Las técnicas o los katas del Karatedo Ser o no ser. Esa es la cuestión

Roberto Gonzalez Haramboure PhD Hanshi

Necesarias palabras iniciales

En lo personal encontramos las artes marciales, y específicamente el Karatedo, como lo mejor del mundo, y no nos imaginamos vivir sin él. Incluso aunque desde el punto profesional desde hace unos años nos hemos dedicado mayormente a otras tareas como docente, metodólogo, investigador, preparador físico, fisioterapeuta y otros; nos enorgullece reconocernos como nuestro primero y más importante trabajo: maestro de artes marciales. En ese sentido, aún cuando amamos el arte marcial, y precisamente por eso, es por ello que hemos dedicado incontables esfuerzos en su perfeccionamiento, para lo cual nos hemos visto precisados a detenernos en aquellos aspectos no muy bien planteados o tratados.

Declaramos esto porque estamos conscientes que toda acción siempre trae consigo personas que, con razón o sin ella, asumen el rol de seguidores o detractores. En nuestro caso, debido a que en nuestros trabajos criticamos el Karate y las artes marciales desde diversos puntos de vista, también recibimos muchos criterios a favor y en contra. Aquellos a favor nos honran y aquellos en contra, siempre que sean bien comprendidos y bien intencionados, son los que encontramos más útiles para mejorar nuestra obra. Los otros con planteamiento sin base o con dudosa intención… todos tienen derecho a expresar su criterio, e igualmente se les escucha y respeta.

Introducción

En el lenguaje popular de muchos países, para indagar sobre alguna controvertida relación jerárquica o lógica entre varios elementos de una misma situación, objeto o fenómeno; se alude a dos ejemplos como: el huevo y la gallina, o la semilla y el árbol. Ambos ejemplos mantienen una indisoluble relación cíclica de dependencia, pero realmente resulta difícil delimitar cuál va primero o es más importante que el otro.

Esa misma polémica aplica para algunos aspectos de las artes marciales, fundamentalmente el Karatedo, específicamente con respecto a las técnicas aisladas y su integración en el kata. Como es bien conocido que las artes marciales son una forma de educación, para solventar esa situación nos basaremos en las dos principales ciencias que garantizan el adecuado proceso docente-educativo: La Pedagogía y la Didáctica.

Fundamentación

La Educación, según Danilov y Skatkin (1980) se reconoce como el: “conjunto dinámico y complejo de actividades sistemáticas, mediante el cual se interrelaciona la acción de los educadores y educandos y está encaminado a la formación y desarrollo del colectivo, así como de cada uno de sus miembros individualmente.” 1

En ese caso, además, es necesario recurrir a la Pedagogía, definida como el conjunto de saberes que se ocupan de la educación como fenómeno típicamente social y específicamente humano, que tiene por objeto el estudio de la educación con el fin de conocerlo y perfeccionarlo. Dentro de la Pedagogía es imprescindible tener en cuenta la teoría curricular, que según Ruiz, “se ocupa de la planificación y de la dirección de todo el sistema de influencia educativa que se lleva a cabo en las instituciones escolares hacia la formación de la personalidad de los alumnos.” 2

La médula de la teoría curricular es el curriculum, que según Pansza (1996) es una: “serie estructurada de conocimientos y experiencias de aprendizaje, que de forma intencional se articulan con la finalidad de producir aprendizajes que se traduzcan en formas de pensar y actuar frente a los problemas concretos que plantea la vida social y la incorporación al trabajo.” 3

Talizina (1989), citada por los autores del C.E.P.E.S. (1996), plantea que el curriculum atraviesa por diversas fases de desarrollo entre las que se encuentran: el diseño, la práctica y la evaluación.

El diseño, según la propia autora: “es considerado como el proceso de su elaboración, concebido con carácter sistémico, participativo y técnico donde se especifican fines y objetivos educacionales. Se refiere a la selección, estructuración y organización del contenido curricular así como de las formas de enseñanza y evaluación. Su resultado es la representación de una realidad educativa de acuerdo con determinadas exigencias del contexto social, político y económico, de la formación del educando, con las concepciones que sobre el proceso de enseñanza-aprendizaje posean los diseñadores y que ponen en consideración los resultados de las fases de práctica y evaluación curricular.”4

En este trabajo nos enfocamos en el diseño, tanto por ser el objeto de estudio específico, así como porque el resto de las fases curriculares dependen del mismo. La fase del diseño, a su vez, se compone de varios momentos como el Perfil, el Plan de Estudios y los Programas docentes.

