“El camino en las Artes Marciales comienza y termina con cortesía. Por lo tanto sea siempre cortés”.
Proverbio de Sosai Masutatsu Oyama
INTRODUCCIÓN Las artes marciales japonesas, tanto antiguas (Koryu Budo) como modernas (Gendai Budo), deben gran parte de su base filosófica y moral al pensamiento que integra el Bushido. Reflejan el espíritu del Bushido en los diferentes códigos de conducta o Dojo Kun que aún se imparten en los Dojo. Estos códigos buscan incorporar psicológicamente al guerrero/practicante en la sociedad civil en tiempos de paz a la vez que dan una formación moral y ética a sus practicantes. De todos es sabido que una de las primeras cosas que se aprende al entrar por primera vez en un Dojo es todo lo relativo a la etiqueta y comportamiento en el mismo, esto es, el Reishiki y el Dojo Kun. No obstante, suele ser algo que inicialmente no se entiende, no se valora y que se ve como un protocolo anticuado y ausente de lógica a ojos occidentales, provocando que sea un aspecto de la práctica tomado a la ligera en muchas ocasiones y, tristemente, ausente en muchos Dojos gimnasios. Esto nos hace perder una parte importante del espíritu de estas disciplinas, además de la utilidad de las mismas. En nuestro caso, como practicantes de artes marciales japonesas intentaremos analizar y estudiar lo relativo al Reishiki en las mismas. KANJI Existen muchas palabras usadas en el Dojo que incluyen el término REI, como son Reiho, Reigi, Reigisaho, Reisansoke o Reishiki. ¿Por qué tantas? ¿Qué significan realmente? ¿Qué diferencia semánticas existen entre ellas? Veamos los caracteres chinos empleados en la escritura japonesa por separado:
- 礼 (Rei).
Traducido comúnmente como “Saludo”, posee además las siguientes connotaciones: costumbres sociales, modales, rito, comportamiento social adecuado (en el confucianismo), propiedad, cortesía. El mismo kanji es usado en el código del Bushido para Respeto (una de las siete virtudes). Indica que los samuráis no tienen motivos para ser crueles. No necesitan demostrar su fuerza. Un samurai es cortés incluso con sus enemigos. Sin esta muestra directa de respeto no seríamos mejores que los animales. Un samurai recibe respeto no solo por sufiereza en la batalla, sino también por su manera de tratar a los demás. La auténtica fuerza interior del samurai se vuelve evidente en tiempos de apuros. El respeto con todos es un gran ejemplo de humildad y requiere más fuerza y contención que la agresión o el dominio (comportamientos nacidos de la inseguridad). Este carácter ya lo empleaban los chinos para Li (礼, decoro o etiqueta). Es una de las cinco constantes para la promoción de las virtudes en el confucionismo. Se refiere a cualquiera de las funciones sociales seculares de la vida cotidiana. Li se codificó y se trató como un sistema integral de normas para orientar la conveniencia o cortesía en la vida cotidiana. Confucio trató de revivir la etiqueta de dinastías anteriores. Es importante tener en cuenta que, aunque a veces Li se traduce como «ritual» o «ritos», tiene un significado especial en el confucianismo, diferente al religioso, pues los actos de la vida cotidiana se consideran rituales. Los rituales son prácticas reglamentadas que la gente suele realizar, a sabiendas o no, en el curso normal de sus vidas. Trata de dar forma a estos rituales para que posean un contenido y conduzcan a una sociedad e individuo saludables.
- 法 (ho): método, ley, regla, principio, sistema, estatuto, arte, modo.
- 式 (shiki): tipo, estilo, formula, ceremonia, ritual, función.
- 儀 (gi): ceremonia, regla.
- 作 (sa): uso, empleo.
- 三 (san): tres.
- 息(soke): respiración.
