La profundidad del Karatedo [5]
Mar29

La profundidad del Karatedo [5]

V. Karate deportivo competitivo  El karate competitivo es una de las ramas de nuestro karatedo al que debemos prestarle nuestra máxima atención para equilibrar y armonizar nuestra práctica. Puesto que es una rama, no debemos darle a la rama tanta importancia como para que cambie el norte de la verdadera práctica, sino, que en toda situación y circunstancia, debemos ser plenamente conscientes de lo que hacemos y decimos con respecto a la rama competitiva. Permaneciendo siempre en el origen de nuestra práctica-entrenamiento del karatedo. No debemos perder el norte, tenemos que permanecer firmes en el tronco. De lo contrario, la arrogancia del no saber estar, del no saber ser, nos complicará nuestra existencia e iremos perdidos y confusos tras las cosas, no siendo estas reales, en lugar de parar y dejar que las cosas fluyan naturalmente.  Es muy difícil saber competir, y ser campeón es extraordinariamente complejo. Y es de un mérito incalculable. Pero tenemos que ser firmes en nuestra genuina práctica, ser verdaderos campeones de la conducta y modales que nuestro arte nos transmite. Un campeón no es campeón, aunque lo sea, si no se vacía de su propia mente de campeón.  Un verdadero practicante de karatedo puede competir y olvidarse de la competición, de los resultados y ser o no ser campeón sin verse afectado por esta circunstancia, siguiendo impregnado de este maravilloso y extraordinario arte vivencial. Sin embargo, un competidor de la práctica de karate tiene muchas opciones de abandonar esta maravillosa vía obteniendo o no los resultados deseados, generándole frustración e insatisfacción. La verdadera práctica no termina. Siempre es fresca, nueva y genuina.  Miren, el esfuerzo de todos logra un campeón y el campeón hace esforzarse a todos, no pueden estar separados. Debemos ser ecuánimes con este hecho. Lo sustancial del karatedo es que no termina con el entrenamiento, como cualquier otro deporte, sino que cuando termina el entrenamiento empieza su práctica. Es esta diferencia lo que le hace interesante con respecto a cualquier otro deporte.  El karatedo es un arte de concentración, observación y atención. El karatedo no utiliza la concentración para conseguir subir un escalón de fama, o prestigio… La concentración en nuestro arte se basa en ser plenamente conscientes de cada instante. Entonces si compites y ganas estás en paz. Si compites y pierdes estás en paz.  No hay expectativas por ganar y no hay desilusión por perder, hay paz en ambas situaciones. Lo interesante de nuestro arte es el no provecho de nuestras acciones. Miren, en la competición, para un entrenador el gesto de un árbitro a favor de su alumno, aun siendo injusto, es algo bueno. Sin embargo, el mismo...

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La profundidad del Karatedo [4]
Mar19

La profundidad del Karatedo [4]

IV. El Do  Algunos piensan que el DO fue creado cuando Gichin Funakoshi lo añadió al término de karate. Este hecho fue algo extraordinario desde el punto de vista vivencial y filosófico, ya que el karate es un entrenamiento corporal y con este término introdujo la práctica y la vivencia de la vía.  Miren, el “Do”, la vía, el camino, existen independientemente de que el ser humano aparezca o no. Tenemos la oportunidad maravillosa con este cuerpo, dirigiéndolo con diligencia, de descubrir la verdad a través de nuestro arte con sus técnicas, sus ritmos, sus vivencias, su fuerza, su destreza, sus habilidades y, por encima de todo, la vía.  No podemos dedicarnos solo y exclusivamente a potenciar el desarrollo del cuerpo a través del kihon, del kata, o del kumité para hacer más fuerte nuestro cuerpo.  Esto implicaría que estás muy apegado al cuerpo. Pero cuando este cuerpo muera y observemos que este karate no nos ayuda en esta situación tan importante comprenderemos que no ha sido el correcto, por esto la importancia de la vía. No la arrogancia de ser el mejor, de ser un distinguido maestro, o tener expectativas, con este karate, esto nos aleja del karatedo. Os comento que el karatedo nos hace percibir los maravillosos tesoros que tenemos y no logramos ver: como la gratitud, la generosidad, la humildad que no son practicadas debido a la arrogancia de nuestro ego. La práctica debe de conducirnos a la experiencia total de nuestra vida a través de la forma sin apegarnos a ella, experimentando el vacío sin ser del todo la verdad. Es interesante darse cuenta de que no hay desigualdad. Debemos incluir la mejora de nuestra conducta, el respeto, el esfuerzo diligente y la perseverancia. Estas prácticas conforman la disciplina que nos llevarán a la más alta realización. A través de nuestro karatedo debemos dirigir bien nuestros modales y comportamientos en lugar de potenciar solo el poder de ese ser sin sustancia.  Capítulo anterior (III. Mis...

