TEGUMI…el «Clásico»
UN PASEO BREVE POR LA HISTORIA DEL TEGUMI. Tercera parte. TEGUMI…el «CLÁSICO». En ocasiones es más difícil llegar a un principio que a un final. Y más cuando se va a contar algo inusual. Pero este brochazo histórico ha sido suficiente para llegar al principio del TEGUMI. Ahí va… Sabido es que, en 1.429 el Rey Sho Hashi logra el establecimiento de un gobierno central para los tres reinos de Okinawa. Las revueltas que esto ocasiona, obliga al Rey a prohibir el uso de armas, incluidas las domésticas. Lo que sirve de revulsivo para la transformación del TODE en un arte más resolutivo. El siguiente impulso que refuerza la terrible eficacia del TODE (pronunciado “tou-ti”), se da durante la invasión de Okinawa por el clan japonés Satsuma. Una nueva prohibición sobre el uso de las armas, sirve de acicate para la transformación en un arte más decisivo. Ante tales prohibiciones, los instrumentos domésticos se convierten en peligrosas armas, sublimadas en el sistema TI-GUA (antecesor del KO-BUDO). Mientras que el TODE (a mano desnuda) comienza a transformarse en un arte más fiero a la par que adquiere diferentes denominaciones según zonas de influencia o las castas que lo practiquen: Udun-te (mano de Palacio), bushi-no-te (mano del guerrero), tekko-bushi (pequeña mano del guerrero), reimyo-tode (misteriosa mano china), shimpo-tode (milagrosa mano china), Ryu-kyu-kempo (kung-fu de Okinawa), Naha-te (en la ciudad de Naha), Shuri-te (en la ciudad de Shuri), Tomari-te (en la ciudad de Tomari), Okinawa-te y finalmente karate-jitsu (la técnica de la mano china) kara-te=to-de. Por razones fáciles de comprender, el sistema de combate se volvió muy letal, y el “combate próximo chino” que daba sentido a los kata, se transforma en el belicoso SAN-TAN (combates a muerte), lo que propició el feroz KAKE-DAMESHI o duelos pactados. Bien conocido, y bien documentadas están las noticias de que muchos aguerridos maestros de la antigüedad han aprendido exclusivamente el karate en este tipo de peligrosos retos. Aunque lo normal era tener un sistema entrenamiento menos violento, pero que sirviera de base para el SAN-TAN. Fundamentado este, en el KOSHIKI NO KATA (katas antiguos), el TEGUMI RENZOKU-GEIKO o RENZOKU-TE (habilidades continuas estereotipadas de los katas) y el refinado TEGUMI, a secas, el CLASICO. Sistema muy coherente cuya única norma es que no hay normas, o sea, vale todo. A raíz de estas constataciones, caben dos preguntas: La primera ¿Cómo ha llegado a forjarse un arte tan sublime como el formado por la interdependencia KATA y TEGUMI? La segunda, y no menos rara ¿Cómo lo hemos re-descubierto? Pues bien, en cuanto a la segunda pregunta, lo he re-descubierto “con ayuda”. Con la ayuda de maestros duchos...
El “combate próximo chino»
Un breve paseo por la historia del Tegumi Segunda parte. El “combate próximo chino». Huelga decir que, la historia es un asunto dudoso, porque esta siempre tergiversa y simplifica la realidad. Obvia de pasada todo lo que no encaja bien, magnificando lo que encaja. Y, para más inri, se da valor a los aspectos irrelevantes en beneficio de los relevantes. Pero reconociendo que, no podemos vivir sin ella, y tras este comentario profiláctico, no me parece descabellado arriesgarme en dar sensación de adscribirme a una postura histórica en detrimento de otra, siempre que sea en aras de una buena causa: Poner un pie en el mundo de la recuperación de un tesoro perdido. El convulso escenario de Okinawa en 1.370, marcado por alianzas tributarias entre el Celeste Imperio Chino y el Reino de Okinawa, está ligado a la apertura unilateral de Okinawa a la influencia China, que se tradujo en todo un fenómeno de aculturación aferente en los diferentes campos disciplinares, a través de los “sapposhi” (embajadores chinos con séquito para legalizar a los reyes okinawenses), los “ryugakusei” (estudiantes de intercambio) y por supuesto, los “bin-yin” residencia de chinos en Kume, que contribuían a la buena relación y ventana cultural con China (36 familias). Acicates que jugaron inequívocamente, un rol crucial para que la cultura okinawense se inspirase