El perfil, según Díaz Barriga y col. (1995), citando a Arnaz (1981) es el se define como: «Una descripción de las características que se requieren del profesional para abarcar y solucionar las necesidades sociales.” 5

El plan de estudios, según Martínez (1999), se reconoce como el: “Documento donde se materializa de forma sintética, con una determinada estructura y dinámica, la filosofía, finalidad, concepciones, los contenidos de la enseñanza y demás componentes de la actividad de estudio en una profesión determinada y en las modalidades previstas. Instrumento mediante el cual es posible definir el tipo de organización, el régimen docente y las acciones que deben llevarse a cabo para que los alumnos alcancen el dominio de determinados niveles de formación según el perfil”.

Finalmente dentro de los momentos del diseño curricular se encuentran los Programas. Según Martínez (1999), se reconocen como: “Documentos en que se consignan particularmente los objetivos o propósitos del curso, contenidos de la enseñanza que abarca y consideraciones sobre el proceso de enseñanza-aprendizaje siguiendo la estructura y dinámica que corresponde a la unidad organizativa que propone el plan de estudios”.

De estos momentos del diseño curricular, el perfil ya lo hemos tratado en otros textos y los programas son específicos de cada maestro o institución. Es por ello que nos detendremos en el plan de estudios, particularmente en los aspectos que integra y el tratamiento que les otorga.

A grandes rasgos, lo que podría asumirse6 como plan de estudios en las artes marciales es el programa de grado. En el mismo, como principal o mayormente único aprendizaje esperado, se observan los kata. De manera general los katas se reconocen como combates imaginarios contra uno o varios adversarios, en los que se integran movimientos de ataque y defensa en un marco preestablecido. Con respecto al origen de los kata y su importancia hemos encontrado los siguientes criterios fundamentales:

  • Nicol (1979): “Desde los inicios de la historia, según cuentan las pinturas rupestres, la habilidad para las pelea ha sido trasmitida mediante la práctica ritual. Cuando el cazador prehistórico regresaba al campamento después de un encuentro con un adversario o animal salvaje, podía demostrar su proeza, actuando mejor que hablando. Bailaba, exagerando y repitiendo los movimientos. Guerreros jóvenes y niños copiaban las danzas, las ampliaban, complejizan y las coleccionaban luego de ritualizarlas. Constituían un adiestramiento soberbio, pues en ellas el guerrero podía enmendar el estilo, y desarrollar la habilidad de un maestro.”
  • Vidal (2008): “Los movimientos y técnicas que encontramos en cada Kata son modelos cuya eficacia fue puesta a prueba a través de períodos de enfrentamientos: fueron ensamblados en secuencias para sistematizar y para encontrar una metodología de enseñanza lo más práctica posible. Muchas de las formas usadas hoy fueron introducidas entre 1600 y 1950 de China a Okinawa ya que en Oriente el Kata era el único medio para la instrucción de los aprendices” 7. Como este autor hace alusión a algunas categorías de la didáctica, creemos oportuno recordar que la misma, como campo disciplinar de la pedagogía que se ocupa de la sistematización e integración de los aspectos teórico-metodológicos del proceso docente- educativo que tiene como propósito el enriquecimiento en la evolución del sujeto implicado en este proceso.

