Tesina para 6º Dan De Karate-Dô de Martín Fernández Rincón
ÍNDICE
Introducción.
1. O-waza, chu-waza y ko-waza.
2. La utilización del principio de acción-reacción para incrementar el momento
final de las técnicas.
3. Seite y hente. De lo usual a lo extraordinario en el binomio de
defensa-contraataque.
4. Virtudes de la defensa y contraataque con el mismo brazo como prototipo de
la respuesta en hente.
5. Los ataques y defensas consecutivos.
6. Kamae. Tipos. Su vinculación con el recorrido de las técnicas y sus
trayectorias.
7. Koshi No Kaiten. Función. Tipos de rotación de la cadera. Posiciones del
tronco tras la rotación de la cadera.
8. Ai gamae versus gyaku gamae. Oponentes en situación cerrada o abierta.
Lado fuerte y lado débil.
9. Los desplazamientos y otros elementos que incrementan la eficacia de las
acciones frente a un oponente.
10. Conclusión.
Introducción.
Cualquier karateka de nivel avanzado sabe que una técnica es realmente eficaz cuando se han utilizado eficientemente y en perfecta interacción los principios rectores de las técnicas de kárate, a saber: Forma correcta, fuerza y velocidad, grado de tensión muscular, rapidez o lentitud del movimiento, uso de la cadera, la postura correcta junto con el uso de la presión contra el suelo y la respiración. De la misma manera, cuando las técnicas han de ser utilizadas contra un oponente se acentuará la atención en los siguientes elementos: postura de preparación de la parte superior del cuerpo, posición de las extremidades inferiores, distancia entre los oponentes, momento adecuado de ejecución o sentido del timing, etc. Sin embargo, en el presente trabajo se analizarán otros aspectos que como el título indica y en mi opinión merecen el calificativo de avanzados. Puesto que suponen la aplicación y desarrollo de los citados principios y de otros elementos que “aunque sutiles” son fundamentales a la hora de abordar la práctica con un oponente.
El kárate, como todo arte de combate, se divide básicamente en dos apartados: las acciones de ataque y las de defensa. No obstante, ambos términos están íntimamente relacionados; hasta el punto de que a veces no se sabe donde empieza uno y termina el otro -son indivisibles- como el anverso y el reverso de una hoja de papel. Por éste motivo, tanto en esta tesina como en la exposición práctica ataque y defensa serán tratados globalmente como entes de idéntica importancia.
Es posible que algunos de los términos japoneses que son utilizados en la presente tesina sean conocidos también con otros sinónimos. Porque, el idioma japonés, como toda lengua viva tiene varias formas para expresar el mismo concepto. Por ello es normal que algunos estilos utilicen términos diferentes para expresar la misma idea.
1.- O-waza, chu-waza y ko-waza.
– O-Waza (técnica grande). Técnicas de recorrido largo. Son aquellas que durante su ejecución el miembro que actúa recorre al menos la distancia de un brazo estirado. Siendo la forma de realización que primero se enseña; porque de otro modo no podrían ejecutarse bien en media y corta distancia. Es la realización estándar de las técnicas en kihon y kata.
En el caso del kumite se da cuando las técnicas son realizadas en una distancia que les permita desarrollar su máximo recorrido.
– Chu-Waza (técnica mediana). Técnicas de recorrido medio. En las mismas y durante su ejecución el miembro implicado recorre al menos la distancia comprendida entre el codo y la mano. Este tipo de técnicas son características en la situación de distancia media frente al adversario. Pudiendo iniciarse directamente desde el kamae sin ningún movimiento previo, o tras una defensa.
– Ko-Waza (técnica pequeña). Técnicas de recorrido corto. En este caso el miembro que interviene recorre una distancia muy pequeña como la comprendida entre la muñeca y los dedos extendidos de la mano. Son realizadas cuando los oponentes están muy cerca por lo que es muy común en el cuerpo a cuerpo. Las tres posibilidades de recorrido vendrán determinadas principalmente por el punto de partida de la misma y la distancia entre los oponentes. Y podrán iniciarse desde cualquier parte del propio espacio circundante.
Pudiendo describir diferentes trayectorias (ascendente, descendente, lineal, circular, oblicua…) durante su ejecución. Un ejemplo más descriptivo de estas tres distancias de recorrido puede observarse en tres variantes de un tsuki. Cuando el mismo es realizado desde la cadera hasta la total extensión del brazo estamos ante una técnica en o-waza. Pero si el tsuki se hace desde la posición de brazo semi-flexionado sería chu-waza. Y cuando en la posición de inicio el brazo está sólo ligeramente flexionado, es decir casi extendido, estaríamos hablando de una técnica en ko-waza.
2.- La utilización del principio de acción-reacción para incrementar el momento final de las técnicas.
Sabemos que las técnicas de kárate necesitan de una distancia mínima para ser aplicadas eficazmente. Y conocemos que cuanto menor es el recorrido de las técnicas, menor será la aceleración de las mismas y su potencia final. Por estos motivos, hay que aumentar la aceleración o momento de inercia en las técnicas realizadas con recorridos medios o cortos. Y, para ello, se puede y se debe sacar el máximo partido de la utilización de los principios de la mecánica definidos por Isaac Newton. Y en especial del conocido como ley del principio de acción y reacción. Que se define de la siguiente manera: <<Si sobre un cuerpo actúa una fuerza, existe una fuerza igual y opuesta que actúa sobre el otro cuerpo>>. Dicho de otra manera: Cuando un karateka presiona hacia el suelo con todo su cuerpo, sus piernas transmiten dicho peso, lo que se manifiesta en la zona del bajo abdomen o hara. Y dicha presión le será devuelta como una fuerza igual pero en sentido contrario que facilitará una mayor aceleración y potencia final en las técnicas.
