OKUDEN KARATE
“El secreto de las artes marciales esta en hacer tangible lo invisible y oculto lo evidente”
CRÓNICAS DE LA “DESINFORMACIÓN” MARCIAL.
Volviendo a la primera crónica, insisto en que la transmisión marcial real en Japón se basa en el arte del secreto.
Toda escuela o Ryu, se atenía a la regla del secreto. Ayer, como hoy, una ciencia divulgada era una ciencia perdida. Este secretismo concernía tanto a las propias técnicas marciales como a la enseñanza esotérica.
Hasta fechas muy recientes, no sólo estaba prohibido filmar o fotografiar estas escuelas, sino incluso asistir al entrenamiento de sus alumnos. Tal es la importancia de las técnicas secretas de estas escuelas, que con frecuencia han desaparecido con su último Maestro. En cuanto a la enseñanza profunda, no se concede más que a unos pocos iniciados, y no habría modo, ni siquiera hoy día, de desvelarla.
“Solo lo invisible es japonés” – Yukio Mishima.
En el celebre jardín de Ryoan-ji, que se encuentra en un templo Zen en Kyoto, existen quince rocas. Pero cualquiera sea el lugar desde donde se las mire, siempre hay una de ellas escondida. En un momento dado, la decimoquinta roca aparece mientras otra desaparece.
Todo el juego de la realidad se ilustra así. Lo que se manifiesta continuo, también es discontinuo. Todo lo que pertenece al espacio, también pertenece al tiempo, pero ambos son y no son a la vez. El espacio y el tiempo existen, pero son también relativos respecto a nuestras medidas y a nuestras percepciones.
Así las artes marciales se basan todas ellas en el sentido del ritmo y del espacio-tiempo, en el dominio del centro y en el sentido casi alquímico de las energías complejas y, por tanto en el aprendizaje de su integración
Cualquiera practicante con algunos años de experiencia que lea estas líneas, seguramente pensara que todo lo escrito forma parte del pasado. Hoy día, con la “estandarización” de los sistemas de combate y su derivación en actividades deportivas, no tiene ninguna razón de ser el secretismo de la enseñanza… ¡y tiene razón!. Y la tienen en cuanto a su moderna concepción y para lo que han sido modificados dichos sistemas, es decir la diversión, el mantenimiento físico, la mejora espiritual, etc. Pero no como sistema “marcial” de lucha.
Mie-gakure: “Visto y no visto”
EL SECRETO ARTE DE TOMARI
Sin entrar, en los patéticos montajes a los que ha llegado algún “iluminado” que aparece en las revistas especializadas en artes marciales y sistemas de combate, si es cierto que el estilo Tomari, es aún hoy día de extremo secretismo (que no “sectarismo”, como algún autor a creído ver).
Todos los iniciados sabemos que el Karate nació en Okinawa. El termino Tode fue adoptado para distinguir las técnicas propias de Okinawa y distinguirlas de las procedentes de China.
Tres son los lugares conocidos donde el Karate se desarrolló tomando unas especiales características; Shuri, Naha y Tomari. Estos dieron nacimiento a tres estilos de Karate que tomaron el nombre de su origen; Shuri-Te; Naha-Te y Tomari-Te. Muchos son aún hoy día, los que creen que entre el estilo de Tomari y el de Shuri tan sólo habían unas pequeñas diferencias que con el tiempo han hecho desaparecer al primero en detrimento del segundo. Esto no es así, el Tomari-Te, es aún hoy día muy presente en Okinawa, bien es cierto no obstante que es mucho menos accesible al publico. Esto es debido a la naturaleza misma del estilo y a su forma con la que la tradición se ha transmitido (lo que tiene que ver con la crónica que tiene el lector en sus manos). El arte de Tomari, ha estado desde siempre celosamente guardado. Los Maestros del estilo seleccionaban a sus alumnos, pues no deseaban que su arte fuera vulgarmente “uno más”.
