nos recuerda en el Tao Te Ching, el Tao que puede explicarse no es el verdadero Tao, así es que ni lo intentaré.Yo creo mas bien en el Shugyo , o Musha shugyō 武者修行, peregrinación ascética que nos lleva por la senda del Tao.
Y ese es un Camino al que no se puede ir con la casa a cuestas como suelo ir yo cuando voy a caminar.
Es un Camino ligero de equipaje, en el que hay mas renuncias que posesiones, más introspección que exhibición, y es un Camino largo y difícil cuyo fin no es otro que el propio Camino.
Y he aquí la gran paradoja de todo .Por eso se representa como un Enso, un circulo que el pincel describe ,que pierde tinta en el trazo, y que por ello no es perfecto ,no se cierra totalmente.
Sin embargo un Enso da sensación de eternidad, igual que lo que ocurre con nosotros, porque no vemos su fin, aunque con poca tinta el Enso se cierra levemente sobre si mismo.
No hay una sola vida para aprender todo lo que es posible sobre el Karate , y si nos centramos exclusivamente en la técnica , y por mucho que dominemos esta ,siempre nos quedará algo que aprender.
Me pongo de manos cuando alguien dice que alguien no tiene nada que enseñarle : De todos, hasta de lo malo de otros ,se puede aprender.
Y la soberbia no es buena para esto, deja la taza llena y no cabe nada más en ella.
Ya ni te cuento lo que ocurre cuando intentas comprender todo el intrincado mundo sicológico que rodea al Karate y la multiplicidad de Conceptos y Principios, teóricos si, pero estrechamente ligados a la practicidad de las técnicas, indisociables con ellas.
Conocer el Karate, en última instancia, es conocer la Sabiduría común del Universo, porque el del movimiento es, como dice Andrés Congregado, un lenguaje universal.
Por esa razón yo siempre he considerado al Karate como un medio y no como un fin en si mismo, y es por esa razón que deje de utilizarlo como medio de ganarme la vida.
Foto: h.koppdelaney
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