Muchas veces he tenido la ocasión de leer artículos en revistas especializadas en Artes Marciales, dedicadas al mundo del gimnasio, e incluso comentarios hechos directamente a mi persona; sobre la falta de eficacia del Karate en especial, y de las llamadas disciplinas “tradicionales” en general (Kung-fu, Judo, Taekwon-do, etc.) en lo concerniente a la defensa personal y el combate real.
Las razones que esgrimen para decir esto son variadas; como que se realiza demasiado trabajo al aire, sin pareja, que se da mucha importancia al trabajo técnico, las técnicas utilizadas no se ajustan a las exigencias actuales, la dificultad de utilización, la falta de realismo en los entrenamientos, etc. ¿Y las Katas? Ejercicios absurdos que sirven para confundir al practicante.
Con el devenir del tiempo, e atravesado distintas etapas dentro del mundo del Budo. Ya sea como profano, admirador, practicante, competidor, docente, estudioso o simplemente como enamorado de este mundo infinito. La experiencia adquirida en este periodo, me lleva a la conclusión que las personas que dicen esto desconocen lo que es karate-Do en toda su extensión, además tiran por tierra el trabajo de profesionales serios y capacitados.
Argumentan que su disciplina es la mejor para el combate real, que entrenan de forma que capacita a sus practicantes ha hacer frente a situaciones de riesgo, que la contundencia de su arsenal técnico es indiscutible. Y yo pregunto ¿se puede hacer combate real en un Dojo, gimnasio, sala, en cualquier sitio donde dos personas practiquen una disciplina de combate? Creo que no, pues real solo puede ser una situación de enfrentamiento fuera del lugar de entrenamiento; ni siquiera los combates de vale todo, en los que existen reglas, pocas pero existen.
La única diferencia que hay entre un sistema y otro de entrenamiento es el grado de violencia que se emplee en el mismo, así como los fundamentos y objetivos que se pretenda alcanzar con la Didáctica de la disciplina. Es indudable que si mi objetivo es la lucha y todos sus aspectos, trabajaré en la consecución de mi meta hasta la última consecuencia.
El Karate ha evolucionado con el paso del tiempo, y a pasado de ser un método de lucha para matar o morir a un sistema integral de formación, esto significa que ciertas técnicas se han matizado para su enseñanza general, pero no ha desaparecido esa esencia de arte de la guerra con la que fue concebido.
En conclusión no es el Karate ineficaz ante situaciones reales sino las personas y su forma de actuar ante ellas, tanto técnica, mental y físicamente.
1 julio, 2012
TOTALMENTE DE ACUERDO