De este modo cuando en 1907 el Karate fue incorporado al sistema educativo de Okinawa, para adaptar la cultura de Okinawa a la filosofía educativa japonesa, que en aquel entonces fue orientada para motivar a los jóvenes en el estudio de la ciencia así como la práctica del Budo, y así desarrollar el valor y los valores patrióticos. Sólo el Shuri-Te y el Naha-Te, se adaptaron y modificaron para ello. Era una época donde se reorganizaron todas las artes marciales japonesas para transformarlas en disciplinas que consolidaran la voluntad de los jóvenes y la lealtad al emperador. Las viejas artes marciales ya no eran necesarias en una nueva sociedad con ejércitos mecanizados y armas modernas.
El viejo objetivo de matar y o mutilar con una espada fue modificado drásticamente a los conceptos del deporte competitivo y de la educación física, siendo eliminados los aspectos mortales.
Pero el Tomari-Te, decidió todo lo contrario, encerrándose aún más sobre si mismo, quizás porque eran gente humilde (Tomari era una ciudad de pescadores). El Tode-jutsu de Tomari, es un arte secreto que se enseñaba para matar y mutilar con las manos vacías, y esto era más comprensible para los ciudadanos de Okinawa, que se estaban incorporando a un mundo moderno. El nuevo espíritu de la época fue el que hizo que el concepto del Maestro Itosu, de un arte marcial enteramente nuevo y verdaderamente okinawense, se convirtiera en la nueva regla y sustituyese a los viejos métodos. Este es el motivo, por el que hoy día se cree que el Tomari-Te a desaparecido. Incluso para los iniciados aparece como un estilo difuso. Sin embargo, la mayoría del bagaje técnico de Itosu proviene de un maestro de Tomari llamado Gusukuma y del maestro Nagahama de Naha, y no solamente de Sokon Matsumura. Gusukuma fue un discípulo de Annan y de Jion, un monje budista, del que aprendió el kata del mismo nombre. Aparentemente Gusukuma enseñó a Itosu los kata Naifanchi I y II, Rohai, Wanshu y Chintei, y su personal versión de Jion además de dos kata de Sai, Jitte y Jiin, que él adaptó como kata de mano vacía.
LOS MAESTROS DE TOMARI
Los Maestros más famosos de Tomari-te fueron chikudun peikin Kosaku Matsumora (1829-1898), Kokan Oyadomari (1827-1905) y Gikei Yamazato (1835-1905).
Los tres fueron discípulos del chino Annan (también Ahnan, Anan y Channan o Chanan) y de Ason, un agregado militar chino.
Según la tradición del Tomari-te, Annan fue un náufrago en la costa de Okinawa. Al parecer fue un pirata, y se refugió en el cementerio de las montañas de Tomari, comenzando a vivir en una cueva (una tradición dice que éste fue el maestro que enseñó el kata Chinto a Sokon Matsumura (1) ).
Matsumora y Oyadomari fueron también discípulos de dos maestros locales, Kishin Teruya (1804-1864) y Giko Uku (1800-1850). De Teruya aprenderían Passai, Rohai, y Wanshu, y con Uku el kata Naifanchi. Según Shoshin Nagamine (en «Leyendas de los grandes maestros de Okinawa «, publicaciones Tuttle, Boston, 2000 ), Teruya era considerado por Matsumora como su verdadero maestro. Matsumora era también un experto en Jo-jutsu (método de la lucha con un palo corto) del estilo Jigen-ryu
Matsumora y Oyadomari eran amigos cercanos, y Yamazato estudió con ambos, por este motivo y con el conocimiento de diferentes kata y técnicas, pidió a sus estudiantes que entrenaran tanto una como otra línea, y de este modo el Tomari-te se convirtió en un sistema único. Existen algunas pequeñas diferencias entre el Tomarite de Matsumora y el de Oyadomari, estas son por ejemplo, que en esta última línea tuvo posteriormente su propia versión del kata Passai (conocida como Oyadomari-no-Passai) mientras que Matsumora preservó el original Tomari Passai, que es más corta (estas dos versiones se conocen como Tomari-no-Passai Dai y Tomari-no-Passai Sho).
De estos grandes maestros de Tomarite (1) salió, la generación siguiente de maestros que estaba formada por: Nio Sueyoshi (1846-1920), Kinin Kinjo (1856-1897), Giki Yamazato (1866-1947, hijo de Gikei), Seikichi Nakaema (1866-1932), Koho Kuba (1870-1942), Kamado Higa (1871-1930) y Kotatsu Iha (1873-1928).