Del criterio de esos autores se constata que ambos coinciden reconocer la importancia del kata por su contribución al aprendizaje del practicante. No obstante esa acertada idea, uno de ellos se refiere al tema de manera muy genérica y el otro, aunque más explícito, ubica a las kata a la vez como metodología y medio, lo cual didácticamente resulta imposible. Esta disyuntiva se acentúa cuando, como anteriormente referimos, en los “planes de estudio” del Karatedo, las kata reciben un tratamiento de contenidos.

agioele_14La situación antes mencionada reafirma el criterio de González (1995) al referir que: «Uno de los problemas de mayor trascendencia que enfrenta la enseñanza actual está relacionado con los criterios de selección y organización de la información científico-técnica en planes y programas de estudio, con la selección de las vías y los métodos con fines de aprendizaje. De aquí que una de las cuestiones ineludibles al organizar y realizar el proceso de enseñanza sea el de la determinación de los contenidos, su selección y estructuración, sistematización, su ordenamiento según determinados criterios, su dosificación.» 8 Sumado a ese criterio pedagógico, y contextualizado al marco específico del deporte y particularmente de las artes marciales, Copello (2001) señala que: “La sistematización del contenido es el modelo que evidencia las diferentes relaciones entre los componentes del sistema de acciones que forman parte de la actividad. Este es un aspecto importante para comprender de modo mas profundo el objeto de enseñanza – aprendizaje, es por ello que el ordenamiento racional del proceso depende en gran medida de dicha sistematización”.

Para determinar el lugar y rol de las katas dentro del proceso de educación mediante las artes marciales, y poder dilucidar esa situación dilucidar esa situación, nos emitimos a la didáctica y sus categorías rectoras. El término Didáctica, etimológicamente, viene del griego didastékene que significa didas- enseñar y tékene- arte. La didáctica es el campo disciplinar de la pedagogía que se ocupa de la sistematización e integración de los aspectos teórico-metodológicos del proceso docente- educativo que tiene como propósito el enriquecimiento en la evolución del sujeto implicado en este proceso. De ella, específicamente, juegan un rol primordial sus categorías rectoras consistentes en:

  • Objetivo, respondiendo el ¿para qué? del trabajo.
  • Contenido, respondiendo el ¿qué? del trabajo.
  • Método (procedimientos, estrategias, técnicas) respondiendo el ¿cómo? del trabajo.
  • Medio, respondiendo el ¿con qué? del trabajo.
  • Evaluación, respondiendo el ¿cuánto? del trabajo.

Análisis

En trabajos anteriores relacionados a la Pedagogía de las artes marciales nos hemos referido a cada una de esas categorías en general y su integración. En este trabajo se aborda en particular la información referente al contenido, método y medio, para dilucidar algunos importantes aspectos que permitirán esclarecer informaciones y delimitar jerarquías metodológicas, y quizás cambiar la forma de pensar, y actuar, que es el fin del currículo dentro de la Educación.

Desde el punto de vista didáctico, según Arnaz (1981), el contenido se reconoce como: “el volumen de información y actividades que se hacen llegar al alumno como parte de su formación”. Es en ese punto el modo en que las katas se reflejan dentro de los programas de grado. ¿Pero es realmente eso lo que tienen que aprender los alumnos?

El propio Vidal (2008) aludiendo al texto «Budo, mi camino en las Artes Marciales» de Sensei Bruno Silvio Abregú, refiere las palabras de Mabuni Sensei: “El Karate comienza y termina con el Kata. En estos ejercicios podemos encontrar todas las técnicas y caracterizan la verdadera esencia, no solo del Karate como Arte Marcial, también representan la base y originalidad de los varios estilos de Karate.” 9 El propio autor continúa refiriendo que: “Las intenciones en el entrenamiento del Kata tratan áreas específicas tales como el promover el desarrollo de las combinaciones en el terreno de combate, el desarrollo físico (musculatura, articulaciones, equilibrio), los reflejos y la capacidad para moverse con rapidez, el ritmo y el dinamismo, la respiración y la armonía, etc..” 10 Vidal, citando al maestro Funakoshi en su obra Shoto Nijukun, plantea el principio de guía: Kata Wa Tadashiku Jissen Wa Betsu Mono o El Kata debe ejecutarse sin cambio y correctamente, en la lucha real se aplica lo contrario.

Profundizando en esas valoraciones personales creemos oportuno citar a Tokitsu (2008) cuando refiere: “¿Cuál es la utilidad del kata? Para realizar eficazmente el combate es esencial aprender las sutilezas concernientes a la toma de distancia, la puesta en práctica de la cadencia y el ritmo. ¿En que kata podéis aprender estos elementos esenciales del arte de combate?

En los katas la diferencia y la especificidad de las escuelas aparecen netamente. Pero cuando miráis las formas de combate de las competiciones no hay tal diferencia entre los combatientes de las diferentes escuelas. ¿Por qué?