Por tanto, podríamos definir los siguientes términos: Reishiki: Formas ceremoniales, etiqueta. Reiho: Reglas de cortesía. Reigi: Arte de la etiqueta, modales Reigisaho: Mantenimiento de las formas. Reisansoke: Método de las tres respiraciones. EL SALUDO EN JAPÓN Como practicantes occidentales de un arte japonés, es necesario entender que los japoneses han llevado al extremo todo lo relacionado con los protocolos y las formas, como se puede observar en la ceremonia del té, donde la degustación del mismo es lo menos importante. El grado de inclinación y la duración del saludo están codificados, ya que ambos aspectos expresan significados diferentes. La etiqueta y el ceremonial japoneses contienen una gran cantidad de simbolismos que inicialmente se nos escapan, pues provienen de una visión y una forma de vida diferentes, de una cultura más simbólica y menos material que la nuestra. El saludo para los japoneses, el saludo consiste básicamente en una inclinación de la cabeza, para simbolizar humildad y respeto hacia la otra persona, así como amistad y admiración. En general, el contacto físico es una muestra de descortesía y lo consideran antihigiénico. Por eso no es tradicional que los japoneses se estrechen las manos al modo occidental sino que solo suelen hacerlo cuando hay extranjeros de por medio y están familiarizados con esta costumbre. Y es que el saludo no es solo un acto de cortesía sino algo más profundo. El inclinar la cabeza al saludar ante de una persona significa literalmente “entregar la cabeza” (頭を差し出す – atama wo sashidasu), pero no humillación ni sumisión. Es decir, el ofrecer la parte más débil del cuerpo humano (la cabeza) implica confianza y respeto hacia el receptor del saludo. Este gesto típico japonés de inclinarse se denomina Ojigi (/お辞儀). El saludo, como vemos, es muy importante en Japón, tanto es así que las empresas suelen proporcionar formación a sus empleados en la forma de ejecutar correctamente los saludos. Los saludos básicos se realizan con la espalda recta y las manos a los lados, los brazos estirados y pegados a los laterales del cuerpo (hombres) o entrelazadas en el regazo (mujeres), y con la mirada gacha (no suelen mirar directamente a su interlocutor, sobre todo cuanta más diferencia social existe entre ambas personas). Los saludos se realizan con el tronco y las extremidades superiores. En general, cuanto más prolongada en el tiempo y pendiente es la inclinación, más fuerte es la emoción y el respeto expresado. Suele ser habitual que a un japonés la postura de un occidental le resulte un tanto directa (mirando a los ojos), pero esto es debido a que en nuestras costumbres en ningún momento agachamos la cabeza. No obstante, los saludos son solo una de las múltiples opciones para mostrar respeto y humildad hacia otra persona. Dependiendo de a quién saludemos, emplearemos más o menos tiempo, y haremos una inclinación más o menos pronunciada. También es posible saludar por otros motivos: ante la presentación de un desconocido, por agradecimiento, para pedir disculpas, para felicitar a alguien, etc. Los saludos se pueden dividir en función de la formalidad de los mismos, esto es, de informal a muy formal, con grados intermedios. Veamos una clasificación de algunos tipos de saludos:
- Saludo Superficial, 5 grados. Es una ligera inclinación de cabeza. La cabeza se echa hacia delante (no hacia atrás levantando el mentón como en occidente). Está indicado para amigos íntimos y es el más informal de todos (porque es el más corto y relajado). También puede ser usado por personas de mayor rango (en la sociedad o el trabajo) que el interpelado, cuya condición les permite no tener que mostrar tanta humildad. No obstante, el gesto de inclinarse, aunque sea ligeramente, muestra un reconocimiento hacia la otra persona.
- Saludo Informal, Eshaku (会釈), 15 grados. Se emplea con personas conocidas, sin una relación de intimidad, y consideradas de igual status, como un compañero de trabajo.
- Saludo de Respeto, Keirei (敬礼), 30 grados. Este saludo implica un mayor respeto y está reservado para los jefes o personas de rango superior, pudiéndose sobrepasar los 30º si se desea. No se debería usar con buenos amigos o familiares (salvo en contadas ocasiones).
- Saludo de Mayor Respeto, Saikeirei (最敬礼), 45 grados. Se emplea cuando se ha de pedir disculpas por una falta grave. Este saludo muestra un alto grado de respeto o arrepentimiento y, por tanto, no se usa muy a menudo.
- Saludo de Rodillas, Dogeza (土下座), con la frente en el suelo. Es un saludo muy excepcional, habitual en películas de samuráis (cuando un guerrero o sirviente está en presencia del Daimyo o señor feudal). En la actualidad, podría emplearse cuando se ha cometido una falta terrible, tanto que no existe otra manera de expresar una disculpa adecuada, o durante la práctica de algún arte marcial.