Kosei Nakamoto (1890-1967) fue el sucesor de Koho Kuba. De Kotatsu Iha, se formaron los sucesores siguientes: Seiyu Nakasone (1893-1967), Gisei Maeda (1899-1983), Kosei Iha (1891-1967), Koko Oyadomari (1882-1908), Seijin (Un ojo) Toguchi (1895-1937), Chojin Kuba (1904-1989), Shoshin Nagamine (1906 -1997). Seikichi Nakaema
El karate de Oyadomari Kokan fue preservado por sus dos hijos, Kotsu y Konin, ademas de Seikichi Hokama que fue discípulo de ambos. El nombre de Chotoku Kyan y Motobu Choki también se asocian a la tradición del Tomari-te, como también el nombre de Tatsuo Shimabukuro. Este más tarde y Soshin Nagamine, entrenaron también con Motobu. Seyu Nakasone, discípulo de Iha, fue el maestro de Tokashiki Iken (fundador de Gohakukai), de Nakamoto Seiko, de Fukichi Isao y de Hokama Tetsuhiro.
Chotoky Kyan | Choki Motobu | Soshin Nagamine |
LA TRADICIÓN ANTE EL INCOMPLETO ARTE DEL KARATE MODERNO
En ese tiempo el karate era entonces un arte civil para la autodefensa usada también para mantener la buena condición física y para preservar la salud. De hecho, ésta era la razón principal por la cual los padres mandaban a sus hijos a instruirse con un maestro.
Como método de lucha a mano vacía, el Tode-jutsu fue parte del entrenamiento de los miembros de la escolta real, pero también fue enseñado entre los civiles, particularmente los de la clase noble y los comerciantes que podían pagarse tener instrucción con un maestro. Entre estos también se contaban los chikundun peichin, personas a quien se les confiaba el mantener el orden público y la ley en el pequeño reino de las Ryukyu. Con la extinción del reino de Okinawa y de su anexión a Japón como prefectura, sobrevino una crisis y la pobreza junto al desempleo se apoderaron de Okinawa, así que algunos de estos chikundun peichin comenzaron a enseñar Tode-jutsu a cualquiera para conseguir un poco de dinero. El propósito continuaba siendo el mismo: autodefensa, salud, y filosofía, según la tradición china.
Los maestros chinos introdujeron ejercicios físicos como una práctica general para el desarrollo de la disciplina y de la salud. En la cultura china la mejor medicina para todos los malestares está en ejercicios de respirando y en los movimientos rítmicos del cuerpo. En esta filosofía, la causa general de todas las enfermedades es la inactividad. Así, los doctores chinos, de la más lejana antigüedad habían observado ya el valor de estos ejercicios. Es también parte de esta cultura el hecho de que la mejor forma de hacer ejercicios físicos y de respiración es a través de la imitación de los movimientos de los animales en series. Estos ejercicios no eran vigorosos como el deporte de hoy. El Tode-jutsu, como forma de karate antiguo, tenia incorporados estos principios, y no tenía nada que ver con el actual karate moderno, ahora un importante deporte de competición. El Tode-jutsu, que es la mejor forma de nombrar el karate antiguo de antes de la era japonesa, no era un deporte competitivo, sino un sistema que permitía sobrevivir en una situación hostil y conservar la salud.
Lamentablemente especialmente estos aspectos poco o nada conocidos en occidente, son aprovechados por personajes que observando tal desconocimiento nos intentan “vender” a bombo y platillo algo sólo real en su imaginación.
En el Tomari-te del siglo XX el Maestro Seikichi Hokama (2) nos dejó la información preciosa de la escuela Oyadomari. Esto fue registrada por Mark Bishop en su libro Karate de Okinawa «: Maestros, estilos, y técnicas secretas «( A&C Black – Londres, 1989). Según Hokama, Oyadomari era un entusiasta de preservar la salud, decía que nuestros padres nos dieron la vida y debemos respetarla. Prohibía beber alcohol y fumar, no había absolutamente ningún alcohólico entre sus estudiantes. El decía que el entrenamiento del Kata, el saco y el makiwara eran su fórmula para una buena salud y la curación de la mayoría de las enfermedades. También enseñaba la prudencia («en una lucha, la vida de su oponente está en sus manos y su vida está también en sus manos, por lo tanto, no subestime a su oponente y tenga cuidado») y el uso de estrategias para superar una desventaja («si su oponente es mucho más grande que usted y más fuerte, salte para los lados como gato»). Hokama cuenta como lo curaron de una tuberculosis en su adolescencia solamente siguiendo la prescripción de Oyadomari: entrenamiento diario con el makiwara. Después de un año estaba curado pues él había adquirido un cuerpo fuerte y una salud fuerte.