1Todo aquel que ha golpeado un balón macizo, pensando que era hueco, se habrá dado cuenta de que había una fuerza que actuaba sobre su pie, aunque no habrá percibido con tanta facilidad que la fuerza era igual y de sentido opuesto a la que él aplicara sobre el balón.
En lo concerniente al presente trabajo el principio de acción reacción se manifiesta de varias formas:
La primera forma será usar la presión contra el suelo (acción) a través de las piernas un instante antes y durante el impacto. Esta presión será devuelta al instante (reacción) y se sumará a la inercia de la técnica generando así una mayor potencia final en las técnicas.
La segunda forma de aplicar este principio es cuando el atacante es defendido y aprovecha la energía generada en el choque de la parada contra su brazo. Para inmediatamente utilizarla como impulso para la realización de un segundo ataque con el mismo brazo. De esta forma, de la energía resultante del choque (defensa-ataque) podrá surgir un segundo ataque dando lugar a una atípica acción de nidan-zuki que aprovecha la acción defensiva del contrario. Y que transforma una posible situación de desventaja en ventaja al ser realizado el segundo ataque de forma resolutiva.
La tercera forma de aprovechar dicho principio es cuando se contraataca con el mismo brazo que se defiende o hente. En este caso, y al igual que en los dos ejemplos anteriores, cuando la defensa impacta enérgicamente contra el miembro del oponente, se genera una energía igual pero de sentido opuesto. La cual podrá ser empleada de inmediato para la realización de un contraataque con el mismo brazo u otra defensa. O bien, dicho impacto podrá utilizarse como un efecto de rebote que permitirá retraer el brazo rápidamente y realizar una técnica con diferente trayectoria y/o ángulo de incidencia. De forma, que el aporte extra de energía producido en el choque se sumará a la inercia de la técnica dotándola de mayor potencia y penetración.
Cuando estas u otras formas de utilizar el principio de acción-reacción son interiorizadas se crean patrones de respuesta que quedan archivados en la memoria muscular. Y por tanto quedan incorporados al repertorio de acciones que pueden ser utilizadas cuando la ocasión lo requiera.
Por otra parte, es evidente, que las técnicas de corto recorrido deben ser dirigidas, principalmente, a los puntos más vulnerables del cuerpo humano. De esta manera, la menor potencia de una técnica de ko-waza quedará compensada con el efecto que produce un impacto o presión en los puntos vitales. Y en las mismas suele emplearse la mano abierta y variantes de puño como nakadaka ippon ken, hiraken y otras técnicas de gran penetración y eficacia.
(1 Párrafo tomado del libro Mecánica. Editorial Pirámide. Autor. P. Abbott)
3.- Seite y hente. De lo usual a lo extraordinario en el binomio defensa-contraataque.
Uno de los principios metodológicos que seguimos en la enseñanza del kárate es el que dice: “La enseñanza debe ir de lo sencillo a lo complejo”. Por lo que podemos decir que el primer estadio del binomio defensa-contraataque es defender con el brazo adelantado y contraatacar con el atrasado. A ésta acción se le llama seite porque son acciones que entran dentro de lo más habitual, normal u ortodoxo. Normalmente cuando se practica kata o kumite, la mano delantera es siempre para la defensa y la trasera para el ataque. Es evidente que la defensa va seguida forzosamente por un contraataque. Sin embargo, si después de la parada no actúa la mano atrasada y la defensa y el contraataque son realizados con el mismo brazo estaríamos ante un tipo acción en hente. La cual se define: como aquellas formas poco habituales y más especializadas en las que se busca obtener mayor ventaja sobre el oponente al sorprenderlo con acciones fuera de lo normal y por tanto más difíciles de contrarrestar. Por supuesto, el caso de realizar una acción de defensa y contraataque con el mismo brazo no implica que la acción defensiva y de respuesta concluya aquí. Sino, que a dicha respuesta en hente podrá seguirle un segundo ataque con el otro brazo; una técnica de pierna, o cualquier otra acción. Por lo que la posibilidad de poder defender y contraatacar con el mismo brazo, o con el contrario, da a las acciones de una perspectiva más elevada. Y más notable todavía si tenemos en cuenta que las técnicas pueden ser realizadas con recorridos de diferente longitud. A continuación transcribo un antiguo proverbio japonés que trata sobre la relación entre lo normal y lo anormal en las artes marciales mostrándonos la relación entre seite y hente.
<<2Existe lucha en el intervalo entre lo normal y lo anormal –sin saber que lo anormal llega a ser normal, y que lo normal se transforma en anormal, ¿cómo puede conseguirse la victoria?>>.
2 Párrafo tomado del libro Karate Jutsu. Gichin Funakoshi. Editorial Hispano-Europea
Continuara…….
Webs del autor: academiafujiyama.com , https://www.senseimartin.es/
Canal de YouTube: https://www.youtube.com/c/KaseHaFormalityReality
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