Puede suceder que cuando al saludar a alguien, la persona mantenga el saludo más tiempo del esperado (2 ó 3 segundos), en cuyo caso se debe de volver a saludar, pudiendo provocar un nuevo saludo de la otra persona y entrar en un bucle de saludos, pero cada vez con menos inclinación. Protocolo del Saludo. Saber cuándo se ha de saludar, y cuánto inclinarse es, a menudo, muy difícil. Se podría tomar como una especie de juego de «Adivina quién», en el que, para saber qué hacer, hay que tratar de averiguar la edad de la otra persona, su rango, puesto, etc Existen ciertas indicaciones orientativas para saludar, aunque lo más habitual es encontrarnos haciendo algo intermedio o demasiado respetuoso, porque no sabemos lo suficiente debido a nuestro desconocimiento de la otra persona. No obstante, a continuación detallaremos algunos consejos para las reverencias:
- Devolver siempre el saludo a las personas que se inclinan hacia nosotros (con un par de excepciones; por ejemplo, empleados en una tienda en la que somos clientes o personas publicistas que entregan cosas en la calle). Normalmente, aquel que se presenta habrá de inclinarse más que aquel a quien se dirige.
- Tratar de obtener la tarjeta de visita o de negocios de la otra persona (algo esencial de portar en Japón), lo cual nos indicará su compañía y el título, con lo que tendremos una idea de cómo ubicarlo para saludar.
- Tratar de adivinar la edad que tiene. Si se trata de una persona de mayor edad, es bastante probable que tenga un status superior, a lo que se añade la costumbre japonesa de respetar a todos quienes nos superan en edad.
Si no es posible aplicar ninguno de los supuestos anteriores, lo más recomendable es recurrir al saludo de 30 grados, Keirei. Al ser el grado intermedio, es suficientemente respetuoso y probablemente no nos equivocaremos. Sin embargo, quizá lo más importante de una reverencia sea el esforzarse en ella. Los japoneses, generalmente, ni esperan que los extranjeros occidentales conozcamos los entresijos de la reverencia, ni esperan que nos inclinemos perfectamente todo el tiempo. Lo más importante es no mostrar altivez ni falta de naturalidad, sino una actitud de respeto y afabilidad. Os dejo el enlace de un vídeo donde se parodia el protocolo de los saludos: EL SALUDO EN LAS ARTES MARCIALES CHINAS Aunque el objetivo del presente artículo es profundizar sobre el saludo en las artes marciales japonesas, creo importante hacer una alusión al saludo en las artes marciales chinas, compartido por algún estilo japonés y presente en algunos katas de karate. Camps (Camps, Hermengildo. Historia y Filosofía del Karate, 2ª ed. Barcelona: Editorial Alas, 1985). indica que los saludos japoneses, a pesar de tener forma propia, son originarios de China y han sido adaptados a la personalidad nipona. Este saludo, en muchas escuelas de Gong Fu, generalmente Wing Chun Gong Fu, lo conforma el puño de la mano izquierda bajo la palma de la mano derecha a la vez que se forma un círculo con los brazos. Esta figura tiene muchas interpretaciones, siendo una de las más aceptadas la siguiente. Los cuatro dedos extendidos indican que todas las artes marciales en el mundo, o en los cuatro océanos, comparten los mismos principios y objetivos. El dedo pulgar doblado simboliza que el practicante es modesto y humilde. El puño y la palma juntos significan disposición a hacer amigos a través de la práctica de las artes marciales. El hecho de cubrir el puño significaba paz y buenaventura. El círculo formado con los brazos muestra que todos los artistas marciales de la tierra son hermanos. Todo ello recuerda al siguiente dicho: “Dentro de los cuatro mares y los cinco lagos, somos todos hermanos”. Así era el saludo tradicional chino, empleado como el apretón de manos para los occidentales. Durante la dinastía Qing (1644-1911), mientras batallaban contra los manchúes, el saludo tradicional fue cambiado por la extensión de la mano izquierda hacia delante, con la palma vuelta lateralmente y el pulgar doblado hacia dentro, en el mismo momento que el puño derecho era colocado en la palma izquierda. La mano izquierda simboliza el carácter chino “luna” (月) mientras que el puño derecho simboliza el carácter “sol” (日). Juntos conforman la palabra brillante (明), en representación de la dinastía Ming (1368-1644). Este saludo era distintivo de los artistas marciales del templo de Shaolin y fue usado como una consigna secreta entre los revolucionarios. Sin embargo, los guerreros y soldados chinos llevaban sus armas en la mano derecha, lo cual les impedía el saludo, por tanto, los militares y artistas marciales saludaban al revés, esto es, con la palma izquierda cubriendo el puño derecho. Este método se hizo tan popular que, incluso sin arma, el artista marcial saludaba siempre así. El puño descubierto significa herir o atacar, e incluso, retar. Sin embargo, si el puño se cubre con la mano, ésta anula la intención del gesto. También hay quién dice que el saludo con el puño derecho y la palma izquierda alude a Yang (masculino), representando que los hombres son mayoría en las artes marciales. Así, por ejemplo, en Wing Chun Gong Fu, el puño izquierdo y la palma derecha aluden a Yin (femenino) como respeto a sus mujeres fundadoras (Ng Mui o Yim Wing Chun). Otro saludo habitual en las artes marciales chinas es con las palmas juntas y los dedos hacia arriba, como si estuviéramos rezando. Esto indica que el sistema no es originario del Templo de Shaolin, sino de Grulla Blanca, y servía para distinguirlos de los demás sistemas.