y estimulase en atávicos estilos chinos, como las “formas de dos hombres” y el “combate próximo” a manos pegajosas y sensitivas del tipo: chin-na, chi-sao, tui-shou, san-shou, nien-shou…que iban de la mano de los TAO-LU (kata). Dos patas de un mismo sistema (combate próximo y kata), cuya pragmática misión era condensar lo amorfo del combate en lo formal del “kata”, para la práctica en solitario. Porque como muchos sabemos, y sino se lo digo yo, los kata fundacionales no se confeccionaron como el ceremonial gestual vacío, que pervive en el craso imaginario colectivo, y al que se le ha añadido acriticamente el socorrido BUNKAI. Sino como gestos sumamente efectivos ligados a una forma muy especial de combate, que la deriva del paso del tiempo se ha encargado de desaparecer en la nube del olvido, dejando como canto del cisne más dramático, el anémico kata contemporáneo, libre de asideros prácticos. Pues bien, de la simbiosis entre. Por un lado, las prácticas de mano, TE, pronunciado “di”, de los “uchinanchu” oriundos okinawenses. Y por el otro, de los soldados y maestros importadores del QUAN-FA, pronunciado “gong-fu». Se abrieron nuevos horizontes hacia la conformación del denominado TODE (DE: mano, TO: china. TODE: “mano china”. Pronunciado: Tou-ti). En el corazón del TODE, evoluciona el tipo de combate sustitutorio del TEGUMI “ANCESTRAL”, que como habíamos dicho...
Estudio sobre los orígenes del karate
A raíz de la publicación del libro «Investigación del karate secreto y el eslabón perdido – para maestros» el maestro Félix Bargados a difundido una serie de artículos y vídeos con la intención de compartir y divulgar sus investigaciones sobre los orígenes del karate. Jose Manuel Mayo en su gran web «Karate Shito Ryu Asturias» los fue difundiendo con el permiso del autor. La intención como cuenta Jose Manuel es «que llegue al mayor número de personas interesadas» y yo añadiría a todos aquellos que estén dispuestos a dedicar unos minutos de su vida a abrir la mente y salir de su letargo. Agradecemos al maestro Félix Bargados su esfuerzo y dedicación a esta tarea tan encomiable. ¿Qué es el karate “PERDIDO”? Sin ánimo de vender un mundo donde cualquier tiempo pasado fue mejor. Mi único deseo es iluminar en lo posible, la noche de los tiempos, en donde la oscuridad del misterio esconde el buen hacer de un karate: ARMONIOSO y RESOLUTIVO; COHERENTE, y con un elemento ESPIRITUAL, el del TAO. Este arte supremo, aflora lejos del entendimiento del hombre común. Por eso el paso de los años, lo fue ocultando tras un velo moderno de algo más entendible: PEDAGÓGICO Y ESQUEMÁTICO, de goces GIMNÁSTICOS y tintes ESTÉTICOS. Pero el eco arcaico de hazañas y mitos ancestrales sobre karatekas invencibles, resuenan desde esta época remota. Este karate que, con toda propiedad, se puede denominar “PERDIDO”; se edificaba FUERTE de poder, sobre el BLANDO de ceder a la fuerza del oponente, en un “FLUIDO CONTINUO”. Tal y como el yang (activo) nace del yin (pasivo). Este sublime fluido continúo de combate, fuerte pero blando y sin restricciones, es el que se conoce por: TEGUMI. Y, sus principios secretos “OKUDEN”, versaban sobre el dominio de la “energía interna” que eran atesorados celosamente por los maestros guardianes del arte. Debo aclarar que, no me refiero al TEGUMI ancestral que data de la época de M. Tamamoto (1.139-1.170) y que es una modalidad luctatoria próxima al sumo. Me refiero al TEGUMI clásico, de influencia china y la primera frontera del karate, que se remonta al año 1.400. Cuando el KARA-TE primigenio se denominaba simplemente TE, y su original forma de combate: TE-GUMI. Su versión feroz, más conocida; degenerada por retos pactados, muchas veces a muerte, se denominaba KAKE-DAMESHI. El TEGUMI aprovecha al cien por cien la fuerza del oponente, y se expresaba con equivalencia recíproca, en la intimidad de los katas personales de cada maestro, como reglas nemotécnicas; donde éste, expresaba fielmente su forma de combate. Por eso los kata llevaban, y todavía llevan, el nombre del maestro, o del principio que más...
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