La historia del Karate según la tradición de Okinawa adquiere aspecto mas preciso desde Sokon Matsumura (1809-1899). En efecto, las investigaciones sobre la primera escuela de Karate cuya influencia sobre el Karate contemporáneo sea clara, nos llevan a él. Parecería que él fue el primero en haber transmitido un método sistemático. Lo que hoy llamamos Shuri-te remonta a su arte y su influencia contribuyo explícitamente en la formación del Tomari-te.
Es probable que Matsumura haya recibido la enseñanza de Sakugawa, pero según la tradición oral, ha sido un chino llamado “Iwa” que designo como su maestro en el arte de combate chino. Ningún documento avala sus relaciones con Sakugawa.
En las distintas versiones de la historia del arte de combate de Okinawa la figura de Matsumura es legendaria. Así pues es importante para entender la influencia que ha podido tener el considerar que había estudiado el arte marcial en Okinawa, Japón o en China.
La documentación respecto a él es muy fragmentaria, y su fecha de nacimiento incierta: 1798, 1800, 1806 o 1809. He retenido aquí la fecha de 1809 siguiendo la cronología de la “Enciclopedia del Budo”.
Matsumura Sokon Bucho provenía de una familia noble de Ryu-Kyu. A los veinte años es nombrado guardia del Príncipe en el palacio de Shuri. No sabemos a qué edad empezó la practica de un arte de combate, pero su función de guardia del Príncipe deja suponer que en el momento de su nominación ya tenia un cierto nivel, sea por la escuela de los nobles, o ya sea a través de una escuela más popular.
En el primer año de su cargo Matsumura conoce un magistrado de Satsuma y éste le consigue la excepcional autorización de estudiar el arte del sable de la escuela “Jigen-ryu”. La práctica y la enseñanza de esta escuela está exclusivamente reservada a los guerreros del feudo de Satsuma y el acceso tendría que haber sido cerrado a Matsumura el cual era vasallo del rey de Ryu-Kyu dominado por Satsuma. Podemos imaginarnos la energía con la que ese magistrado recomendó Matsumura para que le autoricen franquear la puerta del dojo de la Casa Satsuma en Ryu-Kyu. Conforme con la tradición, jura solemnemente, sellándolo con su sangre, guardar el secreto más absoluto sobre todo lo que aprenderá.
En 1832, con 24 años, Matsumura es enviado al feudo de Satsuma en misión de veintiséis meses. Recibe la autorización del gobierno de Ryu-Kyu y del feudo de Satsuma la autorización de entrenarse en la escuela de sable Jigen-ryu.
El entrenamiento básico del Jigen-ryu se llama “Tategi-uchi”. Consiste en golpear el tronco de un árbol con un trozo de madera muy sólido de aproximadamente. un metro treinta. Se parte de una distancia de cuatro o cinco metros y lanzarse con tres pasos hacia un árbol con un kiai como si fuera el último de la vida y golpear el tronco con todas sus fuerzas. Hay que golpear el tronco hasta el agotamiento de la respiración, luego volver a empezar el ejercicio. Cuentan que cuando un adepto experto se entrenaba así, la violencia de los golpes repetitivos producía humo. “Tres mil golpes por la mañana y ocho mil por la tarde” tal era el nombre que se le daba al entrenamiento de base del Jigen-ryu. Para darse cuenta de la dureza de ese ejercicio, basta intentar golpear con todas sus fuerzas con un palo sobre en tronco de un árbol una docena de veces seguidas. Las manos empiezan a doler tanto que hasta se hace difícil sostener el palo en las manos.
La potencia y la velocidad de ataque en Jigen-ryu es notable y esa escuela es renombrada por su eficacia en el combate con sable. Los adeptos de la época de los últimos enfrentamientos con sable (1860-80) sabían que cuando se combatía contra un adepto de la Jigen-ryu, sobre todas las cosas había que evitar su primer ataque y nunca intentar pararle (detenerle, bloquearle). Únicamente si conseguíamos evitar el primer ataque podíamos entrever la posibilidad de una respuesta. En efecto, el ataque de Jigen-ryu era de arriba hacia abajo y en diagonal y cuando un adversario intentaba bloquearle con su sable ocurría casi siempre que la potencia del ataque bajara la guardia de su contendiente permaneciendo inalterable el recorrido del corte abriendo en dos partes el cuerpo del adversario. Por otra parte, el habitual examen de los cadáveres después de la batalla ponía de manifiesto que el ataque de Jigen-ryu se distinguía del de las otras escuelas de sable, porque el cuerpo aparecía hendido desde el hombro hasta la altura del ombligo de un solo tajo de sable.
En la escuela Jigen-ryu, el entrenamiento de Matsumura consiste principalmente en “Tategi-uchi”-tres mil por la mañana y ocho mil por la tarde- y luego del entrenamiento en el dojo. Tras dos años en Satsuma, su maestro “Ijuin” le concede el diploma de la Jigen-ryu manifestando que ha recibido la auténtica transmisión de su escuela, Matsumura regresa entonces a Ryu-Kyu. Tiene veintiséis años.