“Vuestra conducta es lo más importante en las artes marciales tradicionales”.
SALUDO EN LAS ARTES MARCIALES JAPONESAS Algo claramente visible para alguien que visite un Dojo es que los practicantes nos inclinamos para saludar de un modo reiterativo y constante: al entrar en el Dojo, cuando lo abandonamos, al kamiza, al Sensei, a los Sempai, a los demás compañeros antes, durante y después del entrenamiento. Para comenzar a explicar el Reishiki primero debemos saber que la influencia de las religiones de Lao Tse (taoísmo), Confucio (Confucianismo) y Bodhidharma (Budismo Zen) transformaron las artes marciales con sus aportes filosóficos y doctrinales, dándole forma a muchos de los conceptos del Budo actual. Por supuesto el Reishiki no quedó exento de la influencia de estas corrientes religiosas y filosóficas. En Japón el Reishiki fue desarrollado en gran medida durante el período Tokugawa (1603-1868). El gran movimiento neo-confucianista de la época fue el gran impulsor, infundiendo a la ceremonia del saludo el sentido jerárquico que lleva hoy en día. La idea de que toda autoridad proviene de un lugar superior y que todo el mundo tiene su lugar en el orden de las cosas se vio reforzada por el grado de inclinación al saludarse. En la corte imperial siempre destacó el Reishiki, hábito adoptado por los bushi. La corte del shogunato adoptó estas costumbres y los samuráis de todo el país comenzaron a utilizar estos protocolos. No pasó mucho tiempo, sin embargo, antes de que los bushi crearan sus propios protocolos distintivos de etiqueta. En la era Tokugawa la acción de inclinarse fue más allá de un simple reconocimiento de la autoridad llegando a convertirse en la forma de actuar correctamente en todo momento. El Reishiki fue lo que permitió a los samuráis de Edo disfrutar de cierta libertad, sin ofender ni ser ofendidos, y también mantener un estado de alerta en todo momento. Era tanto una cuestión de seguridad como una cuestión de corrección y cortesía. Con una atención constante a cada movimiento externo, la mente del guerrero debía de estar despierta en todo momento (zanshin). El no ser descuidados reducía la posibilidad de incidentes. Es este aspecto de la etiqueta samurai el que se incorporó a las artes marciales. Los saludos son una forma de practicar con seguridad y vigilia.
«Budo comienza y termina con Reishiki«.