A diferencia de hoy día y según indica Seikichi Hokama el viejo estilo del Tomari-te tenía las siguientes características (2):
- La postura del entrenamiento era Shiko-dachi. Los estudiantes caminaban alrededor del dojo con un compañero en sus muslos para consolidar la postura. El kata Naifanchi era ejecutado en este Shiko-dachi bajo, y no en Kiba-dachi, como en Shorin-ryu.
- El kata Kusanku tenia muchas mas acrobacias, típicamente chinas, que lo diferenciaban de su ejecución actual.
- El estilo era ligero y no gimnástico como en el Karate actual. Este estilo ligero y espontáneo fue olvidado por el Karate moderno, sin embargo, los chinos todavía practican con este concepto hoy.
- El uso corriente seiken, con todo el puño girado, no era utilizado porque exponía las partes posteriores de la mano que son muy vulnerables (un uraken en esta área es muy doloroso y causa parálisis). El puñetazo característico del Tode-jutsu era vertical, en una postura alineada naturalmente con el centro del oponente y adaptado fácilmente para ippon-ken. Este estilo de la perforación fue preservado al parecer por Shimabukuro Tatsuo, el fundador de Isshin-ryu, un estilo del derivado de Tomari-te.
- La fuerza del oponente es utilizada contra él, siendo suficiente para evitar sus ataques y para contraatacar con ataques al dorso expuesto del adversario, en sus costillas, parte posterior, y axilas.
- La técnica más básica era abrir el ataque del oponente con el jodan-uke y atacar su centro con hiraken o ippon-ken.
- Todo el estilo se basa en el principio de proteger el centro del cuerpo mientras que se ataca o se defiende
LA ACTUALIDAD DEL TOMARI-TE
Los expertos de hoy día, se conocen, más no entrenan nunca juntos. Permanecen independientes. Los practicantes se entrenan en pequeños grupos cerrados guardando de este modo la tradición de sus antepasados. Los maestros continúan seleccionando con una gran severidad a sus alumnos. Aunque secreto, este estilo con el paso del tiempo a influenciado en otras escuelas y estilos más modernos siendo sus técnicas asimiladas por ellos.
Para comprender como esto es así, hay que entender la propia naturaleza del Karate.
El Karate es un arte en constante evolución, por experiencia sabemos que no existen los estilos “puros”. El espejo donde poder observar esos cambios, son los kata. Actualmente hay estudios que atribuyen los kata a tal Maestro o tal otro. Lo cierto es que es imposible saber cual es el origen exacto de un kata a menos de que este haya sido “inventado” en nuestros días. El interés por la historia del Karate es reciente, los practicantes de antes, sólo se preocupaban en desarrollar su eficacia mediante las técnicas.
Se preocupaban poco, o la mayoría, nada en saber cuales eran los orígenes de su arte. Es por tal motivo por el que el origen de los kata permanece en la oscuridad del principio de los tiempos. Por el mismo motivo es difícil encontrar algo escrito anterior al siglo pasado sobre el Karate, de tal modo que trazar los orígenes exactos de un estilo sea poco menos que una tarea arqueológica .
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Sergio Hernández Beltrán
6º Dan World Shito-Ryu Karate-Do Federation
- Este episodio lo relate en el articulo aparecido en dos partes en la revista El Budoka nº 352 y nº 353
“La leyenda dice, que cerca del cementerio de Tomari, habitaba un chino que vivía en una miserable cabaña. Llego a conocimiento de Matsumura que aquel chino era adepto al arte del combate. Por tal motivo decidió visitarle y conseguir ser discípulo suyo. Al cabo de un tiempo de practicar bajo su tutela, observó que había un pasaje del kata que el viejo Maestro chino le enseñaba que parecía no tener aplicación en combate. Examinando junto al Maestro dicho pasaje decidieron buscar una forma coherente de ejecutar aquellas técnicas. Pese a que el Maestro chino afirmaba no saber ni leer, ni escribir, le dijo a Matsumura que le daría varios apuntes sobre el kata a fin de que este pudiera entender mejor sus enseñanzas. De este modo, Matsumura recibió un día un pergamino enrollado, que al abrirlo y para su sorpresa, describía en perfecta caligrafía, las explicaciones técnicas necesarias para comprender las enseñanzas del viejo Maestro chino. Poco más tarde, este Maestro desapareció sin más. Podría suponerse, quizás que se trataba de un oficial chino, en misión de espionaje en el nuevo territorio conquistado por el Clan Satsuma.”