Se aprenden las técnicas casi codificadas con los katas, pero algunas de ciertas escuelas no son aplicables, sus formas técnicas están demasiado alejadas de la realidad del combate. En estos casos se justifica diciendo «en el kata se hace así pero en la aplicación hay que hacerlo diferente añadiendo tal o cual movimiento».

¿Por qué entonces no se hace desde el comienzo técnicas aplicables? En las competiciones deportivas del Karate hay una diferencia neta entre el kata y el combate. En las federaciones oficiales de algunos países los dos grupos están claramente divididos. Se encuentra por un lado el equipo de combate y por otro el de katas. El entrenador aconseja a los miembros de su equipo de combate no practicar los katas porque adquirirían hábitos negativos para combatir eficazmente. El kata se concibe aquí como una traba y no como un elemento positivo para aumentar la capacidad de un karateka. ¿Entonces porqué se dice que la esencia del Karate está en los katas?

Constatamos fácilmente que no hay ninguna relación entre los resultados de una competición de combate de una escuela y la claridad del bunkai de sus katas.” 11

El propio Tokitsu, muy acertadamente, refiere que: “Para hacer un verdadero trabajo técnico, cae de su propio peso que es necesario estudiar todas estas posibilidades, por que es así como la técnica puede llegar a ser realmente operativa, variable dependiendo de las situaciones.”

Conclusión 1

En ese caso, desde nuestro punto de vista y basados en los postulados didácticos y pedagógicos, se constata que los contenidos a aprender son las técnicas específicas, para luego ser aplicadas según el contexto en que se necesiten. Por su parte los katas no pueden ser contenidos porque se estaría, y de hecho se está, promoviendo un aprendizaje automatizado y memorístico, que actúa en contra de la tan mencionada creatividad que se espera desarrollar en los alumnos mediante ellas. ¿Entonces qué son los kata? Sigamos el análisis.

El método es el camino, la vía, la estructura del proceso para lograr los objetivos trazados. Es el sistema de procedimientos, estrategias, técnicas e instrumentos que coadyuvan la forma de organización de la actividad a realizar.

Entre ellos se encuentran fundamentalmente los siguientes:

  • Visual directo o indirecto
  • Global fragmentario global
  • Sensoperceptuales
  • Repeticiones
  • Intervalos intensivos o extensivos
  • Juegos
  • Fartlek
  • Hasta el rechazo
  • Competencia

Conclusión 2

Uno de los autores consultados identifica los kata como métodos de enseñanza. Esa decisión no la compartimos, ya que las kata no pueden ser métodos por dos razones:

a.     Para desarrollar las técnicas, inevitablemente, se hace necesario secuenciarlas a la manera de los kata.

b.     La esencia del trabajo secuenciado de las técnicas (kata) puede realizarse del modo que presupone cada uno de los métodos anteriores, y al no tener otra manera específica de ser realizada no puede asumirse como un método más.

¡Tampoco! … ¿Entonces qué son los kata? Sigamos el análisis, no se apresure.

Luego, desde el punto de vista didáctico, corresponde el medio, definido por Porto (1995) como: “todo aquel componente material o materializado del proceso pedagógico que en función del método sirve para:

1.     Construir las representaciones de las relaciones esenciales forma-contenido, es decir, el significado y sentido de los conocimientos y habilidades a adquirir que expresa el objetivo.

2.     Motivar y activar las relaciones sujeto-objeto, sujeto-objeto-sujeto, o sujeto-sujeto, así como la internalización o externalizacíón de contenidos y acciones individuales o conjuntas presentes en tal proceso pedagógico”.

El medio es el portador externo del objeto de la acción En este caso el medio cumple la función de aplicación, según la denomina Cubero (1997: 24).

Cubero (1997) sin precisar una clasificación ofrece una relación de los medios de enseñanza divididos en dos grandes grupos: los de uso directo, que no requieren de ningún instrumento intermedio de tipo técnico, y los que necesitan para su utilización un instrumento o equipo técnico.