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La profundidad del Karatedo [3]
Mar05

La profundidad del Karatedo [3]

Imagen h.koppdelaney III. Mis comienzos  No me acerqué a la práctica del karatedo, más bien se acercó la práctica a mí y desde antes de este empezar, ya estábamos juntos, coincidimos en el universo del vacío.  Los practicantes del karatedo deberían saber que el karatedo es ante todo un medio de llegar a la verdad a través del entrenamiento con nuestro cuerpo. No es un método para elevar nuestro ego y posibilidades de éxito, sino para observarle y reconducirlo y así vivir en equilibrio y armonía con todo lo que nos rodea. Es por esto, que debe ser entrenado y practicado sin expectativas de provecho.  No es un arte intelectual, que también, no es un arte de defensa, que también, no es un arte de la forma, que también, ni tampoco un arte de combate, que también. Es ante todo una vía. A menudo escucho que el karate es una forma de vida, sin embargo a esta forma le falta la cualidad del vacío. Vivimos nuestra vida llena de clasificaciones y conceptos mentales que nos alejan de lo que el karatedo nos quiere transmitir.  Utilizamos nuestro cuerpo-mente, el cual nos permite desarrollarnos como personas y artistas marciales, pero sobre todo es la vía la que nos conduce a las puertas de la más alta realización. Traspasada esta puerta comienza la vía del zen.  En mi opinión, todo practicante de karatedo debe proseguir en la práctica de la vía y en el entrenamiento de zazen, de lo contrario, no están haciendo karatedo, aunque estén haciendo karate.  El karatedo es un medio extraordinario que una vez usado se debe abandonar, aunque no se abandone. Nunca envejece y todos los seres humanos lo pueden practicar y percibiendo la realidad tal como es. Capítulo anterior: II. Tres caminos, una...

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La profundidad del Karatedo [2]
Feb20

La profundidad del Karatedo [2]

Imagen: h.koppdelaney II. Tres caminos, una práctica  La práctica y el entrenamiento del karatedo son inconmensurables. Es un método de autoconocimiento y de autodefensa que, a través de este maravilloso aspecto sin retorno que somos, nos permite vivenciar la realidad de los fenómenos y la naturaleza de las cosas, incluida la nuestra.  Ocurre que nuestra práctica no es del todo íntegra, solo vamos tras una cualidad de la totalidad. Nos gusta la fama, pero no la no-fama, queremos tener los mejores competidores obviando, a veces, a los que no lo son y en lugar de ser unos buenos maestros educando a todos, somos desdichados en querer conseguir prestigio y fama vagando en el mundo con retorno. Esto no es el verdadero karatedo, es solo karate. Este karate desde luego que es fantástico, está muy bien, mejor hacer esta actividad que otras, lo importante es quedar impregnados por la vía.  Todos sabemos el significado de los kanjis que componen la palabra karate. Sabemos que “Kara” significa vacío y “te” mano. Karate entonces es el entrenamiento de vaciar la mano. Mano sin nada y mano vacía. Este último es el camino que conduce a la defensa sin armas, solo con nuestros pies, manos, dedos, cabeza, etc. Si le añadimos el kanji “Do” debemos ser coherentes con la vía. Es la vía del desapego, de la verdadera libertad, de la tranquilidad tranquila. El karatedo es una excelente fuente de energía llena de vitalidad y fuerza, descubrirlo depende exclusivamente de nosotros. Vivimos nuestro arte solo desde la perspectiva del kanji “Te”, el mundo material, el Samsara, el mundo relativo, condicionado, incompleto. Siempre tras algo por no saber utilizar esta fuente siempre fresca. Utilizamos el karate para nuestro beneficio aun haciendo daño al contrario, pero debemos saber que el contrario no es el mismo, pero tampoco diferente a nosotros.  Nos falta descubrir a través de nuestra práctica-entrenamiento el “Do”, el vacío que nos lleva al desapego total, la libertad absoluta. El karatedo es una vía activa, mágica. ¿Dónde se encuentra el kata antes de su forma? Haz karatedo sin ser, sin desear, sin hacer, sin tener. Utiliza esta herramienta valiosa que nos puede hacer descubrir la serenidad y la paz de nuestra existencia, en lugar de la discusión y el conflicto. Tenemos que abandonar la búsqueda de fama, prestigio, honores y la búsqueda superior.  Y allí donde está el “Do”, el Nirvana, más allá de todo ello hallarás la paz. Esta paz añorada no hace presencia al caer en la trampa de pensar en ella. No es que no esté, es que debido al pensamiento no nos deja impregnarnos de ella. Cuando paras y cae...

