¿Cambiando el mundo?
Fernando Martín Millana CN-7ºDan
Desde que tengo uso de razón, siempre he sido un rebelde, no podía ver las injusticias (propias o ajenas) sin revolverme. Más tarde canalice esa rebeldía en intentar cambiar todo lo que creía injusto, estuve años intentando “cambiar el mundo”, hasta que por fin me di cuenta que ese no era el camino, por lo menos no era “mi camino”.
Efectivamente el mundo a ido cambiando por las revoluciones y los revolucionarios pero al final todo vuelve a ser lo mismo aunque visto desde otro lado. Hay injusticias, por supuesto, las cosas tienen que cambiar, puede ser, pero el verdadero guerrero tiene que saber donde dirigir sus fuerzas, porque sino al final, estas serán baldías.
Decía Bertolt Brecht (Hay hombres que luchan un día y son buenos,…»y termina»…Pero los hay que luchan toda la vida, esos son imprescindibles). La lucha hace al guerrero, las victorias le deben de hacer más humilde y las derrotas más fuerte, pero ante todo hay que saber dirigir nuestras fuerzas hacia el objetivo correcto “El Ahora”.
La rebeldía nace en cada uno de nosotros, la revolución es impuesta. El rebelde se hace porque el objetivo es él mismo, la revolución siempre necesita un líder, alguien que la dirija y al final alguien que será el próximo que te doblegue porque él es el líder.
El rebelde es respetuoso consigo mismo y con lo que le rodea porque él no está contra esto o lo otro, él esta a favor del cambio, pero el cambio de uno mismo, pues el verdadero enemigo está siempre en nuestro interior. Ese enemigo que impide que disfrutemos del momento, del aquí y el ahora. No podemos estar luchando por un futuro mejor si el presente se nos escapa, la lucha hay que hacerla por el hoy porque en el es donde estamos, donde amamos, donde vivimos, donde disfrutamos o donde penamos.
Querer cambiar el mundo es querer imponer a los demás nuestros ideales, que siempre chocarán con los ideales de los otros. ¿Quien está equivocado?, ¿quien tiene la verdad?, ¿quien es dueño de quien?. ¿quien se cree con poder de juzgar al prójimo?.
La rebeldía es una forma de ver la vida, de sentirla, de dirigirla pero eso sí, sin querer herir a los demás, sin querer imponernos a los otros, sin querer destruir sus murallas. Es una forma de buscar en nuestro interior, de doblegar nuestros miedos y ser dueño de uno mismo, hay está el verdadero poder porque nadie será capaz de doblegarte, de hacerte vivir de rodillas, de imponerte sus sistemas de creencias..
Ahora sé como cambiar el mundo, cambiando mi mundo.
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