En 1836, dos años tras su regreso de Satsuma, Matsumura sale para Pekín con el grupo que llevaba el tributo del rey de Ryu-Kyu al emperador de China. Durante los quince meses que dura su estancia en Pekín, aprende el arte de combate de un maestro chino llamado Wei Bo, nombre que se lee en la pronunciación Japonesa “Iwa”.
Se suele dividir el arte de combate chino en dos corrientes (estilos), el del norte y el del sur. Podemos suponer que la escuela de “Iwa” formaba parte del estilo del norte. Se trataba probablemente de la escuela “xingyi-quan”, una de las tres escuelas principales del norte, ya que era la escuela mas estudiada entre los círculos militares de Pekín la que Matsumura haya podido frecuentar. De hecho, en la kata que se enseña hoy día bajo el nombre de Matsumura no Bassai (Passai) podemos apreciar una técnica muy próxima al “zuan-quan”, uno de los cinco movimientos básicos del “xingyi-quan”; esa kata posee de igual modo técnicas muy cercanas al “ma-quan”, golpe de “caballo” del “xingyi-quan”. Desde el punto de vista de los movimientos técnicos, el Karate del estilo de “Shuri-te” presenta varias semejanzas con el “xingyi-quan” y con otras escuelas del norte de China.
“En el sable Japonés se adopta la guardia inmóvil, pero la eficacia es estremecedora ya que al instante, como un rayo, el adepto gana el combate. Sin embargo para llegar a ese nivel, se necesita diez veces mas tiempo de entrenamiento que a un adepto chino. Hace algún tiempo, de entre los delegados de Ryu-Kyu en Pekín, se encontraba un experto del sable Japonés al que ningún chino podía ganar. Ese hombre de Ryu-Kyu se consideraba de un nivel medio .”
Ese comentario de Shang Yunxiang, famoso maestro de xingyi-quan de entonces, ha sido transmitida hasta nosotros . “El hombre de Ryu-Kyu” nombrado solo puede ser Matsumura.
De vuelta en Ryu-Kyu en 1837, retoma sus funciones de guardia del rey. En aquella época modifico los ideogramas de su titulo “Sokon”, que significa “descendiente principal”, por otros ideogramas, que con la misma pronunciación significan “el maestro del arte del bastón”. Cuentan que ese nombre la habría sido puesto por su maestro, Iwa, que le pareció maestro en el arte del bastón. Por otra parte, en Pekín, llamaban Matsumura”Wu-cheng-da” que significa “el que se perfecciona en el arte del combate”; ese nombre le habría sido también concedido por en maestro chino.
Matsumura conserva su función de Guardia con tres reyes sucesivos y, a la vez que cumple con su función de Guardia del rey, continua profundizando sus estudios, ya sea encontrando maestros chinos residentes en Ryu-Kyu, o estudiando las técnicas de combate transmitidas por los habitantes de Ryu-Kyu.
Según cuenta la leyenda, un mendigo chino vivía en una chabola junto al cementerio de Tomari. Matsumura descubre que es un adepto del arte de combate, empieza pues a visitarle periódicamente para aprender su arte. Ya siendo su alumno, Matsumura descubre de vez en cuando que en las katas que enseña ese maestro existen trozos inaplicables en combate. Emprenden entonces juntos un estudio para encontrar una forma correcta. Aunque ese maestro pretendía no saber leer ni escribir, le propone entregarle unas notas para que pueda captar mejor el significado de las katas que le había enseñado. Un día Matsumura recibe un rollo y se sorprende al ver que no se trata de unas notas sencillas, sino explicaciones técnicas escritas por un experto en caligrafía de primer orden. Ese maestro desapareció poco después. Se supuso luego que se trataba de un oficial chino disfrazado de pordiosero para espiar en el feudo de Satsuma.
Matsumura empieza poco a poco a enseñar su arte. Su escuela se llamaría mas tarde el nombre de “Shuri-te” según la localidad donde residía. Una variante de esa escuela llamada “Tomari-te” se desarrolló en la vecina aldea Tomari. El ejercicio de dar puñetazos al makiwara es típico de Okinawa, no se practica en China. Quizás se trate de una continuación y de una aplicación del “tategi-uchi” que Matsumura practicaba en la escuela Jigen-ryu? Incluso si el makiwara es anterior a Matsumura, está claro que su experiencia ha influenciado fuertemente la forma de utilizarlo.
Emitiré la hipótesis de que Matsumura ha dado al Karate de Okinawa un impulso introduciendo elementos de distinta procedencia que ha sistematizado. Esa evolución ha sido también creación, ya que los elementos chinos no han sido tomados tal cual. Así pues, con Sokon Matsumura comienza una fase de creación del Karate. Creación porque no se trata de una fiel imitación, sino de la integración sistemática al arte marcial de Okinawa de elementos chinos y Japoneses.
Foto portada: hauptstadtdojo.jimdo.com
Comentarios recientes