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La profundidad del Karatedo
Feb12

La profundidad del Karatedo

Imagen de Edwin1710 Trabajo realizado para el examen de 6º Dan, por Juan Carlos Hernández Torrubias. Monje Zen «Ten Zen». INDICE: I. Educación sin palabras  II. Tres caminos, una práctica  III. Mis comienzos  IV. El Do  V. Karate deportivo competitivo  VI. Hacia dónde  VII. Sin el sentir se descubre  VIII. La profundidad del Tsuki  I. Educación sin palabras  No entiendo la educación en el karatedo como algo reglado, que lo es, o académico, que lo es, y menos si es con el fin de tener éxito en nuestras vidas como practicantes, que lo puedes tener. Sí creo en la disciplina que el karatedo nos aporta como herramienta para equilibrar nuestras decisiones y acciones, siendo estas correctas ya sean pensamientos, palabras o gestos, en nuestra práctica-entrenamiento y además aplicarlo en nuestra cotidianidad.  El karatedo es un método educativo con una pedagogía activa y lo hace a través del cuerpo, entendiendo el cuerpo como una unidad indivisible con respecto a la mente, y la mente, como una unidad indivisible con respecto al cuerpo. El cuerpo y la mente no son dos características diferentes en el ser humano, aunque lo sean. Si escuchamos al cuerpo total, nos transmite activamente modales desde nuestro nacimiento. Después llega el conocimiento.  Cuando asistes por primera vez al dojo te enseñan el valor del respeto a través del cuerpo, antes de explicarte qué es el respeto. Así, la acción intuitiva y pura surge de forma natural de este CUERPO. El conocimiento viene después, interpretándolo, y esto nos puede causar confusión con respecto a la acción, al querer darle sentido intelectual a lo que es. Es por esto que el karatedo es vacío de intelectualización, de subjetividad y objetividad. El karatedo es pura intuición en sí mismo. Así es como mis maestros me lo han transmitido.  En mis inicios, recuerdo cuando iba al dojo y me lavaba los pies antes de entrar en él o de pasar la mopa antes de comenzar la clase, nos saludábamos con bondad y gratitud, nos esforzábamos sin recompensa, en definitiva, nos respetábamos con humildad, sin darnos cuenta nos formábamos en valores como auténticos seres humanos, sin ser éstos, valores con valor. Lo hacíamos a través del esfuerzo y la constancia. Estos modales no eran parte intelectual de la práctica, sino que eran la práctica en sí, a través del entrenamiento sin palabras, es decir, solamente podían ser explicados a través del cuerpo y de la acción, no del intelecto.  En mi modesta opinión, esto da un valor transcendental a nuestro arte y es revelador para la educación desde la infancia. Dentro de nuestro arte, creo que esto se va perdiendo. Hablo de...

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