- Extracto del articulo Tomati-Te: the place of the Old Tode de Fernando P. Câmara
“Los secretos del Karate con como las pestañas, están delante de los ojos pero no las puedes ver”Recuerdo que mi reacción, fue de mucha extrañeza, al leer a principios de los años ochenta un especial de la revista DOJO dedicado al Japón. Había una serie de entrevistas a grandes maestros de Okinawa, que realizaba Rafael Ángel Santiago en un viaje efectuado a la cuna de nuestro arte marcial (en aquel entonces, no había como hoy día, “facilidad” ni económica, ni marcial, ni de transporte, para viajar a Okinawa). Dicha extrañeza se repetiría más tarde a mediados de los años ochenta al leer un especial de la famosa revista francesa KARATE dedicado también a los Maestros de Okinawa (Okinawa: Les gardiens de la tradition. nº 106) . Recuerdo que especialmente las fotografías, me dejaron bastante confuso, pues ese no parecía el Karate que yo practicaba. Incluso creí que los Maestros “no sabían” Karate. En una de las entrevistas de ese ejemplar de la revista DOJO que realizaba Rafael A. Santiago, concretamente la última, uno de los Maestros, no me pareció conocido ni importante, incluso sus respuestas, me parecieron entonces arrogantes, especialmente cuando se le preguntaba por el Karate-Deporte. Dicho Maestro no era otro que Iken Tokashiki, heredero de la tradición de Tomari.
Pasaría un decenio, hasta que yo mismo formule similares preguntas en la propia Okinawa, a Maestros del estilo Uechi-Ryu, (Revista CINTURÓN NEGRO nº 78 Especial Okinawa: Satoru Shinki & Kanmei Uechi) obteniendo similares respuestas, respuestas que por otra parte, forman hoy mi único punto de estudio y enseñanza. Años más tarde, en el original, en ingles y en su traducción al español, el autor Patrick McCarthy en su obra “Bubishi La Biblia del Karate” hace referencia a este Maestro. Sin duda, la información, esta delante de nosotros, pero… ¡ a veces no puede verse!. Iken Tokashiki Alumno de Seiyu Nakasone (1893-1983), que a su vez estudió con Kosaku Matsumora. Tokashiki creó la Gohaku Kai (Asociación de Karate-Do Gojo-Tomari-te de Okinawa). Tokashiki Iken enseña lo que Nakasone le enseñó, los kata Naifanchi I, II, III, Passai, Wankan, Wanshu Dai y Sho, Rohai, Kusanku, Chinto y Rinkan. Este último kata es una creación de Nakasone y fue su kata personal. Aunque la series de Naifanchi, y Passai, Kusanku y Chinto enseñados por Nakasone sean similares a los kata equivalentes de Oyadomari, el Wankan de Nakasone, Wansu y Rohai se asemejan al estilo y a los técnicas de Goju. Nakasone entrenó con Higa Seiko (eran amigos) |
Referencias:Revista Dojo nº 59 “Entrevista a Tokashiki Iken”, realizada por Rafael Ángel Santiago
Bubishi La Biblia del Karate de Patrick McCarthy. Editorial Tutor. Tomati-Te: the place of the Old Tode. Fernando P. Câmara |
19 junio, 2011
muy buen documento yo estoy preparando una conferencia de historia del karate y me sirve mucho, creo que la informacion es segura verdad, es muy interesante gracias.
21 junio, 2011
Como cualquier información a veces puede dar lugar a interpretaciones, pero me consta que el autor tiene categoría y credibilidad suficientes para ser un documento serio e interesante.