Las reproducciones

Como medio, las reproducciones son el producto de un proceso que se inicia cuando el hombre como ser cognoscente refleja la realidad y la incorpora como conocimiento sistematizándola, organizándola, conceptualizándola y posteriormente la transforma en un nuevo objeto material destinado a comunicar esos conocimientos a otro ser humano. De esta forma las reproducciones son signos al sustituir al objeto original y presentar las cualidades de ese objeto necesarias para la comunicación. (Cubero, 1997: 34)

Mediante las reproducciones el hombre puede reflejar de forma activa un nuevo conocimiento que sintetiza la experiencia histórico social de la humanidad. Pero es necesario destacar que por este mismo motivo las reproducciones están siempre mediatizadas por el sujeto que la elabora y en ellas estarán presentes sus puntos de vista, criterios y concepciones de esa realidad reflejada.

Las reproducciones, según su modalidad, pueden reproducir el espacio, el movimiento, el tiempo, el sonido otras cualidades sensoriales y así serán reproducciones visuales, auditivas, táctiles o la combinación de éstas.

Conclusión 3

¡Ya está! En este caso, basados en los aspectos didácticos y pedagógicos antes mostrados, sí coincidimos con Vidal (2008) y estimamos que los kata son un medio de desarrollo porque las mismas constituyen una representación o reproducción imaginaria de realidad que acontece en torno al arte marcial y sus acciones. En ese sentido, realmente pareciera que Cubero se refiere a los kata cuando define las reproducciones como: “el producto de un proceso que se inicia cuando el hombre como ser cognoscente refleja la realidad y la incorpora como conocimiento sistematizándola, organizándola, conceptualizándola y posteriormente la transforma en un nuevo objeto material destinado a comunicar esos conocimientos a otro ser humano”. Profundizando en esa idea puede apreciarse que pueden realizarse técnicas aisladas sin llegar a hacer un kata, pero no puede hacerse un kata sin recurrir a las técnicas aisladas. Es por ello que las técnicas se expresan a través del kata, por lo cual las primeras (dentro del proceso de formación del alumno) son más importantes que las segundas.

Recomendación

Ubicar las técnicas como contenidos de cada grado en los programas, y los kata como medios de trabajo para su desarrollo.

No queremos terminar el trabajo sin dejar de reconocer que el tema es un tanto controvertido y quizás adelantado para el momento, pero queremos invitar al lector a la reflexión para el bien no solo de los alumnos en particular sino del arte marcial en general. Como siempre, nos gustaría recibir sus criterios, ya sean a favor o en contra, que contribuyan a hacernos más útiles con respecto a este bello mundo en el cual estamos inmersos.

Notas

1.     Danilov, M, A. – Skatkin, M. N., “Didáctica de la escuela media”. Editorial. Libros para la educación, 1980. P 88.

2.     Ruiz, A., “Teoría y práctica curricular “ (s/l), (s/f). P 5.

3.     Centro de Estudios para el Perfeccionamiento de la Educación Superior., “Curriculum: diseño, práctica y evaluación”. Universidad de La Habana, 1995. P. 5

4.     Martínez, R., “El Diseño curricular: Un estudio en la carrera de Agronomía de la Universidad de Matanzas” Tesis Presentada en opción al grado de Master en Ciencias de la Educación Superior. C.E.P.E.S., Ciudad de La Habana. 1999. p. 45.

5.     Díaz Barriga, F. y Co., «Metodología de diseño curricular para la Educación Superior.» Editorial Trillas, Ciudad México, 1995. p. 87.

6.     Ya que de hecho para ser un verdadero plan de estudios precisa abarcar otros aspectos pero eso no es objeto del presente trabajo. (N. del A.)

7.     Vidal, N. La Kata del Karate. Red Marcial.

8.     Centro de Estudios para el Perfeccionamiento de la Educación Superior., “Curriculum: diseño, práctica y evaluación”. Universidad de La Habana, 1995. P 41

9.     Vidal, N. (Ob. Cit.)

10.   Vidal, N. (Ob. Cit.)

11.   Los problemas del Kata de Karate. Red Marcial.

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  • Vidal, N. La Kata del Karate. Red Marcial.

Fotos:Elsueniero y Agioele

Roberto Gonzalez Harambouren

Author: Roberto Gonzalez Harambouren

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