Lo cual no quiere decir que movamos la cabeza al inicio y final de una clase, sino que el Budo es Reishiki. La etiqueta no es «añadida” sino parte integrante del arte. Podemos decir que las Artes Marciales Japonesas están basadas en el Bushido, donde el Reishiki es tan importante como las técnicas. Los actuales Budos son los descendientes modernos de los antiguos Jutsu, donde la muerte estaba muy presente. En base a esto, es evidente que necesitaban cambiar la actitud mental para la práctica. En algunos Dojos los estudiantes se inclinan y saludan ante un altar. Esto no representa, en modo alguno, una adoración ni posee un significado religioso profundo. Supone mostrar respeto a los maestros del pasado, que dedicaron sus vidas a la formación y la transmisión de sus conocimientos, los cuales tenemos el privilegio de poder disfrutar hoy en día. Saludar al Sensei y dirigirse a él por el título correcto, es mostrar respeto por su experiencia, su capacidad y su esfuerzo, puesto que sin maestros no habría estudiantes. Implica un compromiso de esfuerzo y constancia en la práctica por parte del estudiante, para intentar ser lo mejor posible, tanto como persona como artista marcial. Antaño, en el Templo Shaolin y en algunos Dojos, antes de aceptar a un nuevo discípulo primero se valoraban sus formas y humildad. Un saludo verdadero, con honor y respeto genuinos, muestra que uno está dispuesto a asumir la disciplina de las artes marciales. Es importante mostrar respeto a todos por el duro trabajo realizado, así como por su valía como seres humanos. Esto exige no tener ningún resentimiento hacia el compañero y permanecer siempre concentrado y calmado durante el entrenamiento. Saludar a un compañero significa un compromiso para con él: compromiso de respeto, de intentar no herirlo, de hacer todo lo posible para progresar y ayudarle a progresar, de respetar las consignas del profesor. Es una forma de dar la palabra, así pues, es importante saludar bien y respetar este compromiso. Al principio de la práctica, los saludos permiten olvidar las preocupaciones exteriores y prepararse mentalmente para la misma. Al final, es una vuelta a la calma, se respira tranquilamente, se piensa en todo lo aprendido y practicado para memorizarlo mejor. Es indispensable entender el significado de los rituales, puesto que su entendimiento facilita su cumplimiento. Un viejo proverbio chino reza: Cuando tomas un vaso de agua, siempre hay que pensar en la fuente. La próxima vez que te inclines a saludar, recuerda que ésta es la clave para entender el respeto y la etiqueta de las artes marciales. CONCLUSIONES Como artistas marciales, hemos de entender que parte de la formación es la construcción del espíritu, el carácter y el corazón. Las artes marciales no tienen que ver con simples patadas y puñetazos. En un momento dado, hemos de sacar lo mejor de nosotros mismos y de los demás. Nunca debemos dejar que este espíritu se corrompa. El ceremonial y la etiqueta son una expresión natural de respeto y educación hacia los demás. Cada vez que saludamos sinceramente, estamos rebajando nuestro ego tratando de librarnos de él, de destruirlo, mientras que templamos nuestra alma. Es una actitud que debería extenderse a la totalidad de actos de nuestra vida. La etiqueta evita las actitudes negativas que nos llevan a faltar al respeto y a la desconsideración para con los demás, el maestro y nosotros mismos, puesto que purifica la mente y la llena de buenos pensamientos. Ello nos ayudará a ser mejores personas, por lo que es el mejor modo de comenzar, mantener y finalizar la práctica. Es importante entender y asimilar que, cuando se aprende el conocimiento y las habilidades de las artes marciales, también hay que aprender a ser responsables, respetuosos y humildes. El saludo es una simple muestra de estas virtudes.
“El objetivo del Karate-do no reside en la victoria o en la derrota, sino en el perfeccionamiento del carácter de sus practicantes”.
Gichin Funakoshi
El Reishiki (perteneciente al concepto del Kokoro) está arraigado en todas las formas de Budo. Un arte marcial sin Reishiki simplemente es lucha, puesto que no cultiva el Do. La etiqueta es una parte necesaria e integral del Budo. El Reishiki en las artes marciales es una técnica de conducta mental usada en todo momento, dentro o fuera del Dojo. El Reishiki también es una herramienta usada por el maestro para observar y clasificar a los estudiantes, puesto que quien combina las orientaciones del Reishiki con las técnicas marciales, sentirá una transformación tanto de su espíritu como de su corazón. Es la manera de forjar un carácter compasivo y de que la sabiduría florezca con libertad. El Reishiki evita que un artista marcial pierda el camino y se deforme, pues representa el vínculo con los antiguos maestros, quienes nos trasmitieron sus enseñanzas y continúan presentes para guiarnos. Finalizo con una advertencia: el Reishiki no puede convertirse en un ejercicio de repetición, sino que debe ser algo que se siente de veras, con una dimensión espiritual colosal, que nos recuerde nuestros orígenes y nuestra responsabilidad para con aquellos que nos han transmitido el Budo a lo largo de los siglos. Ante la duda, saludad.
“Una persona que es verdaderamente humilde siempre tendrá calma interna”.
Sokon Matsumura
どうもありがとうございました María C.I.
Fuente: KOHAI DO
Foto portada: César Martín
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